RicaMente es un estado interior de máximo potencial que requiere que aprecies lo que tienes en la vida, en lugar de lamentar las cosas que te faltan. Es una mentalidad, y una mentalidad engloba lo que eres, lo que sabes y lo que crees. Ese estado interior activa lo que denominé «el don infinito». Implica que te concentres en lo que quieres alcanzar en la vida.
Si esto suena como algo que ya estás haciendo, y no está produciendo los resultados buscados, es porque no has establecido la mentalidad RicaMente que te hace estar siempre agradecido sea cual sea la situación que vivas. Por el contrario, el pensamiento de escasez PobreMente, se centra en lo que no tienes, o lo que tienes pero te parece insuficiente, lo que se podría perder, y lo que ha ido mal en tu vida.
Cuando algo va mal en tu vida es porque no eres coherente con lo que quieres y no reconoces el poder que hay en tu Ser esencial.
La gente que tiene pensamientos abundantes es más feliz que la que no los tiene. RicaMente es pensamiento positivo, pero es más que pensamiento: es emoción, actitud, confianza. Esto no quiere decir que no seas consciente de las áreas en las que tu vida podría necesitar mejoras. La gente con pensamiento abundante simplemente es capaz de abordar aquellas áreas de mejora con un estado de ánimo confiado, seguro de que no tendrá dificultad en producir los cambios necesarios. Y ello se debe a que elige creer que hay abundancia de todo lo que necesita cuando lo necesite.
Nuestros pensamientos determinan nuestras vidas. Ya sé que no es nada nuevo aunque para muchas personas aún suene a ciencia ficción.
Nuestros pensamientos pueden atraer cosas buenas en nuestras vidas, o repelerlas. Esta es otra ley universal, la Ley de la Atracción. Uno de los dichos comunes en la metodología de pensamiento positivo es: «Cualquier cosa que la mente del hombre puede concebir y creer, la puede lograr». La realidad va más allá porque el ser humano llegará a conseguir cosas que aún no imagina.
Esto no quiere decir que simplemente tengas que sentarte en casa pensando en cosas buenas y esperar que ocurran. Obviamente no es suficiente con el nivel de conciencia actual de la humanidad. Por el momento tendrás que tomar medidas para respaldar esos pensamientos con acciones, pero esas acciones se desarrollan infinitamente mejor cuando están apoyadas por el pensamiento positivo y el pensamiento abundante.
Otro de los puntos desconocidos de la Ley de la Atracción son la emoción de la confianza y la seguridad en el resultado. La duda resta, bloquea los resultados; porque la emoción asociada a un pensamiento es miles de veces más fuerte que cualquier decreto mental. Me encanta esta ley porque no puedes eludir su poder.
Si haces afirmaciones positivas, pero no te las crees, y dudas de ellas, no conseguirás lo que afirmas; porque es cómo te sientes ‒y no lo que dices‒ lo que crea una diferencia en tu vida.
Si todo esto parece un poco esotérico, he aquí un ejemplo de cómo podría suceder: supongamos que estás buscando trabajo, pero tu actitud es que hay muy pocos puestos de trabajo adecuados para ti, y tú nunca vas a encontrarlo. En otras palabras, buscas con una actitud derrotista. Estás pensando negativamente antes de empezar. Esto va a implicar que no hagas ninguna acción para encontrar un trabajo.
Lo mismo sucedería si pensaras que sí hay un buen trabajo para ti pero te sientes desesperanzado de encontrarlo. No es tanto lo que piensas, sino cómo te sientes, lo que va a brindarte esa oportunidad o va a negártela.
Si te sientes desesperanzado, no vas a escribir un buen currículum, una impactante carta de presentación, no vas a enviar tus propuestas por correo electrónico, y no vas a ir de puerta en puerta para conseguir entrevistas... No harás nada.
Y si, por casualidad, te tropiezas con la persona que podría darte tu trabajo soñado; no te lo ofrecerá a ti, ya que no te verá como la persona positiva que le gustaría tener a bordo. Una actitud negativa, por lo tanto, puede perpetuar la situación, ya que produce resultados negativos que refuerzan aún más la actitud negativa. Es una pescadilla que se muerde la cola.
RicaMente es un estado interior que abre posibilidades y oportunidades que fácilmente se podrían pasar por alto en caso de albergar pensamientos negativos y de escasez. Te lleva a emprender acciones positivas ya que, firmemente, crees y esperas que van a producir los resultados deseados. Creer y esperar son dos palabras clave aquí. La prueba de esto es el hecho de que ya estás más que bendecido por abundantes dones hasta la fecha de hoy.
Repasa lo bueno que hay en tu vida hasta este momento y lo comprobarás.
¿Qué oportunidad –pensarás‒ en estos tiempos de crisis? La vida está llena de ellas. De hecho, no tendrás suficiente tiempo en el planeta para poder aprovecharlas todas…
- Cada momento es una oportunidad.
- Cada libro que lees es una oportunidad.
- Cada clase que recibes es una oportunidad.
- Cada cliente y persona que conoces es una oportunidad.
- Cada problema y dificultad es una oportunidad.
- Cada periódico que abres es una oportunidad.
Ninguna persona tiene derecho a quejarse hasta que no haya trabajado la inmensa cantidad de oportunidades que cada día se detienen ante su mirada y, por desgracia, ignora.
RicaMente es centrarse en lo que ya tienes en este momento, sea poco o mucho, y utilizarlo para construir un futuro más brillante. Cuando te centras en lo que amas, durante más de un minuto, estás creando un campo atractivo de más cosas deseables en tu vida. Un estado mental en el que suspendes toda duda y temor. En ese estado no se te ocurre rememorar los errores del pasado, lamentando lo que no funcionó o lo que te falta ahora.
Si te centras en lo que deseas y no tienes, te separas de tu Ser esencial y pierdes todo tu poder para crear una nueva realidad acorde con quien eres.
Las personas abundantes no se sienten culpables por su deseo de lograr lo que desean. Saben que el hecho de que las disfruten no excluye que otros las disfruten también. Como por ejemplo, la paz interior, la salud, o la felicidad. Esto es por dos razones: ya se sienten agradecidos por lo que tienen, sea poco o mucho, y porque no sienten que conseguir sus deseos no privará a nadie de nada. Abundancia significa que hay suficiente de lo necesario para todos.
Una parte clave de la mentalidad RicaMente es la motivación abundante, a veces llamada agradecimiento. Es la creencia de que disponemos de más que del mínimo necesario para sobrevivir. Sabemos que tenemos más de lo que necesitamos, y más de lo que podíamos haber esperado. Requiere disipar cualquier expectativa sobre lo que vas a recibir en la vida, ya sea de parte de Dios, de los padres, de la naturaleza, de la sociedad, de los compañeros, amigos o seres queridos.
Una vez más, esto no quiere decir que tenemos que dejar de desear mejorar. Se trata simplemente de establecer un modo de pensar correcto. Saber que tenemos más de lo que necesitamos nos hace sentir felices y agradecidos.
Apreciamos lo que tenemos, y eso significa que cualquier cosa que obtengamos de más, es un regalo. Pensar que merecemos más, se nos debe más, o necesitamos más, solo conduce al resentimiento cuando no lo obtenemos y, de hecho, con esa mentalidad no lo obtendremos. Hay que recordar cómo llegamos al mundo ‒sin nada‒ y cómo vamos a dejar este mundo: sin nada.
Crear una actitud saludable de abundancia se basa en centrarse en lo que tus necesidades mínimas son verdaderamente. Si tienes salud, alimentos suficientes para comer, y un techo sobre tu cabeza, entonces tienes suficiente para sobrevivir y mucho por lo que estar agradecido. Si también tienes amor en tu vida, entonces imagino que debes de estar encantado.
Que tengas cualquiera, o todas estas cosas, incluso en sus niveles mínimos, te pone muy por delante de muchos millones de personas en los países menos desarrollados que luchan todos los días por las necesidades más básicas de la vida. Irónicamente, muchas de estas personas del tercer mundo llevan vidas más felices que muchos occidentales que disfrutan de muchísimas más comodidades. Porque la felicidad y la riqueza dependen de las expectativas.
El mundo no te debe nada, pero no te negará nada si honestamente crees que su abundancia es tuya.
La clave es no estar influenciado por la sociedad consumista. Los anuncios tratarán de convencerte...

