
La herencia de la tribu
Del mito de la Independencia a la Revolución Bolivariana
- 287 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
Descripción del libro
Remontándose a los tiempos fundacionales de la nación, la autora se propone establecer las líneas de continuidad que vinculan el pasado independentista con la así llamada revolución del siglo XXI. A la luz de los mitos políticos que iluminan la noción de la venezolanidad, sin prejuicios ni valoraciones anticipadas, este libro se adentra en la identidad nacional y desenmascara las pasiones con las que se la ha construido.Señalada como una obra esencial para la comprensión de nuestra contemporaneidad, el jurado del Premio de Ensayo Debate-Casa de América 2009 "reconoció el valor y mérito de la obra de la venezolana Ana Teresa Torres. La herencia de la tribu. Del mito de la Independencia a la Revolución Bolivariana realiza un aporte fundamental a uno de los temas más pertinentes de la actualidad política latinoamericana, por lo que el jurado quiso hacer un llamamiento y recomendación especial para su publicación".
Preguntas frecuentes
- Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
- Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Información
Las incógnitas del héroe
«Primero que nada quiero dar buenos días a todo el pueblo de Venezuela, y este mensaje bolivariano va dirigido a los valientes soldados que se encuentran en el Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia. Compañeros: Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al comandante Chávez, quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos. Compañeros: Oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano. Muchas gracias[87].»
«No deberíamos olvidar que la identidad es también originalmente imaginaria, y que la dimensión visual fue fundadora esencial de Venezuela. La obra de Eduardo Blanco Venezuela heroica, ese panegírico tan importante en la operación de gestar una identidad nacional de tipo histórica, apela a la admiración (es decir la mirada) y tuvo un desenlace esencialmente visual... La importancia de la dimensión visual en la constitución identificatoria no es irrelevante, la letra escrita está asociada al poder, pero la imagen se asocia más fácilmente con la oralidad. El rostro y la voz están ligados inextricablemente a los primeros vínculos, aquellos a los que alude, y aleja, la abstracción letrada.»
«revelan tendencias inherentes a las mentalidades arraigadas en una sociedad o en una urbe, que en oportunidades se asoman única y exclusivamente a través de los muros. Así, por ejemplo, un texto como ‘Viva Chávez’ aparecido hacia marzo de 1992 en el centro de Caracas, aparte de poner de manifiesto cierto apoyo de la ‘masa anónima’ al oficial rebelde nos estaba diciendo que corrientes subterráneas sumergidas durante años en los estratos profundos del ser venezolano, habían estallado en solicitud de algo que se creía sepultado: el mesianismo militar.»
«Su cara se quedó en el pensamiento de cada venezolano por algo muy simple: se había responsabilizado de su actuación y su mensaje pareció el de un padre nutritivo ante la conducción de sus hijos: «Ustedes lo han hecho muy bien, nosotros no tanto...» ... Profesionales y jóvenes pasaron a visitarlo, igual que las viejitas que le llevaban «preparados», sancochos, dulces de la familia y escapularios para protegerlo...»
«Mi Venezuela está unida: José Leonardo Chirinos, Guaicaipuro, José Laurencio Silva, Sucre, Brion, Luisa Cáceres, Ezequiel Zamora y Maisanta. Y Simón Rodríguez... ve a otro Libertador.»
«Les pido a los militares, que son unos hombres serios, que le echen mano al coroto pa’ que protejan al pueblo[91].»
«Sí señor, este hombre lleva por dentro el amor bolivariano, sangre de Negro Primero, del cacique Jirahara, y de José Antonio Páez, el Libertador del Llano.»
«Adán Chávez nos comunicó a nosotros que tenía un hermano en las FAN. Él canalizó orgánicamente sus inquietudes a partir de ese momento. Su hermano era un vehículo, una correa de transmisión hacia él y hacia otros oficiales. El hermano lo puso en relación con Harold, que era el seudónimo del profesor Nelson Sánchez, un tachirense militante del PRV, que había sido militante de Ruptura[95] y era muy amigo del hermano de Chávez. A través de él se dio el encuentro conmigo. Nos reunimos sobre la base de estructurar un movimiento cívico-militar que se preparara a largo plazo para una insurgencia revolucionaria. Es importante destacar que cuando surgió el grupo que se va a denominar Movimiento Bolivariano ya existían dos grupos más en el seno de las FAN... El movimiento de resistencia patriótico, revolucionario y socialista jamás ha dejado de existir en el seno de las FAN, porque es la expresión de una realidad social y política que hay en el país.»
«Hay una continuidad que no ha sido nunca interrumpida. Jamás. Una continuidad de organización de las FAN participando conjuntamente con el movimiento político revolucionario. Mucho antes de que se fundara el Movimiento Bolivariano del 4-F.»
«Es en esa etapa cuando Adán Chávez acerca a Hugo, su hermano. Aquí hay que aclarar que Hugo ya tenía inquietudes revolucionarias desde que era cadete. Esas inquietudes de Hugo fueron alimentadas, por la vía de Adán, con el proyecto del Frente Militar de Carrera que había diseñado el PRV... Ahí se me pasa la clave para contactar a Hugo Chávez en Fuerte Tiuna, donde ejercía el rango de Teniente... Hacia 1980 ya Hugo es parte formal del proyecto.»Ya en 1982 surge el MBR-200 (Movimiento Bolivariano Revolucionario) como tal. Quien sugiere este nombre es el mismo Hugo. Eso ocurre en una reunión privada que se sostiene en su apartamento. Como ya los civiles habían ampliado su participación en el sector no se podía identificar el movimiento revolucionario solamente con los militares y ahí es cuando se decide lo de «bolivariano revolucionario» eliminando lo de «militar», que no permitía apreciar la estructura cívico-militar de la unión. El número 200 se le anexa en esa misma reunión, también a sugerencia del mismo Hugo, pues consideraba que era un homenaje al bicentenario del nacimiento del Libertador, que se celebraba al año siguiente.»
«Douglas buscó una nueva vía para nuestros países, una vía nuestra, soberana... La tesis de Douglas recorrió los movimientos revolucionarios de América Latina. Se planteó como algo novedoso romper con el marxismo-leninismo y levantar banderas nacionales y latinoamericanas bajo ideas fundamentales de Bolívar... como única fórmula para unir la gran patria Latinoamericana... El pensamiento bolivariano permitía llegarle mucho más al pueblo... En nuestra Patria Grande debe producirse algo similar a lo que ocurrió cuando Bolívar logró movilizar hombres y mujeres de todo nuestro continente bajo la consigna de la Independencia… el pensamiento de Douglas, que incluye el espacio para la originalidad planteado por Simón Rodríguez, la reivindicación de la democracia popular zamorana y el accionar de Hugo Chávez.»
«Estamos de acuerdo con el pensamiento de Simón Bolívar. El sueño de Bolívar todavía está por hacerse, como lo dijo Martí. Ahora bien, ¿en qué sentido somos bolivarianos? Bolívar luchó por darle bienestar social al pueblo, tierra al campesino, libertad a los esclavos. Bolívar reivindicó el papel de la moral y de la educación, que eran y hasta ahora son necesidades básicas de nuestra sociedad. Pero también Bolívar planteó la unidad latinoamericana, como única forma de que América Latina pudiera competir con los centros de poder económico... Bolívar fue antiimperialista y nosotros somos antiimperialistas.»
Índice
- Preámbulo
- El fundamentalismo heroico
- Fracturas de la modernidad
- La Revolución Bolivariana como alegoría nostálgica de la Independencia
- Referencias bibliográficas
- Notas
- Créditos