Desafío social
eBook - ePub

Desafío social

José Kentenich

Share book
  1. 270 pages
  2. Spanish
  3. ePUB (mobile friendly)
  4. Available on iOS & Android
eBook - ePub

Desafío social

José Kentenich

Book details
Book preview
Table of contents
Citations

About This Book

El padre Kentenich nunca deja de sorprender. Su visión de la realidad y ruta de progresión no queda entrampada en un par de décadas pretéritas. Siempre salta entre las líneas una novedad que responde hoy. El 'desafío social' que propuso a comienzos de los años 30, viene como anillo al dedo en esta etapa de resultados de los dos estereotipos –que no tienen por qué ser antagónicos- de una economía centralizada o de una sociedad del bienestar que configuran el perfil de las naciones.Ambos polos en entredicho en un momento de estallidos sociales inesperados y de la globalización impuesta por esa conjunción de proteínas que hemos conocido como COVID-19 o coronavirus. La historia progresiva de la cuestión social es evidente, pero hay temas que aún esperan respuestas que aseguren la dignidad de la persona con más firmeza y la sana articulación de la sociedad. En esas respuestas se sitúa el carisma singular de José Kentenich. Su pensamiento ilumina lo esencial de la biunidad entre hombre y sociedad, entre lo particular y lo público en el horizonte del Evangelio marcado por la libertad y la solidaridad. En definitiva se trata de sacar la fe de la sacristía y de la comarca inmediata hacia un proyecto social convincente.Este libro comienza con una introducción reflexiva de Francisco Gallego, doctor en economía (MIT), investigador y académico de la PUC, dando pistas sugerentes y bien fundadas para leer al padre Kentenich en esta etapa del tiempo. Allí sugiere: "En suma, termino con una invitación a leer este libro, ya casi 90 años después de que el padre Kentenich dictara sus charlas. Más aún en estos tiempos de incertidumbres, nuevas para una buena parte de la humanidad, en el medio de la pandemia del coronavirus. ¡Cuántas preguntas sobre cómo vivimos y nos organizamos surgen de esto! Sospecho que, como el Padre Kentenich esperaría, personas con diferencias formaciones y que vienen de diferentes contextos tomarían elementos diferentes del libro y las aplicarían de modo diferente. Estas pequeñas líneas justamente tratan de ser un ejemplo en esta línea".

Frequently asked questions

How do I cancel my subscription?
Simply head over to the account section in settings and click on “Cancel Subscription” - it’s as simple as that. After you cancel, your membership will stay active for the remainder of the time you’ve paid for. Learn more here.
Can/how do I download books?
At the moment all of our mobile-responsive ePub books are available to download via the app. Most of our PDFs are also available to download and we're working on making the final remaining ones downloadable now. Learn more here.
What is the difference between the pricing plans?
Both plans give you full access to the library and all of Perlego’s features. The only differences are the price and subscription period: With the annual plan you’ll save around 30% compared to 12 months on the monthly plan.
What is Perlego?
We are an online textbook subscription service, where you can get access to an entire online library for less than the price of a single book per month. With over 1 million books across 1000+ topics, we’ve got you covered! Learn more here.
Do you support text-to-speech?
Look out for the read-aloud symbol on your next book to see if you can listen to it. The read-aloud tool reads text aloud for you, highlighting the text as it is being read. You can pause it, speed it up and slow it down. Learn more here.
Is Desafío social an online PDF/ePUB?
Yes, you can access Desafío social by José Kentenich in PDF and/or ePUB format, as well as other popular books in Education & Education Theory & Practice. We have over one million books available in our catalogue for you to explore.

Information

Year
2020
ISBN
9789567598625
1.1 NUESTRA EDUCACIÓN A LA LUZ DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL
Las Sagradas Escrituras nos cuentan con palabras sencillas un acontecimiento. El Salvador, el Gran Maestro, el Educador de los Pueblos, había enviado a sus apóstoles en un viaje apostólico. No ha de haber durado demasiado tiempo. Vuelven cansados, cansados del trabajo, cansados tal vez, también, por los fracasos. Y el Maestro los recibe, lleno de bondad, y los llama diciéndoles: “Venite...” (Marcos 6, 31). ¡Venid y descansad un poco de vuestros cuidados y trabajos!
¿Acaso no nos sucede actualmente lo mismo a nosotros? No somos solamente doce. Podemos ser entre 130 y 140. Y no andábamos en una labor apostólica transitoria. Hemos luchado durante meses en el frente. Sabemos lo que significa estar en medio de esta lucha que libran las distintas cosmovisiones. Tal vez no estamos cansados y agotados sólo espiritualmente, sino también físicamente, a causa de estas luchas. Sin embargo, el Salvador quisiera decirnos también “Venite...” ¡Venid, descansad un poco de vuestros esfuerzos y de vuestra tarea!
¿Irán a ser para nosotros estos días que pasaremos juntos un tiempo de descanso, realmente? Es difícil. No sólo han elegido ustedes esta vez un tema que toca directamente sus propias almas, sino que va a hacerlos avanzar en el conocimiento que ustedes tienen de la vida del alma de los niños que les han sido confiados y el modo de tratarlos. Pienso, pues, que debería decirles esto: venimos de un trabajo serio y llegamos a hacer otro tanto; por eso sería bueno que aprovecharan las pocas horas que les quedan disponibles para descansar. Esto significa dormir bien y largamente, y salir a caminar.
Y para que ustedes no se sientan demasiado ajenas las unas con respecto a las otras, a causa de las muchas participantes, tal vez sería también recomendable que dividieran la gran comunidad en comunidades más pequeñas. La mayoría de ustedes se conoce. Esto es una gran ventaja. Así pueden descansar un poco, reuniéndose y juntándose con otras.
En cuanto al reparto del tiempo, ustedes tienen que preocuparse de su recreación. Además, deben preocuparse también de crecer en la incorporación al centro mismo de la comunidad, a la Familia, al gran Movimiento.
1.2 FUNDAMENTOS PARA LA ELECCIÓN DEL TEMA
Ustedes me han fijado la otra meta indicada en el tema de la jornada: Jornada pedagógica sobre la industria. ¿Qué las ha movido a ustedes para elegir este tema? Me parece que hay tres razones para esta petición. Por una parte, el fuerte sentido de responsabilidad por las almas de nuestros niños; por otra, el gran desamparo, en medio de la actual maraña de opiniones y corrientes. Y, finalmente, la conciencia de que tenemos aquí en Schoenstatt para nuestra familia una universidad apostólica y ascética, de modo que podemos exigir, con razón, de nuestras jornadas no sólo que nos introduzcan más profundamente en la vida ascética y religiosa, sino que también nos ayuden a ver con más claridad nuestra labor profesional y a llevarla a cabo con más fidelidad y energía.
Comienzo, pues, a acoger los deseos de ustedes. Con todo, quisiera responderles al instante con un pero. Puedo imaginarme perfectamente que con el correr de los días va a surgir aquí y allá un clamor y algunas de ustedes dirán: “No sólo quisiera conseguir algunos elementos pedagógicos para llevarlos en mi portadocumentos, sino que yo misma quisiera continuar desarrollándome desde un punto de vista ascético”. Respecto de ello quisiera darles una rápida respuesta para no volver sobre el punto y trazar enseguida un camino recto, a fin de ocuparnos después solamente en nuestro tema. Es tan vasto y rico, que se nos hace difícil lograr un resultado en tres días. ¿Se toman en cuenta, por lo tanto, nuestras almas? Esto depende de ustedes. Trataré de dar aquí una triple respuesta, aunque no sea sino someramente.
Últimamente he dado a veces el nombre de ‘sacramental de alianza’ a las visitas a Schoenstatt, a las visitas a nuestro santuario. Si ustedes quieren, podría agregar también que, en cierto sentido, las visitas a nuestro santuario son hasta un sacramento de alianza. Pero teológicamente es más exacto decir que es un sacramental de alianza.
¿Qué quiere decir esto? Que hay gracias internas enlazadas y unidas a un signo externo. ¿A qué signo externo nos referimos aquí? Es la visita a Schoenstatt, es el contacto físico con nuestro pequeño santuario. Tendremos, por tanto. suficientes oportunidades durante estos tres días de aprovechar muy a menudo este sacramental de alianza. ¿Y qué gracias están unidas a este signo externo? Me parece que podemos nombrar, ante todo, dos. En primer lugar, una fe vigorosa, invencible, en la gran tarea y misión de Schoenstatt para estos tiempos; en segundo lugar, una vigorosa disposición a sacrificarse por ella, haciéndonos semilla para ser plantada en los surcos de la vida, aun cuando nos hubiera de costar la propia vida, la propia muerte. Así, pienso yo, las visitas a nuestro santuario podrían satisfacer las necesidades personales, espirituales, de ustedes.
Una segunda respuesta: si hablé recién de un sacramental de alianza, bien podría igualmente hablar de un sacramental para este tiempo, con lo cual quiero significar el tiempo en que vivimos en este momento: el tiempo de Pentecostés. El año pasado esperamos en este tiempo la gracia de la declaración de la mayoría de edad del Movimiento femenino; también la gracia de la mayoría de edad de cada uno de los miembros. ¿Qué hemos de esperar para nosotros en estos días de Pentecostés? ¿Qué elaboraremos con dedicación? ¿Qué imploraremos y suplicaremos se nos conceda? Me parece que una profunda comprensión y un gran amor por nuestro pueblo. Pero esta noble gracia tiene sus raíces, en último término, en un gran amor a Dios, extraordinariamente cálido, extraordinariamente profundo. Con el crecimiento de un entrañable amor a Dios, podrán y deberán crecer también, al mismo tiempo, nuestra comprensión por las penurias del pueblo y el amor entrañable hacia él. Pienso, pues, que del acto litúrgico celebrado ayer podemos esperar gracias abundantes para la vida de nuestras almas.
Pero ustedes no deben esperar que este año, como en los anteriores, les explique en cada caso la liturgia del día, porque el tiempo no alcanza para ello. Si ustedes quieren, pueden ir a misa y participar todas en ella, pero preparándose cada vez para el día siguiente en la tarde anterior, ayudándose con el misal. Esto puede tener la ventaja de que ustedes no se aparten tanto de la costumbre de prepararse.
Por último, considero —esto es una tercera respuesta— que las conferencias (a pesar de que tengan una estructura filosófica, cultural y psicológica) iluminarán algo la vida de nuestras propias almas y, de ese modo, harán fructificar nuestras luchas y esfuerzos. De esta manera creo haber dado respuesta a la inquietud sobre las necesidades de su propia alma. Así, creo haber preparado las líneas que habremos de continuar y completar en estos días.
Hemos dado a este curso el título de Curso pedagógico sobre la industria. O sea. reflexionaremos juntos sobre el aspecto que presenta la estructura del alma de nuestro pueblo dedicado a las tareas industriales y cómo hay que tratarlo y educarlo, a causa de esta estructura anímica, a fin de que pueda ser plenamente incorporado de nuevo al “Corpus Christi mysticum”, al organismo del reino de Dios.
1.3 UNA COMPARACIÓN ENTRE NUESTRA COMUNIDAD EDUCACIONAL Y LAS COMUNIDADES EDUCACIONALES SOCIALISTAS
Hoy en la tarde quisiera primeramente elaborar grandes contextos en relación a la tarea que deseamos y debemos realizar y grandes contextos relacionados con las grandes corrientes educacionales del tiempo actual. Formulando esto de manera más clara, diría: nuestra comunidad de educadores vista a la luz de las comunidades educacionales bolcheviques y socialistas.
Por favor, no olviden ustedes lo que deseo al expresar estas ideas. Nos conducen, si bien todavía no directamente, al centro de nuestra educación. Sólo preparan el desarrollo de las ideas y tratan de allegar y reunir, mediante la ley de la asociación de los conceptos y las ideas, todo lo que mueve al tiempo actual. Porque mientras mejor conozcamos el organismo de las corrientes de la época, más fácilmente podremos hacer grandes cosas, aun en los círculos más pequeños y en los lugares y vecindarios más pequeños.
El tema para esta tarde y tal vez también para mañana en la mañana temprano será, por tanto, “Nuestra comunidad educacional a la luz de las comunidades educacionales bolcheviques y socialistas”.
¿Cómo es que doy a nuestro Movimiento el nombre de comunidad educacional? Quien conozca el Movimiento va a poder dar por sí mismo la respuesta. Por favor, consulten ustedes las colecciones antiguas de “MTA”8. O estudien nuestras líneas orientadoras. Allí ustedes encontrarán una y otra vez la afirmación de que nuestra Familia fue concebida desde un principio como comunidad de educadores. Tal vez aparece aquí y allá en las antiguas revistas la expresión ‘comunidad de trabajo’. Lo hemos dicho a menudo: éramos hasta entonces una comunidad educacional, pero también debemos llegar a ser una comunidad de trabajo. La comunidad de trabajo debe ser entendida en el sentido de una comunidad educacional. Trabajamos para educarnos recíprocamente. ¿Por qué razón destaco con tanta fuerza esta verdad que se entiende por sí sola? Pienso que aquí tenemos la clave para responder esa gran pregunta: ¿Cómo podemos no sólo comprender, sino también cumplir acertadamente nuestra gran misión para estos tiempos?
Profundización de nuestra conciencia de misión en cuanto comunidad de educación.
Desde un principio hemos tenido gran fe en la misión de nuestro Movimiento. Si bajan hasta la capilla, de nuevo ustedes encontrarán expresada esta misión en dos palabras en clave que la dan a entender en una forma deliberadamente velada: Ingolstadt-Schoenstatt9. La hemos puesto de manifiesto después, pública y frecuentemente, al formular el ideal de toda la Familia: desde aquí debe manar una gran obra de renovación religiosa y moral del mundo. Posteriormente, esta expresión desembocó, agrandándose aún más, en otra fórmula; “A la sombra de nuestro santuario deben codecidirse fundamentalmente los destinos de la Iglesia por siglos, aún más, por milenios”.
Son ideas grandes, poderosas; grandes formulaciones. Pero si ustedes me preguntan cómo hemos de entender entonces esta acción que parte a la sombra de nuestro santuario y se proyecta hacia el mundo y la historia de esta época, sólo cabe dar una respuesta, al menos según la entendemos nosotros, remitiéndonos a estas palabras: comunidad de educaci...

Table of contents