Crisis viral

Nuevas tendencias en comunicación política digital

Marcelo Almaguer García

• Editorial: IEXE Editorial
• Año: 2020
• ISBN:
  9786079722999
• Edición: 1
• Categoría: Politics & International Relations
• Categoría: Public Communication Policy

Crisis Viral: Nuevas Tendencias en Comunicación Política Digital describe y documenta casos reales a través de una nueva metodología denominada Radar Digital con el fin de identificar las piezas claves de cualquier activación en redes sociales. Además, ofrece un marco teórico-práctico que permitirá a candidatos, políticos y community managers saber cuál es la mejor forma de reaccionar ante una crisis viral. Otras herramientas de este libro, como el Estándar de Atención Digital, Mapa de Emociones y 5 elementos para ser Viral ayudarán al lector a generar contenidos visuales más efectivos y, sobre todo, a contar historias que se viralicen.La visión de García Almaguer combina la experiencia de ganar múltiples campañas electorales con su pasión y conocimiento sobre disciplinas como la neurociencia.

Fuente: Reporte de Google

Las redes sociales, por supuesto, representan el epítome de esta vida conectada: estamos continuamente produciendo y consumiendo información, creando una vorágine de datos que circulan en todas direcciones, todo el tiempo. De acuerdo con datos del Interactive Advertising Bureau en México –asociación que agrupa a las empresas de publicidad interactiva en los principales mercados del mundo– 37% del tiempo que se consume en medios es digital, en tanto que tres de cada cuatro personas (74%) afirma que no saldría de su casa sin llevar su smartphone.²

Fuente: Reporte de Google

Este entorno digital plantea un desafío para quienes nos dedicamos a la comunicación política. Navegamos en un océano paradójico. Por un lado, es sencillo pasar desapercibido entre el gran volumen de información que se genera minuto a minuto; pero por el otro, una simple onda en el agua puede expandirse hasta devenir en un maremoto. En ambos casos, no se puede avanzar si no se cuenta con los instrumentos de navegación necesarios. Ir por ahí sin una brújula o sin la preparación adecuada es, por decir lo menos, temerario.

¿Qué se necesita para sobrevivir en esta travesía? El primer paso es medir. El estratega debe saber hacer uso de herramientas de escucha, así como emplear una metodología para administrar el desempeño. El buen manejo de métricas, analíticas y estadísticas es una habilidad invaluable para esta labor y, como bien dice la administración clásica, solo aquella meta que se puede medir, se puede alcanzar.

En segundo lugar, es crucial saber cómo viralizar historias. Un contenido (sea una imagen, un vídeo, una frase) que no se mueve, no existe. En Internet, la información debe circular para aumentar su alcance de manera exponencial y llegar a la mayor cantidad de individuos posible. Para ello, es indispensable mantenerse al día, utilizar las técnicas más novedosas para liberar el potencial de las redes sociales.

Por último, resulta crucial saber construir la narrativa correcta. No solamente debe ser creíble y pertinente –características imprescindibles– sino que debe contar una historia con base en una estructura y una lógica de pensamiento. Una narrativa no se genera a través de la improvisación, sino mediante una arquitectura que permite al personaje (y al relato) seguir una línea específica.

De este modo, la supervivencia en el entorno digital tiene un término en común: la preparación. Por ese motivo, en las siguientes páginas encontrarás diversas herramientas que, comprobadas en el terreno práctico y sustentadas en el teórico, te servirán para hallar la ruta adecuada. Así, comenzaré por presentarte la primera: el Radar Digital®.

El Radar Digital

Todos estamos familiarizados con los radares, esos dispositivos que nos permiten localizar objetos dentro de un área o territorio. Prácticas cotidianas como la aviación serían imposibles si no contáramos con esta tecnología; todo el tiempo estaríamos ante el riesgo de colisiones o accidentes. Los radares no solo ayudan a ubicar elementos estáticos, sino también calcular distancias, trayectorias y velocidades. Lo más importante es que el radar es un instrumento que permite tomar decisiones como cambiar el rumbo en el momento preciso.

La comunicación política está llena de obstáculos y eventos fortuitos: auténticos misiles que debemos esquivar para conseguir nuestros objetivos. Así construí este radar, con la finalidad de brindar una herramienta al campo de la comunicación política digital que sirviera para detectar los acechos que tenemos en el terreno y que, la mayoría de las veces, escapan a nuestra toma de decisiones. Su principio físico –que implica emitir un impulso para que rebote en los objetos y luego capturar la señal de vuelta en cuestión de segundos– es una metáfora precisa: construir un instrumento que nos regresara información inmediata del entorno para permitirnos calcular el riesgo que puede representar una situación.

El Radar Digital que pongo a consideración permite identificar y clasificar los retos que existen en la comunicación política digital. Lo he diseñado en cuatro cuadrantes clave que facilitan la toma de decisiones en el momento preciso: 1) formato, 2) sentimiento, 3) influenciadores y 4) alcance. Por último, propongo el timing como el factor clave.

Fuente: Elaboración propia
http://crisisviral.mx/radar-digital

Este libro se trata sobre tomar decisiones informadas. Al igual que el piloto de aeronaves, saber interpretar con precisión lo que los instrumentos nos dicen (y no únicamente valerse de la experiencia personal o la intuición) implica un razonamiento científico y una disciplina constante. Este Radar Digital será útil en la medida en que sepamos discernir correctamente los resultados. Porque el mismo principio aplica para el aviador que para el estratega político: la mejor manera para sobrevivir a la tempestad es evitándola a tiempo.

1. Formato

La frase “el medio es el mensaje” es uno de los postulados de las Ciencias Sociales más reconocidos en el mundo. Enunciado por el teórico Marshall McLuhan en 1966, sostiene que los medios constituyen mensajes por sí mismos, ya que introducen cambios en los patrones de conducta de los seres humanos.³

Piense, por ejemplo, en una bombilla de luz. El foco es el medio, mientras que la electricidad es el mensaje. Ahora, sitúe ese foco en un callejón: su sola presencia ya modifica nuestra percepción y nuestro comportamiento. Si la bombilla está encendida, quizá nos haga sentir más seguros de cruzar por ahí; si está apagada, desconfiaremos del camino; si está rota, entonces nos preguntaremos por qué el gobierno no la ha cambiado, y así sucesivamente.

Esta noción está complementada por la idea de que toda tecnología extiende y contrae nuestros sentidos. Sobran los ejemplos: desde un telescopio que extiende nuestra vista hacia los astros, hasta una simple libreta, que mejora nuestra capacidad de recordar.

Cuando se enunciaron estas ideas, la invención de Internet se hallaba lejana. No obstante, se predijo exitosamente que algún día habitaríamos una aldea global, gracias a una tecnología que permitiese extender nuestra consciencia colectiva. Hoy podemos extender nuestra presencia al borde de la omnisciencia y la omnipresencia: estar presentes en todos lados, en todo momento, recordándolo todo.

Por supuesto, la reflexión debe cerrar sin perder de vista que a toda extensión de los sentidos corresponde una limitación. Así como podemos percibir lo que acontece en el mundo en un parpadeo, el volumen y la velocidad de la información exceden nuestras capacidades humanas. Estamos limitados para entender fenómenos y sucesos complejos, ya sea por la pantalla de un iPad o del celular, por la extensión de 140 caracteres o por la composición de una sola fotografía. Contradictorio es que podamos ver más lejos pero comprender menos.

1.1 El formato en cada pieza de comunicación

Establecida la base teórica, miremos cómo clasifica el Radar Digital a cada uno de los formatos. Hacia la orilla, en la zona de menor riesgo, se encuentran aquellos que dependen más de esta interpretación individual. El texto se ubica justamente en este punto más lejano porque sus consecuencias dependen de un lector más instruido. Por ese motivo es que los reportajes, artículos de opinión y columnas tienen mayor resonancia en comunidades especializadas, como exploraremos más adelante.

De ahí saltamos a los estímulos visuales, como la fotografía, que dota al individuo de más elementos para corroborar la relación entre lo que se dice que sucedió y la evidencia del hecho; mientras que la infografía ordena la información en gráficos que permitan digerir solo lo más relevante, usando la economía de palabras.

La imagen, por supuesto, puede ser puesta en duda. Las técnicas actuales de alteración y la facilidad de acceder a los programas de edición han hecho que la fiabilidad de una fotografía sea cuestionable. Esta manipulación no es exclusiva de la época digital: desde el mismo montaje y encuadre se puede inducir una cierta interpretación. Piense en los mítines y las marchas que son aparentemente multitudinarias gracias a una fotografía tomada desde cierto ángulo o con un acercamiento considerable.

En otras ocasiones, las imágenes pueden no corresponder al lugar o la fecha donde afirman haber sido tomadas. Por ejemplo, durante las protestas en Venezuela en 2014 circularon numerosas fotografías que correspondían a disturbios pasados o en otros países. Como respuesta, un grupo de programadores venezolanos desarrolló la aplicación FotoAhora, que permite publicar fotos en Twitter con el día y la hora en que fueron realizadas.⁴ Mecanismos de este tipo nos permiten garantizar la confiabilidad de nuestro material, a la vez que nos dan elementos para desmentir cuando es utilizado en nuestra contra.

Fuente: cnn en español

En la siguiente categoría podemos colocar a la transmisión en vivo (streaming), una tecnología cuya adopción está cobrando importancia rápidamente. Aplicaciones como Meerkat, Wouzee, Periscope (vía Twitter) o Facebook Live están propiciando que los políticos y ciudadanos puedan emitir en vivo un acontecimiento a través de la red.

Al respecto, la tasa de penetración de teléfonos móviles inteligentes está creciendo: mientras que en 2014 se calculaban 33 millones de smartphones en México contra 94 millones de celulares análogos⁵, en el segundo trimestre de 2015, la cifra ascendió a 62.5 millones de teléfonos inteligentes.⁶ Sin embargo, aunque la adquisición de est...