La predicación en el siglo XXI

Actualidad, Contexto, Cultura, Justicia Social, Liberación, Postmodernidad

Pablo A. Jiménez

• Editorial: Editorial CLIE
• Año: 2011
• ISBN del libro electrónico: 9788482676180
• Categoría: Teología y religión
• Categoría: Ministerio cristiano

La enseñanza y la práctica de la predicación en la América de habla hispana están en una encrucijada. La realidad que enfrenta la Iglesia de Jesucristo a comienzos del siglo XXI nos obliga a evaluar, a examinar y a transformar nuestra manera de predicar el Evangelio. Quienes ejercemos el ministerio de la predicación a comienzos del siglo XXI debemos desarrollar nuevos modelos homiléticos que nos ayuden a comunicar el Evangelio de manera efectiva. Estos nuevos modelos deben reflejar los avances tanto en el mundo de la teología contemporánea como el de la comunicación del Evangelio. Este es, precisamente, el propósito de este libro. Ofrecemos esta obra única con la esperanza de ayudar tanto a quienes practican como a quienes enseñan el arte de la predicación a comienzos del siglo XXI. De hecho, como dice el autor, creemos que todas estas ideas sobre los distintos cambios y avances en el estudio y la práctica de la predicación pueden señalar el camino a seguir para el desarrollo de una homilética pertinente para la realidad de todo el pueblo de habla latina en ambos hemisferios.

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SEGUNDA SECCIÓN
Teología y diseño
del sermón

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CAPÍTULO 5

Teologías de la predicación

I. Introducción

Las personas de fe llegamos a conocer a Dios por medio del evento de la predicación. El sermón es un medio para enseñar tanto contenidos como procesos. Es decir, el sermón es un medio tanto para enseñar los principios básicos y avanzados de la fe cristiana como para enseñarles a nuestras congregaciones a pensar teológicamente.

El tema central de las teologías de la predicación se puede resumir en la siguiente pregunta: ¿Cómo se establece el punto de contacto entre Dios y la humanidad? Este importante tema se aborda desde dos perspectivas. Por un lado, las teologías de la predicación exploran cómo Dios se ha revelado a la humanidad. Por otro lado, tratan de discernir cómo se manifiesta la presencia de Dios por medio de la predicación. En fin, el tema central de las teologías de la predicación es la forma en que Dios se revela al ser humano.

En este ensayo, ofreceré algunas ideas sobre el futuro de la teología de la predicación hispanoamericana. Comenzaré esta reflexión dándole un vistazo a distintas teologías contemporáneas sobre el tema de la predicación. A renglón seguido, se explorará la contribución de autores hispanoamericanos al tema. Terminaré proponiendo temas teológicos para la predicación cristiana hoy.

II. Teologías contemporáneas de la predicación

Como bien habrá notado, estoy usando la palabra teología en plural. Esto se debe a que existen distintas teorías sobre cómo Dios se revela y se manifiesta durante la predicación del evangelio. Estas teologías reflejan distintos énfasis denominacionales, culturales e ideológicos. Para efectos de este ensayo, dividiré estas teologías de la predicación en dos grandes áreas: el campo protestante y el campo católico.

A. El campo protestante

Las teologías de la predicación producidas por eruditos y eruditas protestantes comparten ciertas características. Estas tienden a recalcar la distancia que separa al ser humano pecador del Dios que es santo. Es decir, nos recuerdan que la humanidad es pecadora porque comparte una naturaleza caída, razón por la cual necesita la salvación provista por Dios en Cristo en el poder del Espíritu Santo. Por regla general, estas teologías protestantes son cristocéntricas, ya que afirman el carácter definitivo de la obra salvífica de nuestro Señor Jesucristo.

Haciendo honor a su herencia reformada, ven la Biblia como el vehículo principal de la revelación divina. Por esta razón, minimizan la importancia de la revelación que podamos recibir por medio de la naturaleza.

A continuación resumiré las ideas teológicas en torno al tema de la predicación de Karl Barth, Harry Emerson Fosdick, Paul Tillich, Gerhard Ebeling y Billy Graham.¹

1. Barth: El teólogo suizo Karl Barth desarrolló una teología de la palabra que aseguraba la iniciativa divina; afirmaba que la única razón por la cual los seres humanos podemos conocer a Dios es porque este se ha revelado. Para Barth, la función principal del sermón es proclamar que Dios se ha manifestado en la persona histórica de Jesucristo. La imagen principal de su teología es el «encuentro». Por esta razón, indica que el propósito principal del sermón es conducirnos a un encuentro con Dios. Jesús es quien nos invita a establecer una relación con el Padre. Esta invitación es tanto un acto de gracia como un acto de juicio; es ley y evangelio. En este punto, Barth se basa en la teología de la predicación elaborada por Martín Lutero. El pecado es el rechazo de dicha invitación a escuchar y a obedecer la voz divina. En este sistema, la tarea principal de la persona que predica es escuchar la Palabra de Dios en obediencia. El énfasis principal de la predicación es establecer una relación correcta con Dios. Aunque el énfasis principal está en la relación personal con Dios, Barth afirma que el encuentro con la Palabra de Dios nos lleva a cuestionar los valores del mundo actual a la luz de la revelación divina.
2. Fosdick: Harry Emerson Fosdick fue un famoso predicador estadounidense que expuso la corriente teológica conocida como el «evangelio social». Enseñaba que la tarea principal del sermón era proclamar el evangelio de manera que su poder transformara la sociedad. Aunque afirmaba la autoridad de las Escrituras, rechazaba las interpretaciones literales. Fosdick veía la Biblia como una fuente de verdades morales y de principios eternos. Entendía que el pecado era expresión y consecuencia de la ignorancia humana, ignorancia que podía ser superada por medio del conocimiento de la verdad evangélica. En este sistema, Jesucristo es el modelo para el desarrollo humano y su ejemplo moral es tan o más importante que su naturaleza divina. El reino de Dios se ve como un símbolo de la felicidad que la humanidad puede alcanzar por medio del progreso. En fin, Fosdick veía la religión como un asunto principalmente social.
3. Tillich: Este teólogo alemán trasplantado al ámbito estadounidense produjo una teología de corte existencialista. En su sistema, el propósito del sermón es analizar la vida humana, reconociendo nuestra triste situación de pecado. Siguiendo los principios existencialistas, define el pecado como una «enfermedad» espiritual que se manifiesta en desórdenes, tales como la inquietud, la ansiedad y la fragmentación. Si el pecado es enfermedad, Jesús es nuestro sanador, quien nos enseña a vivir de manera auténtica dado que es la medida del «nuevo hombre». La imagen central de esta teología de la predicación es, pues, la reconciliación. La Biblia y la cultura son los dos «textos» que proveen pistas para el análisis teológico. El sermón «correlaciona» los problemas actuales del ser humano angustiado con diversos temas teológicos. Comprendiendo que el lenguaje tiene una función simbólica, esta teología nos llama a emplear nuevos símbolos para hablar sobre la relación entre Dios y la humanidad. Por ejemplo, Tillich empleó la palabra sanidad como una forma contemporánea de comunicar el mensaje bíblico y teológico de la salvación.
4. Ebeling: Gerhard Ebeling también trabajó sobre el viejo principio luterano de que la predicación del evangelio es la exposición tanto de la ley como de la gracia de Dios. Veía el sermón como un evento lingüístico por medio del cual la Palabra de Dios examinaba e interpretaba a la congregación. La palabra nos desafía, llamándonos a cambiar nuestra forma de comprendernos a nosotros mismos. La fe es respuesta a Cristo, quien es la palabra de Dios hecha carne, y a la Biblia, que da testimonio escrito de dicha palabra. El ser humano vive entre el juicio y la gracia de Dios dado que es un pecador justificado por la gracia de Dios (en latín, simul justus et peccator). En este sentido, la Palabra nos desafía constantemente a ser agentes morales responsables de nuestros propios actos.
5. Graham: Billy Graham fue quizás el predicador evangélico más conocido de su generación. Sus campañas de evangelización le dieron la vuelta al mundo. Para Graham el propósito del sermón es proclamar el evangelio tal y como este fue proclamado en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Entiende que la Biblia es la Palabra de Dios y, como tal, es la fuente principal de autoridad espiritual. La Biblia ha sido verbalmente inspirada por Dios, lo que garantiza su valor y su autoridad. Jesús es el salvador que necesita la humanidad pecadora. El pecado es un estado de rebelión contra Dios. En este sentido, la necesidad básica de la sociedad contemporánea es la misma que las de todas las sociedades que han existido a través de la historia del mundo: la salvación. La oración es la herramienta principal para elaborar el sermón, dado que Dios revela su voluntad a través de la oración. Este sistema prefiere los acercamientos deductivos tanto a la predicación como a la teología. La meta de la predicación es cambiar al individuo, pues la sociedad solo cambiará cuando el número de creyentes comprometidos sea mayor que el de las personas que aún necesitan salvación.

B. El campo católico

Las teologías de la predicación producidas por eruditos católicos también comparten ciertas características. Por regla general, recalcan la constante presencia de Dios en el mundo, es decir, la inmanencia. Afirman que la Biblia es una fuente de la predicación, pero que la naturaleza, la razón y la experiencia también son importantes medios de revelación divina. En cierto sentido, las teologías católicas ven las Sagradas Escrituras como parte de la tradición de la Iglesia. Aunque dan un lugar primordial a la figura de Jesucristo, tienden a ser teocéntricas. Recalcan que la humanidad refleja la imagen de Dios y, por lo tanto, puede actuar de manera responsable en términos éticos y morales.

Aunque no entraremos en tantos detalles como en la sección anterior, debo resaltar las contribuciones de Karl Rahner y Schillebeeckx.²

1. Rahner: Para Rahner el sermón tiene el propósito de resaltar la continuidad entre la creación y la redención, ayudando a la congregación a experimentar la gracia de Dios aun en medio del sufrimiento y la desesperación. El sermón nos ayuda a identificar dónde la gracia de Dios está actuando en nuestro mundo hoy. Aunque el ser humano es pecador, el pecado no puede eliminar la imagen de Dios que le fue dada en la creación. Jesús es la palabra de Dios encarnada, y la Iglesia, que es su cuerpo, comunica su gracia. La palabra predicada es un «sacramento de amor» que comunica la revelación, llevándonos a un entendimiento más profundo de la realidad.
2. Schillebeeckx: Para Schillebeeckx el sermón tiene el propósito de transformar la forma como vivimos y como entendemos el mundo. La imagen central de su teología es la historia. La revelación ocurre en la historia humana y a través de ella, dado que la experiencia humana tiene una estructura narrativa. Encontramos a Dios principalmente por medio de las experiencias de sufrimiento, debido a que Él se identifica con aquellas personas que están en el reverso de la historia. Además, la proclamación del evangelio no solo ocurre a través de palabras, sino también a través del discipulado cristiano en el contexto de la comunidad de fe.

Todas estas teologías de la predicación tienen sus virtudes. Sin embargo, nuestros pueblos necesitan desarrollar una teología de la predicación que sea congruente con nuestro método teológico y con nuestra hermenéutica. Pasemos, pues, a considerar la contribución de varios eruditos a la teología de la predicación.

III. Teologías hispanoamericanas de la predicación

A partir de la década del 1970, el mundo teológico vio el nacimiento de varias teologías contextuales. Influenciadas por la teología de correlación de Tillich y por la teología de la acción en Francia, estas teologías contextuales tomaron las realidades de sus propios contextos como el punto de partida de su reflexión teológica. Además, influenciadas por el marxismo, estas teologías contextuales afirmaban la necesidad de desarrollar una «praxis», es decir, de desarrollar acciones que fomentaran el cambio social. En distintos lugares del mundo, han surgido teologías contextuales que prestan atención a diferentes comunidades afectadas por males sociales, tales como la pobreza, la explotación económica, el racismo, el sexismo y la contaminación del ambiente, entre otros.

Entre los teólogos latinoamericanos que han escrito sobre la teología de la predicación, se destacan Leonardo Boff y Emilio Castro.

1. Boff: Este importante teólogo católico escribió un ensayo titulado «¿Cómo predicar la cruz en una sociedad de crucificados?».³ Boff juega con los distintos niveles de sentido de conceptos como la cruz y la muerte. Afirma que predicar la cruz «significa predicar la asunción de nuestra propia existencia mortal sin amargura».⁴ Jesús, al asumir nuestra humanidad rota, tiene «un lazo de solidaridad con nuestras angustias».⁵ La muerte expone la realidad del pecado, tanto a nivel personal como social.⁶ El pecado se revela como una fuerza histórica, manifestada en las «mil y una cruces que unos hombres disponen para otros hombres».⁷ Predicar la cruz es, pues, a...

Índice

• Portada
• Dedicatoria
• Créditos
• Prólogo
• Introducción
• Bosquejo del libro
• Agradecimientos
• Primera sección: Predicación y cultura
• Segunda sección: Teología y diseño del sermón
• Tercera sección: Ejemplos de sermones inductivos