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Tomás Quintero/Thomas Farmer.
Informes del espía de la República de Colombia en la Corte de Fernando VII (1825-1830)
- 468 páginas
- Spanish
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Tomás Quintero/Thomas Farmer.
Informes del espía de la República de Colombia en la Corte de Fernando VII (1825-1830)
Descripción del libro
Durante seis años las autoridades revolucionarias de Colombia recibieron vía Londres detallados informes de cuanto acontecía en la España de Fernando VII suscritos por Thomas Farmer, inglés y comerciante de profesión. Detrás de aquel nombre se escondía Tomás Quintero, un venezolano llegado a la Península en 1815 en compañía de su protector, el arzobispo de Caracas. A pesar de que desde los años cincuenta del siglo pasado se estableció la verdadera identidad del agente confidencial y se conoció su importante labor, hasta ahora no existe investigación alguna sobre el personaje. Para reparar esta injusticia, en el presente volumen se reproducen más de un centenar de informes que no sólo ofrecen una visión muy particular del conflicto independentista, sino que constituyen, además, una fuente extraordinaria sobre la España de la llamada Década Ominosa.
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Información
Categoría
HistoriaCategoría
Historia de la ciencia1827
42. ENERO 18
Original: AGN, DT8, caja 508, carpeta 12, f. 38.
Temas: dolencias de Farmer, noticias de la frontera portuguesa (derrota de Silveira y Telles), buena acogida que se da en España a los miguelistas derrotados, ultimátum británico y respuesta de la corte madrileña, cambio de los redactores de la gaceta ministerial, noticias del Paraguay.
Madrid, i8 [de] enero [de] i827
Mi muy estimado protector:
Desde que tuve la honra de escribir a usted mi anterior de I° [del] corriente, he estado postrado con unas calenturas catarrales que me han impedido cumplir con mis deberes; y hoy mismo voy a procurar hacerlo aunque con la cabeza enteramente perdida, pero a lo menos tendré el gusto de comunicar a usted la noticia que ha producido aquí una sensación terrible y un terror tal en los apostólicos que aún no han vuelto de[l] susto.
Es el caso que llegaron ayer tarde varios correos extraordinarios de la frontera de Portugal con despachos del general Sarsfield, de San Juan y de Longa, quienes avisan contestes que los facciosos al mando de Silveira y Telles Jordán habían sido batidos y destrozados a dos jornadas y media de Lisboa por un cuerpo de infantería portugués y tres escuadrones escoceses de caballería que pusieron a aquellos en la más completa derrota y fuga, persiguiéndolos cinco días consecutivos, haciéndoles una multitud de prisioneros y muchos heridos, entre quienes los mismos Silveira y Jordán, aunque no se sabe el paradero del primero y sí el del segundo, que ha sido traído en litera a Ciudad Rodrigo. Como la corte se había trasladado desde el lunes i5 al sitio del Pardo, el Ministro de Estado Salmón se trasladó ayer al anochecer allí con todos los partes, y se dice que dio un día de luto a su amo, a los infantes y a las infantas, sobre todo.
Aquí tiene usted un nuevo motivo de complicarse más y más las cuestiones que se están ventilando entre ese y este gabinete, porque se sabe ya que por diversos puntos están entrando miguelistas derrotados y heridos, a quienes se está haciendo muy buena acogida, y parece indudable que se presenta ahora a Mr. Lamb abundante materia para aumentar sus catálogos de quejas contra la España.
Este ministro aguarda por momentos un correo con la contestación de ese ministerio sobre la respuesta de éste al ultimátum que recibió, respuesta que, como usted sabrá ya, se reduce a manifestar I .° que el gobierno de Portugal está reconocido por éste, 2.° que el Católico tiene embajador en Lisboa y que aquí está reconocido el Encargado de negocios de allá, y 3.° que en cuanto a mudar de Ministro de Gracia y Justicia y Capitanes Generales de Castilla la Vieja, Extremadura, y Galicia, no podía Su Majestad Católica resolverse a tamaño sacrificio, habiendo aquellos justamente merecido su más completa confianza. Por lo demás, en la gaceta de hoy verá usted una circular que puede arder en un candil y un artículo de los nuevos redactores que no le va a la zaga. La circular ya la tenía copiada para usted desde mi anterior, pero teniendo usted ahí la gaceta, omito remitirla. He dicho de los nuevos redactores porque el gobierno ha quitado de la redacción a dos clérigos que la tenían y la ha dado a otros dos, de quienes espera mejores servicios, así como ha echado a la calle y condenado a perecer de hambre a todos los escribientes del Ministerio de Gracia y Justicia por haber descubierto que comunicaban copias a Mr. Lamb de todos los actos y disposiciones relativas al Portugal.
En el correo inmediato hablaré a usted largamente de estos negocios y satisfaré a cuanto se sirve usted indicarme en su muy apreciable [de] 29 último, que recibí con infinito aprecio. Y por hoy sólo añadiré que ha habido una tentativa de sublevación realista en el Paraguay, promovida y dirigida por don Manuel Avendaño, sobrino del marqués de este título en Galicia. Francia, al ver la patria en peligro, salió de su retiro, se puso al frente de una legión y sufocó la revolución, haciendo pasar por las armas 116 hombres, entre quienes Avendaño, y a los cuales, según su costumbre, por decreto especial, mandó dejar insepultos.
No puedo hoy más, pero en el inmediato seré largo. Entre tanto, permítame usted que le recuerde que la carta que usted se sirvió ofrecerme para el secretario de la legación de los Estados Unidos, no ha venido, quizá por haberse quedado sobre la mesa, y a mí me parece que nos conviene mucho. Consérvese usted bueno y mande como guste a su apasionado y agradecido servidor, que besa sus manos.
T. Farmer.
P. D. Acompaño dos Reales órdenes y una carta de Rojas mediante la cual pude sacar copia de la representación que emití en 1° [del] corriente.
Anexos. Reales órdenes y carta de Rojas Queipo
AGN, MRE, DT8, Caja 508, carpeta II, ff. 49-50.
1. Real orden del Ministerio de Estado.
Ilustrísimo señor: Siendo sumamente urgente aprontar la cantidad necesaria para lograr la paz con la Regencia de Argel, se pondrá Vuestra Señoría Ilustrísima de acuerdo con los señores secretarios del Despacho de Marina y Hacienda con el fin de que bajo la garantía de los fondos de la orden de San Juan, pero salvo el cumplimiento de la obligación que tiene contraída a satisfacer el préstamo llamado “Argelino”, se logren los recursos necesarios para salir del gran compromiso en que nos hallamos. De Real orden lo comunico a Vuestra Señoría Ilustrísima para su inteligencia y efectos consiguientes. Palacio, 5 de noviembre de 1826.
2. Real orden del Ministerio de Estado.
Ilustrísimo señor: El rey, nuestro señor, oído su Consejo de Estado, se ha servido resolver que las Recibidurías de la orden de San Juan de Jerusalén reciban las órdenes de Su Majestad por la vía reservada de Hacienda en lo relativo a la administración de los bienes de la orden, cuya medida será temporal y hasta tanto que quede satisfecha la obligación contraída sobre esta garantía por la cantidad de 269.000 duros adquiridos para ajustar la paz con la Regencia de Argel, debiendo ante todas cosas pagarse las cargas de justicia y los réditos y capital que aún restan en parte por amortizar del empréstito de 8 millones de reales [de] vellón, hecho por los consulados del reino en el año de 1815 y conocido con el nombre de “Empréstito Argelino”. De Real orden lo digo aVuestra Señoría Ilustrísima para su inteligencia y efectos consiguientes. Palacio, 2 de diciembre de 1826.
3. Carta de Rojas Queipo.
Valladolid, 25 de diciembre de [I]826.
Mi muy estimado paisano y amigo: Saludes, etc. En el último correo he recibido su apreciable del 20. Ha discurrido y juzgado usted muy bien atribuyendo mi silencio a muchas, graves y urgentísimas ocupaciones; a los obstáculos que las circunstancias de las personas, de las cosas y de los tiempos presentan para comunicar aun los más sanos y justos pensamientos, y por último a mi arruinada salud. Y estos mismos obstáculos que me han impedido escribir a usted, y además el poco tiempo y lo reducido de la habitación en que habito, escribo y recibo visitas (que en estos días se han multiplicado), no me permiten clasificar bien las ideas y comprender en menos palabras más pensamientos en la representación del 28 de que usted me pide copia. Sufriré, pues, la humillación por lo fastidioso que será su lectura, aun a aquellos a quienes agrade su contenido, pero me consolará el considerar que digo en ella verdades purísimas, oportunas, convenientes, cuyo conocimiento es necesario y urgente, y que esto lo he hecho con la mejor intención, aunque exponiéndome en ello a toda la furia del infierno y de los anticristos. Escribo hoy al marqués encargándole se la envíe a usted a su casa para que la lea. No hay más lugar. Adiós. Es siempre su afectísimo paisano, amigo y servidor, Rojas Queipo.
43. ENERO 24
Original: AGN, DT8, caja 508, carpeta 12, ff. 39-40.
Traslado al ministerio desde Londres: AGN, MRE, DT2, t. 314, ff. 237-239.
Temas: aparición en Cuba del navío Guerrero, que se daba por perdido; justificación del desastre de la escuadra que han dadoVives, Pinillos y Laborde; conspiración colombiana proyectada por los Iznardi en Cuba y presunta complicidad en ella del gobernador de Trinidad, sublevación en la misma ciudad del batallón Tarragona, suscripción y empréstito forzoso ordenados en Cuba, suma numerosa que se recogió y compra con aquel dinero de los navíos que en los Estados Unidos había mandado construir la República de Colombia, noticias de Portugal: neutralidad aparente de la corte madrileña, buena acogida que se da a los miguelistas, nuevo ministerio que proyecta Fernando VII, nombramiento de oficiales “pacificadores” en Castilla la Vieja y Talavera.
Enero 24 [de] 1827, 17.°
Mi muy querido protector. En continuación de mi anterior de 18 [del] corriente voy a reunir en ésta cuanto me parezca digno de la consideración de usted, comenzando por lo que nos toca más de cerca.
/Ha llegado larga correspondencia de La Habana, conducida por el paquete de Bordeaux por el bergantín Tito, que surgió en Cádiz, y otro que ha venido a Santander. Las cartas llegan a 5 de diciembre, y yo mismo las he tenido hasta fines de noviembre. Lo más importante que hablan todas es la llegada del navío Guerrero que al fin apareció en aquel puerto el 6 de noviembre cuando ya todos allá y aquí estaban firmemente persuadidos de su pérdida. Arribó sin palo alguno, sin artillería y sin casi velamen, pero con el casco sano y sin hacer agua, de modo que habiendo el Capitán General enviado una goleta para preguntar a Laborde si necesitaba algún auxilio, contestó que nada había menester. La dilación de dicho buque había provenido de que después del huracán que dispersó la escuadra, Laborde se dirigió sucesivamente a todos los puertos que había señalado como puntos de reunión, esto es, a Puerto Rico, Baracoa, Jamaica y La Habana. El Ministerio de Hacienda y el de Marina han recibido pliegos del Intendente Pinillos y del mismo Laborde, pliegos que contienen, por cierto, circunstancias muy dignas de la consideración de usted y de sus comitentes.
En primer lugar, no debe usted ignorar que Pinillos, Laborde y el mismo general Vives, tratando de disculparse con el gobierno del desastre padecido, están acordes en manifestar que la coyuntura que se les presentaba de ocupar a Cartagena era tan favorable y perentoria que no les dejaba lugar a examinar si el tiempo era o no a propósito para emprender y realizar la expedición; porque no habiéndose ésta resuelto sino en virtud de las inteligencias secretas establecidas en la plaza y urgiendo infinito apresurarse a dar un golpe de mano, los buenos servidores del rey debían arriesgarlo y posponerlo todo a la adquisición de una plaza de tamaña importancia. Traslado a Bogotá. Dicen también los mismos Vives, Pinillos y Laborde que se dictaban las más serias y oportunas providencias para reparar inmediatamente la escuadra que estaría muy pronto en estado de salir al mar.
Pero lo que más ha llamado la atención del gobierno y más cuidado le ha dado es la noticia que Vives comunica relativa a Trinidad de Cuba. Ya he avisado a usted que el gobernador de esta provincia, coronel Junguito, había sido traído preso a La Habana, donde estaba privado de comunicación y se le seguía causa como cómplice de una terrible conspiración, dirigida por unos Iznardis, vecinos y del comercio de la capital, y cuyo objeto era proclamar allí el gobierno de la República de Colombia y marchar sobre La Habana con una multitud de paisanos y algunos millares de negros para quienes había bastantes armas dispuestas y prevenidas. Avisa, pues, ahora Vives, que en el Consejo de Guerra que se estaba haciendo a Junguito iba apareciendo inocente, aunque se comprobaba plenamente la sublevación proyectada por los Iznardis, de acuerdo con agentes colombianos, que habían desembarcado y vivido algún tiempo en Trinidad, en clase de comerciantes ingleses y norteamericanos, añadiendo que de los vecinos de dicha capital iban a ser ahorcados los principales revolucionarios dentro de poco, estando su delito comprobado y obrando en el proceso las proclamas, correspondencias y planes que se les habían encontrado. Pero a continuación de todo esto añade que mientras se ventilaba este negocio en La Habana, había estallado otra nueva revolución en Trinidad, en la que no había tenido parte ningún americano, sino que había sido obra del regimiento español de Tarragona, cuyo primer batallón se había insurreccionado a su primer comandante Castellá, saqueado la ciudad y cometido inauditos desórdenes contra el vecindario, que quedaba a la fecha de las últimas noticias, encerrado en sus casas, como si la ciudad hubiera sido tomada por asalto.
Cuanto dejo dicho es de oficio, pero me parece conveniente informar a usted de otra noticia que no lo es, pero que consta de varias cartas, entre otras de una del coronel Tello, español poco ha destinado a la isla de Cuba, y que escribe a otro español de los oficiales de Morillo. Dicen, pues, estas cartas que, persuadidos el Capitán General y el Intendente de la pérdida definitiva del Guerrero, habían abierto una suscripción voluntaria en toda la isla, y después habían hecho un reparto de empréstito forzoso, con que habían logrado allegar una suma muy considerable, con la que se habían presentado en los Estados Unidos dos individuos del comercio de La Habana, comisionados para comprar el navío y la fragata concluidos recientemente para Colombia, pero que se vendían al primer ocurrente, en virtud de la extrema penuria de aquella república, y de la completa insolvencia a que se había reducido y estaría condenada por mucho tiempo, una vez que se habían separado del gobierno general los más importantes Departamentos, que habían proclamado el gobierno federal, desconociendo no sólo la autoridad constitucional del vicepresidente, sino la misma del Libertador Presidente. Que los dos comerciantes, al momento que habían presentado sus condiciones, exhibiendo de contado en onzas de oro una parte muy considerable del precio de los buques, y ofreciendo garantías para el pago de lo restante dentro de plazos muy cortos, habían concluido el negocio, y puesto la bandera española a los buques, que dentro de poco llegarían a La Habana a aumentar las fuerzas de la escuadra, que ella sola sería capaz de restablecer en Colombia y México el paternal legítimo gobierno. Los españoles y los americanos emigrados que esperan aquí la venida del Mesías con más fe que los israelitas, añaden ahora que habiendo aparecido el Guerrero, habiéndose adquirido aquel navío y aquella fragata en los Estados...
Índice
- PORTADA
- PORTADILLA
- CRÉDITOS
- AGRADECIMIENTOS
- INTRODUCCIÓN
- 1823
- 1825
- 1826
- 1827
- 1830
- 1832
- CARTAS DIRIGIDAS A QUINTERO
- CARTAS DE OTROS AGENTES DE COLOMBIA DE ESPAÑA