HAGEO
eBook - ePub

HAGEO

Reconstruyendo nuestra espiritualidad

  1. 160 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

HAGEO

Reconstruyendo nuestra espiritualidad

Descripción del libro

El ministerio profético de Hageo se desenvuelve, como refiere el autor de este libro, en medio de circunstancias desalentadoras derivadas al parecer, de una prolongada sequía que arruinó las cosechas, de desastres financieras y de la falta de consecuencias provocaron desolación, abatimiento, frustración y desmoralización e incidieron peligrosamente en la espiritualidad del pueblo de Dios.Muy atento al contexto social en que el menaje del profeta Hageo fue registrado, el análisis e interpretación del texto que el autor nos ofrece nos invita a tener presente que la razón de ser el pueblo de Dios –Israel en el pasado, la iglesia presente- es la gloria de Dios. Pero cuando la iglesia es ganada por la indiferencia, que cede a la tentación de seguir prioridades alejadas de la voluntad de Dios, se conforma con el exitismo y las comodidades del presente, y que siembra mucho, pero cosecha escasamente, es necesario y urgente volver al mensaje de Dios expresado en palabras de Hageo.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a HAGEO de Caleb Fernández Pérez en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Teología y religión y Comentario bíblico. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2020
ISBN del libro electrónico
9786124252143
Jg2-Separador1-100.gif
Hageo 1.1–4
Dios nos llama a un diálogo honesto
Era el tiempo del retorno, Dios había conseguido un cambio en la política imperial. El rey Ciro ii decide decretar el regreso de los judíos y permitir la reconstrucción del templo y la ciudad de Jerusalén. Cincuenta mil personas regresaron lideradas inicialmente por Sesbassar, el gobernador de Judá designado por el rey; posteriormente, por Zorobabel, con quien se inició la reconstrucción del templo.16
Un tiempo después se sucedieron dos caravanas comprometidas con el rey para algunas tareas específicas. La liderada por Esdras se ocupó de la restauración de la reeducación y la enseñanza, a partir de la interpretación de la ley de Moisés. Había que darle sentido a la nueva oportunidad que tenía el pueblo de Dios tras el exilio y a las nuevas generaciones, en un contexto diferente.17 El segundo grupo, liderado por Nehemías, se ocupó de la reconstrucción de la ciudad y de sus muros.18
Los primeros capítulos de Esdras hablan de los grandes sacrificios del primer grupo de exiliados, pero también de las grandes esperanzas que se habían despertado en ellos por las profecías de Isaías sobre un anhelado siervo de Jehová, que habría de irrumpir en la historia. Cuando llegaron a Jerusalén no había más que ruinas y pobreza, además de la oposición de los samaritanos y la población local. Como consecuencia de ello, poco se hizo para lograr la reconstrucción del templo en aquellos primeros dieciséis años, entre el 536 y el 520 a. C.
Era evidente que no se había oído en Jerusalén voz profética hacía mucho tiempo. Podemos imaginar el impacto del pueblo al saber que Dios con un diálogo honesto se presenta y rompe el silencio para hacer preguntas francas y directas por medio del profeta Hageo. ¿Era el tiempo para lo que estaban haciendo? ¿Por qué no les iba bien en lo que hacían?
A Hageo le toca la tarea de concientizar al pueblo acerca del sentido de su espiritualidad y la fuerza de su esperanza, por el pacto de Dios aún vigente para su pueblo.
Resignación histórica para continuar los proyectos
En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo […] (Hag 1.1)
Algo estaba sucediendo en la relación del pueblo con Dios. El entusiasmo del regreso por un lado, y luego la clara intervención divina en la política del Imperio, favoreciendo el retorno, no habían sido suficientes para priorizar la gratitud y la adoración, expresada inicialmente en la preocupación por la reconstrucción del espacio de culto. La obra había sido paralizada y los líderes políticos, representados por Zorobabel, se desentendieron de la misión encomendada; y aun los líderes religiosos, representados por Josué, estaban resignados a una realidad: la obra era grande y por eso lo mejor era comenzar por acomodar mejor las viviendas y más tarde se vería lo que se podía hacer.
Era el primer día del sexto mes, de elul19, día de luna nueva, el día en que el pueblo se juntaba para adorar a Dios. Esto iba a realizarse en un templo en ruinas. Después de tantos años de silencio profético, la voz de Dios vino al pueblo en un día de adoración. El día de luna nueva era día santo, un nuevo año se iniciaba. Las actividades relacionadas con el trabajo eran suspendidas, de la misma forma que en el día de reposo20, y una ofrenda en sacrificio especial era ofrecida al Señor para reparación de la ofensa y reconciliación.21
La Palabra de Dios estaba dirigida, primeramente, a los líderes políticos y religiosos de la época. El profeta habló de parte de Dios a los hombres principales de la comunidad en presencia del pueblo que estaba en adoración, en medio de circunstancias contradictorias y preocupantes. Fue un llamado a un diálogo honesto con Dios, una resonante convocación a la acción para un pueblo que resignado por causas internas y externas había decidido no continuar con el proyecto encomendado.
El encuentro con la tierra fue más un desencuentro. En primer lugar, la ciudad los recibía con una gran escasez. El desencanto y la pobreza les hicieron recapacitar en si había valido la pena el retorno. Reiniciar la vida en un país en escombros no les dio espacio para pensar en invertir su tiempo y sus escasos recursos en el templo. Además, el pueblo estaba acostumbrado a vivir sin el templo en Babilonia.
En segundo lugar, los exiliados estaban solos en el desafiante proyecto de reconstrucción y recibieron tentadoras propuestas para alianzas estratégicas que eran sumamente peligrosas. Más adelante Esdras nos relata una de estas propuestas; los samaritanos, primos hermanos de los judíos, pero de una religiosidad sincrética e idólatra, les propusieron unirse para llevar adelante el proyecto de reconstrucción.22 Esto significaba un camino sin retorno hacia la apostasía religiosa, hacia el abandono de la adoración al Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Los judíos se negaron rotundamente a aceptar la propuesta de cooperación. Esto llevó a los samaritanos a tornarse enemigos de este proyecto y a incitar, por medio de engaños y falsas acusaciones, al rey Artajerjes de Persia (465–423), quien había sucedido a Darío, a promulgar un decreto prohibiendo la reconstrucción23; sin embargo, más tarde, apoyó financieramente a Esdras.24 La actitud de los samaritanos podría reflejar algo del trasfondo del diálogo de Jesús con la samaritana sobre el lugar de la verdadera adoración.25
En tercer lugar, el profeta Hageo también observó que en el pueblo había un recuerdo exagerado de los tiempos mejores del templo de Jerusalén. Los judíos jamás podrían construir uno con el esplendor del de Salomón, y el proyecto de un templo menos suntuoso y más modesto desanimaba a los más entusiastas y apegados a sus raíces e historia de su pueblo. Una gloria superior en un templo menos elegante era inconcebible para su religiosidad, y aún menos que esa gloria llegue más allá de los muros del templo.
En cuarto lugar, una interpretación inexacta de la pro­fecía de los setenta años del cautiverio babilónico decía: […] No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada (v. 2). Así, en vez de ser una bebida energética, se fue convirtiendo en un narcótico para los judíos. La interpretación equivocada de la profecía terminó por reafirmar el sentimiento de inevitabilidad irreversible de las cosas. Esto los llevó a pensar que no serviría nada de lo que hicieran, y que deberían esperar que el reloj de la profecía divina marcara la fecha predestinada para la reedificación.
El resultado fue la resignación y, por lo tanto, la paralización de la obra. El pueblo se fue acostumbrando a no tener un templo o, peor aún, a ver cada día un templo a medio terminar. El esqueleto del templo en ruinas era como un cadáver que se descomponía en Jerusalén y lo contaminaba todo. Históricamente, cuando las circunstancias favorables no lo han acompañado, el pueblo de Dios se ha entregado a un sentimiento de resignación que termina por matar finalmente su fe y esperanza.
El pueblo de Dios es siempre proclive a sufrir este tipo de resignación histórica que le impide continuar con los proyectos divinos en la historia. Los creyentes contem­poráneos se resignan cuando la falta de recursos les impiden iniciar e invertir en proyectos que están en el corazón de Dios para la expansión de su reino; cuando ceden a las tentadoras propuestas de alianzas dudosas que los llevan a una distorsión del verdadero culto a Dios; cuando el pasado y su apego a las tradiciones los aprisionan y les impiden mirar el futuro con esperanza y expectativa de cambio; cuando la falta de integridad en la interpretación bíblica los lleva a discursos religiosos distorsionados que conducen semanalmente a congregaciones enteras hacia la frustración y el abandono progresivo de la fe.
Dios tiene un proyecto para su pueblo y busca un diálogo honesto con él que lo motive e impulse nuevamente a la acción cuando lo ve resignado frente a la adversidad. El cristianismo debe apropiarse de la palabra profética frente al silencio d...

Índice

  1. Cover
  2. Sinopsis
  3. Portada
  4. Créditos
  5. Dedicatoria
  6. Agradecimientos
  7. Prólogo
  8. Introducción
  9. En los días de Hageo y en los nuestros
  10. Hageo 1.1–4: Dios nos llama a un diálogo honesto
  11. Hageo 1.5–6: Un hecho probado históricamente
  12. Hageo 1.5–6: Para vivir satisfactoriamente
  13. Hageo 1.7–11: El día después…
  14. Hageo 1.12: Cuando respondemos a Dios
  15. Hageo 1.13–15: Cuando cambiamos de actitud
  16. Hageo 2.1–3: La nostalgia y el entusiasmo se entremezclan
  17. Hageo 2.4–5: Dios nos ofrece un tratamiento eficaz
  18. Hageo 2.6–9: Lo mejor aún está por venir
  19. Hageo 2.10–14: Cuando servimos a Dios
  20. Hageo 2.15–19: Una mejor forma de vivir la vida
  21. Hageo 2.20–23: Cuando nuestra vida adquiere significado
  22. Conclusión
  23. Bibliografía
  24. Acerca del autor