El arte de los monólogos cómicos

Cómo crearlos e interpretarlos

Gabriel Córdoba

• Editorial: Ma Non Troppo
• Año: 2017
• ISBN:
  9788499174488
• Categoría: Media & Performing Arts
• Categoría: Television

El humor puede ser muchas cosas, se puede definir de muchas maneras (es inteligencia, es comunicación, es alegría, etc...) pero, desde luego, siempre debe llevar implícito una cierta manera de sorprender al público. Pero ser un referente de la comedia no es fácil. Y si no que se lo pregunten a gente como Berto Romero, Toni Moog o Dani Rovira. ¿Por qué algunos cómicos funcionan genial y otros no tanto? ¿Por qué su show exactamente igual, palabra por palabra, puede triunfar un jueves en Valencia y fracasar un viernes en Madrid? ¿Cómo es posible que un súper profesional pueda quedarse en blanco en mitad de un show? Este libro tiene la vocación de convertirse en un referente a la hora de formar nuevos talentos, porque explica de manera clara y diáfana las bambalinas de la formación actoral tanto desde el punto de vista técnico como emocional. -¿Qué es el Stand-Up? Diferencias con otras disciplinas. -Las premisas que debe cumplir un monólogo cómico. -El acting y la mímica. -Eliminar el miedo al público. -El cómico y las redes sociales.Hace años que en Estados Unidos la llamada Stand-Up Comedy tiene un éxito arrollador y ha propiciado la aparición de geniales artistas del monólogo en pequeñas salas y teatros que han triunfado luego en el cine y la televisión. Hoy, gracias al Stand-Up, hemos descubierto a personajes como Chris Rock, Billy Crystal, Enrique Pinti, Adal Ramones, Eva Hache o Andreu Buenafuente, y tantos otros que en muchos casos han sido catapultados a través del programa de monólogos El Club de la Comedia. Todo el mundo dice que eres gracioso. ¿Tú realmente crees que podrías ser un buen comediante? ¿Qué es lo que realmente necesitas saber para convertirte en un cómico de primera? Lo que hace triunfar un monologuista respecto a otro no es ser especialmente gracioso, lo que le hace brillar es la gestión de sus emociones y el conocimiento de sus habilidades, su valentía y su formación vital.

Contenido

Prefacio a la 1ª edición
Prólogo
Introducción

1. ¿Qué es el Stand-Up? Diferencias con otras disciplinas
2. Antes de escribir, ¿Quién aparentas ser?
3. Guión básico. Herramientas y elementos
4. Limpia, fja y da esplendor. Fuera ruido
5. Coherencia en el acting
6. Coloquialidad en el discurso
7. Después de escribir ¿Quién eres?
8. Mirar la vida con ojos de monologuista
9. Consejos básicos antes de lanzarte al ruedo
10. Tu propio editor
11. Pre-show
12. El heckler
13. Encargos y posicionamiento
14. La mujer cómica
15. Un micro no te da la razón
16. El cómico y las redes sociales
17. Sobre esta piedra construiré mi carrera

Agradecimientos

PREFACIO
a la 1ª edición

Es el peor momento para la comedia. Es el mejor momento para la comedia. Estamos en la edad de internet, del chiste rápido de Vine y la ocurrencia escueta de Twitter, pero también en la edad de la madurez como artistas de Goyo Jimenez, Miguel Lago, Dani Rovira. Ha llegado la era de los cómicos a 50 euros, de las salas «alternativas» que se llenan de poco talento y mucha ambición, pero también podemos contemplar a Luis Álvaro, y a Ignatius, y a Albert Boira. Veníamos de un solo mundo; nos estamos polarizando.

Llevo desde el año 2003 haciendo Stand-Up. Comencé pocos años después de que se empezara a saber qué era eso de hablar uno solo encima de un escenario. Éramos autodidactas, éramos malos y nos creíamos algo, nos pagaban genial y aunque muchas veces costaba hacerle entender al público qué estábamos haciendo (porque tal vez nosotros tampoco lo sabíamos), la gente se reía con casi todo. Aún no había nada inventado, cualquier cosa evidente era nueva. Los temas no estaba trillados y las actitudes siempre eran frescas. Era duro, no os voy a engañar. La gente no pagaba entrada, hablaba, te contestaba y se creían que lo que hacías tú lo podía hacer cualquiera. Pero el tiempo ha pasado y ahora ya se hace Stand-Up en teatros, el público hace un esfuerzo económico para ir a ver Berto Romero o a Toni Moog, pero también hay más intentos de cómicos que nunca, «artistas low cost» que hacen lo que sea para subirse a un escenario y ser el nuevo David Guapo, buscadores del reconocimiento fácil que inundan las salas creyendo que no es muy complicado hacer reír, que no cuesta demasiado trascender. Qué equivocados están.

El camino no se hace a base de talento, lo tengo comprobado. Mis años de profesor de comedia me dan la razón, el talento sobra. Hay mejores cantantes actuando en el metro que grabando discos, hay más cuadros impresionantes en los mercadillos que en muchos museos. Lo que te hace triunfar no es ser gracioso con tus amigos, lo que te hace brillar es la gestión de tus emociones y el conocimiento de tus habilidades, tu valentía, tu formación vital, ser inteligente y, sobre todo, el trabajo duro.

Tú que lees este libro ya estás haciendo bien, incluso aunque después no te guste lo que escribo. Has elegido la formación, las guías y los consejos en lugar de creer que tienes todas las herramientas para ser un referente cómico. Entiendes que detrás de hacer reír debe haber algo más, y seguramente estás buscando calidad en lo que haces en lugar de solo el reconocimiento. Tú que lees este libro estás a punto de comenzar un viaje hacia la comedia desde el punto de vista técnico y emocional.

A ti, solo te puedo decir que si eres de los que piensan que ya no hay marcha atrás, que cuando vengan curvas querrás dejarlo, pero no lo harás, porque ya está el veneno del humor en tus venas; si sueñas con estar solo en un escenario y dejar que tus pensamientos se liberen sin ningún tipo de censura; si lo tuyo es vocación y no ambición, a ti, te digo, bienvenido.

PRÓLOGO

Tengo una relación estrecha con Gabriel Córdoba… lo que se traduce en que él me tira los tejos y yo me hago el estrecho.

Aquí lo tienes, el chistecito inicial, que este libro va de humor. Y aunque no fuera así, un prólogo suele empezar con alguna gracia. Cuando Gabriel me ofreció el privilegio de crear este pequeño preámbulo, miré docenas de libros para analizar exactamente en qué consiste tal menester y casi todos comienzan con un chistecito antes de meterse en materia. Es lo que se denomina «técnica»: estudiar prólogos, analizar prólogos, extraer la esencia de esos prólogos, crear prólogos. Y es precisamente eso, técnica, lo que viene enseñando mi querido amigo a sus alumnos desde hace años. Estudiar monólogos, analizar monólogos, extraer la esencia de monólogos, crear monólogos (y mucho más, por eso debes comprar el libro ya y ponerte a estudiar).

¿Te parece un poco aséptico esto de tener que estudiar para hacer reír a la gente? Por supuesto, si eres divertido por naturaleza, puede que creas que no necesitas este libro. Y hombre, para seguir siendo el graciosillo de turno en las bodas, tu gracia natural te puede servir, pero no serás un cómico profesional hasta que hayas estado en un bar de la España profunda, tú con una depresión profunda y un público que te mira con lo que parece odio profundo, y hayas sido capaz de hacerles reír durante una hora. Gabriel es capaz de enseñarte eso y más.

Siempre me acordaré de ver a Santi Millán en el teatro Victoria, intentando defender su monólogo a pesar de los esfuerzos de un gracioso de la fila 8 que insistía en dar réplica en voz alta a cada frase. Ni corto ni perezoso, Santi le dijo al espontáneo: «¿Quieres subir y haces tú un monólogo?», a lo cual el chistoso saltó de la silla cual torero espontáneo con su chaqueta como capa. Subió al escenario, Santi se sentó tranquilamente en el público y comenzó la carrera de una nueva estrella. Una estrella fugaz que cayó nada más comenzar. Lanzó un chiste, un insultito a alguien de la primera fila, buscando la complicidad, la réplica que suele tener el corrillo de amigos. El público le miró en silencio y dijo: «Ya no sé qué decir». Amablemente, Santi se levantó y pidió un aplauso para el señor, «que enhorabuena, ha durado más de lo que yo creía que iba a durar».

¿Cuál era la diferencia entre Santi (el artista) y el espontáneo? ¿Gracia natural? No. Esa se le supone a los dos. Lo que tiene un artista es preparación y tablas. Gabriel ha sido «entrenador» de muchos alumnos; bastantes de ellos han llegado a ser profesionales de éxito y, bonito detalle, no hay ninguno que no me haya dicho que deben en gran medida su éxito a la manera de enseñar de su profesor. Bueno, profesor, amigo, mecenas, compi y consejero. Se ha dicho del señor Córdoba que más que aceptar alumnos, ADOPTA a sus alumnos. Lo puedes encontrar presentando noches de gala donde un grupo de aspirantes hacen sus pinitos, prueban sus textos, descubren sus flaquezas, para luego volver al laboratorio donde alumno y profesor destilan los fracasos y los convierten en nuevos textos.

¿Tienes miedo de perder tu personalidad cómica por ponerte en manos de un portento que ha forjado a muchos humoristas? No temas. Lo que aporta Gabriel es todo lo que descubrirías tú por tu cuenta después de decenas de años y centenares de fracasos, pero él comprende que la técnica viene de fuera, pero la originalidad viene de dentro.

Tendrás que ser tú mismo. Ni siquiera Gabriel sería capaz de ser otro humorista que él mismo (cosa que agradecen sus fans de toda España). Tenemos un juego hace años que consiste en que yo le paso todos los chistes que se me ocurren sobre el tema «yo soy gay» a Gabriel, él los prueba y JAMÁS le funcionan (él lo sabe, pero lo hace igual, le gusta el juego). Luego cuando hemos compartido escenario, yo utilizo los mismos chistes y me funcionan. ¿Por qué? Por qué son míos, soy yo. Tienes que ser tú mismo.

Si quieres ser tú mismo pero desarrollar tu técnica hasta poder serlo delante de un público bueno, un público malo, o de ese público tan ingrato y frío que es la cámara de televisión o el micrófono de radio… adelante. Este es tu libro.

Jeremy Williams
Actor, monologuista de Stand-Up y escritor

INTRODUCCIÓN

Hola, querido lector. Has llegado aquí por alguna razón, sea porque te gustan mucho los monólogos, sea porque te dicen en tu grupo de amigos que eres muy gracioso y que deberías subirte a un escenario o porque ya te has subido y te das cuenta de que un poco de formación no te vendrá mal. En cualquier caso, intenta poner en duda todo lo que siempre has pensando sobre los monólogos y todo lo que crees que has aprendido por tu cuenta. Este libro te va a derribar varios mitos que seguramente has oído o pensado alguna vez sobre el mundo del humor. Aquí tienes algunas premisas que te van a sorprender:

«TODO EL MUNDO PUEDE HACER REÍR»

Créeme, es cierto. Si tienes la capacidad de reírte de algo es que estás preparado para hacer reír, solo hay que saber cuál es tu estilo y tu voz como artista, convertirlo en una propuesta y defenderla con alegría.

«EL TALENTO INNATO NO ES NECESARIO»

Hay mucha técnica detrás del Stand-Up. Con las herramientas necesarias y un poco de disciplina puedes llegar donde te propongas. El trabajo te lleva más lejos que el talento. No hace falta haber nacido para esto. No siempre se trata de encontrarte a ti mismo, sino de construir la persona que quieres ser.

«GILA O RUBIANES HACÍAN MONÓLOGOS, PERO NO HACÍAN STAND-UP»

La disciplina que está de moda y que ves hacer a Dani Rovira o a Goyo Jiménez no tiene nada que ver con lo que hacían aquellos. Proviene de Estados Unidos y es relativamente joven, así que aún estas a tiempo de pasar a la historia de la comedia.

«EL HUMOR NO ES UNIVERSAL Y ENVEJECE FATAL»

No todo el mundo se ríe de las mismas cosas y en todos los sitios del mundo. El sentido del humor es algo muy personal construido sobre tu entorno y sobre todo sobre tu «tiempo»; la era que nos ha tocado vivir. Así que no te preocupes si casi nadie te pilla el punto o te dicen que eres un friki. Hay un público para ti ahí fuera.

«LOS CÓMICOS NO E...