Obrar mal, decir la verdad
eBook - ePub

Obrar mal, decir la verdad

La función de la confesión en la justicia. Curso de Lovaina

Michel Foucault, Edgardo Castro, Horacio Pons

Compartir libro
  1. 368 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Obrar mal, decir la verdad

La función de la confesión en la justicia. Curso de Lovaina

Michel Foucault, Edgardo Castro, Horacio Pons

Detalles del libro
Vista previa del libro
Índice
Citas

Información del libro

Invitado por la Escuela de Criminología de la Universidad Católica de Lovaina, en 1981 Michel Foucault dicta las seis clases del curso "Obrar mal, decir la verdad. Función de la confesión en la justicia", en un contexto marcado por los debates entre abolicionistas y partidarios de posiciones de "mano dura" en torno a la reforma del Código Penal. En ese sentido, el curso contribuye a socavar el discurso criminológico de la peligrosidad. Pero Foucault va más allá: reflexiona acerca de la larga historia de la confesión, del "decir la verdad" en las instituciones judiciales y religiosas de Occidente, de los poderes y los efectos que tiene la obligación de decir la verdad sobre sí mismo.A modo de presentación, evoca una escena dramática que transcurre a mediados del siglo XIX: un psiquiatra francés induce a un enfermo que ha sufrido alucinaciones a reconocer que nada de lo que relata ha ocurrido, que sólo se trataba de locura; por la fuerza, lo obliga a reconocer su condición de loco, confesión que se convierte en un elemento decisivo en la cura. Esta escena revela la complejidad de una práctica que, aun bajo coacción, necesita suponer un sujeto libre que se comprometa a ser lo que afirma ser. A lo largo del curso, Foucault analiza la trayectoria de ese acto verbal mediante el cual el sujeto plantea una afirmación sobre lo que él es, queda vinculado con esa verdad, se pone en una relación de dependencia o sumisión respecto de otro y modifica a la vez la relación que tiene consigo mismo.Esta obra traza la historia de una práctica que se extiende desde la Antigüedad griega, pasando por el examen de conciencia en el ámbito medieval y cristiano, hasta el dominio moderno y contemporáneo. Una práctica que no cesa de crecer hasta involucrar casi todos los aspectos de la vida personal, y que revela tanto los procedimientos judiciales de producción de un efecto de verdad como la necesidad del sujeto de tener un discurso de verdad sobre sí mismo.

Preguntas frecuentes

¿Cómo cancelo mi suscripción?
Simplemente, dirígete a la sección ajustes de la cuenta y haz clic en «Cancelar suscripción». Así de sencillo. Después de cancelar tu suscripción, esta permanecerá activa el tiempo restante que hayas pagado. Obtén más información aquí.
¿Cómo descargo los libros?
Por el momento, todos nuestros libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
¿En qué se diferencian los planes de precios?
Ambos planes te permiten acceder por completo a la biblioteca y a todas las funciones de Perlego. Las únicas diferencias son el precio y el período de suscripción: con el plan anual ahorrarás en torno a un 30 % en comparación con 12 meses de un plan mensual.
¿Qué es Perlego?
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
¿Perlego ofrece la función de texto a voz?
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¿Es Obrar mal, decir la verdad un PDF/ePUB en línea?
Sí, puedes acceder a Obrar mal, decir la verdad de Michel Foucault, Edgardo Castro, Horacio Pons en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Law y Legal History. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2019
ISBN
9789876294249
Categoría
Law
Categoría
Legal History
Situación del curso
Fabienne Brion
Bernard E. Harcourt
La confesión se convirtió, en Occidente, en una de las técnicas más valoradas para producir la verdad. Desde entonces, hemos llegado a ser una sociedad singularmente confesante. La difusión de los efectos de la confesión llegó lejos: a la justicia, la medicina, la pedagogía, las relaciones familiares, las relaciones amorosas, el orden más cotidiano y los ritos más solemnes; confesamos nuestros crímenes, confesamos nuestros pecados, confesamos nuestros pensamientos y nuestros deseos, confesamos nuestro pasado y nuestros sueños […], nos hacemos a nosotros mismos, en el placer o el dolor, confesiones imposibles de hacer a cualquier otro, y con ellas hacemos libros.
Michel Foucault, Histoire de la sexualité, vol. I, La volonté de savoir, París, Gallimard, 1976, p. 79 [trad. cast.: Historia de la sexualidad, vol. I, La voluntad de saber, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008]
De sus luchas y sus libros, Foucault indica durante las dos entrevistas concedidas en Lovaina que son, “en algún aspecto […], fragmentos de autobiografía”:[1] son, llega a decir, sus “problemas personales con la locura, la prisión, la sexualidad”.[2] Precisa que “siempre [se empeñó] en que hubiera en [él] y para [él] una especie de ida y vuelta, de interferencia, de interconexión entre las actividades prácticas y el trabajo teórico o el trabajo histórico que hacía”.[3] Por un lado, en las cuestiones teóricas e históricas que plantea se siente “el peso de una relación inmediata y contemporánea con la práctica”.[4] Por otro, “siempre procur[ó] que ese trabajo teórico no hiciese marcar el paso a una práctica actual”.[5] Además, preserva su “libertad con respecto a las luchas en las que particip[ó]”.[6]
Ni “universal combatiente de una humanidad sufriente bajo todas las formas y en todos los aspectos”,[7] ni sujeto en general que estudia un objeto en general, manifiesta pelear “por tal o tal otra cosa […] porque eso [l]e importa en [su] subjetividad”,[8] antes de agregar que es posible, a partir de una experiencia subjetiva, “pasar a otras cosas” sin buscar apoyo en “una teoría general del hombre”.[9] A la indistinción de las causas, Foucault opone la implicación personal. Posición singular y singularmente exigente, que se niega a elidir al sujeto de deseo o confundirlo con el sujeto del conocimiento so pretexto de un método que lo absuelva y lo ausente, y que se niega, también, a eludir la cuestión del trabajo de sí sobre sí mismo del que ese sujeto procede, asimilándola a una cuestión de pertenencia.
De Obrar mal, decir la verdad hay mil y una lecturas posibles. La que ha sostenido la redacción de esta “Situación del curso” está orientada por una pregunta, declinada en varias formulaciones: ¿cuáles son las tareas que Foucault asignó a la crítica? ¿De qué manera, en su vida y su obra, vinculó política y ética? ¿Qué significaba para él ser filósofo en la ciudad? ¿Qué formas dio al coraje de la verdad? La postura adoptada para responder a ellas consiste en examinar el modo en que Foucault problematizó el poder de la verdad en los ciclos en que se inscribe Obrar mal, decir la verdad, e intentar advertir las consecuencias que derivó de ello. Lo haremos en tres exposiciones.
La primera sitúa el curso de Lovaina en la serie de textos sobre la justicia penal (al respecto, Foucault habla de “represión” en 1971 y de “técnicas de dominación” en 1981). Más en general, inscribe los análisis que el filósofo propone dentro del segundo de los “tres dominios de genealogías posibles”,[10] una “ontología histórica de nosotros mismos en nuestras relaciones con un campo de poder”.[11] La confesión se aprehende como un medio de producir la verdad en derecho; más allá de ella, se examina “toda una tecnología de verdad, que la práctica científica y el discurso filosófico, poco a poco, han descalificado, encubierto y excluido”, para mostrar que “la verdad-prueba en el orden del acontecimiento” ha tomado la forma de “la verdad-comprobación en el orden del conocimiento”.[12]
La segunda toma nota de lo que Foucault, en La voluntad de saber, llama “agotamiento de la hipótesis represiva”. Obrar mal, decir la verdad se sitúa en el ciclo de las técnicas de sí y de la versión suave del gobierno, en la bisagra entre el segundo dominio de la genealogía y el tercero, definido como una “ontología histórica de nuestras relaciones con la moral”.[13] El objetivo es estudiar cómo, más acá y más allá de la represión, la subjetivación misma produce sujeción. Como los aphrodisia en “Subjetividad y verdad”, la confesión es una “superficie de refracción”[14] sobre cuya base se examinan las modalidades históricas de la relación consigo mismo en cuatro aspectos: “sustancia ética”, “modo de sujeción”, “práctica de sí” y “telos”.[15]
La última exposición identifica en Obrar mal, decir la verdad la continuación del trabajo sobre el problema filosófico ya tratado en Las palabras y las cosas, y el comienzo de la solución que Foucault le dará en El coraje de la verdad. El curso inaugura el ciclo de la crítica aletúrgica, que completa las críticas arqueológica y genealógica. A través de la historia de las formas de producción de la confesión, Foucault estudia la de la “subjetividad-verdad”. Retorno al debate con Kant, acerca del cual los editores de la Introducción a la Antropología indican que habría de “alimentar la obra entera”. Entre líneas, no deja de insistir una pregunta: si la verdad “no se constata sino que se suscita”,[16] si es “producción en vez de apofántica”,[17] ¿qué puede o debe ser la filosofía crítica? Y una respuesta programática, mencionada con demasiada brevedad en Lovaina: “un contrapositivismo, que no es lo contrario del positivismo, sino más bien su contrapunto”.[18]
1. La represión y sus objetos
¿Cómo se vinculan la política y la ética en los textos de Foucault sobre la justicia penal? ¿Cómo se plantea en ellos el problema del poder de la verdad? Para responder a estas preguntas es necesario recordar, sin duda, que el autor de Vigilar y castigar decía trabajar “a menudo […] al capricho de las circunstancias”,[19] y también, por tanto, a merced de las luchas con las cuales se vinculaba. Asimismo cabe recordar que según Deleuze la práctica era para él “un conjunto de relevos de un punto teórico a otro, y la teoría, el relevo de una práctica a otra”.[20] Y volver brevemente a su lucha junto a los miembros de la Izquierda Proletaria (IP) y dentro del Grupo de Información sobre las Prisiones (GIP), no para explicar la obra por la vida sino para –sin ceder a la tentación de la totalización biográfica– descubrir lo que exige la ética de la filosofía crítica, tal como él la concibe.
Circunstancias
Las circunstancias son en primer lugar las de la represión de los movimientos estudiantiles en 1968. En Túnez, donde Foucault es profesor, las manifestaciones son duramente reprimidas: decenas de militantes van a parar a la cárcel. Foucault esconde a estudiantes buscados por la policía y suministra información a los abogados de quienes están detenidos. Después del proceso de estos últimos, pide que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia ponga fin a su comisión de servicio.[21] Vuelve al país, donde en junio de 1968 han sido prohibidas doce organizaciones de la izquierda extraparlamentaria. En 1970 el cerco se estrecha en torno a la IP, organización maoísta que agrupa bajo el liderazgo de Benny Lévy[22] a militantes procedentes sobre todo de la Unión de Juventudes Comunistas Marxistas-Leninistas o del Movimiento del 22 de Marzo. En febrero mueren dieciséis mineros en Fouquières-lès-Lens a raíz de una explosión de grisú; poco después se perpetra un atentado con bombas molotov contra las oficinas administrativas de esa cuenca minera. Nueve militantes de la IP son encarcelados, al igual que los directores de La Cause du Peuple.[23] El 27 de mayo se dicta la proscripción de la IP sobre la base de la ley sobre grupos de combate y milicias privadas.[24] El 9 de junio se sanciona una ley cuyo propósito es “reprimir nuevas formas de delincuencia”;[25] en su redacción se establece una forma de responsabilidad colectiva y se castiga con dos años de cárcel la participación pacífica en una agrupación prohibida.[26] Cerca de doscientos militantes van a prisión, sea por la aplicación de la nueva ley, sea por haber reconstituido una liga disuelta, delito que la venta de La Cause du Peuple basta para comprobar.[27]
Entre esas circunstancias está también la reacción de la IP a la represión. Proscrita, la agrupación sigue la lucha de diversas maneras. En primer lugar, ampliac...

Índice