Más allá del despertar
eBook - ePub

Más allá del despertar

El final de la búsqueda espiritual

  1. 90 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Más allá del despertar

El final de la búsqueda espiritual

Descripción del libro

Arguing that any search for spiritual awakening, enlightenment, or liberation is ultimately futile because it rests on the premise that there is a self that is engaged in the search, this introduction to nondualism posits that the only worthwhile realization is a oneness of all things. Accessible to any reader, this deeply illuminating guide explains what is a complex and very often indefinable concept.

Arguyendo que cualquier búsqueda para un despertar, una iluminación o una liberación espiritual es inútil porque se basa en la asunción que hay un yo que busca, esta introducción a la no-dualidad propone que la única realización que vale la pena es una unidad de todas las cosas. Accesible para cualquier lector, esta guía profundamente iluminante explica lo que es un concepto complejo y a menudo indefinible.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Más allá del despertar de Jeff Foster,David González Raga en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Theology & Religion y Mind & Body in Philosophy. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2010
ISBN de la versión impresa
9788472456921
ISBN del libro electrónico
9788472457720

PARTE V:
Y HUBO UN MUNDO

En todas partes opciones infinitas, infinitas posibilidades.
Un infinito y, al mismo tiempo, nada,
y cuando tratamos de cogerlo con las manos,
sólo atrapamos un puñado de nada.
HARUKI MURAKAMI, The Elephant Vanishes

GÉNESIS

Y la Tierra era caos y confusión y oscuridad
por encima del abismo…

Esta mañana, los ojos se han abierto y había un mundo. Encarnación. El espíritu se hizo carne. Había algo nuevo bajo el sol, algo que nadie había visto nunca antes y algo que nadie volvería a ver jamás. Un mundo brotó del Vacío y algo emergió de la nada. Entonces miré a mi alrededor. Había una habitación. Cortinas, un armario, una pila de libros y una cómoda a dos palmos del borde de la cama.
Había un mundo nuevo, un país ignoto, y nada en la historia del cosmos podría asemejársele.
¿Cómo era posible? ¿Cómo podría haber algo? ¿Algo?
El edredón cayó de la cama y apareció un cuerpo, el primer cuerpo, el primer hombre, Adán. Dos piernas, dos brazos y todo lo demás. ¡Un milagro! ¡Creación ex nihilo! Pero era un milagro dinámico, un milagro en movimiento. El cuerpo se levantó, fue a desayunar, luego se lavó en el lavabo y finalmente se dirigió a la puerta. Nada podía detener el despliegue de ese milagro. El milagro lo era todo.
Fuera soplaba un viento tan frío que cortaba el cutis. El cuerpo subió entonces a un autobús. Es decir, yo subí a un autobús, pero aunque no había ni yo, ni autobús, ni cuerpo que pudiese subir a un autobús, yo subí a ese autobús. Y en el autobús siguió desplegándose el milagro. ¡Miré a mi alrededor y descubrí a otros semejantes a mí! Brazos, piernas, torsos y cabezas con rostros divertidos, algunos sonriendo, otros con la mirada perdida a lo lejos y otros que expresaban toda la tristeza del mundo. ¡Todos ellos eran mis hermanos y mis hermanas! Todos éramos el mismo y no había nada, absolutamente nada, que nos separase. Una sola familia bajo el sol unida por algo tan profundo que ni siquiera podíamos llegar a imaginar.
Todos éramos uno, lo que significa que, en ese autobús, no había nadie, absolutamente nadie. Pero era innegable que ahí estaban todos esos cuerpos.
Luego bajé del autobús y caminé por el centro de la ciudad, que palpitaba de humanidad. Las personas abarrotaban las tiendas, se arremolinaban en las paradas de autobús, charlaban animadamente en los bancos y tomaban café en vasitos de cartón decorados con logotipos de moda. Los amantes se abrazaban, los matrimonios discutían, los motores de los autobuses rugían y los niños jugaban al escondite.
¿Qué eran esas criaturas? ¿Y cómo era posible que esa mañana hubiese despertado como uno de ellos? ¿Qué había hecho para merecerlo? Entonces vi mi imagen reflejada en el escaparate de una tienda. ¡Que auténtico milagro! ¡Qué milagro los brazos y las piernas, una apariencia que me distingue de los demás y, al mismo tiempo, me une para siempre a ellos…!
Y aunque todos estábamos cubiertos con ropa de invierno, sabía que el milagro era todavía más profundo. Bajo esas ropas que nos identificaban como individuos aparentemente separados, había cosas que nos unían. Cosas sucias, cosas vergonzosas y cosas secretas. Penes, vaginas, pechos, sudor, orina, sangre y pus. Cánceres, incontinencias, miembros mutilados, tumores y deformaciones. Y, por más que tratásemos de ocultar todas esas cosas, podía verlas a través de los disfraces, podía ver nuestra humanidad común, tan hermosa que resultaba casi imposible de soportar. Veía las mentiras, las medio mentiras y las medio verdades, veía los apoyos y las máscaras que utilizamos para ocultarnos a nosotros mismos y separarnos de los demás, y veía que todas esas cosas sólo servían para hacernos más humanos y poner claramente de relieve lo que más desesperadamente queremos ocultar. Sí, hoy veía todo eso, veía el núcleo de lo que significa ser humano y de lo que significa estar vivo.
Lo que vi no difería de lo que ven los ojos y lo que oí era lo mismo que escuchan los oídos. Y todo eso es tan evidente, tan dolorosamente obvio y tan manifiestamente presente que resulta milagroso que no lo advirtamos, todos nosotros, en cualquier momento.
Así es, ese día no vi realmente nada, porque no había absolutamente nada que ver.
Poco a poco fue oscureciendo. El cuerpo estaba cansado. Tenía hambre y sed. Cogí el autobús para volver a casa. El milagro perduraba, instante tras instante. Siempre el milagro.
Una llave en la cerradura. El interruptor de la luz se encendió y me quité los zapatos.
Hoy había vivido mi vida completamente, nada había quedado pendiente y no quedaba nada que hacer ni lugar alguno al que ir. Era de noche y estaba tumbado en la misma cama en la que esta mañana despertó el mundo. Quizás mañana aparezca un mundo. Lo cierto es que no lo sé. Por el momento, basta con esto. Éste es el milagro.
Hoy he vivido toda mi vida, pero ya se ha desvanecido en la memoria y ha regresado al vacío del que salió.
Hoy he vivido toda mi vida y estoy tumbado bajo el edredón a punto de dormir, tan cómodo como lo estaba en el útero de mi madre. Estoy preparado para la muerte, el Útero de todos los Úteros.
Pero ahora dormiré y quizás mañana aparezca un nuevo mundo.
Cierro los ojos y el mundo se disuelve.

NUNCA SUCEDE NADA

Nunca sucede nada. Todo discurre por delante de nuestros ojos y nada perdura. Instante tras instante no se construye nada ni queda ningún residuo. Cada momento aparece un mundo completamente nuevo y cualquier semejanza con el mundo anterior no es más que una ilusión que da origen a la idea de permanencia, a la idea de que existe alguna entidad que perdura desde el pasado hasta el futuro. Pero aquí no existe tal entidad, sólo el discurrir de los contenidos a través de la conciencia ahora, ahora y también ahora, una conciencia que es idéntica a sus contenidos.
Nunca sucede nada. «Que algo suceda» es una mera historia, un relato que aparece ahora, una historia que nadie cuenta, un cuento lleno de ruido y de furia que no significa absolutamente nada.
Esto es todo: chispazos de color, estallidos de sonido, sensaciones pasajeras, cambios de temperatura y olores que llegan a las fosas nasales. Sólo esto y nada más. Sólo esto… y nadie a quien mostrarlo.
La vida, como la arena que se escurre de nuestras manos, no puede ser apresada. De hecho, cuanto más nos esforzamos en apresarla, menos “vivos” estamos.
Pero, en realidad, jamás podemos estar más vivos o menos vivos. Somos vida y todo lo que hacemos y dejamos de hacer siempre es una expresión perfecta de la vida, de la Unidad.
No hay modo alguno de escapar de esto. No hay ningún modo.

VOLVIENDO A CASA

Esto es atemporal, inmortal y eterno.
Esto no tiene parangón, esto jamás se repetirá, esto es, instante tras instante –aunque no haya ahí ningún “instante”–, absolutamente nuevo y único.
Esto está despojado de toda cualidad, hasta de la cualidad de estar despojado de toda cualidad. Pero, a pesar de ello, es totalmente pleno y está preñado de infinitas posibilidades que se vierten una y otra vez al mundo.
Esto es la paz, pero una paz volcánica, una paz que no niega el ruido, sino que lo abraza plenamente, una paz infatigable, una paz extática que sale una y otra y otra vez de sí misma.
Esto es completamente incognoscible, pero está saturado del conocimiento de las cosas, saturado de un mundo de infinitas apariencias “fuera de aquí”.
Esto es algo de lo que nadie puede hablar, pero día tras día se pronuncian palabras y más palabras.
Esto no es de este mundo, pero no es sino este mundo.
Esto es totalmente extraordinario, pero es tan sencillo y evidente como el sonido de la lluvia chapoteando en el tejado.
¡Splash! ¡Splash!
Esto es un inmenso espacio abierto en el que cabe todo un mundo y que pulsa con un amor tan desbordante e incondicional que jamás podrá ser entendido por una mente atrapada en la búsqueda de algo diferente.
Esto es simple, evidente y ordinario.
Es lo que todo el mundo está buscando, pero nadie puede encontrar.
Y nadie puede encontrarlo, porque quien busca es exactamente el mismo que parece eclipsarlo, aunque esto jamás puede ser eclipsado, porque ello implica también la idea de alguien que quiere ser algo más.
Esto es Jesús muriendo en la cruz.
Esto es el Buda viendo más allá de la confusión.
Esto es el mundo consumiéndose en el abrazo de los amantes.
Esto es una madre acunando a su bebé recién nacido.
Esto es mirar a un anciano caminando y verte sólo a ti mismo.
Esto es tu corazón destrozado ante la visión de una anciana que trata de cruzar la calzada cargada con una bolsa de la compra y descubrirte corriendo, sin vacilar, a ayudarla, porque no tienes elección y jamás la has tenido.
Y esto es también comprender, al fin, que toda elección es ilusoria, que jamás has estado ni siquiera un instante separado de esta cosa a la que llamamos “vida”, que jamás has estado separado de los demás, que ningún hombre es una isla y que todos estamos unidos por formas tan profundas que nuestra mente jamás podrá llegar a comprenderlas.

EL MISTERIO DE LAS COSAS

Este mundo sólo tiene significado porque existe un “yo” (aparente o no) para el que lo tiene. Y eso significa que no existe ningún mundo ajeno al “mío”. Pero no hay que entender esto como una caída en el solipsismo o en el nihilismo, ni como una negación de algún tipo de realidad, sino como una simple descripción de lo que, de hecho, está ocurriendo.
Esta cosa que hay delante de mí a la que llamo “tazón”, por ejemplo, tiene significado para mí, es algo que conserva calientes mis bebidas, algo que he utilizado en el pasado y que muy probablemente seguiré utilizando en el futuro. En un sentido muy real, el tazón forma parte de mí, parte de lo que creo ser. No hay modo de separar lo que creo ser del concepto de “tazón”.
Este “tazón” tiene, para mí, multitud de significados. Por una parte, está asociado a mi pasado, porque puedo recordar a amigos y familiares utilizando tazones, y también tengo un tazón favorito que, para mí, tiene un significado muy especial. También recuerdo la primera vez que tomé té en un tazón y que, durante toda mi infancia, mi madre siempre tomaba el café en una tacita, mientras mi padre insistía en tomarlo en una taza con un plato. Los tazones me han proporcionado a lo largo de los años mucho placer, y día tras día me he tomado innumerables tazas de té y de café. Todo este significado personal está contenido en la palabra “tazón”. ¿Cómo podría, pues, separarme de la idea de “tazón”? ¿Y cómo podría considerarme separado de este tazón concreto que se h...

Índice

  1. Cubierta
  2. Título
  3. Capítulo
  4. Dedicatoria
  5. Sumario
  6. Introducción
  7. Parte I - Un paseo bajo la lluvia
  8. Parte II - Reflexiones
  9. Parte III - Diálogo
  10. Parte IV - Refracciones
  11. Parte V - Y hubo un mundo