Semblanza evolutiva neandertal en Europa
eBook - ePub

Semblanza evolutiva neandertal en Europa

  1. 261 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Semblanza evolutiva neandertal en Europa

Descripción del libro

En este libro se realiza una semblanza de la historia que nos acerca a la vida de nuestros primos los Hombres de Neandertal, llamados así por haberse encontrado sus primeros restos reconocidos por la ciencia en el Valle del Neander, tramo del desfiladero del río Düsseln, Cuevas de Feldhofer, cercanías de Düsseldort-Renania del Norte-Westfalia (Alemania). El Hombre de Neandertal vivió en Europa durante el período que va del año 250.000 al 21.430 a.C. y los últimos restos encontrados de los miembros de esta especie humana habitaron en España y es en la Cueva de la Carihuela en donde ya se pierde su registro fósil hacia el año 21.430 a.C. Los científicos tratan de averiguar con sus estudios, las causas que motivaron la extinción de esta raza humana, que pobló nuestros Planeta durante tan largo período de tiempo, para tratar de salvaguardar a nuestra especie Homo Sapiens que la habita actualmente de alguna amenaza similar.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Semblanza evolutiva neandertal en Europa de Flores Escobedo en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Storia y Storia antica. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2018
ISBN del libro electrónico
9788417029883
Categoría
Storia
Categoría
Storia antica
Primera edición: marzo de 2018
© Grupo Editorial Insólitas
© Flores Escobedo
ISBN Digital: 978-84-17029-88-3
Difundia Ediciones
Monte Esquinza, 37
28010 Madrid
www.difundiaediciones.com
IMPRESO EN ESPAÑA - UNIÓN EUROPEA
Consideraciones Previas
El Homo Heidelbergensis fue una especie humana que apareció sobre la Tierra hace más de 600.000 años y permaneció en ella hasta hace 250.000 años, en la edad Ioniense, a mediados de la época del Pleistoceno Medio.
Eran homínidos altos de 1,80 m de altura, muy fuertes que podrían llegar a los 100–105 kilos de peso con cráneos de hasta 1350 cm3, muy aplanados, con mandíbulas salientes y con gran abertura nasal, adaptadas al frío.
Aparecieron sus fósiles en Mauer, cerca de Heidelberg en Alemania y de ahí su nombre. Es el antepasado directo del Homo de Neandertal en Europa. También se encontraron fósiles de esta especie en Steinheim (Alemania), Swascombe (Inglaterra) y en la Sima de los Huesos ubicada en la sierra de Atapuerca, Burgos (España).
El Homo Heildelbergensis está catalogado como que existió entre el Homo Antecessor y el Homo Neanderthalensis y por eso se ha hecho una referencia a ellos para situarlos en el tiempo en que vivieron.
El Homo Neanderthalensis, objeto de esta semblanza de la Historia, vivió en Europa durante el periodo 250.000 al 21.430 años a.C. y se cree, por los restos encontrados, que los últimos miembros de esta especie humana vivieron en España, en las montañas de Asturias y Cantabria, aunque también estuvieron en el Centro de la Península Ibérica, en Valencia, Málaga, Campo de Gibraltar, Portugal y finalmente en Granada, entre otros muchos lugares, desapareciendo del registro fósil hacia el año 21.430 a.C. en el sur de la Península Ibérica según el polen recogido en la cueva de La Carihuela, El Pinar(Granada).
Eran individuos corpulentos, más bien bajos, ya que no superaban el 1,65 m de altura, con piernas y brazos más cortos que el hombre actual; nariz muy ancha y grande para respirar bien y aguantar mejor los fríos de las glaciaciones que sucedieron durante ese período en Europa; la boca la utilizaban como una herramienta más para trabajar las pieles y roer la madera para tallarla y hacer sus instrumentos primitivos.
Eran hombres muy fuertes que cazaban animales grandes, como los mamuts, bisontes, renos, bueyes almizcleros, rinocerontes lanudos, ciervos, osos, jabalíes e incluso lobos, llevándose de todos ellos solo las partes más nutritivas, como cabezas, extremidades, vísceras y costados y también los tendones largos y las pieles.
Seres carroñeros, al principio, robándoles las presas a los depredadores e incluso en los periodos fríos y por la escasez de alimentos, en algunos momentos y acuciados por el hambre se comían los cadáveres de sus congéneres y también para adquirir, según sus creencias, la fuerza del fallecido y sus habilidades en la caza. Parece ser, que los neandertales tenían sentimientos, memoria cognitiva y enterraban a los muertos y también ayudaban a los heridos y discapacitados para la caza, alimentándolos y cuidando de ellos.
El enterramiento de sus muertos se llevaba a cabo colocándoles en estado fetal, cortándoles la cabeza y dejándoles junto a la misma un cervatillo u otro animal pequeño para que se alimentaran en su viaje al más allá.
Los neandertales fabricaron elaboradas herramientas de piedra que les servían para descuartizar los animales, encender el fuego y fabricar otros objetos de uso diario, como eran las hachas de mano, raspadores, cuchillos de piedra y puntas de lanzas, entre otros. También trabajaron el hueso de los animales que cazaban, fabricando instrumentos musicales, pendientes y otros adornos personales.
Los neandertales eran nómadas que se desplazaban en grupos de 20 a 30 individuos y lo hacían de un sitio para otro, dependiendo de la climatología siguiendo a los animales y recolectando los frutos que daba la tierra en cualquier estación, aunque en ocasiones permanecían en un mismo lugar por espacios prolongados siempre que no les faltara la comida. Vivian en grutas, abrigos rocosos o simplemente al aire libre con climas de bonanza, en chozas fabricadas por ellos con pieles, palos flexibles, ramas secas en el techo y colmillos de mamuts para que sirviera de contrapeso y así evitar que fueran empujadas o levantadas por el viento. Las cuevas les servían de vivienda en su parte de la entrada, en donde comían y dormían y en el interior de las mismas pintaban en sus paredes y celebraban sus ritos religiosos a la luz de las antorchas.
Ha quedado demostrado, por las pruebas de genética, que el hombre moderno tiene del 1 al 4 por 100 de herencia adquirida del Hombre de Neandertal, desconociéndose, por ahora, el motivo real que por el que desaparecieron. Los científicos no se ponen de acuerdo, ya que unos opinan que fue por guerras y competencia con el Homo Sapiens arcaico, o sea, el Hombre de Cromañón, que estaba dotado de otra inteligencia y más adaptado, pero también hay otros que opinan que no desapareció, si no que se mezcló y fundió con el Homo Sapiens, prevaleciendo éstos por ser más numerosos y de ahí ese porcentaje de material genético que posee actualmente el hombre moderno. ¿Cuántas veces nos hemos cruzado por la calle con personas, posiblemente, con una carga superior de este material genético, que por sus características físicas nos recuerdan a estos seres humanos, ancestros nuestros, que poblaron el planeta, viviendo Europa, Oriente Medio y parte de Asia durante un largo periodo de tiempo?
Sea como fuere, se ha pretendido con esta semblanza, haciendo un viaje en el tiempo, retrocediendo 40.000 años y coincidiendo con la lª migración del Homo Sapiens a Europa del Este, procedente de Asia Central, acercarnos un poco más a la vida y costumbres de nuestros antepasados los Neandertales, con los que convivió el Homo Sapiens durante un periodo entre 15.000 y 10.000 años, habiéndose hallado sus últimos vestigios de fósiles, herramientas y útiles en los lugares excavados en la Península Ibérica, a la que fueron empujados por los hielos procedentes del norte de Europa, provocados por el Würm y de los cuales cada día sabemos más, ya que su importancia radica no solamente en el hecho de saber cómo eran, sino, lo más importante para el hombre actual: ¿Por qué desaparecieron? ¿Cuál fue el motivo concreto y si esa causa nos puede afectar a los humanos actuales?
1
Año 40.000 a.C.
Período de la glaciación del Würm, Pleistoceno Superior – Valle del Neander, tramo del desfiladero del río Düssel, en una de las Cuevas de Feldhofer, situada en unos acantilados de 70 metros de altura en su ladera sur – Hoy día en las cercanías de Düsseldort – Renania del Norte–Westfalia (Alemania).
En la entrada de la cueva y ante una gran fogata, rodeada de piedras, situada en la falda de una montaña, en los alrededores de este lugar, se encuentran calentándose, una pequeña tribu de neandertales, compuesta por 19 individuos, abrigados con pieles de animales capturados; todos ellos emparentados entre sí. En el exterior de la cueva, a las 10 de la noche, hacía una temperatura de –20 grados centígrados y en su interior tan solo 2 grados centígrados a 10 metros de separación de la hoguera que atemperaba el ambiente. Los neandertales tenía la costumbre de encender fuegos para calentarse y preparar los alimentos y allí permanecían muchas horas hablando sobre la caza, forma de preparar las herramientas y de las cosas ocurridas durante el día. Estaban sufriendo los fríos de la última glaciación Würm que acababa de iniciarse y llamada así como uno de los afluentes del río Danubio.
En las conversaciones que mantenían los neandertales se utilizaban tan solo las vocales a, i, u, ya que solo podían utilizar una fonética muy limitada, debido a la ubicación de su faringe, situada más arriba que la del homo sapiens, aunque poseían el gen más importante del lenguaje, idéntico al nuestro, el FOXP2 y en estudios recientes los últimos hombres neandertales poseían ya el hueso hiodes, fundamental para el habla, al mantener la base de la lengua en su sitio y que por un error inicial, se tenía la idea contraria, por la mala interpretación del primer esqueleto neandertal que se reconstruyó, como ya explicaría John Lloyd en “El pequeño gran libro de la ignorancia”.
En su lenguaje emitían palabras con dichas vocales y también gruñidos fuertes. Sentados cerca del fuego podían estar diciendo: antamiu, sifiantu, maruasi, timura, ramuri y otras palabras por el estilo, acompañadas de los gruñidos y vocalizaciones, tales como: agg, drug, maung, triburr para demostrar su enfado o euforia.
Pero si esta obra se escribiera con las palabras como pensamos que ellos las pronunciaban, nosotros, el homo sapiens moderno no nos enteraríamos de nada de sus conversaciones que tratarían, más o menos, de una manera ficticia, de sus preocupaciones, inquietudes, miedos, operaciones de caza, enfermedades y demás cosas que les ocurriera en la cotidianidad de sus vidas, como hemos dicho antes. Por ello, vamos a traducir estas conversaciones al idioma castellano, que entonces, como ya se sabe no existía en aquellos lejanos y fríos periodos de tiempo: pero lo vamos a hacer en este idioma por haber estado los últimos neandertales, según estudios de investigación realizados, viviendo en la Península Ibérica y en donde se tiene la última referencia de su desaparición, en una banda que va del 28.440 al 21.430 años a.C. según la antigüedad del polen analizado, de la vegetación de la última glaciación, existente en los alrededores de la Cueva de La Carihuela, de la localidad El Pinar (Granada), como se señaló antes.
Y como si se tratara del mando de la televisión, vamos a conectar con ellos, ahora que están sentados al fuego y acaba de caer la noche de un día de primavera, realmente fría, del año 40.000 a.C. para oírles en su idioma, ya traducido al castellano.
– ¡Que frío hace en este lugar! Tendremos que buscar otra cueva, pero un poco más al sur. Aquí ya hay poca caza, pues llevamos 12 años habitando la cueva y la fauna está ya escaseando – se quejaba Antridu, el jefe de la tribu, sentado a medio metro, sobre una de las piedras situadas alrededor de la hoguera.
– Antridu, ten en cuenta, que aquí cerca hay todavía, 3 tribus más y el año pasado se marcharon 5 tribus que ocupaban las cuevas que han quedado vacías, de las 9 que tiene este lugar – le indicó Urita, una de las dos esposas que tenía el jefe de la tribu.
– Padre, yo no me quiero marchar de este lugar que aquí tengo a mis amigos de las otras tribus y juego con ellos y lo pasamos bien – le inquirió Mantuni, su hijo de 8 años, que estaba también sentado al lado de su madre.
– ¡Tú calla! Todos haremos lo que disponga tu padre Antridu, que para eso es el jefe de la tribu – le dijo su hermano mayor Intaxu, que tenía 18 años y era un cazador al que le faltaba el dedo índice de la mano izquierda por el mordisco de un oso de las cavernas con ocasión de la caza del mismo.
– Debemos alejarlos de esta zona, pues no solo porque la caza escasea, sino porque el frío se está haciendo insoportable y por más pieles que nos ponemos, tanto para dormir como para cubrirnos el cuerpo durante el día, pasamos frío, mucho frío. Mañana empezaremos a preparar los bártulos y las armas de la cueva – volvió a quejarse y a ordenar lo necesario Antridu.
– Antridu, tendremos antes de partir, que cazar un ciervo o un caballo, para tener provisiones de carne para el camino – aconsejó Ansita de 26 años, segunda esposa de Antridu, con la que tenía una hija en común, llamada Usita de 10 años de edad. Ansita acompañaba al grupo de cazadores y era una experta impulsando la lanza de madera a una distancia de 5 metros, a pesar del riesgo que esto suponía, sobre todo cuando se trataba de la caza de un oso, pues estas lanzas tenían poco peso y había que aproximarse a una distancia co...

Índice

  1. Cover
  2. Copyright
  3. Texto