Sermones Temáticos sobre Pablo y liderazgo

John MacArthur

• Editorial: Editorial CLIE
• Año: 2017
• ISBN del libro electrónico: 9788416845538
• Categoría: Teología y religión
• Categoría: Religión

Los Sermones sobre Pablo y Liderazgo han sido seleccionados y escogidos para poder predicar una serie temática, por un año completo, sobre Pablo y el liderazgo en la Biblia. Encontrará sermones y bosquejos sobre: Personajes del A.T y del N.T en relación al liderazgo, al igual que un amplio número de sermones y bosquejos del mismo Pablo como ejemplo de liderazgo; y la relación entre ellos y el texto bíblico.

II PARTE

Pablo como ejemplo de liderazgo

5 de Mayo, 1974

09_La visión de ministerio de Pablo. Parte 1: servicio y enseñanza

Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Cuando vinieron a él, les dijo:

Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas.

Hechos 20:17–20

BOSQUEJO

— El servicio maximiza el tiempo

— El entorno del mensaje

— Sirviendo con humildad abundante

— Sirviendo en medio del sufrimiento

• Sufrimiento desde dentro

• Sufrimiento desde fuera

— Oración final

SERMÓN

Introducción

Puse como título particular a este capítulo, Pablo mira su ministerio, y en él tenemos la perspectiva de Pablo acerca de su propio ministerio.

Muchos grandes hombres no acaban con lo que empiezan. Tenemos esculturas inconclusas, pinturas inconclusas, libros inconclusos, sinfonías inconclusas, muchas cosas que no fueron terminadas. Y en algunos casos, tal vez era el sueño más grande de la vida de un hombre y murió viendo solo una parte de su sueño concluido.

Pero así es la vida, es cruel en este sentido. Ni para los impíos ni para los creyentes hay alguna garantía de que verán completado aquel sueño que tenían. No hay ninguna garantía de que lo verán concluido. Pero cualquiera que sea el sueño que persigan, éste es el que le da el significado a la vida, no hay ninguna promesa de que todos ellos lo completarán, pero será una motivación para vivir.

Sin embargo, no creo que esto sea verdad para los verdaderos cristianos. Creo con todo mi corazón, tanto como creo de corazón, porque éste está confiado en la Escritura, creo desde lo más profundo de mi corazón, que Dios da al cristiano el tiempo que necesita para acabar con el ministerio que Él mismo le dio. Lo creo con certeza.

Creo que existe para el cristiano una promesa de que, cuando Dios lo llama, no solo le dará los dones espirituales, no solo le abrirá las puertas, no solo hará que su ministerio sea posible, sino que también le dará el tiempo necesario para concluirlo. Y pienso que esto es lo que sobresale dentro del testimonio del apóstol Pablo.

Vean Hechos 20:24, “Pero de ninguna cosa hago caso”. Él había sido advertido de que no fuera a Jerusalén, y fue advertido en estos términos, leamos el versículo 23: “el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones”. Desde luego que esto sería por agentes humanos. Por eso continúa en el 24: “ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio”. Pablo sabía que solo tenía cierto tiempo, y que en ese tiempo él concluiría su ministerio. Él tenía esta confianza, porque él lo perseguía y creía que Dios le permitiría completarlo.

Creo que Dios es quien establece los límites de la vida de cada hombre de manera soberana. Y si Dios te ha llamado a un ministerio, dentro de este marco de su soberanía, está incluida la posibilidad de completarlo. Personalmente debo creer esto, porque Dios nunca te llamaría a un ministerio que fuera imposible de acabar. E incluso creo que, si Él hizo el tiempo, hizo lo suficiente para que sus planes se cumplan. Pienso que la cantidad de tiempo es suficiente para que su gracia se manifieste en nuestra vida de su parte.

Lo que quiero decir es que tengo que creer que Dios anticipa ciertos periodos de escape o descanso. ¿No lo creen? Lo que digo es que esto es lo que yo espero. Dios ha prescrito para un hombre que es cristiano un tiempo en el cual él logrará terminar un ministerio si él pone su máximo esfuerzo.

Creo que puede ser que algunos cristianos mueran sin haber completado su trabajo, por la simple razón de que lo iniciaron muy tarde, o bien, porque nunca lo comenzaron. Y saben algo, creo que incluso Dios puede llevar a muchos cristianos antes de hayan comenzado algo. Si leemos en 1 Corintios 11, algunos que continuaban expresando carnalmente, o bien que expresaron su carnalidad en la mesa del Señor, murieron porque el Señor así lo mandó. Ananías y Safira, cayeron muertos en un momento. En 1 de Juan 5:16, el pecado de muerte, puede suceder cuando un cristiano falla continuamente, el Señor simplemente lo remueve porque causa más problemas que beneficios, al menos en lo que respecta en términos de testimonio para el mundo.

Si un cristiano no concluye con su ministerio, no es cuestión de que se le acabó el tiempo, es cuestión de fallas de su parte para hacer buen uso del tiempo. Por ejemplo, Pablo dice dos veces, “aprovecha el tiempo, redime el tiempo” (Efesios 5:16; Colosenses 4:5). No “redimir tiempo”, sino “redimir el tiempo”, con artículo definido, nos habla de un tiempo definido, un tiempo prescrito. Compra tiempo, paga por más tiempo, literalmente esto es lo que significaría; pero lo que Pablo está haciendo es maximizar cada momento, no perdía nada de tiempo. No creo que sea posible que Dios nos llame a un ministerio y no nos dé el tiempo para completarlo. Pablo dice:“lo tienes que redimir”, literalmente comprar. Y Pablo vivió su vida comprando cada momento hasta el final de tal modo que pudo acabar su ministerio, y cuando él lo concluyó, entonces pudo irse.

Ahora bien, el Señor nos ha dado todos los ingredientes. Si leen 1 Corintios 12, encontrarán que cada uno de nosotros ha sido dotado. Nos ha dado a todos de su Espíritu. Hay diversidad de dones, operaciones, administraciones, y ministerios, y Él ha puesto todas esas cosas juntas, y tengo que creer que Él nos ha dado los dones y ministerios según Romanos 12:3. Incluso Él nos ha dado la fe para usar estos dones. No serviría de nada tener un don y no tener la fe para hacerlo funcionar, o tener un don menor que la fe que tenemos, en un sentido, o bien tener más don que fe y entonces estar siempre frustrado por no poder hacer aquello a lo que fuiste llamado. Así que tenemos en igual medida el don que nos ha sido dado y la fe necesaria para realizarlo. Y con todo ese cuidado, seguramente Dios nos ha dado también el tiempo que necesitamos para completar nuestra labor, esto siempre y cuando maximicemos ese tiempo. Y supongo que quienes van a escuchar: “Bien, buen siervo y fiel” (Mateo 25:14–30) son los que lo hayan maximizado.

Quiero llamar su atención sobre algunos pensamientos acerca del tiempo, que vienen de la mente humana. Eclesiastés es la sabiduría del hombre, pero la sabiduría del hombre se entrecruza periódicamente con la sabiduría de Dios en este libro. Y quiero que presten atención a Eclesiastés 3:1, “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Del mismo modo que Dios controla todos los otros factores de la existencia, Él también controla el tiempo: “Tiempo de nacer, tiempo de morir”. Los límites de la vida del hombre están soberanamente diseñados por Dios.

En el versículo 17: “Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace”. Dios garantiza que hay un tiempo para que toda obra sea completada.

En 1 Pedro 1:17, “Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno” —escuchen— “conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación”. Pedro está diciendo que tenemos cierto tiempo, vívanlo en el temor del Señor. Pasen “todo el tiempo de su peregrinación” esto es una designación muy personal del tiempo, un tiempo que ha sido dado a ustedes de manera muy particular.

En 1 Pedro 4:2, él dice esto, “para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”. Ahora, aquí la idea es que Dios ha prescrito un tiempo que debe ser maximizado porque Él así lo desea, por su propia voluntad.

En Hechos 17:26 Pablo estaba predicando en Atenas y dijo: “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación”. Dios determina el tiempo.

Job sabía esto, ustedes lo recordarán, probablemente se saben bien la primera parte de Job 14:14, pero me pregunto si se saben la última parte. La primera parte dice: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” Y la segunda parte dice: “Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación”. Job dice: “Sé que voy a ser cambiado, lo sé perfectamente”. Lo que está diciendo es, ya sea que el gusano destruya este cuerpo, aun así, en mi carne veré a Dios. Sé que seré cambiado, estoy esperando el tiempo indicado para que esto termine. Sí, Dios ha puesto límites a la vida del hombre de manera soberana, esto en términos de tiempo.

Por eso deducimos que tienen suficiente tiempo para acabar con el trabajo que Dios les ha dado. Esto es muy importante. Esto da a mi vida un enorme sentido de dirección. Saber que si aprovecho bien el tiempo, que si es verdad que tengo tiempo para acabar con mi obra, entonces no me tengo que preocupar por la muerte, esto es profundo, no tenemos que preocuparnos por la muerte. Si yo tan solo me preocupo por acabar la obra —y no quiero decir que nos debemos preocupar en un sentido negativo, sino preocuparnos en el sentido de ser anticipados— si pienso en el hecho de que debo maximizar el tiempo, sé que voy a acabar la obra, y una vez concluida me voy a retirar a estar en la presencia del Señor y esto será en un sentido de cumplimiento. Habré cumplido con todo lo que se me dio para hacer. Con todo lo que Dios me entregó para hacer.

En estos días voy a ir a visitar Jerusalén y actualmente hay mucha inseguridad en esa zona. Escuché a una dama que va en este viaje diciendo que se va a parar siempre frente a mí para protegerme, porque ella no considera que ya haya llegado el tiempo de que me vaya con el Señor. Ella dice que mi trabajo aquí no ha quedado concluido. Así que le dije: “Muy bien amada herma...

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• Portada interior
• Índice
• I PARTE. PERSONAJES DEL AT Y EL NT EN RELACIÓN AL LIDERAZGO
• II PARTE. PABLO COMO EJEMPLO DE LIDERAZGO
• John MacArthur
• Créditos