La vida verdadera mediante el ZEN

Auto-realización espiritual en la vida cotidiana

Zensho W. Kopp

• Editorial: Books on Demand
• Año: 2017
• ISBN de la versión impresa: 9783744894036
• ISBN del libro electrónico: 9783744828475
• Edición: 2
• Categoría: Teología y religión
• Categoría: Religión

Moderno y realista, el maestro Zen Zensho muestra un camino directo a la vida presente y consciente. Nos indica cómo podemos alcanzar paz interior, profunda sabiduría y mayor consciencia en la rutina diaria, ya que esta es la verdadera ubicación de nuestra práctica. De este modo podremos ser capaces de experimentar con todo nuestro ser lo precioso de cada momento y disfrutar la consciencia clara y la acción como única realidad. Las instrucciones reales del maestro Zen Zenshos para la práctica del Zen en nuestra rutina diaria hacen de este libro una guía segura para la orientación del hombre moderno de Occidente.

1

La Vida
Verdadera
Meditante
el Zen

La promesa maravillosa

La luz radiante de la mente, la realidad de nuestro Verdadero Ser, está siempre presente. Pero este, nuestro ser original, siempre está cubierto por las nubes oscuras de nuestros arraigados hábitos de pensamiento y nuestros patrones de comportamiento. Por ello no somos capaces de reconocer nuestra verdadera naturaleza y vagamos perdidos en el ciclo del nacimiento y la muerte.

El Maestro Zen chino Huang-po, del noveno siglo, nos muestra sin lugar a dudas cómo podemos liberarnos del proceso engañoso del velo de mentiras que nosotros mismos creamos:

La Mente Única, fuente de todo, brilla eternamente con el esplendor de su propia perfección. Si abandonas finalmente todo pensamiento conceptual, la Mente Única se manifiesta como el sol ascendiendo en el vacío e iluminando el universo entero, sin obstáculos ni barreras.

Qué maravillosa promesa ofrecen las palabras del Maestro Zen Huang-po. Pero, ¿qué podemos hacer, y cuál es el camino que debemos tomar para experimentar nuestra verdadera realidad, permanentemente y en todas partes? Este camino para conocer nuestro ser original, en el sentido del Zen, no es otra cosa que “la Mente de cada día”.

Esta es la increíblemente aleccionadora respuesta dada por el Maestro Zen chino Nansen en el siglo 8 a un monje Zen que se acercó a él y le preguntó:

“¿Cuál es el verdadero camino del Zen?”

Y Maestro Nansen respondió:

“La Mente de cada día es el camino verdadero”.

En otras palabras, la realidad de nuestro Verdadero Ser Divino, que subyace a todo y se imbuye en todo, es omnipresente. Se manifiesta Ahora-Aquí, en todo lugar, en todo momento, y por lo tanto incluso en medio de nuestro trabajo más ordinario. Por ello, no necesitamos retirarnos del mundo con la esperanza de lograr la iluminación en la soledad de un bosque silencio o en un monasterio.

La práctica del Zen en la vida real

Cada vez más personas en el mundo de hoy están buscando un camino espiritual que esté libre de dogmas religiosos y de filosofía sobre-intelectualizada. Están buscando un camino holístico que puedan poner en práctica con normalidad en su día a día.

El vibrante Zen original, tal y como lo vivían y enseñaban los antiguos maestros Zen chinos, permite convertir en lugar de práctica cualquier momento de nuestra vida, incluso mientras desarrollamos nuestras tareas diarias.

Es una práctica muy potente y realista que se eleva por encima de cualquier tipo de discriminación. Y puesto que la no discriminación es un elemento esencial del Zen, un verdadero hombre de Zen no ve ningún sentido a pasar su vida en un monasterio, renunciando al mundo.

Más bien se dará cuenta de que debe alcanzar la visión clara no discriminante de la mente en medio del multitudinario mundo de la dualidad. Esa es la verdadera práctica del Zen: seguir el camino de la Liberación en medio de un mundo de avaricia, rechazo y ceguera espiritual. En palabras del Maestro Zen chino Yuan-wu (duodécimo siglo):

No abandones la actividad en el mundo para conseguir plena conciencia de la mente sin esfuerzo. Debes saber que la actividad mundana y la plena conciencia sin esfuerzo de la mente no son dos realidades diferentes; solo cuando piensas en rechazar o aferrarte a algo, las divides en dos. Si eres capaz de estar presente en ti mismo durante el ajetreo de la vida cotidiana, y puedes actuar en consecuencia, permaneciendo vacío y tranquilo, entonces estás vivo, no importa dónde te encuentres.

Solo quien haya comprendido la esencia, puede estar vacío en el interior y en concordia con el mundo externo.

2

Actuando
conforme
el Tao

Auto-conciencia no-intencionada

Zen es el camino más allá de toda discriminación, porque es libre como los pájaros en el cielo y los peces en el agua. Pero la vida está llena de situaciones en las que es necesario pensar, distinguir y actuar deliberadamente. En esos casos, debemos considerar con cuidado qué decisión es la correcta y, por consiguiente, qué método de acción es el más adecuado. Es muy importante que conservemos una visión mental clara, sin proyectar ni discriminar. Esto se hace alcanzando la Autoconciencia libre de intenciones. Desde este punto de vista no identificante y claro, podemos ver las cosas tal y como son. Después, cuando actuamos, permanecemos en esta conciencia mental y en armónico unísono con el cielo y la tierra.

La auténtica naturaleza de nuestra mente es pura, luminosa y autoconsciente. Sin embargo, la Autoconciencia no es una función de nuestra percepción sino la “pura percepción misma”. Cuando alcanzamos esta conciencia diáfana, todo nuestro ser se transforma. En todas nuestras actividades tendremos la maravillosa sensación de estar por encima de esas actividades. No importa en qué nos ocupemos, ya no será lo mismo que una vez fue, sino que tendrá una calidad totalmente nueva.

Al darnos cuenta de este estado de ánimo de la conciencia cristalina, alcanzamos de manera natural una serenidad inquebrantable. Por lo tanto, todas nuestras acciones se llevan a cabo directa e inmediatamente, con el instinto, por lo que permanecemos sin involucrarnos y conformes a nuestra naturaleza en todo lo que hacemos, donde quiera que estemos.

Así, es muy importante que logremos esta conciencia vacía y clara de la mente, de manera que seamos intensamente conscientes en todo momento, y realmente nos sumerjamos en la vida, es decir, en el Ser. Ya que Zen significa: “sumergirse en la realidad del Ser”. Sin embargo, sumergiéndonos en el aquí y ahora de la vida no implica tener más cantidad, creyendo que debemos experimentar tanto como sea posible. Más bien, en términos de Zen significa: “estar abierto a la totalidad del Ser que todo lo abarca”. En palabras del Maestro Zen Nansen: “sé tan extenso y abierto como el cielo y encontrarás en Tao“. Esto quiere decir: nos encontramos en la plenitud del Ser Divino. En este sentido “no intencionalidad” es aquí un término fundamental, esencial para el conjunto de la práctica Zen. Se corresponde con la acción no identificable que está libre de todo apego inducido por el ego. Es esa actitud de la mente que, como principio básico de las enseñanzas chinas sobre el taoísmo, se expresa por la palabra „Wu-wei“. Wu-wei significa “no-acción”. En términos de Zen y Taoísmo, esta no-acción nunca es la inactividad pasiva en la que uno se sienta y no hace nada. En cambio, el verdadero Wu-wei implica que estemos al unísono en armonía con la totalidad que todo lo abarca del Ser. Por lo tanto, nuestras acciones se vuelven actuaciones plácidas “sin un actor”, para que podamos actuar sin tener la sensación de ser el que actúa.

Una victoria sin espada

Debemos entender Wu-wei como un estado de ánimo, cuyo efecto es de la más alta calidad, y desde el que cualquier acción es posible en cualquier momento. La siguiente historia es un muy buen ejemplo de este estado de ánimo, conformado por el Taoísmo:

El reconocido Maestro japonés de espada Bokuden, del el siglo decimoquinto, fue retado una vez a una pelea por un samurai medio borracho y de mal genio, durante un viaje en barco. El viejo Maestro replicó que su dominio en la lucha con la espada ya no consistía en obtener la victoria sobre otros con la espada, sino de vencer “sin” sacar la espada. Sin embargo, el samurai medio borracho insistió tercamente en su desafío. Gritó a Bokuden con rabia que no debería decir tantas tonterías, y en lugar de eso sacar su espada y luchar con él.

Bokuden reconoció que el samurai rabioso no podía ser disuadido de su intención y por ello objetó que si realmente debía darse el duelo, debería tener lugar en una pequeña isla cercana, para no poner en peligro a los otros pasajeros.

Después de un tiempo, el samurai aceptó de mala gana y esperó con impaciencia el gran momento del duelo. Cuando el barco llegó a la isla, el samurai dio con mal genio un enorme salto hacia la tierra y con un gran grito de guerra desenvainó la espada. En el mismo momento, sin embargo, Bokuden tomó el timón de la mano del barquero con la velocidad del r...

Índice

• Sobre el libro
• Indice
• Lema
• Prefacio
• Introducción al camino Zen global
• 1. La Vida Verdadera Meditante el Zen
• 2. Actuando conforme el Tao
• 3. La omnipresencia de Tao
• 4. El camino y la meta son uno
• 5. “Aquí y ahora” es la Eternidad
• 6. Auto-conocimiento cristalino
• 7. La meditación del corazón de todos los budas
• 8. Conciencia del momento
• 9. La Totalidad incluyente del Ser
• 10. Claridad sin nubes
• 11. El camino a lainmortalidad
• Glosario
• Contacto
• Otras informaciones
• Pie de Imprenta