Los fonemas oclusivos presentan características generales en cuanto a los fenómenos de la oposición, la distribución y la fonotáctica. Los fonemas oclusivos son muy frecuentes, representando el 19,2% de los fonemas de la cadena hablada.
La distribución alofónica de los fonemas oclusivos
13.1 Pares mínimos que demuestran oposiciones entre los fonemas oclusivos del español en posición inicial de palabra y en posición inicial de sílaba interior de palabra.
La distribución de alófonos de los fonemas oclusivos depende del estado de las cuerdas vocales: es decir, hay una regla para los fonemas sordos y otra regla para los fonemas sonoros.
La regla de distribución para los fonemas oclusivos sordos es complementaria y se basa en la posición silábica del fonema. De modo general los fonemas oclusivos sordos se realizan como un alófono oclusivo pleno, es decir, una producción que contiene los elementos de intensión, tensión y distensión: [p t k]. Sin embargo, cuando el fonema oclusivo sordo se da en posición silábica implosiva, se realiza como un alófono oclusivo sin distensión, cuyo símbolo fonético es [p¬] o [t¬] o [k¬]. Estos alófonos ocurren en las palabras {apto} [áp¬to], {étnico} [ét¬niko] y {acto} [ák¬to].
2 En todos estos casos, no hay ninguna distensión del alófono oclusivo sordo en posición final de sílaba. La regla de distribución complementaria se expresa de la forma siguiente:
La regla de distribución para los fonemas oclusivos sonoros es la regla complementaria número uno del Capítulo 9. La distribución de alófonos de los fonemas oclusivos sonoros depende de lo que precede al fonema. Se repite aquí esa regla:
Cuando los fonemas /b d g/ ocurren después de pausa o después de una consonante nasal, los fonemas se realizan mediante sus alófonos oclusivos [b d g]. Además, el fonema /d/ también se realiza mediante su alófono oclusivo después del fonema lateral. En todos los demás contextos, los fonemas oclusivos sonoros se realizan mediante sus alófonos fricativos [β ð Ɣ]. Este proceso es una asimilación convergente que se llama fricativización que resulta de un proceso general de relajamiento consonántico.
La fonotáctica de los fonemas oclusivos
Los fonemas oclusivos se dan tanto en posición fonotáctica inicial como también en posición fonotáctica final. Sin embargo, las reglas fonológicas y las realizaciones fonéticas de los fonemas oclusivos en posición inicial son muy diferentes de las de los mismos fonemas en posición final.
Todos los fonemas oclusivos se dan tanto en posición inicial de palabra como en posición inicial de sílaba interior de palabra. Por lo tanto, hay oposición entre todos los fonemas oclusivos en posición inicial. En posición inicial, los fonemas oclusivos serán seguidos o de una vocal (ej. [kása]) o de una líquida, es decir, /l/ o / ɾ / (ej. [kláse]). El 96,9% de las ocurrencias de los fonemas oclusivos en español se dan en posición inicial. De los fonemas oclusivos en posición inicial, el 89,8% ocurre ante vocal y el 10,2% ante líquida. De los fonemas oclusivos en posición inicial, el 44,1% ocurre en posición inicial de palabra y el 55,9% en posición inicial de sílaba interior de palabra.
Como grupo, los fonemas oclusivos son escasos en posición final. De hecho, solo el 3,1% de las ocurrencias de los fonemas oclusivos se da en esa posición. En cuanto a la posición final hay que diferenciar entre posición final de palabra y final de sílaba interior de palabra.
En posición final de palabra, como ya se expuso en el Capítulo 10, el único fonema oclusivo que se da sistemáticamente es el fonema /d/, que representa el 4,9% de las ocurrencias del fonema /d/ en español. Los únicos ejemplos de palabras que terminan en uno de los otros fonemas oclusivos son préstamos de otros idiomas, por ejemplo: /tóp/ {top}, /ɠalét/ {chalet}, /bisték/ {bistec}, /klúb/ {club} y /sigság/ {zigzag}.
En posición final de sílaba interior de palabra, la situación es más compleja y hay tres factores que considerar. Primero, los fonemas oclusivos aparecen poco en posición implosiva interior de palabra; de hecho, entre todas las ocurrencias de los fonemas oclusivos, solo el 2,0% aparece en esa posición. Segundo, para que una consonante se encuentre en posición implosiva dentro de una palabra, es necesario que haya una secuencia de dos consonantes como en las palabras {apto, étnico, actual, abdominal, administrar, agnóstico}, etc. Es de notar que estas palabras son cultismos, es decir, palabras eruditas que no pasaron por la evolución histórica del idioma. Los procesos de evolución prefirieron la eliminación o simplificación de secuencias consonánticas internas. De esa manera, la palabra latina fac-tum llegó a ser he-cho en español y la palabra latina ob-scu-rus llegó a ser os-curo en español. Tercero, la posición silábica implosiva en español es una posición débil. Esto se ve en la variedad dialectal que se da en esa posición en que suelen ocurrir distintos tipos de neutralización. El hecho es que hay escasos ejemplos de oposición entre fonemas oclusivos en posición implosiva como en [ap¬to] y [ak¬to].