CAPÍTULO 1
NO PODEMOS SENTARNOS A ESPERAR QUE LAS COSAS CAMBIEN
La esperanza tiene dos hijos preciosos; sus nombres son Enojo y Valentía. Enojo al ver cómo son las cosas, y Valentía para no permitir que continúen así.
—AGUSTÍN DE HIPONA
A Rob y a mí nos emociona que lea estas palabras, y queremos decirle algo desde el principio:
Este libro está escrito para usted,
si
quiere cambiar su mundo.
En sus páginas conocerá sobre:
Missy, una voluntaria de una escuela a la que le pidieron que compartiera su manzana, conoció a niños hambrientos, llenó mochilas con comida en su garaje y comenzó un programa que hoy proporciona alimentos a 87 000 niños.
Missy cambió su mundo.
Bryan, quien tomó el trauma y el dolor de su niñez y lo usó como motivación para crear un lugar seguro donde niños que han sido víctimas de abuso sexual puedan vivir con esperanza, dignidad y amor incondicional.
Bryan está cambiando su mundo.
Ethan, un niño de tercer grado que puso su mano sobre su corazón y preguntó: «¿Alguna vez ha sentido aquí dentro que quiere ayudar a cambiar las cosas?».
Ethan solo empieza a cambiar su mundo.
Este libro está escrito para usted,
si
quiere cambiarse a sí mismo.
Cambiará cuando lea sobre:
Charlee, una chica que abandonó la escuela secundaria y carecía de motivación en su vida, y que luego pasó cinco meses trabajando con niños en barrios marginales de África y expresó: «Llegué a casa como una persona totalmente cambiada».
Charlee cambió y ahora transforma su mundo.
René, un hombre de México que buscó al asesino de su hermano durante diez años para vengarse, pero que aprendió el valor del perdón en las mesas de transformación, decidió perdonarlo y cambió la historia de su familia.
René cambió y su vida está mejorando.
Yomila, una tímida joven de Guatemala que al adoptar una actitud más positiva desarrolló el valor y la confianza necesarios para conseguir un mejor empleo y ahora ayuda a otras personas en los pueblos vecinos.
Yomila cambió y ahora ayuda a otros.
Este libro está escrito para usted,
si
quiere ser parte de un movimiento de transformación.
Se sentirá inspirado cuando conozca sobre:
Sam, el propietario de una empresa productora de muebles para exteriores que comenzó a hacer caretas de protección para el personal médico que enfrentaba la pandemia de COVID-19 y unió a las personas de su pequeña comunidad mientras marcaba una diferencia.
Sam ayudó a que otros crearan un movimiento en su pueblo.
Cerro Porteño, uno de los equipos de fútbol profesional más populares de Paraguay, que se unió al Club Olimpia, su rival, para enseñarles buenos valores a los jugadores en todos los niveles de su organización; y esto se está extendiendo a otros equipos y transformando la vida de los jugadores.
Un equipo ayudó a otro y dio inicio a un movimiento en su comunidad.
Roy, que descubrió que su hijo quería quitarse la vida porque estaba siendo acosado. Mientras lo ayudaba, Roy comprendió que otros padres y niños también necesitaban ayuda, así que fundó una organización que ahora ayuda a millones de niños en cuarenta y dos estados.
Roy es parte de un movimiento que está cambiando el país.
Usted tiene la posibilidad de lograr un cambio al unirse a nosotros para ayudar a otras personas o puede iniciar su propio movimiento.
Puede cambiar su mundo.
Rob y yo hemos dedicado nuestra vida a promover cambios positivos en la vida de las personas. Hemos escrito este libro para animarlo y ayudarlo a ser un catalizador para la transformación de su mundo: su familia, su lugar de trabajo, su comunidad. Si ya está transformando su mundo, esperamos ayudarlo a ser aún mejor en ello. Si todavía no participa de la tarea de lograr un impacto positivo en la vida de los demás, esperamos animarlo a comenzar, y queremos enseñarle cómo agregar valor a las personas intencionadamente, porque todos pueden marcar una diferencia sin importar dónde estén.
El mundo se va transformando a medida que cambiamos una por una la vida de las personas. Nos comprometemos a ayudar a individuos como usted para que se conviertan en una luz de esperanza dentro de su comunidad. Miles de voluntarios ya han participado de nuestros proyectos de transformación, y han ayudado a otros a aprender buenos valores y a vivir según ellos. (Puede visitar ChangeYourWorld.com para comprobarlo. Disponible únicamente en inglés). Están teniendo un impacto positivo en muchos países del mundo a través de ocho esferas de influencia: gobierno, educación, negocios, religión, medios de comunicación, artes, deportes y asistencia médica. Rob y yo imaginamos un día en el que personas de todos los orígenes, en todos los países, agreguen valor a las personas, marquen una diferencia y transformen su mundo. Ese día será realidad cuando usted y otros como usted se comprometan a hacerlo.
¿QUÉ HAY QUE CAMBIAR?
Si observamos nuestro mundo, es bastante fácil comprender que las cosas podrían cambiar para bien. ¿No sería maravilloso tener mejores escuelas? ¿Un mejor vecindario? ¿Lugares de trabajo más positivos? ¿Le gustaría tener una familia más unida? ¿Comunidades en las que las personas se lleven bien y trabajen juntas para el bien de todos? ¿No sería mejor el mundo si la gente fuera más respetuosa, unida y positiva?
Es probable que usted sepa de un modo intuitivo mucho de lo que se lee en los titulares de los periódicos. Tenemos sobradas razones para creer que nuestro mundo necesita mejorar:
- Las familias se están desintegrando en Estados Unidos; donde el 9% de los hogares en 1960 eran familias monoparentales, en 2014 su número creció hasta el 26%.1
- En 2014, cerca de 2,5 millones de niños se quedaron sin hogar en Estados Unidos.2
- La participación cívica y el voluntariado, dos características que en su momento se identificaron como fortalezas de Estados Unidos, han disminuido drásticamente en los últimos cincuenta años.3
- En 2015, 3,3 millones de personas fueron víctimas de delitos violentos en los Estados Unidos.4
- Una estimación del Instituto para la Economía y la Paz concluyó recientemente que la violencia le cuesta a la economía mundial 13,6 billones de dólares al año.5
- Los problemas de salud mental están aumentando6 y empeorando.7
- La corrupción es un problema global.8
- Se estima que 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la esclavitud moderna.9
Podríamos seguir, pero no es necesario. Los problemas que requieren nuestra ayuda están en todas partes. Seguramente todos los días ve cosas que desearía que fueran mejores de lo que son.
Sin embargo, no permita que eso lo desanime ni lo intimide. ¿Sabe que los cambios positivos son posibles? ¿Incluso los grandes cambios? Mientras trabajábamos en este libro, Rob compartió conmigo una información que me sorprendió mucho. En 2013, una encuesta sobre la pobreza extrema (vivir con menos de 1,90 dólares al día) realizó esta pregunta: «En los últimos 30 años, ¿la proporción de la población mundial que vive en extrema pobreza ha aumentado, se ha mantenido igual o ha disminuido?». He aquí las respuestas que recibió:
- El 55% expresó que la pobreza extrema había aumentado.
- El 33% dijo que se había mantenido igual.
- El 12% afirmó que había disminuido.10
¿Qué cree usted? Me sorprendió y me complació saber que los índices mundiales de pobreza extrema han disminuido. ¡Drásticamente! Observe el siguiente gráfico y vea cómo la tasa de pobreza extrema ha disminuido constantemente desde 1800, y cómo se ha acentuado su caída desde la década de 1950.
Y la tasa de pobreza extrema sigue bajando. Es una gran noticia, pero rara vez oímos algo al respecto. En 2018, el Instituto Brookings informó:
Esta es una gran noticia que debería llenarnos de esperanza. Si es posible cambiar la pobreza extrema, algo que ha sido un problema durante toda la historia de la humanidad, también podemos cambiar otros problemas, sean pequeños o grandes. El mundo puede mejorar. Las personas como usted y como nosotros podemos lograr que así sea.
¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!
Si el cambio es posible, ¿por qué no hacemos más para transformar nuestro mundo? El filósofo chino, Lao Tzu, expresó: «Si no cambiamos la dirección en la que vamos, probablemente terminemos en el lugar al que nos dirigimos». La realidad es que la mayoría de nosotros espera que otros hagan algo con los problemas que vemos. Queremos un cambio, pero esperamos que alguien en algún lugar haga algo para hacerlo realidad.
- Esperamos que el gobierno haga algo.
- Queremos que el sistema de salud haga algo.
- Creemos que la educación hará algo.
- Esperamos que el sector empresarial haga algo.
- Imaginamos que los medios de comunicación harán algo.
- Deseamos que las artes y el entretenimiento hagan algo.
- Creemos que los deportes harán algo.
- Esperamos que las instituciones religiosas hagan algo.
No obstante, la realidad es que no podemos esperar por el cambio. Aunque los factores de influencia y las instituciones que hemos enumerado anteriormente son todos beneficiosos, el resto de nosotros no puede permanecer como espectadores pasivos. Si queremos que el mundo sea un lugar mejor y esperamos que se vayan solucionando las carencias que enfrenta, entonces tenemos que cambiar. Tenemos que actuar.
«SI NO CAMBIAMOS LA DIRECCIÓN EN LA QUE VAMOS, PROBABLEMENTE TERMINEMOS EN EL LUGAR AL QUE NOS DIRIGIMOS».
—LAO TZU
Rob y yo hemos dedicado nuestra vida a ayudar a los demás y a dirigir organizaciones cuyo propósito es agregar valor a las personas. Hemos viajado por el mundo e interactuado con gente de todos los continentes y de innum...