Empaques, envases y embalajes

El producto y su recipiente

Jaime, Mendoza Robledo

• Editorial: Sello Editorial Javeriano
• Año: 2018
• ISBN:
  9789585453074
• Categoría: Diseño
• Categoría: Diseño general

Tener un buen producto es grandioso pero, en el competitivo mundo de hoy, eso no es suficiente. El empaque, en cualquiera de sus múltiples presentaciones, asume el poderoso papel de puente e intérprete entre el productor y el consumidor y con un maravilloso juego de formas, tamaños, materiales y colores busca realizar esa natural comunicación. Este manual no trata de diseño gráfico sino que pretende señalar las pautas que hacen posible que dicha comunicación se realice de la manera más clara y convincente.

Empaques metálicos

En un comienzo, metales naturales, como la plata y el oro, fueron utilizados para contener productos, pero su costo era extremadamente alto para generalizar su uso.

Entonces, hacia el año 1200, metalúrgicos de Bohemia inventaron un sistema para aplicar una capa protectora a las láminas de hierro. Esto permitió a las latas de hierro ser usadas para empacar alimentos.

En un principio las latas no eran empleadas para conservar alimentos debido a cuestiones sanitarias. Fue Napoleón quien lanzó un concurso en Francia y decidió premiar con 12 .000 francos a quien inventara un sistema que permitiera guardar comida en las latas y que esta se mantuviera fresca.

El afortunado ganador fue Nicolas Appert, un chef parisino que tuvo una genial idea: cocinar los alimentos y envasarlos al vacío. Su sistema consistía en poner los alimentos en botellas de vidrio tapadas con tapones de corcho sujetos con alambre y sellado con cera o lacre, a los que sometía a un calentamiento en agua hirviendo durante largos periodos de tiempo.

Fuente: Wikipedia (2016). Botella de Appert y Nicholas Appert. [Fotografía]. Recuperado de: www.es.wikipedia.org

En 1810 se patentó un sistema de sellamiento que permitió empacar cualquier tipo de producto: desde galletas y dentífricos hasta fósforos.

La comida enlatada permanece aún en nuestros días como una opción básica importante.

Las conservas

La invención de la conserva

Desde siempre, el hombre ha comprobado cómo los alimentos naturales se destruyen con el paso del tiempo. A veces, en unas pocas horas o en unos días. Por eso, cuando consiguió encerrar en una lata estos alimentos por tiempo indefinido, supo que se había dado un paso verdaderamente grande para eliminar el hambre de la Tierra.

Aunque se conocían varios sistemas de conservación para ciertos alimentos (en salmuera, ahumados, en aceite, vinagre o azúcar, mediante desecación), las garantías sanitarias eran escasas y la fiabilidad, a medida que transcurría el tiempo, bastante variable.

El envase de hojalata

Muy pronto, en el Reino Unido dan paso al envase de hojalata en sustitución de las frágiles y pesadas botellas de vidrio. La expansión paulatina de estos nuevos alimentos pone de manifiesto, aunque sin que se sepa todavía la razón, su eficaz acción ante enfermedades como el escorbuto, que diezma las tripulaciones de los barcos. Más tarde se sabría que esta enfermedad aparece por la carencia de determinadas vitaminas y que las conservas, precisamente, mantienen íntegro el contenido vitamínico y nutricio- nal de los alimentos.

Al inglés Peter Duran se debe la patente del envase de hojalata, en 1812, aunque él mismo manifestó que era obra de “cierto extranjero que vive fuera”.

Aquellos primitivos envases eran, no obstante, bastante distintos de los que hay actualmente en las casas. Se recortaba la chapa, se moldeaba a martillazos y se soldaba después, una vez introducido el alimento por un pequeño orificio. Todo ello a mano y con un ritmo de producción ciertamente lento: una lata por persona y hora, cuando en la actualidad se producen más de 1.000 y se envasan unas 600 latas por minuto.

La lata de bebidas

La lata de bebidas, que tiene sus antecedentes a finales del siglo XVIII, es hoy día un envase tecnológicamente muy avanzado. Desde que en 1935 se comercializó la lata de bebidas con tapa plana, y casi 30 años después se patentó la tapa de apertura fácil, no ha dejado de aumentar espectacularmente la demanda de cervezas y bebidas refrescantes envasadas en lata, puesto que estos envases le ofrecen numerosas ventajas al consumidor.

Los avances en los procesos de producción de los materiales básicos con que se pueden fabricar las latas de acero han permitido importantes avances tanto en el ahorro energético en la producción de los metales primarios a partir de los minerales (un 25 % de ahorro energético en la producción de banda de acero, entre 1980 y 1990), como en el ahorro suplementario que se obtiene al producir cada material a partir de chatarra del propio metal, que procede de los mismos envases una vez usados.

En Europa, existen 33 plantas de producción (cuatro en España) y el sector proporciona empleo directo a más de 7 .000 personas.

Fuente: Freepik (2016). Latas de bebidas. [Fotografía], Recuperado de: www.freepik.com

Empaques metálicos

Introducción

Un envase metálico se define, en términos, generales, como un recipiente rígido a base de metal, para contener productos líquidos y/o sólidos, que puede cerrarse herméticamente.

La amplia difusión de los envases metálicos es atribuible a la gran versatilidad y excelentes cualidade...