La Merced: Centralidad económica y cadena de suministro de alimentos

José Gasca Zamora

• Editorial: UNAM, Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad
• Año: 2020
• ISBN del libro electrónico: 9786073024198
• Categoría: Política y relaciones internacionales
• Categoría: Planificación de ciudades y desarrollo urbano

El conjunto de mercados de La Merced ha desempeñado un papel estratégico en la Ciudad de México y su área metropolitana, en la medida en que ha sido el nodo principal de acopio y abasto de alimentos hortofrutícolas. Además de su función social como centro de abasto para el núcleo de población más grande del país, el volumen de transacciones económicas y flujos de mercancías lo convierten en una plataforma que contribuye a reforzar la centralidad urbana y desplegar una red de relaciones funcionales interregionales de primer orden.

Introducción

La Merced constituyó la concentración comercial más importante de la Ciudad de México durante casi todo el siglo xx. Ello se debió a la necesidad de contar con un centro de distribución de alimentos que permitiera cubrir la demanda de una urbe que en lapso de pocas décadas se convertiría en la principal concentración demográfica del país.

Como zona comercial, La Merced integra actualmente un conjunto de mercados que ha generado dinámicas tanto en la estructuración de un espacio urbano con características distintivas en los circuitos de la economía local y de la ciudad, como un lugar desde el cual se despliegan complejas relaciones funcionales en la escala metropolitana y regional.

De acuerdo con lo anterior, el presente texto tiene dos propósitos principales: primero, analizar la relación entre ciudad y abasto alimentario por medio del papel que ha desempeñado en la zona de mercados de La Merced, es decir, de qué manera la ciudad, por conducto de su propia dinámica sociodemográfica y económica, influyó en la estructuración de un espacio orientado al comercio y el consumo que ha sido vital para la reproducción social de la Ciudad de México.

El segundo propósito está relacionado con la dinámica generada por la fuerza articuladora de La Merced a través de las relaciones funcionales entre la zona metropolitana y las regiones de los proveedores. Esta cuestión se documenta por medio del análisis de la cadena de suministro, y aporta elementos para la comprensión del proceso de distribución logística y geográfica de mercancías a partir de la relación que se forma entre centros productores-unidades de acopio-establecimientos de venta; además contribuye a determinar en qué ámbito se ubican las capacidades de los agentes para controlar o coordinar los procesos de distribución y oferta de bienes.

Para la elaboración de este trabajo, además de la revisión de textos y estadísticas oficiales que permitieron explicar el proceso evolutivo y comprender la estructura actual de la zona de mercados de La Merced, se recurrió a la captación de información directa mediante una muestra representativa que permitió identificar las cadenas de suministro a través del flujo de los productos más representativos en los distintos giros alimentarios y no alimentarios, aunque para efectos de este trabajo solo se enfatiza en el segmento de frutas y legumbres.¹

José Gasca Zamora²

Notas

1 La determinación de la cadena de suministro se obtuvo de las estimaciones uno de los levantamientos de información directa del estudio socioeconómico empresarial aplicado a comerciantes establecidos y trabajadores de ocho de los mercados. La aplicación y procesamiento de la encuesta se realizó en el marco del “Diagnóstico integral del polígono de La Merced con miras a su revitalización económica y reconstrucción del tejido social”, bajo la coordinación del puec. Se consideró un tamaño de muestra de 200 comerciantes establecidos con un nivel de confianza del 90 por ciento, un efecto de diseño de 1.1 y una tasa de no respuesta del 2 por ciento; y se realizaron estimaciones para la población con un margen de error de ±6.1 puntos porcentuales. Los resultados finales de la muestra fueron de 220 registros, de los cuales fueron seleccionados 174, quienes contestaron las preguntas principales sobre ventas, origen de los productos y destino del consumo.

2 Investigador Titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la unam; e-mail: [email protected].

Este texto forma parte de los resultados del Proyecto PAPIIT-DGAPA IG300219 “Las políticas sociales de México (2000-2018). Derechos constitucionales y arquitectura institucional”.

La Merced: Centralidad económica y cadena de suministro de alimentos

El mercado de La Merced y su función en el abasto alimentario de la Ciudad de México

Durante la segunda mitad del siglo xix y principios del xx, los procesos de distribución de alimentos en las incipientes ciudades mexicanas se estructuraron por medio de mecanismos de intercambio directos entre productor y consumidor, así como por la concurrencia de una diversidad de comerciantes especializados, fijos e itinerantes, que permitían cubrir determinadas necesidades de abasto de alimentos.

La capital del país, como principal acumulamiento de población en el país, generó una demanda de productos alimentarios a una escala mayor que cualquier otra ciudad debido al tamaño de su mercado. Las necesidades de abasto de la capital durante la segunda mitad del siglo xix se resolvieron de dos maneras; primero, por las relaciones de proximidad física y social, es decir, mediante la participación de productores provenientes de pueblos periurbanos que concurrían de manera directa a las calles, plazas y concentraciones comerciales para ofertar sus productos directamente a los consumidores. Segundo, por la participación de establecimientos tradicionales especializados que fueron integrándose al entramado urbano y que, a la vez que elaboraban productos, también los comercializaban, como fue el caso de panaderías, establos lecheros, entre otros.

Hasta principios del siglo xx en la Ciudad de México se aprovechaba todavía el sistema de canales para movilizar los productos alimentarios de los pueblos circundantes como Xochimilco y Tláhuac. En las inmediaciones de la ubicación actual de La Merced se encontraba uno de los puertos más importantes donde arribaban diversos productos del canal de la Viga. Por su parte, el ferrocarril, que hace su aparición en México en las últimas décadas del siglo xx, permitió estructurar desde la capital del país diversas redes de aprovisionamiento de cereales, frutas, hortalizas y productos pecuarios de regiones más distantes para garantizar el flujo de alimentos. La antigua estación de San Lázaro, ubicada a menos de dos kilómetros de La Merced, tenía una localización estratégica y funcional para el transporte de alimentos del campo que llegaban de entidades como Morelos, Puebla, Veracruz, Oaxaca, entre otras.

Hacia finales del siglo xix La Merced ya concentraba una intensa actividad comercial en el sector oriente de la Ciudad de México de aquella época, aunque con un carácter desordenado de ocupación de calles y espacios públicos. Su progresivo crecimiento ocurrió a costa de los sectores residenciales de la zona y las áreas circundantes que gozaban de una herencia colonial. Para tratar de organizar la actividad comercial en la zona, en 1890 se puso en funciones lo que sería el primer mercado establecido de La Merced como parte del proyecto modernizador del porfiriato, que impulsó la creación de distintos mercados en la capital del país.

En el periodo posrevolucionario la capital del país vivió una relativa estabilidad y un importante auge económico, convirtiéndose eventualmente en el principal polo de atracción de migrantes del campo. El crecimiento demográfico generó, evidentemente, un aumento de la demanda de alimentos que a la vez requirió una expansión de áreas destinadas al acopio, distribución y consumo de productos alimentarios. Desde la década de los años treinta del siglo xx el transporte carretero comienza a tener un rol complementario para articular áreas rurales periféricas y regiones más distantes, que permitió diversificar la oferta de productos; el autotransporte favoreció mayor conectividad en el traslado de mercancías y junto con el ferrocarril hicieron más rentable el envío masivo de perecederos desde grandes distancias.

El mercado de La Merced creció al mismo ritmo acelerado de la Ciudad de México durante la primera mitad del siglo xx y se convirtió en lugar de concentración comercial que amplió constantemente sus límites, lo que saturó, integró y sometió el espacio urbano a las dinámicas del comercio y el consumo. Dicho espacio terminó transformándose en una zona comercial donde emergieron transacciones de mayoreo y distintas modalidades de intermediación con una complicada red logística de acopio y distribución, lo que implicó, además, una intensa y compleja actividad laboral para resolver cotidianamente la entrada y salida de miles de toneladas de productos provenientes de distintas áreas rurales de producción. Bajo este contexto surgieron intermediarios y mayoristas que acumularon un gran poder económico, quienes se erigieron como agentes clave en la organización del complejo sistema de abasto de la Ciudad de México articulado desde La Merced.

Los primeros comerciantes mayoristas arribaron a La Merced en la década de los años treinta del siglo xx, y con ellos creció el número de bodegas, no obstante que un buen número de transacciones se realizaban en las zonas exteriores al mercado. De acuerdo con Echánove (2002), la expansión comercial de La Merced se situó a partir de 1930 cuando se registró un aumento de la cantidad de bodegas, puestos fijos y semifijos, así como locales de servicios. En este periodo se detectó el arribo de comerciantes de otras regiones del país, del extranjero y un crecimiento no controlado de la zona comercial, que invadían calles aledañas y, a la vez, generaron procesos de especialización.

De acuerdo con la encuesta levantada por Valencia (1965), durante la década de los años cuarenta y cincuenta se registró la mayor expansión de bodegas en La Merced. Esta situación se corresponde con el hecho de que la ciudad experimentó en ese periodo uno de los mayores crecimientos demográficos, a la par que el desarrollo y la modernización de vías de comunicación terrestre contribuyeron a densificar la red de vínculos de la Ciudad de México hacia las distintas zonas y regiones productivas en las entidades del centro,...

Índice

• Presentación
• Introducción
• Conclusiones
• Referencias