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La Palabra de Dios ilumina nuestras vidas
Pistas para la homilía dominical. Ciclos A, B y C
- 185 páginas
- Spanish
- ePUB (apto para móviles)
- Disponible en iOS y Android
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La Palabra de Dios ilumina nuestras vidas
Pistas para la homilía dominical. Ciclos A, B y C
Descripción del libro
Esta obra es el resultado de mi encuentro dominical con la asamblea de los fieles para escuchar la Palabra y compartir el Pan de Vida. La Palabra de Dios ilumina nuestras vidas, expresa la motivación que he tenido al prestar este servicio eclesial: conectar la vida diaria de los fieles –sus gozos y esperanzas, tristezas y desafíos– con la Palabra de Dios, de manera que encuentren en ella la fuerza para construir una sociedad más humana e incluyente.
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Información
Categoría
Teología y religiónCategoría
Denominaciones cristianas
Tiempo ordinario

Domingo II
– Lecturas:
◊ I Libro de Samuel 3, 3b-10. 19
◊ I Carta de san Pablo a los Corintios 6, 13c-15ª. 17-20
◊ Juan 1, 35-42
Samuel 3, 3b-10. 19
“3b La lámpara del santuario seguía encendida. 4 Entonces el Señor lo llamó:
—¡Samuel!
—¡Aquí estoy! —contestó él.
5 Luego corrió adonde estaba Elí, y le dijo:
—Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería?
—Yo no te he llamado —contestó Elí—. Vuelve a acostarte.
Entonces Samuel fue y se acostó. 6 Pero el Señor llamó otra vez:
—¡Samuel!
Y Samuel se levantó y fue junto a Elí, diciendo:
—Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería?
—Yo no te he llamado, hijo mío —respondió Elí—. Vuelve a acostarte.
7 Samuel no conocía al Señor todavía, pues él aún no le había manifestado nada. 8 Pero por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y éste se levantó y fue a decirle a Elí:
—Aquí me tiene usted; ¿para qué me quería?
Elí, comprendiendo entonces que era el Señor quien llamaba al joven, 9 dijo a éste:
—Ve a acostarte; y si el Señor te llama, respóndele: “Habla, que tu siervo escucha.”
Entonces Samuel se fue y se acostó en su sitio. 10 Después llegó el Señor, se detuvo y lo llamó igual que antes:
—¡Samuel! ¡Samuel!
—Habla, que tu siervo escucha —contestó Samuel.”
“19 Samuel creció, y el Señor lo ayudó y no dejó de cumplir ninguna de sus promesas.”
I Corintios 6, 13c-15ª
“13c En cambio, el cuerpo no es para la prostitución sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. 14 Y así como Dios resucitó al Señor, también nos va a resucitar a nosotros por su poder. 15a ¿Acaso no saben ustedes que su cuerpo es parte del cuerpo de Cristo?”
17-20
“17 Pero cuando alguien se une al Señor, se hace espiritualmente uno con él. 18 Huyan, pues, de la prostitución. Cualquier otro pecado que una persona comete, no afecta a su cuerpo; pero el que se entrega a la prostitución, peca contra su propio cuerpo. 19 ¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños, 20 porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo.”
Juan 1, 35-42
“35 Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus seguidores. 36 Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo:
—¡Miren, ése es el Cordero de Dios!
37 Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó:
—¿Qué están buscando?
Ellos dijeron:
—Maestro, ¿dónde vives?
39 Jesús les contestó:
—Vengan a verlo.
Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde.
40 Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. 41 Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo:
—Hemos encontrado al Mesías (que significa: Cristo).
42 Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús; cuando Jesús lo vio, le dijo:
—Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (que significa: Pedro).”
Homilía I
– La liturgia de este domingo tiene una temática claramente centrada en la llamada o vocación que Dios hace a cada uno de nosotros:
- La primera lectura nos describe la llamada que Dios hace al joven Samuel quien, por causa de su inexperiencia, no comprendió quién era el que lo llamaba con tanta insistencia. Lo más importante en este relato es la respuesta de total disponibilidad que expresa Samuel: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”.
- El evangelio de san Juan plantea a su manera, es decir, en un esquema diferente al de los evangelios sinópticos, la llamada de Jesús a los primeros discípulos. Para el evangelista fue una experiencia tan intensa que setenta años después recordaba la hora en que se había producido este encuentro: “Eran como las cuatro de la tarde”.
– Para no perdernos en los detalles nos concentraremos en dos tópicos prioritarios, el testimonio y la experiencia. Empecemos, pues, por el testimonio:
- Andrés y el otro discípulo –que es Juan– descubren a Jesús gracias al testimonio de Juan Bautista, quien señaló a éste como el Cordero de Dios, quien se iba a inmolar por su pueblo, imagen que era comprensible para los israelitas de la época.
- Simón Pedro halla a Jesús por el testimonio de su hermano Andrés.
- Natanael reconoce al Señor por el testimonio de Felipe.
- Las personas que fueron conociendo a Jesús contaron su experiencia y así estos testimonios se fueron multiplicando de manera que los contemporáneos se familiarizaron con este profeta que mostraba particular simpatía por los excluidos de la sociedad.
- Nuestra fe, como creyentes del siglo XXI, se apoya en el testimonio unánime, firme, de la Iglesia a través de dos mil años de historia.
– Además del testimonio, hay otro aspecto prioritario en este relato, y es la experiencia personal:
- El texto de san Juan resume esta experiencia única a través de un diálogo que puede ser engañoso por su informalidad: “¿Qué buscan? Ellos le contestaron: ¿Dónde vives, Rabí? Él les dijo: vengan a ver. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él ese día”.
- Esta experiencia cambió la vida de estos hombres sencillos y también cambió nuestras vidas, porque nuestra fe se levanta sobre el fundamento de la fe los apóstoles.
– Para este primer grupo de seguidores de Jesús, la experiencia fue determinante. En contraste con ellos, nuestros contemporáneos tienen una manera diferente de ver a Jesús: para algunos el Maestro es una conciencia crítica de la humanidad que denuncia las injusticias e invita a la fraternidad; para otros Jesús es un hermoso sentimiento estético que ha inspirado a artistas de todos los tiempos. ¡Atención! Jesús es mucho más que una instancia sociológica que cuestiona, es mucho más que un sentimiento estético que inspira. Jesús está vivo y se hace presente en medio de la comunidad eclesial; allí debemos descubrirlo y experimentarlo.
– Es muy interesante analizar la forma como el evangelista Juan presenta a ese Jesús que pasa y llama; en pocas palabras hace una rica síntesis teológica:
- El primer trazo de Jesús proviene de Juan Bautista, quien lo presenta como el Cordero de Dios. Esta imagen del cordero era muy familiar para los israelitas. Recordemos cómo la sangre del cordero sirvió para marcar las puertas de las casas de los israelitas cuando eran esclavos en Egipto, y así sus primogénitos se salvaron de la muerte. Desde entonces, cada año el pueblo de Israel celebra la cena pascual donde el plato central es un cordero preparado según una receta milenaria. Jesús, sacrificado en la cruz, es visto como el Cordero de Dios que salvó a la humanidad del pecado y de la muerte.
- En el diálogo inicial de Jesús con este pequeño grupo de simpatizantes aparece un segundo rasgo, él de...
Índice
- Portada
- Portadilla
- Créditos
- Presentación
- Prólogo
- Adviento
- Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
- Cuaresma
- Pascua
- Tiempo ordinario
- Ciclo B
- Adviento
- Cuaresma
- Pascua
- Tiempo ordinario
- Ciclo C
- Cuaresma
- Pascua
- Tiempo ordinario
- Otras Homilías