La mirada de la Justicia
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La mirada de la Justicia

Ceguera, venda en los ojos, velo de ignorancia, visión y clarividencia en la estética del derecho

  1. 382 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
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La mirada de la Justicia

Ceguera, venda en los ojos, velo de ignorancia, visión y clarividencia en la estética del derecho

Descripción del libro

Las imágenes de la Justicia, estatuas, pinturas, grabados, dibujos constituyen un patrimonio importante en la historia del arte y ofrecen abundante información sobre las diferentes concepciones de la Justicia. Nos dicen cuándo esta se ha identificado con la justicia divina, cuándo se ha secularizado, nos hablan de la imparcialidad e independencia de los jueces, la clemencia, la verdad,?etc. La Justicia ha sido polémica: Justicia y política, uso público de la Justicia, instrumentalización, condición de sus garantes. Estos son los ejes de un estudio riguroso que aporta una extraordinaria y original información iconográfíca y tiene la capacidad tanto de articular las imágenes con textos como de hacer próximo lo que inicialmente podía considerarse lejano.

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Información

Año
2018
ISBN del libro electrónico
9788491142362

II

La lucha por la venda


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1. La Fuente de la Justicia en la ciudad de Berna, obra de Hans Gieng en 1543. Wikimedia Commons.


1. SEGUNDA TRADICIÓN: LA VENDA EN LOS OJOS DE LA JUSTICIA COMO CRÍTICA

En la época medieval, según ha analizado Panofsky, la ceguera o la venda en los ojos asumió siempre un significado negativo, como en las alegorías de la Fortuna o del Amor: Fortuna reparte sus dones sin ver y Cupido lleva los ojos vendados y ciega, además, a los hombres y mujeres a quienes alcanza con sus flechas. En el ensayo «Cupido el Ciego»1, publicado en Estudios sobre Iconología, compara Panofsky la ceguera o la venda en los ojos de Cupido con la ceguera de otras figuras negativas como la Sinagoga2, la Noche, la Fortuna, la Infidelidad y la Muerte. Durante toda la época medieval la venda tuvo un significado peyorativo excepto, como veremos más adelante, en la figura del Cristo sufriente, escarnecido por los lacayos del tribunal o por los soldados. Aquí, la venda en los ojos del Justo por antonomasia alcanzaba un sentido positivo, a pesar de que Cristo, como «varón de dolores» era objeto de burla. A este catálogo medieval de figuras ciegas o cegadas por la venda, a finales del Renacimiento añade Ripa en su Iconología las personificaciones de la Ambición, el Error, el Furor y la Prodigalidad. Sin embargo, en el período de transición entre el final de la Edad Media y los comienzos de los Renacimientos, en Europa y concretamente en el sur de Alemania, aparece la venda en los ojos de la Justicia, primero como elemento negativo y algunos años más tarde con un sentido positivo. Judith Resnick y Dennis Curtis han resumido de la siguiente manera los factores que contribuyeron históricamente a la introducción de la venda en los ojos en la representación de la Justicia:
Se han avanzado varias hipótesis acerca de las razones por las que la venda en los ojos ganó aceptación en el derecho y cómo fue cambiando su significado a lo largo del tiempo. El escepticismo sobre la ley y la justicia se ha relacionado con la Reforma protestante, la Inquisición, el humanismo, la codificación del derecho romano, el crecimiento de los profesionales del derecho y la diversidad de universidades que educaban a los nuevos juristas, así como con los conflictos desarrollados en torno a las ciudades-estado en sus relaciones con las religiones y con las autoridades seculares más distantes3.
Los mismos autores se refieren en una nota a otros dos factores expresados uno por Kissel (la venda como emblema de una creciente separación de poderes) y otro por Christian-Nils Robert, quien insiste en que la venda es un signo de verdad y de locura al mismo tiempo. Por otro lado, debemos tener también en cuenta la idea de Martin Jay según la cual es necesario comprender la venda como un símbolo de la prioridad del lenguaje y de la argumentación sobre la vista en el derecho occidental moderno frente a la importancia medieval de las imágenes:
Ahora había que presentar la ley íntegramente en el lenguaje y la justicia debía ser impartida solo mediante el lenguaje en lugar de aparecer en las imágenes que podían abrumar a través del deslumbramiento. Junto con la eliminación iconoclasta de obras de arte de los tribunales y de las ilustraciones de los libros de derecho, al menos en los países influidos por la iconofobia de la Reforma, surgió la vestimenta frecuente de jueces en sobrio blanco y negro y la sustitución de los sellos de colores por simples firmas en los documentos legales. [...] Con el acto de vendar los ojos de la Justitia ya estamos bien situados en el camino hacia el culto moderno de la norma abstracta en el positivismo jurídico4.
Según Martin Jay, la figura de la Justicia con la venda en los ojos funciona como emblema de imparcialidad, pero también es una garantía de la resistencia de la ley a ser seducida por las imágenes. La venda es una alegoría de la expulsión de lo visual en el discurso legal propio de la nueva esfera pública que se va conformando en el siglo XVI en Europa. En este discurso, la imagen es percibida como distorsionante, peligrosa y falsa. Recuérdese que el jurista renacentista Alciato, autor del primer libro de Emblemas que sirve como prototipo del género emblemático, llega a formular que la imagen es una falsa verdad: Imago veritas falsa. Por el contrario, el lenguaje se basa en la razón, que debe ser también el fundamento de la ley. Pero al mismo tiempo, el logocentrismo occidental que abomina de la visión y privilegia el lenguaje, considera a la vista como símbolo de la libertad y como forma de reconocer lo único, lo peculiar, lo que se desvía de la norma. Por ello, la Justicia debe llevar una venda en los ojos y eliminar así su atención a lo particular, reduciendo la impartición de la justicia a las normas generales y los casos concretos.
Por otro lado, en un artículo del mismo libro, Costas Douzinas establece que bien sea simbólica o históricamente, el lazo entre la belleza y la justicia es evidente en muchas de las representaciones y estatuas de la Justicia que adornan los palacios de Justicia y otros edificios públicos de las grandes ciudades europeas y americanas. En Europa se produce un quiasmo entre los países protestantes y los católicos: la sobriedad de las iglesias luteranas o anglicanas se ve compensada por el desarrollo de una mayor imaginería civil, en la que la representación de la Justicia ocupa un lugar primordial; por el contrario, en los países del sur de Europa, la proliferación de estatuas religiosas en las iglesias y en los espacios públicos (especialmente después del programa iconográfico de la Contrarreforma) parecería no haber dejado lugar al desarrollo de una imaginería civil y, por tanto, escasean las estatuas de la Justicia incluso en los edificios públicos dedicados a tribunales y a ejercer el Derecho5.
La introducción del Derecho Romano en los territorios alemanes y, en general, en Centroeuropa, coincide con la crisis de la justicia tradicional, basada en jueces no profesionales del derecho y susceptibles de corrupción. En un capítulo de su libro The Mirror of Justice6, Theodore Ziolkowski ha estudiado el desencanto con el derecho consuetudinario, transmitido por la tradición a lo largo de generaciones . Y pone dos ejemplos de este desencantamiento progresivo de la ley tradicional y de las maneras de juzgar: la crisis de las ordalías o diferentes maneras de apelar al «Juicio de Dios», por un lado, y la popularidad en diferentes países europeos de la leyenda del zorro Reineke, por otro. Las distintas versiones populares y literarias abarcan desde el «old French Renart» al «Flemish Reinaert», pasando por el «Middle High German Reinhart» y relatan las aventuras del zorro, el más listo de los animales, para salir siempre ileso de los juicios a que es sometido ante el tribunal del león. Goethe, a finales del siglo XVIII, canonizó la fábula al publicar su propia versión, un extenso poema en doce cantos, titulado simplemente Reinecke Fuchs (1794). De esta manera, el tema recorre muchos siglos de la historia cultural y literaria europea, desde la Edad Media hasta la actualidad, pues hoy se siguen leyendo y publicando versiones en diversos idiomas. Ziolkowski considera que las aventuras de Renart-Reinhard-Reinaert-Reineke en la corte del rey Nobel-Vrevel ejemplifican mejor que cualquier otro documento literario y con mayor atractivo popular la ambivalencia con que eran consideradas las viejas tradiciones legales:
En la cambiante sociedad de la Baja Edad Media la fuerza más reaccionaria era la ley –una ley que a pesar de las variantes locales era básicamente uniforme en toda Alemania y los Países Bajos. En un sentido muy poderoso, la primera aparición de Renart en la corte en 1176 marcó el inicio de una evolución que terminó con el desplazamiento del derecho consuetudinario por el derecho romano en Alemania y Flandes poco después de 15007.
Además, hay que destacar que los jueces eran vistos popularmente como corruptos y avaros. Por ello, hacia 1500, El Bosco en la Mesa de los siete pecados capitales personificó a la a...

Índice

  1. Índice
  2. Introducción
  3. I «Canto a la mirada de la Justicia que todo lo ve»
  4. II La lucha por la venda
  5. III Otras tradiciones sobre la mirada de la Justicia: ojos extraordinarios, velos transparentes, doble rostro de Jano, los regresos de Astrea, el «ojo de la ley»
  6. Lista de ilustraciones