Las siete decisiones

Andy Andrews

• Publisher: HarperEnfoque
• Year: 2015
• ISBN:
  9780718001544
• Topic: Desarrollo personal
• Subtopic: Éxito personal

Tan solo una de estas decisiones pueden alterar el curso de la vida de una persona. ¿Y si decidiéramos dominar las siete?

En Las siete decisiones, el experto escritor y coach personal, Andy Andrews, ha avanzado el concepto de éxito y lo que es necesario para hacer que perdure. Con la intención de buscar lo que separa la vida común y ordinaria de la extraordinaria, Andrews ha pasado gran parte de su vida diseccionando incontables biografías y pasando tiempo con las personas más exitosas del planeta en un esfuerzo por entender los principios que les impulsan hacia la grandeza.

El resultado: siete sencillos principios que, cuando se aplican consistentemente, producen vidas extraordinarias. Mediante su estilo entretenido y práctico, Andrews introduce estos principios y ofrece todas las herramientas necesarias para hacer cambios duraderos en la vida.

La aplicación consistente de Las siete decisiones produce lo que solo puede denominarse como milagros: lo que antes era calificado como «imposible» se hace realidad. Oportunidades que antes nos eludían, ahora se ven atraídas hacia nosotros. Relaciones disfuncionales se transforman en relaciones armoniosas. La vida, que antes era una lucha, ¡ahora se convierte en una aventura emocionante!

The Seven Decisions

Just one of these decisions can alter the course of a person's life. What if we decided to master all seven?

In The Seven Decision s, expert writer and personal coach Andy Andrews has advanced the concept of success and what it takes to make it last. Intent on seeking out what separates the ordinary, ordinary life from the extraordinary, Andrews has spent much of his life dissecting countless biographies and spending time with the most successful people on the planet in an effort to understand the principles that propel them to greatness.

The result: seven simple principles that, when applied consistently, produce extraordinary lives. Through his entertaining and practical style, Andrews introduces these principles and offers all the tools necessary to make lasting life changes.

Consistent application of The Seven Decisions produces what can only be called miracles: what was once labeled "impossible" becomes reality. Opportunities that once eluded us are now attracted to us. Dysfunctional relationships are transformed into harmonious relationships. Life, once a struggle, now becomes an exciting adventure!

SIETE

LA DECISIÓN PERSISTENTE

PERSEVERARÉ SIN HACER EXCEPCIONES.

Los grandes líderes, los grandes triunfadores, casi nunca son realistas según los estándares de los demás. De alguna manera estas personas de éxito, a menudo consideradas extrañas, escogen su camino por la vida haciendo caso omiso de expectativas y emociones negativas, o no oyéndolas. En consecuencia, consiguen un gran logro tras otro, y nunca oyen hablar de lo que no se puede hacer. Por eso precisamente no se les debe decir a los jóvenes que algo no puede hacerse. ¡Para alguien que es lo suficientemente ignorante de lo imposible, Dios podría haber estado esperando siglos a fin de hacer eso mismo que aquella persona desconoce!

Tu éxito con las otras seis decisiones reposa en tu habilidad y disposición de adoptar y dominar la Decisión Persistente. Persistir sin hacer excepciones significa en última instancia asegurar el éxito en tus esfuerzos.

PERSEVERARÉ SIN HACER EXCEPCIONES.

Con la certeza de que ya he hecho cambios en mi vida que perdurarán para siempre, hoy coloco la pieza final del rompecabezas. Poseo el mayor poder jamás dispensado a la humanidad, el poder de elegir. Hoy, elijo perseverar sin hacer excepciones. Nunca más viviré en medio de la distracción, con mi atención yendo de aquí para allá como una hoja en una tormenta. Sé el resultado que deseo. Me aferro a mis sueños. Mantengo el curso. No desisto.

Perseveraré sin hacer excepciones. Continuaré a pesar de estar exhausto.

Reconozco que la mayoría de la gente desiste cuando se siente extenuada. No soy como «la mayoría de la gente». Soy más fuerte que la mayoría de la gente. La gente promedio acepta la extenuación como algo natural. Yo no lo hago. La gente promedio se compara con otra gente. Por eso son personas promedio. Me comparo con mi potencial. No soy promedio. Veo la extenuación como una precursora de la victoria.

¿Cuánto tiempo debe intentar caminar un niño hasta que en realidad lo logra? ¿No tengo yo más fuerzas que un niño? ¿Más entendimiento? ¿Más deseos? ¿Cuánto tiempo debo trabajar para tener éxito antes de lograrlo? Un niño nunca haría la pregunta, pues la respuesta no importa. Al perseverar sin hacer excepciones, mis resultados, mi éxito, están asegurados.

Perseveraré sin hacer excepciones. Me concentro en los resultados.

Para alcanzar los resultados que quiero, no hace falta siquiera que disfrute el proceso. Lo único importante es que continúe el proceso con los ojos puestos en el resultado. Un atleta no disfruta el dolor del entrenamiento; un atleta disfruta los resultados de haberse entrenado. Se empuja del nido a un joven halcón, que siente temor de rodar por el precipicio. El dolor de aprender a volar no puede ser una experiencia gozosa, pero la angustia de aprender a volar se olvida rápidamente cuando el halcón surca los cielos.

Un marinero que observa lleno de temor al mar tormentoso azotar su navío siempre adoptará un curso improductivo. Pero un capitán sabio y experimentado mantiene la vista fija sobre el faro. Sabe que al guiar su barco directamente a un punto específico, disminuye el tiempo empleado en molestias. Y manteniendo la vista en la luz, no hay nunca un segundo de desaliento. ¡Mi luz, mi puerto, mi futuro está a la vista!

Perseveraré sin hacer excepciones. Soy una persona de mucha fe.

En Jeremías, mi Creador declara: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes […] planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» (29.11, NVI). De este día en adelante, declararé fe en la certidumbre de mi futuro. Demasiado de mi vida ha sido malgastado dudando de mis creencias y creyendo en mis dudas. ¡Se acabó! Tengo fe en mi futuro. No miro ni a la derecha ni a la izquierda. Miro hacia delante. Solo puedo perseverar.

Para mí, la fe siempre será una guía más sólida que la razón porque la razón solo puede ir hasta cierto punto; la fe no tiene límites. Aguardaré que se produzcan milagros en mi vida porque la fe los produce todos los días. Creeré en el futuro que no veo. Eso es fe. Y la recompensa de esta fe es ver el futuro en que he creído.

Perseveraré a pesar de sentirme extenuado. Me concentraré en los resultados. Soy una persona de mucha fe.

Perseveraré sin hacer excepciones.

LA COSTUMBRE DE RENDIRSE

La Decisión Persistente es la clave para las otras seis: «Perseveraré sin hacer excepciones». Sin esta decisión particular, las otras seis no tienen sentido. Cuando tomas y te adueñas de esta decisión, las otras seis sin duda funcionarán.

Comprometerse con la Decisión Persistente significa que asumes responsabilidad. Constantemente buscas sabiduría. Nunca dejas de ser una persona de acción. Tienes un corazón decidido, sin hacer excepciones. Decides ser feliz todos los días. Saludas cada día con un espíritu de perdón. Cada una de las otras seis decisiones depende de tu aceptación de la séptima: «Perseveraré sin hacer excepciones». Perseverar es la única decisión que une a todas las demás.

Realmente me encanta ver fútbol americano. Ni siquiera me importa quiénes están jugando… simplemente me gusta el juego. Me sorprende que me guste tanto ver fútbol. Este deporte es una pasión verdadera, y sin embargo en sexto grado odiaba jugar. Quería tanto renunciar que me daba dolor de cabeza. Detestaba las prácticas, el entrenador, y quedarme después del colegio hasta el anochecer. Pero papá no me permitía rendirme. Yo no podía creerlo.

—Lo empezaste y vas a terminarlo —solía decir él.

Incluso mi madre entendía la situación.

—Tú sabes que tiene dolores de cabeza —solía indicar—. Esto no es para él. Obviamente no fue hecho para esto. Es un muchacho delgado, y mira esos chicos fuertes allá afuera.

—Él no tiene que jugar el próximo año, pero debe terminar lo que empezó este año —respondía papá, y me llevaba a un lado—. Hijo, quiero que sepas que la persistencia es un hábito. Igual que rendirse. Uno de los grandes favores que te puedo hacer es asegurarte que tengas el hábito de persistir y nunca desarrollar el hábito de darte por vencido.

Por tanto, no desarrollé el hábito de rendirme, el cual sencillamente no se aceptaba en mi familia. Una vez que empezabas algo, lo terminabas. Si me registraba para vender semillas puerta a puerta, los demás chicos podían devolver sus semillas, pero yo iba a vender cada una de ellas. Si me inscribía para vender tarjetas de Navidad, cada tarjeta se debía vender.

—Podrías estar vendiéndolas en mayo, Andy, pero vas a vender cada una de esas tarjetas —solía decirme papá.

Él quería que yo entendiera que cada cosa importante que yo lograra en mi vida sería difícil y requeriría persistencia.

Esto era simplemente algo que se esperaba en mi casa, y lo agradezco hasta este momento. Cada día observo a personas renunciar a ciertos esfuerzos que sé que si tan solo perseveraran en ellos, verían grandes resultados. La persistencia abre puertas en la vida con las que siempre has soñado.

… SIN HACER EXCEPCIONES

Es fácil hacer caso omiso de la Decisión Persistente: «Bueno, ¡bah! ¿Quién no ha oído eso antes?». Todos hemos oído que debemos persistir, que no debemos rendirnos. El toque único está en la última parte: persistir sin hacer excepciones. «Sin hacer excepciones» es lo que todos tienden a dejar por fuera.

Cuando persistes sin hacer excepciones, ocurren milagros. Encuentras un camino donde no lo hay. Cada vez que afirmes que vas a ir tras algo grande (que vas a hacer algo extraordinario, algo grandioso) y cuya recompensa también es grande, va a ser difícil. Hay solo una recompensa para lo que es difícil hacer. Si fuera fácil, todo el mundo lo estaría haciendo, y la recompensa sería pequeña.

¿CUÁNTO TIEMPO DEBE INTENTAR CAMINAR UN NIÑO HASTA QUE EN REALIDAD LO LOGRA?… ¿CUÁNTO TIEMPO DEBO TRABAJAR PARA TENER ÉXITO ANTES DE LOGRARLO? UN NIÑO NUNCA HARÍA LA PREGUNTA, PUES LA RESPUESTA NO IMPORTA. AL PERSEVERAR SIN HACER EXCEPCIONES, MIS RESULTADOS, MI ÉXITO, ESTÁN ASEGURADOS.

Cada vez que vas tras algo grande, llegará un momento en que a todo el mundo le parecerá obvio que está «acabado», que es imposible hacerlo. Incluso a ti podría parecerte obvio que está acabado. Si llegas a ese punto y has persistido, entonces otros te dirán que está bien que te rindas… porque ya persististe. Ya estuviste allí, y puedes renunciar con la conciencia tranquila, con el ánimo de las personas que tienes cerca porque hiciste lo mejor que podías: «Lo intentaste. El Señor sabe que lo intentaste. Hemos visto tu esfuerzo. ¡Te estás matando! Es hora de renunciar, cariño. Ya está bien». Los demás te animarán a rendirte si has persistido porque la sociedad ya no reserva un castigo por renunciar… mientras persistas un poco.

No obstante, si persistes sin hacer excepciones, habrás hallado un camino donde no lo hay. Y allí es cuando ocurren milagros. Cada vez que llegas al límite, cada vez que llegas al final del camino, lo que te está faltando no es dinero, orientación o tiempo; te está faltando una idea. Eso es todo, una idea.

No puedo decirte cuántas veces he trabajado con personas que han llegado a ese punto.

—Es demasiado —dice alguien—. Lo sé. Entiendo lo de persistir sin hacer excepciones, pero creo que este podría ser el caso en que…

—Bien, ¿qué has hecho? —contesto—. ¿Qué has intentado?

—Lo he intentado todo. He agotado toda posibilidad. No existe nada que se pueda hacer que no lo haya intentado. Simplemente que yo…

—Sé que no hay nada más que puedas hacer. No sabes a quién más acudir. (Este es un fabuloso jueguito que solo tú puedes jugar contigo mismo.)

LA RAZÓN SOLO PUEDE LLEGAR MUY LEJOS, LA FE NO TIENE LÍMITES. ESPERARÉ MILAGROS EN MI VIDA PORQUE LA FE LOS PRODUCE CADA DÍA.

—Así es, así es. No sé a quién más acudir.

—Sé que no sabes qué hacer —contesto—, pero si supieras la próxima jugada que debes hacer, ¿cuál sería? Si estuviéramos suponiendo, ¿cuál dirías que podría ser la próxima movida?

—Bueno, si lo supiera, yo probablemente haría…

—Ahí lo tienes —exclamo—. ¡Haz eso!

Recuerda… aunque estés en «los bosques más profundos» solo te falta una idea.

COMPROMISO DE PERSEVERAR

Tengo un amigo con quien almuerzo de vez en cuando. Él es un poco mayor que yo, pero también jugó fútbol americano cuando era joven. Era mejor de lo que yo era, y su sueño era jugar profesionalmente. Mi amigo fue mariscal de campo durante todo el colegio, e incluso consiguió una beca para jugar en la universidad.

Pero su sueño de jugar en la NFL, la liga nacional de fútbol americano, no parecía muy alentador cuando se lesionó la espalda y no jugó en su último año. Para la ronda final de reclutamiento de la NFL, la ansiedad y la desilusión eran simplemente abrumadoras. Finalmente, el teléfono sonó. Un equipo lo había elegido en la ronda final… ¡y en ese tiempo la NFL reclutaba en diecisiete rondas!

Él estaba muy feliz; habría firmado prácticamente por nada. Y en realidad así fue: $6.500. Desde luego, ser parte del equipo iba a ser el reto más difícil. Estaba compitiendo contra otros cuatro mariscales de campo, pero él anhelaba esto más que cualquier cosa en el mundo.

DÉJAME CONTARTE EL SECRETO QUE ME HA LLEVADO A CUMPLIR MI META. MI FORTALEZA YACE ÚNICAMENTE EN MI TENACIDAD.

—LOUIS PASTEUR

Mi amigo pasó las semanas anteriores a su primer entrenamiento de campo poniéndose en forma y perfeccionando sus habilidades de pase. Lanzó miles de pelotas a través de una llanta vieja colgada de la estructura en la casa de sus suegros. Y aunque sus amigos y familiares estaban orgullosos de él, en realidad no esperaban que fuera a formar parte del equipo.

En julio, cuando se presentó al campamento, estaba listo pero muerto de miedo. Era obvio que los entrenadores en realidad no esperaban que fuera a participar en el equipo. Cuando se entregaron las camisetas para la primera sesión de fotografías, ni siquiera le dieron un número de mariscal de campo. (Es más, si consigues un cromo de debutante de este hombre, aparece usando el núm...