Negociando con la vida

Alberto Guida

• Editorial: Signo Vital Ediciones
• Año: 2013
• ISBN del libro electrónico: 9789873610080
• Categoría: Desarrollo personal
• Categoría: Salud mental y bienestar

La Negociación trasciende los límites de lo comercial. Es, sobre todo, un proceso interno en el cual navega nuestra interpretación de los hechos. Un libro que nos impulsa a entender y entendernos mejor, como único camino hacia la felicidad.

CAPÍTULO 1:

LAS 4 ETAPAS DE LA
NEGOCIACIÓN
DEL NIÑO

Esta realidad se demuestra cuando un niño, sin importar el lugar donde haya nacido, se adapta a un nuevo entorno/hogar, crece y va aprendiendo con el único limite de su capacidad intelectual, sin paradigmas anteriores. No tiene niños que lo condicionan; justamente está formando su niño criatura primario.

Con él todo es posible. Tanto es así que, si en los momentos críticos de alguna etapa de los otros niños que nos toca vivir pudiéramos abstraemos un momento y “tener su amplitud”, seguramente resolveríamos con mayor facilidad situaciones o conversaciones que nos cuesta interpretar o aceptar.

Es inocente por naturaleza y esto le provee la supuesta debilidad del engaño. Sin embargo le otorga otra variable clave: “la credibilidad”. Sin ella difícilmente podríamos alcanzar negociaciones secundarias exitosas.

Es además muy sensible y todos sus instintos primarios son egocéntricos. A veces esto no se modifica y altera otros estamentos, los suyos por supuesto. Su desarrollo está supeditado a la riqueza de los aportes que reciba.

¿Quién define a los ricos y los pobres? Seguramente el mismo que discrimina a los talentosos de los otros.

¡En definitiva somos! Y la habilidad está en considerar qué es lo mejor que obtenemos con esto que somos.

Para ser feliz, por ejemplo, no se necesita nada más que aprender a ser feliz. Poca cosa, porque no pasa por poseer bienes materiales, no pasa por tener talentos personales, pasa por el criterio, la madurez y el equilibrio que no todos llegamos a desarrollar. Por eso, este niño que carece de todo esto vive momentos contradictorios, de extrema felicidad e infelicidad, con mínimas diferencias de tiempo.

Es sincero, frontal, directo y a veces agresivo. Seguramente algún concepto de negociación podría considerarlo inconveniente. Sin embargo no lo es; son virtudes si cumplimos otra de las reglas de una negociación secundaria: “obtener un enfoque común de objetividad que permita no lastimar”

Considerando que las verdades que decimos y/o escuchamos pueden.

No es sencillo estructurar las etapas de la vida, pero es necesario darles forma para poder comprenderlas mejor. Por eso el punto de partida es el de ese niño que probablemente nunca dejemos o no deberíamos dejar de ser, para convertirlo en la base de la reflexión de todas las etapas. Es tal su importancia que rige definitivamente nuestra estructura personal.

En las dos negociaciones primarias transitamos por todos los estamentos del niño. De acuerdo con la incidencia que cada uno de ellos haya tenido en nosotros, se conformará nuestro perfil negociador.

Es en ese tránsito donde realizamos comparaciones erráticas, porque al estamento del niño que hemos sido solemos compararlo con el niño actual y así nos engañamos a nosotros mismos.

Del niño criatura

Es el experto en enseñarnos la capacidad de entender lo nuevo y, con su alta predisposición al cambio, completa una de las variables claves ilc la negociación: la riqueza de aceptar y comprender la “necesidad distinta del otro”.

no gustar, “pero que son positivas si ambos estamos de acuerdo con que existen y tienen una determinada magnitud ”, iniciamos el proceso para comenzar a superarlas.

El niño criatura es el más relevante de todos los niños, ya que, por ser el primero, su riqueza incide de manera significativa en el desarrollo y conformación de los otros estamentos. De ahí su trascendencia y la importancia que el niño adulto debe otorgarle en su contribución inversa y en la mezcla de sentimientos que existen en él: celos, deseos de posesión, amor, odio. Por suerte estos sentimientos maduran a lo largo del proceso que transcurre.

¿Maduran? Madurar puede significar también hacerlos más sólidos y más fuertes. Sin embargo el hecho de que maduren no debe significar la justificación de su existencia como sentimientos, sino encontrar la justa medida que requiera cada hecho que nos toque vivir. El dichoso equilibrio, el de la perfección y la excelencia.

. Del niño autónomo

La primera negociación del adolescente es reconocerse y valorarse. Pero es tan prolongada y compleja que la convierte en una de las más difíciles, porque no superarla significa el peligro de arrastrarla de por vida.

En la postura de hijos demandan a sus padres sin reconocimiento alguno, lo consideran un derecho adquirido sin posibilidades de negociación. Como también está en proceso de aprendizaje no deja de buscar los límites ajenos y propios y es necesario marcárselos porque, de lo contrario, invaden de tal modo que ponen en riesgo los derechos de uno mismo y pueden afectar de algún modo el modelo vigente de felicidad.

¡EI rol de los hermanos!

Un esta etapa de vida los hermanos comienzan a modificar su conducta y dejan de ser el compañero de juegos permanente con el que de vez en cuando se pelea sólo por problemas de competencia afectiva. A partir de esta etapa se incorporan otras reglas de juego y otras necesidades de valoración que no son necesariamente comunes por la edad, sexo o grupo de amigos.

Surgen personalidades y caracteres diferentes, que conforman la base de otro nuevo modelo de negociación que se incorpora al núcleo familiar y que parecía tener una única estructura posible, que ya comienza a dejar de ser válida y a la que hay que pensar y replantear.

¡Nace el culto de la amistad!

En esta etapa de idealización se incorporan los amigos de “fierro”, “el compinche”, ésos que acompañan en las buenas y las malas, en las alegrías y las desventuras.

Y es en este ejercicio donde nace otra regla básica de negociación: “nuestra máxima capacidad de tolerancia”, ya que, seguramente, a ese amigo se le toleran montones de cosas que a otros no, sólo por el hecho de ser amigo.

Es el más inseguro de todos los niños pero es el más gratificante, porque es capaz de actuar como criatura, autónomo y adulto en una misma situación, sin arrastrar el peso de excesivas responsabilidades, aunque crea todo lo contrario. Está en el ejercicio de su plenitud. En esta etapa se produce un avance importante hacia el adulto que quiere ser.

Den...

Índice

• CAPÍTULO 1: LAS 4 ETAPAS DE LA NEGOCIACIÓN DEL NIÑO
• CAPÍTULO 2: el CAMBIO COMO PROCESO DE NEGOCIACION
• CAPÍTULO 3: NEGOCIANDO DESDE LA BASE
• CAPÍTULO 4: LA AMBIGÜEDAD en el PROCESO DE NEGOCIACIÓN
• CAPÍTULO 5: LAS CLAVES DEL MIEDO
• CAPÍTULO 6: LA VISIÓN DE LA NEGOCIACION INTERNA
• EPÍLOGO
• FORMACIÓN PROFESIONAL del AUTOR