Manual para el cultivo de frutales en el trópico. Manzano y Peral

Fánor Casierra

• Editorial: Produmedios
• Año: 2012
• ISBN del libro electrónico: 9789588829067
• Categoría: Política y relaciones internacionales
• Categoría: Política agrícola pública

"Un nuevo libro en manos del público es muy significativo para una sociedad, pero un libro calificado como de "gran tamaño" y que a la vez haga referencia a una actividad que, como los frutales para Colombia, puede constituirse al lado del café, las flores y el banano en referente obligado de nuestra identidad ante el mundo en los próximos 20 años, tiene una altísima dosis de motivación, no solo desde el punto de vista de los estudiosos de la fruticultura -especialistas y neófitos- sino, principalmente, desde el ángulo de los inversionistas y de los diseñadores de políticas públicas, que tendrán el reto de hacer realidad lo que hasta hoy ha sido una mera lisonja: el tránsito real de una fruticultura de patio a una fruticultura comercial con claros entronques en los principales mercados internacionales. Por esta razón, y porque en las actuales circunstancias nuestro país tiene dentro de sus apuestas productivas y comerciales, en el marco de los tratados de libre comercio, esperanzas ciertas en este importante renglón productivo, para el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural más que pertinente resulta oportuno y reconfortante presentar el libro "Manual para el cultivo de frutales en el trópico", que a través de 1024 páginas reúne la experiencia y la visión de un selecto grupo de 48 autores y coautores de reconocida trascendencia en el ámbito de la docencia, de la investigación y del propio ejercicio profesional, en una mixtura que recoge, de manera integral y propicia, los diferentes quehaceres de la actividad frutícola con identidad nacional, pero naturalmente con aplicación a la fruticultura del trópico en general."

1.1 Manzano y Peral

(Malus domestica Borkh.) - (Pyrus communis L.)

{1}Fánor Casierra-Posada

INTRODUCCIÓN

El primer productor de manzana y pera es China, con 27.865.889 t y 13.045.434 t de fruta, respectivamente, producida en 2007{1}. En el mismo año, en Colombia se produjeron 2.530 t de manzana y 14.955 t de pera en un área de 282 ha y 1.123 ha, respectivamente{2}. El departamento con mayor área sembrada en estos frutales es Boyacá, dadas las condiciones agroecológias apropiadas para su cultivo y a que en la región se han cultivado tradicionalmente. Estos frutales fueron introducidos al país por los colonizadores y evangelizadores en el siglo XVI, y muchos materiales lograron una gran adaptación y se conservan hasta la época contemporánea, luego de sucesivos cultivos.

Tanto el manzano como el peral son árboles caducifolios de la familia Rosaceae. En manzano, las flores son pedunculadas y tienen una corola y cinco pétalos blancos, redondeados, frecuentemente veteados de rosa; surgen en racimos de tres a seis unidades, formando corimbos (figura 1). Son hermafroditas, con cáliz de cinco sépalos y numerosos estambres amarillos. El fruto que se desarrolla a partir de este pedúnculo floral que se vuelve carnoso es la manzana, suave y brillante, de piel verde, amarilla o roja, con una pulpa jugosa, dulce y que contiene semillas(figura 2). La inflorescencia es una cima simple con cinco flores hermafroditas epíginas, siendo la central la primera en formarse en posición terminal, por lo que resulta la más desarrollada y competitiva. A esta se le llama comúnmente “flor reina” y generalmente produce los frutos de mayor tamaño y calidad.

Figura 1. Árbol del manzano ‘Anna’ en floración; Duitama, Boyacá. Foto: Gerhard Fischer.

Figura 2. Árbol del manzano ‘Anna’ en fructificación; Cómbita, Boyacá. Foto: Gerhard Fischer.

En peral, las flores tienen pedúnculos largos y forman corimbos umbeliformes en la terminación de las ramillas; son de buen tamaño, con ovario ínfero y de color blanco o blanco-rosado. El cáliz está formado por cinco sépalos lanceolados, estrechados en el ápice. Los pétalos miden generalmente de 12 a 15 mm, y son obovados y libres. El fruto es un pomo estrechado en la base, que puede ser redondeada o atenuada y prolongada en el pedúnculo{3}(figuras 3 y 4).

Figura 3. Árbol del peral ‘Triunfo de Viena’ en Duitama, Boyacá. Foto: Gerhard Fischer.

Figura 4. Frutos del peral ‘Triunfo de Viena’ en Subachoque, Cundinamarca. Foto: Gerhard Fischer.

La altura de estos árboles depende del vigor del portainjerto; en las condiciones colombianas pueden lograr una altura de 1 a 2 m sobre un portainjerto de vigor mediano y hasta 20 m sobre un portainjerto franco. Mientras el manzano, que crece sin ningún sistema de conducción, forma una fronda redondeada, el peral adquiere una forma ahusada, debido a que el crecimiento de cada temporada puede alcanzar longitudes superiores a 1 m y se dirige en sentido muy vertical. Esto hace que los ramos se vuelquen a favor del viento cuando ya no pueden soportar más su propio peso y el de sus órganos accesorios.

El manzano crece espontáneamente en montes de Europa y Asia Central; es la especie más ubicua de todos los caducifolios bien adaptados{4}. Se desconoce su origen exacto, aunque se cree que procede del cruzamiento y selección de varias especies de manzanos silvestres europeos y asiáticos. La especie de manzano silvestre que crece de forma natural en las regiones montañosas de Asia Media podría ser la especie de la que se habrían originado, hace 15.000-20.000 años, las primeras razas cultivadas. En excavaciones

arqueológicas, se han encontrado vestigios de estos caducifolios domesticados que datan de 3.000 años a.C. Por su parte, el peral proviene de Europa Oriental y Asia Menor; su cultivo se remonta a la antigüedad, pero no tanto como el manzano. Por su adaptación a un amplio rango de condiciones climáticas, a diversos suelos y sistemas de cultivo, el manzano y el peral se cultivan extensamente en Europa, Norte y Sudamérica, Nueva Zelanda, Australia y Asia. Sus cultivares se cuentan en gran número en la mayoría de los países con climas templados{5}.

El cultivo de frutales caducifolios en condiciones tropicales representa un gran desafío, ya que las plantas esperarían los cambios climáticos, producto de las estaciones, para el desarrollo de su fenología. A pesar de que en el trópico se tendría el frío suficiente para el desarrollo de las yemas florales en la mayoría de las especies, se necesitan las variaciones de luminosidad, fotoperiodo y temperatura lo suficientemente marcadas, con las cuales las plantas puedan ajustar su metabolismo para reconocer los momentos en que debe suceder la aparición de los diferentes estados fisiológicos.

VARIEDADES

Los materiales locales de frutales caducifolios son objeto de interés en Boyacá y en general en los altiplanos colombianos. La conservación de estos cultivares tradicionales cuenta con evidentes ventajas que son cada vez más apreciadas, al menos por un sector de la sociedad agrícola actual del trópico de altura, por su gran adaptabilidad a las condiciones de la región, características organolépticas peculiares, y por constituir un patrimonio cultural irremplazable.

El manzano y peral son conocidos por su alto requerimiento en horas frío (≤7,2°C); sin embargo, existen grandes diferencias entre cultivares, con oscilaciones de requerimientos que van desde las 200 a las 1.400 horas frío{6}. La mayoría de los cultivares antiguos presentan requerimientos de frío más acentuados para la ruptura de la dormancia de sus yemas; no obstante, en la actualidad, y merced al mejoramiento genético, se cuenta con cultivares de bajos requerimientos de frío que tienen frutos de buena calidad.

Los cultivares ‘Anna’ (Red Hadassiya x G. Delicious) (figura 1) y ‘Dorsett Golden’ se originaron en Israel y en las Bahamas, respectivamente. Presentan requerimientos de frío entre 250 y 300 horas y, adicionalmente, necesitan una alta cantidad de unidades calor antes de la brotación{7}{8}. A pesar de que ‘Anna’, ‘Dorsett Golden’ y ‘Tropic Sweet’ se pueden polinizar entre sí{8}, en Colombia es más común el uso de ‘Dorsett Golden’ como polinizador de ‘Anna’, en proporción 1:8. El cultivar Ein Shemer (Zabadani x G. Delicious), de origen israelí, se introdujo al país al final de los años ochenta como polinizante de ‘Anna’, aunque no se tuvo éxito debido a que presenta un requerimiento de frío superior al de ‘Anna’, que...

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