Cuando la Tierra pide SOS
eBook - ePub

Cuando la Tierra pide SOS

Manual urgente de sostenibilidad para frenar el cambio climático y mejorar el mundo

  1. 266 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Cuando la Tierra pide SOS

Manual urgente de sostenibilidad para frenar el cambio climático y mejorar el mundo

Descripción del libro

La Tierra está cada vez más contaminada. Los océanos se llenan de plástico. El clima está cambiando. El planeta y sus habitantes sufren... ¿Hay algo que podamos hacer? Sin duda, sí. Somos nosotros, como ciudadanos y consumidores, quienes tenemos el poder y la capacidad de cambiar las cosas. Se acabó el esperar a que los líderes mundiales sean los que se decidan a hacer legislaciones para mejorar la situación. Si ellos no lideran el cambio, que sean los que sigan nuestro cambio.

Este libro es un manual lleno de reflexiones, datos y hábitos sencillos que puedes incorporar en tu día a día para ayudar a revertir la crítica situación que vive el planeta. Pequeños gestos como ser consciente de lo que comes, vistes o desechas pueden marcar la diferencia. ¿Te atreves a convertirte en una gota de agua limpia en un océano lleno de plástico?

La Tierra pide SOS. No esperes para hacer algo. ¡El futuro es ahora!

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Cuando la Tierra pide SOS de Cristina Santos en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Ciencias biológicas y Ecología. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2020
ISBN del libro electrónico
9788418087073
Edición
1
Categoría
Ecología

03

HACIA EL RESIDUO CERO

Son muchas las personas que se preocupan por el impacto ambiental de su comida, pero no todas son capaces de ver una de las características más simples y destructoras en su carrito de la compra: el temido envase de plástico.
El término «zero waste» o «cero residuos» está ganando popularidad en varios países (incluido España) gracias a inspiradoras cuentas de Instagram y blogs ecológicos que narran tareas imposibles (como por ejemplo el de Patri y Fer, donde comparten cómo llevan viviendo sin plástico desde 2015), y nuevas tiendas locales donde se pueden comprar pastas, legumbres y harinas a granel.
Nuestro sentido común y nuestra compasión por la naturaleza no están del todo dormidos, y es por eso que movimientos como este van ganando fuerza cada día. No obstante (siempre hay un «pero»), queda todavía mucho camino para normalizar un concepto tan sencillo como el de reducir nuestros residuos.
Cuando digo que estoy llevando una vida «cero residuos», normalmente me encuentro con distintos tipos de reacciones. Algunas personas se sorprenden y me dicen que es una tarea imposible. Otras me confirman que, con tantas personas consumiendo plástico hoy en día, no merece la pena intentar algo así. Otras afirman que el movimiento zero waste es cosa de ricos y que no es económicamente accesible para la mayoría. Algunas incluso se enfadan y me interrogan sobre si me creo mejor persona que las demás. Y otras, sea por pura curiosidad o con un escudo de cinismo ya preparado, me preguntan qué diablos es el zero waste.
En este capítulo me gustaría darte suficiente información como para cubrir todas esas reacciones, compartir contigo mi experiencia y responder a preguntas clásicas para entender mejor el movimiento y poder unirte a él sea cual sea tu situación.
Antes de responder la pregunta básica de qué es el zero waste, no obstante, me gustaría que nos tomáramos un minuto de reflexión. ¿Alguna vez te has sentido frustrado/a, enfadado/a, triste o molesto/a a causa de los problemas medioambientales actuales? Si tienes este libro en tus manos, probablemente la respuesta sea afirmativa, aunque solo necesitaríamos tener una mínima preocupación por el planeta para habernos sentido así en algún momento de nuestras vidas.
¡La verdad es que nuestros problemas como ciudadanos del mundo son bastante complejos! Docenas de factores internos y externos se mezclan y complementan para crear una situación globalizada o, como prefiero llamarlo, «problemas globales con potencial para soluciones globales». Así pues, las situaciones más graves o extremas hoy en día son así a causa de la relación entre procesos industriales, el consumismo masivo, decisiones gubernamentales, la oferta y demanda, la cultura y nuestros hábitos diarios.
Es precisamente por esta complejidad que, si queremos hacer algo al respecto, se nos hace difícil saber por dónde empezar. En uno de sus artículos, Mariana, la maravillosa ecoblogger detrás de Animal de Isla (antes «Cualquier cosita es cariño»), listaba tres verdades que merece la pena recordar:
01. Muchas veces, porque no sabemos por dónde empezar, decidimos no hacer nada al respecto, y el problema entonces crece más y más.
02. Muchas veces, porque es un problema complejo, creemos que no es nuestra responsabilidad, sino la de nuestro gobierno exclusivamente.
03. Muchas veces, porque no lo hemos intentado o hecho antes, creemos que la solución es imposible, inconveniente o, sencillamente, que no merece la pena.
Dicho esto, tengamos un momento al más estilo Matrix. ¿Y si te dijera que hay otro camino? Aunque la psicología humana hace que caigamos en una de esas tres actitudes, hay un truco completamente infalible para llevar una vida con más coraje y más sostenibilidad. ¿Sabes cuál es? ¡Lo más importante no es saber por dónde empezar, sino, sencillamente, empezar!
Cuando investigamos sobre un tema, especialmente si se trata sobre el medioambiente o problemas actuales, es fácil sufrir una sobredosis de información y sentirse abrumado por la situación. Todavía recuerdo el día en que realmente fui consciente del problema del plástico, viendo un vídeo sobre Lauren Singer, una chica apenas unos años mayor que yo que estaba viviendo sin producir más basura que la que cabe en un pequeño tarro de cristal. «¿Cómo es eso posible?», pensé.
Mi primera reacción fue decirme a mí misma que esa chica debía tener muchas más facilidades que yo, y que probablemente sería imposible hacer semejante cosa en mi lugar. Pero a medida que la escuchaba, me daba cuenta de que era una chica como cualquiera de mis amigas o compañeras, sin más privilegios o facilidades especiales que los que tenía yo. Al final del vídeo, se me encendió la bombilla: si una persona tan normal podía tener un impacto tan enorme en el medioambiente (o, mejor dicho, no tenerlo), ¿por qué no podía hacerlo yo? Y así descubrí el siguiente paso en mi viaje sostenible: el movimiento zero waste.
Por supuesto, aunque descubramos varias ideas o soluciones, con una sobredosis de información se nos hace difícil pensar con claridad y ver exactamente qué podemos hacer nosotros como individuos. Es por eso que, muchas veces, lo mejor es detenerse un momento, respirar profundamente y hacer una cosa. ¡Una! La que quieras. Puede ser la que te sea más fácil o conveniente, o la que más te atraiga. Sea como sea, ¡solo hace falta una para empezar!
En mi caso, por ejemplo, fue pasar de las botellas de plástico a una botella reutilizable. Era uno de los cambios más básicos y sencillos que podía realizar, pero supuso una gran motivación para seguir y preguntarme qué podía hacer a continuación.
Cualquier punto de partida es válido y suficientemente bueno, sea llevarte tus propias bolsas de tela al supermercado, pasarte a las legumbres a granel o decir que no a las pajitas de plástico. Elijas lo que elijas para empezar, será una buena elección. Y, volviendo a nuestro gran secreto Matrix: ahora que has empezado por algo, ¡será mucho más fácil seguir desde ahí!
Por supuesto, cómo funciona el mundo es una parte importante del proceso también, pero cabe recordar que el planeta está hecho de personas ordinarias como tú y como yo (sin ofender). Nosotros somos los consumidores, los trabajadores, los espectadores y los diseñadores. Tenemos un poder enorme, por lo que nuestros valores y nuestro estilo de vida (es decir, nuestros hábitos diarios) tienen un gran impacto en cómo será el mundo mañana.

El gran impacto del plástico

¿Cuánto plástico crees que consumes en tu día a día?
Hagamos un ejercicio. Empezamos el día con una ducha, utilizando champú, gel, quizá acondicionador y varias cremas o potingues que vienen en envases de plástico. Tal vez llevamos maquillaje, cada uno en su envase, o tal vez nos afeitamos con una maquinilla desechable. Desayunamos leche de tetrabrik, café envasado, tostadas con la bolsa del pan de molde, mantequilla en su envase, o tal vez cereales en su caja. Nos lavamos los dientes con nuestro cepillo de plástico y nuestro dentífrico en su tubito. Vamos al trabajo y bebemos varias veces de los vasitos de plástico que hay en la máquina de café. No hemos tenido tiempo para cocinar, así que a la hora de la comida compramos una ensalada en esos táperes de plástico que venden en la cafetería. No llevamos cubiertos encima, así que cogemos los desechables que ofrecen allí. Volvemos al trabajo, nos comemos esa barrita energética a media tarde, y… ¡oh!, se ha terminado la tinta del bolígrafo de plástico que estamos usando, así que lo tiramos y cogemos otro nuevo. Al final del día nos pasamos por el supermercado para comprar algo de comida; elegimos brócoli envuelto en plástico y champiñones en una bandeja de poliespán, además de un yogur, una bolsa de plátanos y un solo limón (en su bolsa de plástico individual, claro). Como no llevamos bolsas de tela, aceptamos por unos pocos céntimos la de plástico que nos ofrecen al pagar. Volvemos a casa, comemos, nos lavamos los dientes (esta vez más en profundidad), con el hilo dental (hecho de plástico, en su cajita de plástico) y con el enjuague bucal (¡menos mal que estaba de oferta el otro día y compramos dos botes gigantes… de plástico!) y, finalmente, nos vamos a dormir.
¿Cuántas de estas cosas coinciden con tu día a día? Seguramente, haya envases que evites conscientemente, como por ejemplo utilizar tus propias bolsas a la hora de hacer la compra o llevarte la comida de casa en tu propio envase reutilizable. Hay otras, no obstante, que posiblemente no hayas podido evitar hasta ahora. ¡Incluso puede que ni te hayas dado cuenta de ellas!
Sea como sea, la verdad es esta: utilizamos una cantidad enorme de plásticos y envases innecesarios, y el impacto que esto tiene sobre el planeta es todavía mayor. Aunque es en América donde se producen cantidades inimaginables de residuos (unos 13 kilos por semana y por persona), en casi todos los países del Oeste tenemos cifras insuficientes. Por ejemplo, en España producimos por persona, aproximadamente, 1,5 kilos de basura al día. ¡Sí, sí, cada día!
Si hacemos cálculos, en tan solo una década hemos consumido más plástico que el que se generó en todo un siglo anteriormente en la historia. Así, cada año un solo país puede utilizar tanto plástico como el necesario para cubrir el estado de Texas. En un año, un solo ...

Índice

  1. 00. INTRODUCCIÓN
  2. 01. ACTUANDO POR EL PLANETA
  3. 02. EL IMPACTO DE TU PLATO
  4. 03. HACIA EL RESIDUO CERO
  5. 04. OTRA FORMA DE HACER LAS COSAS
  6. 05. EL MUNDO TRAS TU ARMARIO
  7. 06. EL FUTURO ES AHORA
  8. 07. CONCLUSIÓN