V. Método del proyecto.
Fase I (1ª Parte)
Al lector
Me parece interesante volver al resultado de la pequeña encuesta a que hiciera referencia en el cierre del capítulo IV. En particular, quisiera compartir en esta oportunidad con el lector el resultado de una pregunta que me parece relevante para identificar la importancia de la primera parte del presente capítulo.
Otra vez, sin pretender que la muestra sea representativa de un universo inmensamente mayor, nos da también una pista a confirmarse con una muestra técnicamente válida: marca que el 50% de los participantes han señalado que la falta de una estrategia sustentable es el mayor desafío para el crecimiento. El cambio en las condiciones macroeconómicas, el cambio por los avances tecnológicos propios de cada industria, y el cambio que introduce la innovación de los tradicionales y nuevos competidores actúan como factores determinantes que ponen a prueba la viabilidad de los negocios. Esto se ve reflejado en la respuesta, donde dos factores tan estrechamente vinculados a la agenda permanente de la pequeña y mediana empresa, como lo son el acceso al financiamiento y el temor a la pérdida de control, son superados por el reconocimiento de la importancia de tener una estrategia clara y que se vaya reinventando a lo largo de la vida de la empresa.
Los titulares de las pequeñas y medianas empresas, en general con una cultura muy orientada a la acción, a medida que su negocio evoluciona van entendiendo la importancia creciente de disponer de una estrategia.
Este énfasis particular en la tendencia de la respuesta, fortalece el principio de que el desafío de la sustentabilidad en el tiempo tiene que ver tanto con la capacidad de ejecución, como con aquello en lo que esta se debe basar: la estrategia.
Retomando la historia
Habían transcurrido tres semanas desde que el Profe había dado su exposición inicial. La sala en esta ocasión no sólo contaba con la presencia de los anteriores participantes, sino que se habían sumado otros, seguramente atraídos por el efecto del boca a boca.
David conversaba con algunos de ellos. Todos coincidían en que la profesionalización era una iniciativa que definitivamente contribuiría al valor de las empresas y a crear mejores condiciones en la obtención de resultados. Uno de ellos se animó a manifestar que si lograba el consenso con sus socios para llevarla adelante, la profesionalización podría marcar una bisagra en la trayectoria de su empresa.
En esta ocasión, el Profe había sumado al rotafolio y a los marcadores, una notebook y un proyector. Seguramente compartiría con la audiencia una presentación o transparencias que resumirían el contenido que iba a desarrollar.
Por fin los asistentes terminaron de acomodarse, y el Profe comenzó.
Profe: —Hola, ¿cómo están? ¿Otra vez dispuestos a sacrificar su tiempo de esparcimiento para seguir incursionando en las aguas que los conducirán a conocer un camino para profesionalizar sus empresas? —Todos asintieron con gestos aprobatorios. —La charla anterior seguramente los sensibilizó y les aportó, al menos eso espero, un marco concreto de las razones y las barreras a superar para la profesionalización de una pequeña o mediana empresa. Hoy, vamos a entrar en lo que sería la instrumentación del proceso, momento al que se ingresa cuando la convicción de profesionalizar ha sido alcanzada. Quiero recordarles, en este sentido, que les había comentado que mi experiencia me había llevado a desarrollar lo que llamo el Método del proyecto. Es decir que toda esta exposición se centrará en transferirles este know how. El método es el resultado de un enfoque cuyo diseño busca preservar la flexibilidad y velocidad de respuesta que caracteriza a las pequeñas y medianas empresas, pero enriqueciéndolas con herramientas que han probado ser eficaces en organizaciones más grandes y que son absolutamente viables para ser incorporadas en las PyMEs. Participante: —Profe, discúlpeme que tan pronto plantee una pregunta…
Profe: —No tenés que disculparte. Todo lo contrario. En la medida en que a lo largo de la reunión ustedes vayan manifestando sus preguntas, la charla va a resultar más dinámica y enriquecedora para todos. Así que, ¡adelante, te escucho! Participante: —En la exposición anterior había hecho referencia a la existencia de dos fases. La Fase I, focalizada en la reflexión estratégica y orientada a diseñar la arquitectura para la profesionalización de la empresa, y la Fase II, de ejecución y operación simultáneas. La duda que me quedó flotando es: ¿cuánto tiempo lleva un proceso de profesionalización siguiendo el Método del proyecto? Profe: —Me hubiera gustado contestar esa pregunta después de finalizar el análisis de los contenidos y del trabajo a realizar en un proceso de profesionalización en base al Método del proyecto, pero, bueno… podemos anticipar la respuesta ahora. Por lo menos tienen aproximadamente un año de trabajo. En términos generales, en tres meses se pueden obtener los productos de la Fase I y durante los restantes nueve meses avanzar en las tareas propias de la Fase II, pero esta última puede extenderse un poco más.
Participante: —Gracias, Profe. Profe: —Entonces, vamos a concentrarnos ahora en la Fase I. Lo primero que quisiera hacer es presentarles los productos que se deben obtener del trabajo durante su desarrollo.
El Profe proyecta la primera transparencia.
| MÉTODO DEL PROYECTO: PRODUCTOS DE LA FASE I |
| Análisis estratégico (Plan de negocios de la profesionalización). |
| Estructura organizativa (Equipo y roles en alto nivel). |
| Matriz de autorizaciones (Matriz de poder transaccional). |
| Protocolo de familia o familias (Acuerdo de los dueños o titulares). |
| Master plan (Proyectos y/o iniciativas). |
Profe: —En primer lugar, como no podría ser de otra manera, tenemos el analisis estratégico cuya manifestación es el plan de negocios.
Participante: —Me imagino, porque ya lo he escuchado antes, que va a hacer referencia a definir la estrategia de la compañía. ¡Pero eso es algo que hacemos todos los días cuando interactuamos con la realidad!
Profe: —¡Qué bueno que con sus preguntas y reflexiones me saquen de la estructuración lógica del desarrollo que pensaba hacer! De todos modos vamos a mantener el hilo conductor de la presentación, pero enriquecido con sus comentarios. Para que podamos reflexionar en forma conjunta con respecto al punto de vista que planteás permitime compartir algunos conceptos —y anota en el rotafolio:
Profe: —Este es un punto donde vale la pena detenernos unos minutos. Frecuentemente se plantea que realizar un análisis estratégico es una pérdida de tiempo debido a la vertiginosidad de los cambios del contexto y que, en consecuencia, la estrategia es un proceso emergente del que, a partir del aprendizaje continuo, se deriva la toma de decisiones. Por otro lado, los más dogmáticos plantean que conducir una nave sin tener claridad respecto de dónde queremos ir y cómo lo vamos a hacer significa quedar a merced de los vientos. Por lo tanto, según sostienen los defensores de esta corr...