¡Es tu tiempo!

Los tips de ¡Es tu dinero! para ganar más trabajando menos

Nicolás Litvinoff

• Editorial: Granica
• Año: 2019
• ISBN del libro electrónico: 9789506416423
• Categoría: Negocios y empresa
• Categoría: Contabilidad financiera

Hacia mediados de 2009, aparecieron bajo el formato de tips las columnas de finanzas personales de Nicolás Litvinoff en la versión online del diario La Nación, y desde un principio se ubicaron entre las más leídas, liderando con frecuencia los ránkings de visitas y comentarios. El éxito respondió a los temas abordados por Litvinoff y al lenguaje llano utilizado en las columnas, que confirmaron la habilidad del AUTHOR para llegar a un público masivo interesado en mejorar su calidad de vida a partir de su salud financiera.

Capítulo 1

¡A ganar dinero!

Ganar dinero no es sencillo, aunque tampoco imposible. Acepte el desafío de conocer sus verdaderas habilidades, propóngase incrementar su cultura financiera, sepa definir sus principales objetivos y notará que los resultados tarde o temprano lo acompañarán. Reflexione sobre lo que le enseñaron en la escuela y verá que lo prepararon más para obedecer que para tomar decisiones. Cambie por dentro y cambiará por fuera.

Tips para ganar dinero

1. Abandone el sentimiento de culpa

Muchas personas se manejan con un concepto equivocado del trabajo. Sostienen que trabajar implica sacrificarse, que para ganar dinero siempre hay que esforzarse, y critican el modo de vida de quienes dedican menos tiempo al trabajo y más a la inversión eficiente de los ahorros.

Lo cierto es que la riqueza se genera cuando a partir de pequeños esfuerzos se logran grandes resultados, mientras que la pobreza aparece cuando con grandes esfuerzos se obtienen resultados magros.

Cuestionar los prejuicios que existen en la sociedad acerca de la forma correcta de ganar dinero permite, a la larga, depender menos del empleo y disfrutar más la vida.

2. Redefina sus prioridades

Las personas que trabajan mucho con la intención de tener un ahorro, y luego ven que su dinero se licua porque no saben cómo invertirlo, suelen aducir las siguientes razones: “soy un desastre para los números”; “tengo otras prioridades en este momento”; “estoy muy ocupado trabajando todo el día como para perder mis ratos libres leyendo sobre finanzas personales”.

Pero ¿qué sentido tiene trabajar todo el día, si luego se pierden los ahorros a causa de la inflación o en gastos innecesarios?

Abandonar las excusas y destinar un tiempo al capital acumulado es la mejor forma de valorar el esfuerzo realizado para ahorrar dinero y vivir más tranquilos.

3. Rechace el rol de víctima

“No pierdo dinero por mi culpa, sino por la de los otros.” Aunque no se admita, esta máxima gobierna en la mente de mucha gente que, al encarar una inversión, prefiere no investigar demasiado, y responsabilizar a los demás en caso de que el resultado no sea el esperado.

Culpar al país, al Gobierno, a la empresa donde se trabaja o al socio por la insatisfacción económica implica delegar responsabilidades, aun a costa del propio bienestar.

Y además de esconder una tendencia hacia la comodidad, esta actitud echa por tierra cualquier intento de transformar la realidad, y ubica a la persona financieramente inmadura en el lugar de la víctima.

Como veremos más adelante, siempre resultará más sencillo evadir las responsabilidades que hacerse cargo del propio destino. Pero la comodidad se paga caro, sobre todo en cuestiones monetarias.

4. Derribe los mitos y las creencias disfuncionales

Las excusas para no invertir abundan y se basan en generalizaciones que no son más que prejuicios o creencias disfuncionales para nuestras finanzas (”la Bolsa es una timba”, “los bancos son ladrones con mostrador”, “en este país no se puede invertir”, “poner un negocio es imposible porque todo se va en impuestos”).

El resultado de estas formas de pensar es la parálisis que lleva a perder el poder adquisitivo de los ahorros y genera envidia respecto de quienes obtienen ganancias invirtiendo en bonos, acciones, propiedades o proyectos productivos.

Cuestionar los mitos y las creencias populares sobre el dinero es una de las decisiones más inteligentes que podemos tomar.

5. Combata la ceguera cognitiva

En general, se es consciente de que hay mucho por aprender, aunque cuesta reconocerlo. Sin embargo, asumir la ignorancia o el desconocimiento sobre ciertos temas es clave para iniciar un proceso que nos brindará más alegrías que disgustos.

Por un momento, póngase en la piel de quien, sin experiencia alguna, sostiene que la Bolsa es una timba. ¿Qué beneficio le genera semejante afirmación? Se priva, en todo caso, de conocer un mundo pleno de oportunidades, donde las chances de ganar crecen a la par del conocimiento interno (nuestra relación con el dinero, nuestros miedos y fantasías) y externo (las herramientas de inversión y los activos financieros a nuestro alcance).

Declarar la propia ignorancia, admitir que no se sabe si la Bolsa es una timba o tiene reglas que se pueden conocer y utilizar a nuestro favor, no es en absoluto negativo: implica alcanzar el “umbral del aprendizaje”, descubrir la puerta de acceso a nuevos universos. En este caso, nada más y nada menos que al de las finanzas personales.

6. Confíe en los docentes

Una vez reconocida la ignorancia –o el escaso conocimiento– sobre el tema, se torna obligatoria la búsqueda de un maestro, de un docente por vocación.

La construcción de una relación de confianza es clave en esa búsqueda. Pero confiar no equivale a someterse, sino a concederle autoridad al especialista desde una postura crítica, donde todos sus argumentos sean analizados.

El coach financiero asume ese rol de maestro que enseña diversos caminos, entrena y exige a sus alumnos, que irán aprendiendo y modificándose a partir de sus razonamientos e interpretaciones.

7. Adquiera habilidades

Existen ciertas conductas que distinguen a toda persona hábil a la hora de manejar los ahorros.

Planificar los gastos con tiempo es uno de esos aciertos que permiten bajar costos; por ejemplo, al comprar un pasaje aéreo con mucha antelación y un buen descuento.

Otra conducta saludable es pedir descuento en cada posible compra abultada: nunca se sabe cuál es la motivación que hay detrás del vendedor, ni si está dispuesto o no a bajar el precio de sus productos para venderlos.

Por último, revisar los comprobantes de los gastos en busca de posibles “errores”, como los que suelen hallarse en las compras en supermercados. Al fin y al cabo, gastar menos es una forma de ganar dinero.

8. Otórguele al dinero la importancia que se merece

Muchas personas sostienen que el dinero no es importante en su vida y desisten de aprender a manejar con eficiencia los ahorros.

Sin embargo, esta actitud los obliga a trabajar más horas que las deseadas para darse gustos, y sufren económicamente cada vez que se quedan sin empleo.

Vivimos en una sociedad capitalista donde el pleno empleo no existe y en la que siempre es posible quedar al margen del mercado laboral.

Con más ahorros se gana en tranquilidad, se puede buscar un mejor empleo y dedicarle más tiempo al ocio, al es...

Índice

• Sobre este libro
• Prólogo
• Capítulo 1
• Capítulo 2
• Capítulo 3
• Capítulo 4
• Sobre el autor