Edición y tratamiento del color en fotografía digital
“ Solo un ojo ignorante asigna un color fijo e inmutable a cada objeto. „
Paul Gauguin
Alterar el color en la cámara
En fotografía, siempre ha sido posible la alteración del color de una imagen a través de la cámara en el momento de la toma. En la era analógica, la utilización de película para luz de día o para luz de tungsteno, permitía modificar los tonos de color en función de su uso. En ocasiones, el empleo de filtros delante del objetivo, o la utilización de geles de colores en fotografía con flash, también posibilitaban alteraciones del color real. Muchas personas conocen, por ejemplo, el efecto noche americana, que el director francés FRANÇOIS ROLAND TRUFFAUT (1932-1984) popularizó en su película La noche americana (1973).
Da la impresión de que la fotografía digital haya cambiado esas costumbres, seguramente debido a la facilidad que el retoque digital por software permite hoy en día. Sin embargo, existen muchos colectivos de fotógrafos, que se resisten a abandonar la idea de que una fotografía debe concluirse en la toma, y casi reniegan de cualquier alteración posterior en programas como Photoshop. Por ejemplo, en la fotografía de naturaleza o de paisaje, corrientes como Only raw, se manifiestan en una clara tendencia a no alterar ni manipular las imágenes en programas de edición o postprocesado, y por el contrario utilizar creativamente todos los medios a su alcance, para obtener una imagen ideal en la toma.
Las posibilidades de alterar de forma creativa el color de una imagen a través de la cámara son muy variadas, desde la utilización de filtros de fotografía, hasta la manipulación consciente del balance de blancos. El fotógrafo puede controlar siempre el color, porque decide qué luz utilizar y en qué momento y condiciones debe tomar la fotografía.
La alteración creativa del color en una fotografía es una decisión personal del autor. El momento y los medios técnicos para ello son muy variados, pero en cualquier caso, lo único decisivo será el resultado final.
FILTROS DE FOTOGRAFÍA
Un filtro fotográfico es un accesorio, generalmente de cristal, aunque los más económicos pueden ser de gelatina, que se acopla mediante una rosca a la parte frontal de un objetivo, con el fin de conseguir un determinado efecto en la fotografía. Suelen ser de forma circular, acoplados directamente, o bien cuadrados, que se montan en un soporte portafiltros que se rosca al objetivo.
Su utilización es muy variada, desde la protección de la lente hasta la corrección de la exposición, el balance del color o la obtención de formas y efectos creativos. Actualmente, los más utilizados en fotografía digital son:
Filtros protectores
Llamados también Skylight o ultravioleta. Su función principal es la protección de la lente frente a golpes, suciedad, polvo, humedad, etc. Muchos de ellos, también reducen el efecto de brumas o neblinas. Si son de buena calidad prácticamente no se perderá definición o nitidez en la fotografía.
Filtros polarizadores
Tienen la propiedad de dejar pasar únicamente a través del objetivo la luz polarizada. El filtro modifica la trayectoria de los rayos de luz para que no puedan reflejar y refractar simultáneamente. Su principal utilización es para la eliminación de reflejos sobre superficies como el agua o el cristal, el realce del color verde, o el oscurecimiento del cielo en mayor o menor intensidad, en función del ángulo de toma respecto al sol.
En esta fotografía de un paisaje manchego, la utilización del filtro polarizador ayuda a equilibrar el contraste entre las diferentes tonalidades, saturando todos los colores, en especial el azul del cielo.
Filtros de densidad neutra (ND)
Estos filtros facilitan un control sobre la cantidad de luz que llega al sensor de la cámara a través del objetivo, permitiendo una reducción de la intensidad de la luz sin que se altere el color, y posibilitando de este modo, alargar el tiempo de exposición con fines estéticos y creativos. Son siempre de color gris y utilizan distintas numeraciones según el grado, desde un gris claro hasta otro casi negro. En la mayoría de los casos su uso está relacionado con la utilización de una velocidad de obturación menor, aunque en ocasiones, también se utiliza para un control de la profundidad de campo, a través de la utilización de una apertura de diafragma mayor.
Esta fotografía se tomó con un filtro ND400, lo que permitió una exposición a 100 ISO de 150 segundos a f/11, consiguiendo de esta manera el efecto de movimiento en el agua.
Filtros degradados
También llamados de contraste variable, porque permiten igualar zonas de diferente contraste en la escena, equilibrando la exposición y manteniendo el detalle en las luces y en las sombras. Los hay de densidad neutra (grises), o también de colores, que además de equilibrar la exposición, permiten conseguir un efecto colorista en la imagen. Su principal utilización es en fotografía de paisaje o de naturaleza.
Comparativa del uso de filtros degradados en la cámara. En la imagen inferior se ha utilizado un filtro gradual gris Cokin G2 P121 más un filtro gradual azul intenso Cokin B2 P123.
BALANCE DE BLANCOS
El balance de blancos ha sido ya tratado anteriormente en este libro, pero ahora hablaremos de él, únicamente como modificador de la temperatura de color para alterar los colores de la imagen.
En función de la temperatura de color elegida, que oscila en una escala de más frío a más calor, podemos modificar los colores y el tono general de la imagen, tratando de que sea más azul (enfriándola) y propiciando así una sensación física de frío, evocando la noche o el final del día, en función del entorno representado. Por ejemplo, una escena invernal, puede transmitir visualmente una mayor sensación de frío al aplicar un tono más azulado desde la cámara.
De forma contraria, al calentar la imagen con un valor más alto de la temperatura de color en la cámara, se potencian los colores cálidos y se transmite una sensación de mayor cercanía. Por ejemplo, al fotografiar un paisaje en las hora...