Segundo pilar
El capítulo sobre el camino
Alcanzando para alcanzar
II.1-2 La empresa de prácticas espirituales arduas, el estudio regular y las plegarias al maestro son formas en las que alcanzamos la totalidad y que forman parte de las actividades.
El único propósito de la meditación es atenuar nuestros pensamientos negativos.
Dvitiyah Sadhana Padah
Tapah svadhyayeshvara pranidhanani kriya yogah.
Samadhi bhavana-artha klesha tanu karana-arthash cha.
El segundo pilar que sostiene al edificio del yoga es el Camino. En el primer capítulo usamos la meditación profunda para recorrer los cinco senderos; en el segundo ponemos en marcha varios métodos prácticos del yoga para alcanzar este tipo de meditación y la sabiduría que se monta en ella. La unión de los dos capítulos refleja el yoga entendido como la unión de métodos internos (mentales) y métodos externos (físicos o actividades).
Es importante entender plenamente hacia dónde nos lleva nuestra práctica de yoga. ¿Qué tipo de objetivo tenemos en mente? El primer objetivo importante es el nirvana. Esto no tiene nada que ver con permanecer en un estado de letargo, estupefactos; más bien se refiere a la eliminación permanente de nuestros pensamientos negativos. Imagina qué tipo de persona serías si fueras incapaz de enojarte otra vez.
Una vez que alcanzas el estado del nirvana, el trabajo para llegar a ser un ser sagrado (algo muy parecido a un ángel) continúa: un ser que puede ver todas las cosas y que acude a todos los seres para ayudarlos.
De hecho, la palabra en sánscrito para Camino es sadhana, que quiere decir "alcanzar". Alcanzaremos un ángel por medio de nuestra práctica diaria y firme. Para alcanzar a los ángeles, debemos primero contactarlos. Para alcanzar a los ángeles, debemos convertirnos en uno de ellos.
l verdadero enemigo
II.3-4 Los cinco pensamientos negativos son: ignorancia, egoísmo, apego, aversión y aprehensión. La ignorancia es suelo fértil para los que le siguen, sin importar su estado: latente, atenuado, interrumpido o floreciente.
Avidya-asmita raga dvesha-abhiniveshah pancha kleshah.
Avidya kshetram uttaresham prasupta tanu vichinnodaranam.
La mejor manera de evitarnos problemas es averiguando cómo es que caemos en ellos. Si el agua se desborda hacia el piso, puedes pasar el resto del día tratando de secarla con un trapo o puedes simplemente cerrar el flujo de agua en el lavabo.
Hay cuatro principios importantes que, una vez que los entendemos claramente, nos ayudan a eliminar nuestro sufrimiento. Se les conoce como las Cuatro Grandes Verdades. Aquí comenzamos con la primera: la Verdad del Origen del Sufrimiento. El maestro nos lleva de la mano por el proceso que explica la manera en la que nos generamos problemas.
Todo yace en el suelo fértil de la ignorancia, lo que hemos estado llamando el gran error, o la manera equivocada en que la mente hace girar las cosas. La única manera de poner fin a nuestra infelicidad, enojo y demás pensamientos negativos es destruyendo esta ignorancia.
Pero, bueno, también podríamos dormir un poco más, irnos de vacaciones, practicar un poco de yoga o meditar de pasadita, para apaciguar a nuestra acosada mente ¿O no? El problema es que esto no elimina pensamientos como el enojo, sólo los subyuga o los interrumpe por un rato. Su raíz, la ignorancia, sigue ahí. Mientras continúe ahí, ese sentimiento de calma se esfumará... ¡tan pronto te encuentres atrapado en el próximo embotellamiento!
Los cuatro errores
II.5. Bajo la influencia de la ignorancia, percibimos el mundo de manera equivocada: las cosas que no duran, que no son puras, que son dolorosas y que no son ellas en sí mismas; todas ellas las confundimos con cosas que duran, que son puras, placenteras y muy en sí mismas.
Anitya-ashuchi duhkha-anatmasu nitya shuchi sukha-atma khyatir avidya.
Si un extraterrestre de un planeta iluminado llegara a nuestro mundo, seguramente se quedaría anonadado y entristecido al ver la manera en la que vivimos, ya que la forma en que consideramos todo lo que creemos que es bueno es simple y llanamente incorrecta.
En vez...