El gato negro
eBook - ePub

El gato negro

Edgar Allan Poe, Vicente López Folgado

Compartir libro
  1. 48 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

El gato negro

Edgar Allan Poe, Vicente López Folgado

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

El relato "El gato negro" se publicó por vez primera en el periódico United States Saturday Post, en 1843.El gato como símbolo del mal tiene una larga tradición en Occidente. En la supersticiosa Edad Media llegó incluso a representar a Satanás al visitar la tierra; era el animal de compañía de las brujas. En el romanticismo se puso de moda como animal literario por excelencia, por su aire misterioso, sus ojos relucientes y su aparente serenidad. El propio autor del relato, Edgar Allan Poe, tuvo en casa ese animal doméstico. Pero en realidad, el gato es aquí la víctima de los desvaríos y alucinaciones, por no hablar de los instintos criminales del narrador.Con el relato El gato negro, tenemos de nuevo el tema del "crimen perfecto" planeado fríamente por un asesino inteligente y calculador. En su interior, el propio narrador lucha contra sus insatisfacciones y frustraciones acrecentadas por el alcoholismo, y trama una venganza inmolando al inocente animal, por el que sentía gran afecto. El gato es el ojo acusador, su propia conciencia, capaz de examinar su psique desviada y enloquecida. Su maldad psicopática lleva al protagonista al asesinato.

Preguntas frecuentes

¿Cómo cancelo mi suscripción?
Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
¿Cómo descargo los libros?
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
¿En qué se diferencian los planes de precios?
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
¿Qué es Perlego?
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
¿Perlego ofrece la función de texto a voz?
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¿Es El gato negro un PDF/ePUB en línea?
Sí, puedes acceder a El gato negro de Edgar Allan Poe, Vicente López Folgado en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Literatura y Literatura de crímenes y misterio. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2015
ISBN
9788499216492
El gato negro
Edgar Allan Poe
PORTADILLA_gat%20lluna.webp
No espero ni solicito para el más terrible y, sin embargo, sencillo relato que hoy me dispongo a redactar, que se le conceda crédito alguno. Loco, en verdad, estaría si tuviera esa esperanza, tratándose de un caso en el que hasta mis sentidos rechazan su propio testimonio. Sin embargo, no estoy loco, y les aseguro que no estoy soñando —ni mucho menos—. Pero pronto voy a morir y hoy quisiera desahogar mi alma. El objetivo inmediato que pretendo es presentar ante todo el mundo, de forma llana, resumida y sin más comentarios, una serie de meros acontecimientos domésticos. Entre sus consecuencias está el hecho de que estos sucesos me han aterrorizado, me han torturado, me han aniquilado. Pero no intentaré darles una explicación. A mí no me han aportado sino horror, y a muchos les parecerán más estrafalarios que terribles. A partir de ahora, tal vez aparezca alguna mente que reduzca mis fantasmas a algo corriente y normal; una mente más serena, más lógica y mucho menos emocional que la mía, que va a percibir, en las circunstancias que con espanto describo aquí, nada más que una normal sucesión de causas y efectos de lo más naturales.
Desde mi niñez me distinguí por mi carácter dócil y afectuoso. La dulzura de mi talante era tal, que me convertí en objeto de las burlas de mis compañeros. Sentía una especial predilección por los animales, y mis padres me complacieron dándome una gran variedad de animalitos domésticos. Con ellos pasaba la mayor parte del tiempo y nunca estaba más feliz que cuando les echaba de comer o los acariciaba. Este extraño carácter mío se acrecentó a medida que yo iba creciendo y, ya en mi madurez, constituyó una de mis mayores fuentes de placer. Para aquellos que han sentido afecto por un perro fiel e inteligente me ahorraré el esfuerzo de explicarles la naturaleza y la intensidad del gratificante gozo que eso proporciona. Hay algo en el cariño desinteresado y abnegado de un animal que llega directo al corazón de quien ha tenido ocasión frecuente de poner a prueba la mezquina amistad y la endeble fidelidad del simple hombre.1

gat0066.webp
Me casé joven y tuve la dicha de encontrar en mi mujer un carácter que, en general, congeniaba con el mío. Observando ella mi afición a los animales domésticos, no perdió ocasión alguna de traerme aquellos que me eran más agradables. Tuvimos pájaros, peces de colores,2 un hermoso perro, conejos, un monito y un gato.
Este último era un animal hermoso y de gran tamaño, enteramente negro, y además inteligente hasta extremos asombrosos. Al hablar de su inteligencia, mi esposa que, en el fondo, era bastante supersticiosa, mencionaba con frecuencia la antigua creencia popular que consideraba a todos los gatos negros brujas disfrazadas. No es que se tomara esto siempre en serio; si menciono el asunto, es tan solo porque casualmente ha salido justo ahora a relucir el tema.
Pluto3 —tal era el nombre del gato— era mi animal favorito y compañero de juegos. Solo yo lo alimentaba y dondequiera que fuera de la casa me seguía. Incluso me costaba trabajo impedir que me siguiera por la calle.

gato%20y%20hombre3.webp
Nuestra amistad duró, de esta guisa, varios años, durante los que mi temperamento y mi carácter, por mediación del diablo Intemperancia, habían sufrido —me avergüenza confesarlo— un cambio radical hacia peor. Cada día me iba volviendo más huraño, más irritable, más indiferente a los sentimientos de los demás. Llegué a tratar a mi esposa con palabras soeces. Incluso llegué, al final, a utilizar la violencia contra ella. Mis animalitos, por supuesto, sufrieron el cambio de mi talante. No solo los desatendí, sino que me comporté cruelmente con ellos. Sin embargo, por Pluto sentía aún suficiente afecto y consideración que me impedía maltratarlo, pero no tuve, en cambio, escrúpulo alguno en maltratar a los conejos, al mono e incluso al perro cuando, por casualida...

Índice