Capítulo 1
Historia reciente
del sistema
financiero mexicano
A lo largo de la historia, el sistema financiero de México ha experimentado diversos cambios estructurales, los cuales han afectado tanto a sus instituciones, como a los esquemas de regulación, competencia, eficiencia y modus operandi del sistema en su conjunto.
Algunos de los cambios más significativos se pueden resumir a través del breve proceso de creación de la banca y el sistema de crédito (alrededor de 1775), la conformación de una caja de ahorros (1853), las leyes que comenzaron a regir a las instituciones de crédito (1897), la consolidación de una Bolsa Mexicana de Valores (1895), la fundación del banco central (1925), el arribo de la Banca Múltiple al país (1976), su posterior nacionalización (1982) y reprivatización (1991), así como un último periodo de crisis, rescate y extranjerización de la banca (1995-2000), que terminó por consolidar al sistema financiero tal como lo conocemos (véase figura 1).
La banca en particular pasó de un sistema universal a una banca segmentada, y posteriormente (tras transitar una vez más a la banca universal) se adoptó la forma de grupos financieros que ofrecen toda clase de servicios (la Banca Múltiple); por su parte, el sistema financiero evolucionó de un modelo de “represión financiera” a otro de “liberación financiera”, sustanciando con ello la creciente integración de los mercados internacionales alrededor del mundo, proceso que se profundizó tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994).
Para comprender el fenómeno general del comportamiento y desarrollo financiero de México en nuestros días, resulta clave entender el proceso de transición descrito para vislumbrar las tendencias actuales, así como los desafíos futuros de la banca y del sistema financiero.
El presente capítulo realiza una síntesis de los episodios más relevantes que constituyen la historia del sistema financiero mexicano, enfatizando particularmente su creación, el periodo de privatización y liberalización de la banca, el rescate financiero, la nueva configuración de la banca y el proceso de extranjerización.
Antecedentes del sistema financiero en México
Los orígenes. Colonia y época independiente
El sistema financiero de México nació durante la época colonial en el contexto de las reformas borbónicas y la fundación de las primeras instituciones bancarias, cuyo objetivo radicó en impulsar el crédito en el virreinato de la Nueva España, fortaleciendo a los pequeños y medianos mineros como motores fundamentales de la economía virreinal.
Sin embargo, en un inicio la fuente principal de crédito en la Nueva España llegó a ser principalmente el clero católico, y sus actividades se limitaron a préstamos hipotecarios otorgados a grandes y medianos hacendados por montos que a veces excedían el valor de la propiedad hipotecada.
Debido a que el producto de los préstamos era utilizado casi siempre en consumo, muchos propietarios se hallaron imposibilitados para cumplir con sus obligaciones crediticias y las propiedades pasaron rápidamente a ser controladas por la Iglesia.
Las reformas borbónicas, en este sentido, buscaron fortalecer el control político y económico en la Nueva España, por lo que crearon instituciones que pudieran suplantar las actividades comerciales y crediticias de la Iglesia. Fue así que se fundó, como primera institución oficial de crédito prendario, el Monte de Piedad de Ánimas (lo que ahora se conoce como el Nacional Monte de Piedad), en 1775, y cuyas primeras operaciones consistieron en custodiar depósitos confidenciales y administrar secuestros o depósitos judiciales y de otras autoridades. En promedio, esta institución otorgó, en sus primeras décadas, 35,000 préstamos por año, con un monto total que osciló entre los 400,000 y los 600,000 pesos corrientes.
Para 1782 se creó el Banco Nacional de San Carlos, precisamente a petición de Carlos III, el rey borbón. La finalidad de esta institución fue fomentar el comercio en general dentro de la Nueva España.
No obstante, el segundo proyecto bancario más grande se dio con la creación del Banco de Avío de Minas en 1784, dedicado al otorgamiento de préstamos refaccionarios, la administración de capitales y la atención de las cuentas del Tribunal del Cuerpo de Minería.
No obstante, de este periodo y de la posterior lucha por la independencia, sólo se heredaron la Casa de la Moneda y el Nacional Monte de Piedad. Fue hasta 1830 cuando, por iniciativa de Lucas Alamán, se creó el Banco de Avío Industrial, establecido con el objetivo de financiar empresas industriales, especialmente fábricas textiles, que debían operar con maquinaria moderna, hasta entonces desconocida en México.
El Banco de Avío contó para ello con un capital de un millón y medio de pesos, y otorgaba préstamos de uno a nueve años a varias empresas de manufactura textil, de algodón y lana, así como para la instalación de talleres mecánicos, la explotación agrícola, la fabricación de vidrio, papel u otros productos, o bien para importar métodos de producción modernos.
Sin embargo, este proyecto fue socavado tras la guerra civil de 1832 y los conflictos con Texas y Estados Unidos de América, lo que causó fallas en la administración del banco y su pronta liquidación en 1842.
Para 1837 se creó el Banco Nacional de Amortización de la Moneda de Cobre, con la finalidad de preparar una nueva moneda de valor estable mediante el rescate de piezas de cobre.
En esta tarea, el banco contó con varias propiedades y rentas del Estado, y se le autorizó colocar empréstitos en México y el extranjero; pero la institución no pudo alcanzar nunca sus objetivos y poco tiempo después de su creación la moneda de cobre sufrió una devaluación del 50 por ciento, debido a que no se encontraron prestamistas interesados y fue liquidado en 1841.
Durante los años venideros se repitieron historias similares, en las que se ensayó el establecimiento de diversos bancos, pero ninguno que se pudiera crear y consolidar sistemáticamente. De entre los sucesos más relevantes (que acaecieron durante el periodo de la Intervención francesa) destacan la creación de la Caja de Ahorros del Nacional Monte de Piedad (1853), el establecimiento del código de comercio (1854) y el surgimiento del Banco de Londres, México y Sudamérica (1864) como primera institución privada de la banca comercial.
Esta última institución, constituida en el imperio de Maximiliano y de capital inglés, otorgaba créditos, emitía billetes y proporcionaba servicios para el comercio exterior, gozando de ciertos privilegios para subsistir (como la no aplicación del código de comercio vigente, o que no se le obligaba a dar detalles de su balance en sus primeros años).
Ya durante el Porfiriato, lo anterior provocó que entre 1870 y 1880 varios bancos privados fuesen creados y auspiciados bajo una protección gubernamental federal o estatal.
El caso más sobresaliente de ellos es el de Chihuahua, estado en donde se llegó a contar con c...