Apartados introductorios
¿Qué son?
Todo trabajo de grado cuenta con un marco general inicial. Por un marco inicial se entiende un apartado o un conjunto de apartados introductorios a los escritos de investigación formativa (monografías, trabajos de grado, tesinas, etc.). Estos apartados presentan diferencias específicas de cada campo del saber que, con frecuencia, son explicadas por los profesores a cargo de las asignaturas de investigación. En otras palabras, la forma de organizar los marcos iniciales de los textos de carácter investigativo puede variar bastante entre una disciplina y otra. Por esta razón, los asesores de los trabajos de grado orientan el contenido que los estudiantes desarrollan en sus primeros acercamientos a la investigación, así como la mejor manera de organizarlos en el documento que se esté preparando. Sin embargo, la especificidad de la investigación en cada disciplina no riñe con que algunos contenidos generales estén siempre presentes en las introducciones o los apartados iniciales de este tipo de documentos. Usualmente, estos apartados contienen el título tentativo del documento (que se presenta antes del comienzo de los marcos iniciales), el contexto, el planteamiento del problema, los objetivos, la justificación, la hipótesis (de ser pertinente según la disciplina) o la pregunta de investigación (de ser también lo propio en su campo).
Independientemente del número de apartados o de los subtítulos que se empleen, estos marcos representan la entrada que los lectores harán a su texto de investigación, de manera que es importante guiarlos paso a paso y de la mejor manera posible. La entrada en materia y el énfasis en los aportes de su trabajo deben prepararse con una serie de textos introductorios que son fundamentales en la primera percepción que sus lectores tendrán del texto. En lugar de apartados accesorios, los marcos iniciales son capitales para la claridad del problema de investigación, de la metodología y los resultados y, asimismo, para crear determinadas expectativas en sus lectores frente a su documento de investigación.
¿Cómo es la estructura?
El orden de presentación de estos apartados debe consultarse siempre con su asesor de investigación. Ahora bien, la estructura más frecuente (pero no necesariamente la más lógica para todos los temas o disciplinas) consiste en presentar, en primer lugar, el contexto; este debe llevar a su lector sin dificultad al planteamiento del problema, que aparecería en segundo lugar; luego, ante este problema, se pueden exponer, en tercer lugar, los objetivos (general y específicos, si se acostumbra en su área), puesto que su propósito general procura responder de alguna manera al problema planteado; en cuarto lugar, puede exponer su justificación, es decir, por qué es importante hacer aquello que su estudio propone, puesto que ya ha dejado claros sus objetivos y lo que pretende hacer; por último, puede plantear la hipótesis o la pregunta de investigación, puesto que estas representan elementos más específicos de su proyecto. Con frecuencia, todos estos elementos hacen parte de una introducción a un artículo de investigación. No obstante, en los documentos de investigación formativa suelen presentarse no como un gran texto introductorio, sino por medio de subtítulos que aclaran la función de cada apartado. El uso de subtítulos puede ayudarle a aclarar esta función y a evitar repeticiones innecesarias. El número de subtítulos y el nombre de cada apartado dependerá de su tema y de la manera más pertinente de organizar su trabajo, así como de la asesoría de sus profesores. A continuación, presentamos una figura que resume el orden aconsejable de los apartados iniciales (figura 2):
Figura 2. Secuencia sugerida de los apartados iniciales
Fuente: elaboración propia
De manera orientadora, se explican a continuación los apartados descritos hasta el momento, en un orden que se presenta frecuentemente tanto en áreas de las llamadas ciencias naturales como de las ciencias sociales y las humanidades.
Título
Aunque no consiste en un apartado como tal, sí hace parte de un marco inicial puesto que les permite a sus lectores hacerse una idea global del trabajo de investigación. Elegir un título desde el inicio es un buen comienzo para definir el tema central que va a ser explorado durante la investigación. Puede no ser definitivo y cambiar al final de su proceso de redacción, pero dará una línea general para empezar. El título debe ser de fácil comprensión e, idealmente, utilizar términos sencillos y claros. Además, debe contener conceptos o palabras que sean fundamentales para el estudio que proponga. Antes de proponer un título, realice el ejercicio previo de escribir varios provisionales: esto le permitirá elegir la opción que describe con mayor claridad el contenido de su propuesta de investigación, idealmente en máximo doce palabras (Creswell, 2014). A continuación, observe algunos ejemplos de títulos claros y con información precisa.
Ejemplos:
- Una etnografía: entender la percepción de la guerra en los niños en Antioquia.
- La gestión del conflicto en equipos de proyecto: perspectiva del director.
- Mecanismo de incentivo en concesiones viales a través de la valoración de opciones reales.
- Diseño de un plan de mejoramiento de la gestión administrativa del Hospital El Tunal: una propuesta desde el bienestar laboral.
- Utilización del marketing digital en empresas de venta directa.
En cambio, observe otros ejemplos de títulos inadecuados debido a su extensión o a la vaguedad de sus términos:
- Un análisis sobre las apropiaciones de sentido, usos y gratificaciones de los fumadores jóvenes en relación con las campañas antitabaco pautadas en los paquetes de cigarrillos durante el período 2007-2015 en España.
Este ejemplo resulta muy extenso y demasiado específico en sus términos. De hecho, es tan largo que se hace difícil retener cuál es el tema central.
- Identificación y evaluación de los factores críticos de éxito que impactan los proyectos de investigación organizacionales, la influencia sobre la ejecución del proyecto y los resultados de estos.
Este título contiene demasiados elementos que desvían la atención de lo central. La influencia y los resultados pueden resumirse con un término más general que los abarque como, por ejemplo, “identificación y evaluación de factores críticos en proyectos de investigación organizacionales”.
- Hacia un marco de fundamentación desde experiencias pedagógicas universitarias.
En este ejemplo, los términos son tan amplios y vagos que no permiten identificar de qué se trata el estudio. No se aclara de qué experiencias se habla ni de qué momentos de la vida universitaria o desde qué enfoques o corrientes se establece la supuesta fundamentación.
Observe que en los anteriores contraejemplos ocurren dos dificultades: por un lado, la cantidad de palabras impide hacerse una idea global de los trabajos, como ocurre en los primeros dos; por otro lado, la vaguedad de los términos hace que sea difícil entender de qué se tratan de manera concreta, como es el caso del último ejemplo.
Contexto
Antes de exponer el problema que se va a investigar, es importante darle al lector un contexto general del ámbito y las condiciones en las que surge ese fenómeno o situación problemática. El problema solo tiene sentido dentro de un contexto. Este puede implicar la descripción rigurosa de una situación determinada (de algún fenómeno o de una circunstancia social), así como una breve exposición de aquello que algunos autores han investigado sobre un tema dado. En el caso de que el contexto implique una síntesis de un estado del arte, la idea es que este recorrido por distintos autores le permita mostrar que hay una necesidad por estudiar algún elemento o aspecto que se ha omitido o que no se ha trabajado aún dentro de esa literatura científica o académica (o ese estado del arte). En el contexto, procure brindar los elementos que sus lectores puedan necesitar para comprender su problema de investigación y la importancia de este dentro de un contexto determinado. En la redacción, el contexto debe preparar a su lector e ir llevándolo fluidamente a la formulación de su problema. En esta medida, el contexto responde a la pregunta siguiente: ¿qué elementos deben conocer mis lectores para entender el problema de investigación?
Planteamiento del problema
A diferencia de un problema singular de la vida cotidiana, un problema de investigación responde a un fenómeno que se puede estudiar y eventualmente generalizar, o a una situación problemática que merita ser investigada dentro de su disciplina específica. Recuerde que el problema que elija se relaciona directamente con el campo de conocimiento que más le interesa o que mejor maneja dentro de su disciplina. Puede tratarse de algún aspecto que no haya sido estudiado por otros autores o de un fenómeno específico y ...