| 1 El estudio del discurso |
| Contenido del capítulo Algunos pensamientos introductorios Algunos pensamientos sobre los orígenes Algunos pensamientos sobre lo que vendrá |
| Objetivos del capítulo Después de leer este capítulo, usted debería: - conocer algunos de los supuestos e ideas centrales para el estudio del discurso y
- haberse familiarizado con el esquema general y el propósito del libro.
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Las personas que acometen un trabajo sobre las conversaciones, el discurso y los documentos quedan fascinadas por el lenguaje, escrito o hablado. Como me ocurre con Internet, no estoy realmente seguro de qué es lo que los interesados en el discurso no han estudiado todavía: se han investigado casi todas las áreas del comportamiento humano (y no humano). Hay trabajos clásicos que se centran en el racismo, la sexualidad y la locura, pero hoy en día todo vale: desde el papel del “mm mmm” en la charla entre amigos hasta la legislación gubernamental sobre los alimentos transgénicos. La variedad de fuentes de materiales potenciales para el análisis es igual de enorme: documentos oficiales, estatutos, debates políticos, todo tipo de productos de los medios de comunicación, conversaciones casuales, lo que se habla en los lugares de trabajo, entrevistas, grupos de discusión, estudios etnográficos, chats en Internet, etc. Este libro pretende explorar cómo puede usted investigar el lenguaje en uso. Pretende perfilar con todo detalle las cuestiones sumamente prácticas a las que podría hacer frente y las soluciones sumamente prácticas que puede emplear.
Algunos pensamientos introductorios
La expresión “análisis del discurso” se utiliza a menudo para describir el estilo de trabajo que verá en este libro. Por desgracia para usted, esa expresión tiene numerosos significados. Algunas personas consideran que significa centrarse en cómo se utilizan algunos discursos específicos, por ejemplo, el “racismo” y el “nacionalismo”, a través de un conjunto de transcripciones de entrevistas o un conjunto de artículos de fondo periodísticos. Otros pueden considerar que significa centrarse en cómo se utilizan palabras específicas, del tipo de: “los datos indican” u “obviamente”, en una cinta de audio de una conversación o en un artículo individual de investigación científica para defender un argumento específico. Con independencia del enfoque, el interés primario para los que analizan el discurso está en cómo se utiliza el lenguaje en ciertos contextos. Y el contexto puede ir desde un momento específico en una conversación a un período histórico específico.
En un nivel general, las personas que estudian el discurso ven el lenguaje como performativo y funcional: el lenguaje nunca se trata como un medio neutral transparente de comunicación. Pero, en lugar de hablar en abstracto, permítame que le ofrezca un ejemplo “clásico”: Dos reporteros ven cómo disparan a un hombre. Al día siguiente, un titular dice: “Un defensor de la libertad mata a un político” y otro dice: “Un terrorista mata a un político”. Algunas preguntas que usted podría plantear son:
- ¿Cuál es cierto?
- ¿Cuál es correcto?
- ¿Cuál se atiene a los hechos?
Y esto no es una cuestión filosófica o abstracta. Hemos visto cómo se ha explorado en nuestra historia reciente a través de los debates sobre el estatus de las personas trasladadas desde Afganistán al enclave estadounidense en Cuba e internadas en la Bahía de Guantánamo. Uno de los debates se ha centrado en si se debe entender que estas personas son “presos de guerra” —y, por tanto, tienen conjuntos específicos de derechos humanos legalmente vinculantes— o “combatientes ilegales”. Del mismo modo, Pervez MUSHARRAF, presidente de Pakistán, es uno de los numerosos líderes políticos que han comentado las dificultades contemporáneas para definir quién es un “defensor de la libertad” y quién es un “terrorista”. Por tanto, como estos ejemplos comienzan a mostrar, el lenguaje es constructivo, es constitutivo de la vida social. Al hablar y escribir usted produce un mundo.
Por tanto, el interés para los que analizan el discurso se centra en cómo se utiliza el lenguaje. El foco está en qué versión específica del mundo, qué identidad o qué significado se produce describiendo algo de una manera con preferencia a otra; qué se pone a disposición y qué se excluye. Le puedo ofrecer otro ejemplo clásico, aunque más mundano. Adviértase que los elementos de la lista siguiente son todos “ciertos”, “correctos” o “hechos” sobre mí:
- Soy mayor.
- Soy joven.
- Soy doctor.
- No soy doctor.
- Nací el 10 de agosto de 1973.
- Nací el 9 de agosto de 1973.
Tomemos la más simple de estas aseveraciones contrapuestas sobre mí: la dicotomía mayor/joven. En algunos momentos, con algunas personas, la gente hace referencia a mí como “joven”. Por ejemplo, estaba dando clase a unos estudiantes de edad madura y una mujer que formaba parte del grupo llegó tarde y, literalmente, se negó a creer que alguien de mi edad pudiera ser profesor; como ella señaló: “Eres demasiado joven”. Y no es difícil imaginar otros momentos en que me clasifiquen como “mayor”. ¿Soy demasiado mayor para ir de marcha? Para mí, el sentimiento de ser demasiado mayor depende enormemente de factores como la edad de los otros que van de marcha. Por tanto, estas categorizaciones pueden depender de factores contextuales como la edad de las otras personas, el contexto específico o las normas sociales.
Si pensamos en el segundo par en la lista, es habitual que la gente me recuerde la poca claridad y la inestabilidad de mi estatus como “doctor”, ya que trabajo en una Facultad de Medicina. En diversos momentos me han preguntado: “¿Qué tipo de doctor eres?” Cuando explico que tengo un título de Doctor, se ha sabido que algunas personas, muy a menudo médicos, responden: “Entonces no eres doctor de verdad“, o “¡Oh, entonces es que tienes el título de Doctor!” Mi madre ha comentado, aunque en tono de broma, que: “Puede que seas doctor, pero no eres de los que valen”. Además, cuando intento seleccionar médicos para una investigación, para tener acceso a ellos siempre digo a la persona que está en recepción que soy “el Doctor Tim Rapley”, pues sé por experiencia que un sencillo “Tim Rapley” llevará únicamente a que se reciba el mensaje, mientras que el descriptor añadido hará que me pasen directamente con él. Por tanto, cómo elija describirme a mí mismo y cómo otros me describan puede tener efectos y, de hecho, los tiene.
Por último, las dos referencias a mi fecha de nacimiento aluden a dos documentos diferentes que poseo. Una referencia es de mi certificado de nacimiento, que ofrece una de las fechas; he descubierto hace poco la otra cuando he visto una copia de mi registro de nacimiento, que fue cumplimentado por la comadrona que atendió a mi parto. Como soy adoptado, no tengo manera de saber qué fecha es la “real”. Sin embargo, la fecha de mi certificado de nacimiento es aquella a la que se orientan diversas instituciones y agentes institucionales otorgándole “un estatus de hecho”. Desde el punto de vista de mi pasaporte, los documentos de Hacienda, las políticas de las aseguradoras, etc., sólo uno de los documentos, sólo una de las fechas es relevante. Sin embargo, desde el punto de vista de mi narración personal, mi identidad como “adoptado”, ambos documentos son relevantes. Los documentos producen realidades específicas y las realidades que producen tienen efectos.
Por tanto, puedo describirme a mí mismo en una multitud de maneras y así lo hago, y otros pueden describirme de diferentes maneras y así lo hacen. Soy hijo, padre sustituto, universitario, investigador, empleado, director de seminario, paciente, etc. La cuestión es centrarse en qué descripción o, diciéndolo más técnicamente, qué identidad, categoría de pertenencia o posición de sujeto de entre las muchas que hay es relevante, en el “trabajo” que hace y en cómo eso está vinculado con contextos específicos y conecta con la cultura más amplia.
Algunos pensamientos sobre los orígenes
No hay un relato simple de génesis sobre el nacimiento y el desarrollo del estudio del discurso. En lugar de verlo como un enfoque individual y unitario para el estudio del lenguaje en uso, podríamos considerarlo como un campo de investigación, una colección de prácticas vagamente relacionadas y teorías vinculadas para analizar el habla y los textos que surgen de una diver...