Uno de los motivos por los que parece que no puedes deshacerte del desorden es porque solo limpias y organizas tu espacio en incrementos. Si haces esto, terminarás ordenando por siempre.
Si siempre has sido una persona desorganizada, es buena idea cambiar tus hábitos desordenados modificando tu forma de pensar. Cambiar tu mentalidad no es algo fácil de hacer. Pero, hay una forma de transformar la manera en que piensas sobre ordenar: debes ordenar de una sola vez, en lugar de poco a poco. Depurar tu hogar y organizarlo de una sola vez muestra resultados visibles. Esto afecta tus emociones y cambia tu forma de pensar acerca de ordenar. Cuando ves cómo se ve diferente tu casa y está más cómoda cuando está completamente limpia y organizada, cambiará tu mentalidad. Comenzarás a ver la limpieza como algo que debes priorizar. Verás el arte de ordenar como una herramienta importante para construir una vida feliz y productiva.
Aquí está la verdad: no puedes desarrollar el hábito de ordenar gradualmente. El verdadero motivo por el que es difícil desarrollar el hábito de ordenar es porque no puedes ver los resultados. Solo puedes transformarte en una persona ordenada y organizada después de realizar tu primer maratón de limpieza.
Por qué deberías buscar la perfección
Mucha gente dice que buscar la perfección es malo porque te prepara para el fracaso. Nunca tendrás tu casa en orden si solo limpias y organizas a medias y sin entusiasmo. Esta es la razón por la que siempre debes aspirar a la perfección cuando estés limpiando tu casa. Mucha gente dice que la perfección es imposible de lograr. Bueno, es fácil alcanzar la perfección cuando se organiza y se ordena. Recuerda que ordenar es un acto físico que tiene dos pasos principales:
- Decidir qué mantener;
- Decidir dónde guardar las cosas que decides mantener.
Cuando realices estos dos pasos de manera impecable, alcanzarás la perfección.
Desde el momento en que empiezas, restableces tu vida
¿Alguna vez te sientes incapaz de estudiar o de trabajar y comienzas a ordenar? Muchas personas tienen la necesidad de limpiar y ordenar su espacio cuando están bajo presión. La mayoría ordena no porque quieran un espacio limpio, sino por la ansiedad causada por el desorden.
Hay un viejo refrán que dice que una habitación desordenada crea una mente desordenada. Esto es verdad. El desorden es un estado mental. Cuando la habitación está desordenada, no es solo porque no eres una persona organizada u ordenada. Se debe a un problema mayor. Es porque ya estás acostumbrado al desorden.
En el momento en que comienzas a ordenar tu espacio personal o de trabajo, restableces tu vida. Recuerda siempre que ordenar es una herramienta y no un destino. En el momento en que comienzas a ordenar, comienzas a ver cosas increíbles en tu vida.
Los expertos en guardar, son acumuladores
Lo primero que se te ocurre cuando piensas en ordenar es guardar. Mucha gente quiere aprender este arte. De hecho, las bodegas de almacenamiento, hoy en día, son bastante populares en el mercado. La verdad es que los métodos de almacenamiento no resuelven tu problema de desorden. Son soluciones superficiales, como aplicar una tirita a una herida profunda.
Ya ves, los expertos en guardar son acumuladores. Un buen método de almacenamiento no ayuda a que te deshagas del desorden; simplemente te ayuda a organizar tu desorden. Guardar objetos crea una ilusión de que ya te has librado del desastre. La limpieza debe comenzar con el descarte. Solo puedes usar los métodos de almacenamiento después de haber descartado las cosas que ya no necesitas.
Organizar por categoría, no por ubicación
Muchas personas clasifican las cosas según su ubicación. Por ejemplo, clasifica las cosas en tu cajón, en tu armario o en tu sala de estar. La causa básica del desorden es que las personas tienden a guardar las mismas cosas en diferentes lugares. Por ejemplo, bolígrafos en la cocina, en la sala de estudio y en el dormitorio. Y entonces, te preguntas, ¿por qué es difícil encontrar un bolígrafo cuando lo necesitas?
La clave del éxito en ordenar es organizar por categoría. Por ejemplo, en lugar de ordenar una habitación en particular, decide ordenar una categoría específica de artículos como libros, ropa, zapatos o platos. Esta técnica te permite ver en realidad cuánto posees.
No cambies el método para que se adapte a tu personalidad
El cliché "a cada uno lo suyo" no se aplica para la limpieza. Muchos libros de ordenamiento afirman que la causa básica del desorden difiere según la personalidad de la persona. Por lo tanto, debes elegir un método que se adapte a tu personalidad. Muchos expertos en limpieza piensan que algunos métodos funcionan para personas perezosas, mientras que otros funcionan para personas ocupadas.
Sin embargo, tiene más sentido clasificar a las personas por sus hábitos y acciones que por su personalidad. Usando este enfoque de categorización, las personas desordenadas pueden clasificarse en tres tipos:
- El tipo "no se puede regresar donde estaba";
- El tipo "no se puede tirar";
- La "combinación de los dos primeros" tipos.
Alrededor del noventa por ciento de las personas desordenadas caen en la tercera categoría. El otro diez por ciento generalmente cae bajo el tipo "no se puede regresar donde estaba". ¿Por qué? Porque la mayoría de las personas que "no pueden tirarlo" también "no pueden regresarlo a su lugar". Las personas que tienen dificultades para...
