Medico cirujano del interior
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Medico cirujano del interior

Amadeo Papa

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Medico cirujano del interior

Amadeo Papa

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La experiencia de 47 años de cirujano han sido volcadas en estas líneas, como una autoreferencia, pero intenta dejar una enseñanza en el desempeño de esta humana especialidad de servicio para intentar sanar o calmar el dolor de las enfermedades.

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Information

Year
2020
ISBN
9789878397207
CAPITULO III

Traslado a la Ciudad de Eduardo Castex, Provincia de La Pampa.
La intención era volver a mi ciudad, Olavarría, porque era una buena plaza médica, con un gran hospital, varias clínicas privadas y el hospital ferroviario como la institución hospitalaria más nueva.
Pero, en esa época, era común que recurriéramos a los diarios, para ver avisos de trabajos y que fueran otras oportunidades de algún hospital del interior del país.
Estaban en marcha varios programas de salud, nacionales y provinciales que demandaban nuevos profesionales.
Leyendo el diario Clarín encontré un aviso de la Provincia de La Pampa, que tenía en marcha el “Sistema Provincial Integrado de Salud”, S.P.I.S, similar al Sistema Integrado Nacional de Salud al que habían adherido algunas provincias y allí se publicitaba que se necesitaban cirujanos de tórax y generales. Me dije, “no cuesta nada probar”.
Llamé a un número telefónico y me atendieron rápidamente. Me realizaron una entrevista telefónica, que fue positiva y acordé con las autoridades provinciales, que en 2 días me vendrían a buscar para conocer el probable lugar de trabajo.
Vino a entrevistarme personalmente, un Ingeniero agrónomo, Subsecretario de Salud Provincial y en su auto oficial, nos fuimos para el Pueblo de Eduardo Castex, en el centro- norte de la Provincia, sobre la ruta 35.
En el viaje me detalló la propuesta de trabajo. Ésta era para integrarme al staff médico en un Hospital renovado, que había inaugurado el Ministro Francisco Manrique, en la década del setenta, cómo Hospital Privado de la Comunidad, Pablo F. Lacoste.
Hospital Pablo F. Lacoste. E. Castex. La Pampa. Argentina.
Formaría parte de un equipo de cirugía con un cirujano general experimentado, salido de la escuela de los Dres. Ricardo y Enrique Finochieto.
Al llegar a la Ciudad de Eduardo Castex, luego de 5 extenuantes horas de viaje, me encontré con un Hospital chico, de 25 camas, con 2 quirófanos, 2 salas de parto, integradas a una Unidad de Terapia Intensiva con 2 respiradores y todo lo necesario. Nuevo a estrenar, faltaba conocer la parte humana y ver si podía desarrollar la especialidad. “Ya me gustaba un poco más “.
Ese contacto se produjo al otro día, cuando recibí una invitación a almorzar en un restaurante sobre la Ruta con el Dr. Piombo Héctor y el Dr. Arahuete Miguel, clínico, cardiólogo y anestesista del servicio, había además ginecólogos y obstetras y pediatra y medica clínica.
De la charla salí extasiado, porque el Dr. Piombo me abría todas las puertas para hacer cirugía de tórax y además me iba a enseñar cirugía general, porque había un buen volumen de casos, que le derivaban de toda la provincia, para que él los intervenga quirúrgicamente.
Decidí aceptar la propuesta que era con dedicación exclusiva y bloqueo de título. Ganaría once veces el sueldo que ganaba un médico asistente con régimen laboral de 8 hs. diarias, de Prov. De Bs. As. Con una Guardia activa y pasivas alternadas con el otro cirujano.
En el mes de Marzo viajé para radicarme, en una cómoda casa, que tuve que amueblar totalmente. Grato recibimiento de parte del personal del hospital, porque llegaba un joven médico cirujano y se renovaba la planta de profesionales.
Comencé mi tarea profesional, con una intensa actividad quirúrgica, y estudiando clínica quirúrgica y cirugía general, para estar a la par de las exigencias. Operábamos todos los días, de lunes a viernes.
Teníamos una interacción con la comunidad intensa y frecuente, que nos inducía a participar de organizaciones sociales.
Club Rotario, ó Club De Leones, cooperadoras, etc., que eran muy activas en los pueblos del interior, porque les mantiene una vida social y solidaria muy presente.
Una vez posicionado en el trabajo, adquirí una importante experiencia en cirugía general y cirugía de tórax. Sobre el particular, quiero remarcar enfáticamente la excelente disposición del Dr. Piombo Héctor, en enseñarme todo sobre clínica quirúrgica y cirugía general, su humildad y reconocimiento a mi experticia en Cirugía de Tórax, a quien le debo todo lo que aprendí en esa etapa de mi carrera.
Agradezco mi paso por este hospital, porque tuve una excelente formación de 2 años en cirugía general, con cirugías complejas, como gastrectomías, colectomias, hernioplastías, apendicetomías, mastectomías, operaciones ginecológicas, cesáreas y algunas plásticas reductoras de mamas, etc., porque en el interior se solucionaban la mayoría de las patologías, debido a que la derivación a otros centros más complejos, era muy dificultosa.
Esta intensidad laboral quirúrgica tan variada, me ayudó a adquirir una maduración quirúrgica satisfactoria para mi, porque operé muchas más cirugías que en cualquier residencia de aquellos momentos, según me contaban colegas de mi generación.
A modo de “racconto” de mi trabajo pampeano y para compararlas con la actualidad, relataré algunos de los casos médicos más significativos de las patologías regionales, que muestran la realidad de la salud pampeana en ésa época.
Experiencias médicas y de la complejidad e importancia que tiene la relación médico-paciente, en cada acto médico.
Un caso poco frecuente, de gran impacto familiar y comunitario
En una oportunidad el obstetra del hospital, me trajo a la consulta a una mujer de 32 años, multípara, cursando un postparto de 4 días de evolución. Se encontraba con una gran ansiedad y sus familiares también, porque habían tenido su cuarto hijo con parto normal siempre y ahora este se complicaba con este cuadro de abdomen agudo, sin una causa conocida que lo produjere.
La paciente presentaba una gran dilatación abdominal, se la notaba tóxica, dolorida, hipotensa, con episodios de diarrea mucosanguinolenta de aparición casi brusca, con un antecedente de tratamiento con antibióticos de amplio espectro con una Tetraciclina combinada, por probable potencial infección postparto.
Inmediatamente la estabilizamos y comenzamos con un estudio simple de laboratorio y Rx de Abdomen de pié y acostado. El laboratorio presentó una Leucocitosis y hepatograma alterado. La Rx de abdomen, mostraba una gran dilatación colónica con la típica imagen de un cuadro compatible con el Megacolon Tóxico, con desprendimientos de la mucosa y burbujas de aire en la pared y neumoperitoneo presente.
Decidí la realización de laparotomía exploradora, se lo comunicamos a la paciente y familiares, indicándoles los riesgos, si no lo hacíamos y las complicaciones de la misma y la probabilidad de muerte.
Imagínense, el estupor de la familia, que venía de un momentos familiar hermoso con el nacimiento de un nuevo integrante y recibir la noticia de un cuadro de gravedad extrema que había que intervenir de urgencia.
Aquí es donde la figura del médico de cabecera, tiene el ascendiente de peso, para que se entienda la gravedad de la situación, máxime cuando es el médico joven el que debe comunicar y realizar la intervención.
Realizamos la cirugía y con el ginecólogo de cabecera que había atendido el parto. Lo que encontramos fue la casi destrucción de todo el colon con focos de perforaciones necróticas múltiples, que nos obligó a realizar una cirugía mayor de rescate, una colectomía total con ileostomía ilíaca”, cirugía que nunca se había realizado en el hospital y para mí era la primera.
Logramos la estabilización postoperatoria y conseguimos la derivación en avión sanitario al Hospital Bonorino Udaondo, especialista en gastroenterología, por la complejidad del cuadro. En dicho nosocomio, lograron recuperarla totalmente y vivía al momento de mi retorno a Olavarría. La familia reconoció ampliamente lo que hicimos y nos agradeció de modo muy especial.
H.A.C.R.E. Patología endémica, grave problema de salud para la comunidad.
La provincia de La Pampa es una zona endémica de hidroarsenicismo, por sus altos niveles de arsénico en las aguas subterráneas, principalmente en las primeras napas, entre 6 y 14 metros de profundidad.
El H.A.C.R.E. (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico), predispone la aparición de patologías epiteliales, principalmente tumorales derivadas, de la ingesta crónica de aguas con arsénico. Estas lesiones aparecen en distintos órganos, como piel y mucosas, principalmente de los dedos, brazos, piernas y el más frecuente el carcinoma epidermoide de pulmón.
Al poco tiempo de mi llegada al hospital, recibí en consulta un paciente derivado de una de las localidades vecinas, de 55 años de edad con una imagen radiológica pulmonar en el hilio del pulmón derecho de tamaño medianamente grande, sin aparentes compromisos ganglionares.
Me llamó la atención que tenía tres dedos con amputaciones quirúrgicas, por cánceres de piel, en los últimos 5 años. No registraba antecedentes de tabaquismo. Se le había realizado una bronscoscopía normal hasta los bronquios fuentes, pero encontraron una infiltración en el lóbulo superior derecho, con biopsia positiva para carcinoma epidermoide de pulmón.
Fue derivado del hospital de Santa Rosa, porque el cirujano de tórax, se había trasladado a EEUU para realizar un Fellow (especialización), en cirugía torácica y cardiovascular. Como consecuencia de ello, quedé como único cirujano de tórax de la Pcia de La Pampa. Con este caso me di por enterado que había quedado sólo, para toda la provincia, menuda responsabilidad y me dispuse a afrontarla.
Programé la cirugía y con la ayuda invalorable del Dr. Piombo y Dr. Abraham Ginecólogo, lo intervenimos. Comencé la cirugía y luego de la exploración inicial, decidimos hacer una Lobectomía Superior Derecha.
Bien avanzada la cirugía y cuando estábamos por extirpar el lóbulo enfermo, por una maniobra inesperada, se soltó la ligadura de la vena pulmonar, se retrajo y no pude volver a clampear¡. Confieso que por un momento dudé sobre qué hacer. Mientras lo decidíamos, le pedí al Dr. Piombo que comprimiera con el dedo la vena contra el corazón, para parar el sangrado. Decidí realizar una maniobra que le había visto hacer al Profesor Castellano y abrí el pericardio a nivel de las venas pulmonares, rodié la vena pulmonar con un Clamp de Sem curvo y le pasé una ligadura intrapericárdica y logré detener el sangrado inmediatamente. Pero me vi obligado a realizar una neumonectomía, - extirpar todo el Pulmón-, porque se había afectado la vascularización venosa de los otros dos lóbulos.
Como era un paciente joven y con buena funcionalidad respiratoria en la espirometría previa me convencí y tranquilicé al hacerlo, no podía hacer un tratamiento con preservación de los otros lóbulos, porque estaba contraindicado. La evolución fue excelente y completó tratamiento radiante en el Hospital Roffo.
Lo que quiero resaltar, al relatar éste caso es que, en la gran mayoría de las veces cuando estudiamos las técnicas, cuando operamos, se describen y hacen éstas maniobras como excepcionales, pero el haberla visto hacer e incorporarla a mi arsenal terapéutico, me permitió salir de una enorme situación catastrófica intraquirúrgica, que si no la resolvíamos el paciente se moría.
Recuerdo que cuando ayudaba a operar a otro cirujano, trataba de atesorar las maniobras y tácticas que empleaba, porque es una experiencia invalorable. No se puede trabajar sin acumular lo que se ve hacer y lo que uno mismo hace. Una cosa es leerlo en el libro y otra es verlo hacer.
Por supuesto esto me posicionó en la comunidad médica con prestigio. Recibí las felicitaciones de mi maestro el Dr. Jorge Castellano, a quien el Dr. Héctor Piombo llamó personalmente para relatarle la cirugía. El Dr. Jorge Castellano me manifestó su orgullo por ser yo un buen “Alievi” (discípulo), ¡los maestros son para toda la vida ¡.
La familia, profundamente agradecida, entendió lo que tuvimos que hacer y me, ”regaló varios kilos de chorizos secos y un corderito cuando lo quisiera”. Es importante recordar que trabajábamos con dedicación exclusiva y los pacientes se atendían gratis, cuando previamente tenían que pagar gruesos honorarios, por lo que nos agradecían con especias.
Casos insólitos
Un episodio médico por demás insólito me ocurrió durante una de mis guardias. Trajeron un paciente de 45 años, de profesión leonero, (cazador del Puma Pampeano). Llegó al hospital, en la caja de una camioneta, totalmente cianótico (Coloración azul, de los labios y mucosas), lo llevamos a la UTI, para intentar reanimarlo porque parecía que estaba muerto.
Al querer intubarlo para suministrarle oxígeno y comenzar a realizar el masaje cardíaco, le encontré un gran trozo de carne en la garganta, que al sacarlo, recuperó la vía aérea y comenzamos con la bolsa de respiración manual marca Ambú, a ventilar y lentamente recuperó pulso y ventilación. Ya intubado le colocamos el Respirador Bird, permaneció en Coma Grado 3 durante 3 días.
Pensamos que el daño cerebral era irreversible, porque no sabíamos cuanto tiempo había estado con la vía aérea casi totalmente obstruida. Los familiares y amigos nos contaron que había estado festejando la caza de un puma con algunas copas de más y se quedó dormido sin tragar el último bocado. Tardaron en llegar al hospital no menos de 20 minutos.
Lo interesante fue que recuperó gradualmente la conciencia y fue dado de alta totalmente recuperado a los 7 días, sin secuelas.
Condiciones extremas, con casos comunes”.
Conello y Rucanello, son dos localidades casi fantasmas, con muy pocos habitantes, de la época de oro de los pisos de parquet de Caldén, ubicadas a aproximadamente 10 y 20 km de Eduardo Castex. Tenían un puesto sanitario con médico generalista, arraigado en la localidad de Conello.
Una noche de la localidad de Rucanello, alrededor de las 21 hs, llamaron a la guardia y nos pidieron la ambulancia con médico, para una paciente multípara en trabajo de parto, a quien no podían trasladarla porque no tenían ningún vehículo.
Siempre viajamos con el equipo de instrumental, caja quirúrgica para Parto y Cesáreas, enfermero Chofer y la instrumentadora.
La mujer de 40 años en trabajo de parto, se encontraba en su domicilio, ubicado en pleno monte cerrado de caldén, en una choza sin luz, alumbrada con un farol de kerosene muy tenue y estaba asistida por el marido y un hijo. Alumbrándonos con la luz de la ambulancia, pusimos manos a la obra porque el bebé estaba casi saliendo, con dificultad por la gran cabeza que hacía presión sobre el canal de parto.
Decidí hacer una doble episiotomía con anestesia local, (Corte de los Labios Menores) para ampliar el canal de parto, colocación de fórceps y se produce el parto de un niño de 5,200 Kg, con un “Apgar” de 10. Los abrigamos y los cargamos en la ambulancia, camino al hospital el bebé estaba en la teta de la madre. El resultado fue más que satisfactorio.
El marido, leonero también, poseía varios perros Dogos que daban mucho miedo, pero que se mantuvieron calmos. El hombre estaba agradecido con el final feliz pero, como era de pocas palabras, no manifestaba demasiado sus emociones.
Recorriendo la Provincia de la Pampa.
Como había quedado como único cirujano de Tórax en la Pcia, me llamaban de distintas localidades, incluso para hacer operaciones de cirugía General y operé en el mismo hospital que el Maestro y Profesor Favaloro René y en varios más.
La localidad de Intendente Alvear, al norte de la Provincia, lindando con la Pcia. De San Luis, tenía un Hospital de complejidad 6. Me citaron telefónicamente y me presentaron un paciente joven de 27 años, con un gran quiste pulmonar de larga evolución, sin antecedentes de vómica hidatídica, -patología endémica- con pruebas de espirometría y laboratorio normales.
Programé la cirugía en otra fecha y como siempre, me trasladé con mi caja de instrumental y la instrumentadora para intervenirlo quirúrgicamente, habiendo coordinado con los médicos locales para que me ayudaran. El anestesiólogo venía de la ciudad de San Luis Capital. Le realicé una Lobectomía Superior izquierda, sin ningún contratiempo intraoperatorio, y con excelente evolución postoperatoria, por su juventud. Durante la cirugía, confirmé la sospecha de que era un quiste pulmonar Broncogénico, por lo que envié a estudio de histop...

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