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Geografía del Departamento del Tolima
Descripción del libro
La obra de Eduardo Torres comprende 39 municipios del departamento y cerca de cinco siglos de escritura. A partir de documentos oficiales, los textos de Fray Pedro de Aguado y los estudios geológicos del ingeniero inglés John F. Randolph,Geografía del departamento del Tolima constituye un punto de referencia para las experiencias investigativas de ayer y hoy en el departamento. La zona localizada sobre la cordillera Central de los Andes y atravesada por las aguas del río Magdalena es descrita a través de aspectos geográficos, sociales y políticos como fuentes hídricas, instituciones, sectores productivos y yacimientos mineros.
Además, ofrece una semblanza de los habitantes de esta región desde los albores de la Conquista hasta el año 1923, fecha de publicación de este compendio. Con el fin de dar reconocimiento a la creación intelectual de la región, la Universidad de Ibagué publica esta segunda edición.
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Información
Categoría
Ciencias socialesCategoría
Geografía humanaIbagué

Fuente: Mapa elaborado por el autor
Fundación e historia
Las muestras de oro que había enviado el capitán Hernán Vanegas a Santa Fe, procedentes de las montañas del Quindío, y la necesidad de conquistar las regiones de la banda occidental del Magdalena, movieron a la Real Audiencia a enviar al capitán Andrés López de Galarza, vecino de Santa Fe y natural de Sevilla, con suficiente número de soldados, a fundar otra ciudad al lado opuesto a la de Tocaima, que estuviese situada más al poniente y pudiese servir de base de comunicaciones con la Gobernación de Popayán.
Formó su expedición el capitán Galarza con gente de significación, de mucha valía y aprecio, de la cual se enorgullecía y no sin razón, pues fue esta, según el historiador padre Aguado, una de las mejores expediciones de aquella época, dada la calidad de los individuos que la componían.
Salió este oficial el mes de junio de 1550 de Santa Fe, atravesó el río Magdalena por el paso de Montero, que se cree sea el mismo que se conoce con el nombre de Guataquí, no sin combatir con los indios yalcones que dominaban la ribera izquierda de este río.
Caminando hacia el occidente llegó Galarza a la población indígena de Metaima, de cuya situación no se conserva tradición alguna, donde fue recibido de manera amable y cariñosa por sus habitantes, especialmente por los principales de la tribu, llamados Ilobopne y Otopne, quienes le proporcionaron hospedaje, le dieron los víveres que necesitó y le facilitaron indios para la conducción de las cargas.
Satisfecho Galarza con el clima y las buenas condiciones de los terrenos que iba descubriendo, continuó su marcha por el valle que los indios llamaban Combaima, al que denominó Valle de las Lanzas por haber encontrado numerosos indios pijaos provistos de estas armas. Penetró al centro de la cordillera en busca de oro y determinó fundar un pueblo en la misma planicie en donde se encontraba el del cacique Laembiteme, pueblo que llevaba el nombre de Ibagué, en memoria de otro cacique, y se hallaba en el sitio donde está la población de San Miguel de Perdomo.
Dio principio Galarza a la fundación el 14 de octubre de 1550. Es de suponer que no creyera conveniente variar el nombre a la fundación, puesto que le conservó el primitivo, es decir, el de Ibagué. El cacique de Ibagué, jefe de la tribu de los marquetones, feudatario de los indios pijaos, que como queda dicho, se llamaba Laembiteme, recibió a Galarza de manera cordial. Pero poco después, inquieto por la prolongada presencia de los españoles en su pueblo y agraviado por algunos procedimientos de estos, resolvió hostilizarlos y les presentó combate, en el que fue vencido. De esa época en adelante fueron frecuentes los ataques y asaltos de los indios a los moradores de la población.
Fueron los primeros alcaldes el capitán Juan Bretón y Francisco Trejo; alguacil mayor, Pedro Gallego; regidores, Juan Mendoza Arteaga, Pedro Salcedo, Domingo Coello, Gaspar de Tavera y Miguel de Oviedo, y escribano del cabildo, Francisco Iñiquez. Francisco González Candis era el sacerdote de esa expedición y dijo su primera misa en esta población el 25 de junio del año de 1550.
A los cuatro meses de ocupada y mejorada la población, el 7 de febrero de 1551, fue trasladada por el mismo Galarza al lugar que hoy ocupa, medida que llevó a cabo, ya por los frecuentes ataques de que era objeto por parte de los indios pijaos, como por buscar un punto donde el cultivo del maíz fuese más ventajoso por la pronta recolección de la cosecha, principal fuente de subsistencia de los españoles. Entre otros muchos figuran como primeros propietarios de Ibagué, en el lugar que hoy ocupa, Juan Bautista Gómez, Juan Lerdo de Vercano, Sebastián Gutiérrez, Miguel de la Peña, Miguel de Morales, Francisco López Matéus y Alonso Cobos.
Secundados los pijaos en el año de 1552 por todos los caciques comarcanos, atacaron la población empezando por someterla a un prolongado asedio, sitio que duró cuarenta días, en el que los españoles sufrieron grandes privaciones y tuvieron que sostener una lucha desigual y obstinada con los indios, bajo la dirección de Domingo Lozano. Fue entonces cuando la Real Audiencia despachó al sargento mayor Hernando de Salinas en auxilio de los habitantes, quien libró un combate con los pijaos y los obligó a levantar el sitio de la población y a retirarse.
Por los años de 1553 a 1554 fue abierto por el cabildo de la ciudad el camino del Quindío, siendo Justicia Mayor de la Villa el capitán Melchor de Valdés. Por los años de 1558 a 1560 se efectuaron las elecciones para justicia mayor de las fundaciones de Ibagué y Mariquita y resultó elegido para ese puesto Francisco Núñez Pedroza.
Como fuese constantemente amenazada por los pijaos la nueva ciudad, en el año de 1572 despachó el cabildo al capitán Domingo Lozano con la consigna de combatir y someter a los indios, y en cumplimiento de ella fue en su persecución hasta cerca al Chaparral, en cuyas inmediaciones hubo de librar recia batalla con el aguerrido cacique Matora, en la que sufrieron los indios gran carnicería.
En el mismo año, como continuasen los indios reclamando contra el mal trato de que eran objeto, ejerciendo a la vez represalias contra los españoles, el capitán Diego de Bocanegra organizó otra expedición, tal vez más numerosa, para someterlos. Empezó por hostilizarlos en toda forma, hasta que estos, justamente indignados, lo atacaron denodadamente en combate reñidísimo, a órdenes del cacique Tala.
Posteriormente, el 19 de julio del año de 1606, indignados los indios por las persecuciones de todo género de que eran objeto, resolvieron atacar la ciudad, después de una serie de amenazas que hicieron a sus habitantes. La atacaron de noche; incendiaron más de sesenta casas, entre ellas la ermita de Santa Lucía, que habían construido los fundadores en el sitio que hoy ocupan las casas de los señores Zabulón Salazar y Mariano Melendro (Carrera 3ª números 129 a 133); el Humilladero, que se hallaba en el punto que ocupa hoy la casa del señor Delio Gutiérrez (Carrera 5ª números 127 y 129); y la Ermita de La Soledad, que ocupaba la parte norte de la manzana en que se hallan las casas de los señores Zoilo Izquierdo y Ramón Lafaurie (Carrera 2ª números 118 a 130). Debido a la valentía y arrojo que desplegaron en su defensa el capitán Gaspar Rodríguez de Olmo y Juan de Leuro, la ciudad no fue destruida completamente.
Fue entonces cuando los habitantes, viéndose asediados por los indios y temiendo ser sus víctimas, solicitaron de la Real Audiencia un formal apoyo, la que envió a don Juan de Borja con el carácter de pacificador de estas regiones. Era tal la situación de los habitantes de esta ciudad con las diarias amenazas y continuos ataques por parte de los indios, que resolvieron en esa época construir, en previsión, trincheras y obras de defensa en los sitios más convenientes, una de las cuales se conserva aún en la hacienda de El Escobal, en el punto que se conoce con el nombre de El Fuerte.
El presbítero Isidro Cobos, natural de esta ciudad, fue uno de los primeros sacerdotes que coadyuvó con don Juan de Borja en la campaña contra los indios. En el año de 1646 fue desterrado a esta ciudad el oidor Prada, a quien se suspendió en su empleo por malos manejos en el desempeño de sus funciones.
Se cree que en la segunda quincena del mes de julio de 1781 estuvo en los alrededores de la población, en su condición de jefe de los comuneros, don José Antonio Galán, levantando el espíritu de insurrección contra las autoridades del virreinato. Algunos patriotas entusiasmados con la presencia de Galán en Ambalema y sus alrededores, organizaron una expedición para secundar el movimiento. Entre ellos figuran Miguel Zúñiga, Pedro Espinosa y Juan Bautista Gualtero.
En el año de 1800 estuvo en esta ciudad el barón de Humboldt e hizo muchas observaciones y estudios acerca de la flora y de la formación geológica de las cordilleras de esta región. Esta ciudad prestó un contingente de bastante significación en la Guerra de Independencia y muchos de sus hijos merecieron distinciones en aquella magna epopeya por su comportamiento valeroso. Entre los principales hijos de esta ciudad merecen especial mención los siguientes:
Nicolás María de Buenaventura
Contribuyó a dar vida al movimiento del 20 de julio en Santa Fe e infundió el entusiasmo republicano y formó milicias en esta ciudad y pueblos circunvecinos para formar el ejército con que Nariño emprendió la campaña del Sur. Su fortuna, que no era escasa, la invirtió casi en su totalidad en el aprovisionamiento de tropas y otros gastos de guerra. Era teniente coronel. A la llegada del pacificador Morillo a Santa Fe, uno de sus tenientes, el general Sicilia, lo hizo prisionero por delación de unos vecinos de Chaparral y fue fusilado en Bogotá el 29 de noviembre de 1816.
José Joaquín Buenaventura
Militar valeroso. Se halló en el año de 1823 en el combate naval del puerto Atacama, en el sur. Estuvo en la batalla de Ibarra, que ganó Bolívar, y en Catambuco, Mapachico y San Francisco de Pasto. En 1829 hizo la campaña contra los peruanos. Tenía el grado de sargento mayor.
Sebastián Urueña
Fue un convencido republicano y un luchador incansable por la causa de la Independencia. Dio a conocer su valor y su arrojo en la acción de Riohacha en 1822 y en la de Pichincha a las órdenes de Sucre. Estuvo en las batallas de Faindala y Pasto y en las de Junín y Ayacucho, donde fue herido. Combatió también en Portete de Tarqui y en Samborondón con Bolívar. Fue condecorado con las medallas de Pichincha, Ayacucho y Tarqui; con el Escudo de Junín y con el Busto del Libertador. Llevaba, cuando murió, el grado de coronel.
Luis Ignacio Urueña
Por su arrojado valor y gran decisión en las muchas campañas en que se halló le llamaban el sin miedo. Estuvo en la campaña de la Nueva Granada en 1815 y 1816; en la del sur, de 1821 a 1823; en la del Perú, de 1823 a 1825; y en la de Tarqui y Buijo, en 1829. Estuvo en la acción de Bomboná, en la que fue herido, y en las de Junín, Ayacucho, Matará y Tarqui. Fue condecorado con las medallas de Bomboná, Ayacucho y Tarqui y con el escudo de Junín. Ganó el grado de teniente coronel. Del valor de los dos Urueña dijo Bolívar: “Puestas sus espadas en los platillos de la balanza, la conservarán en fiel”.
Tadeo Galindo
Fue condecorado en las acciones de Pichincha, Junín y Ayacucho por su comportamiento como militar valeroso y abnegado. Empezó su carrera militar a órdenes del general Serviez. Se halló también en las batallas de Juanambú, El Palo y otras muchas. Adquirió el grado de coronel.
Julián y Manuel Lopera
Estos dos hermanos hicieron las campañas del sur. Se hallaron en las acciones de Pichincha, Junín y Ayacucho. Después de esta última batalla, Julián quedó de guarnición en Bolivia donde murió y Manuel permaneció en Lima.
Juan María Carretero
Hizo la campaña de Pasto y en la batalla de Pichincha murió con el grado de capitán.
José María Copero
Murió en la acción de Junín, siendo capitán, después de haber hecho la campaña del sur.
Felipe Ferreros
Alcanzó en la lucha por la República el grado de capitán. Se halló en numerosos combates.
Froilán y Antonio J. Zúñiga
Desde el año de 1811 se alistaron como decididos patriotas en las filas republicanas y asistieron a muchos combates donde se distinguieron por su valentía y arrojo. En el año de 1812 se reunieron en esta ciudad varios miembros del Congreso, convocado entonces por el eximio patricio don Camilo Torres. Y en el año de 1854 se instaló formalmente para derrocar la dictadura de aquel tiempo, encabezada por el general José María Melo, actuando como presidentes del Senado y de la Cámara de Representantes, respectivamente, los señores Pedro Fernández Madrid y Salvador Camacho Roldán.
En el año de 1824 llegó a esta ciudad el Libertador con un batallón que comandaba el general Laureano García, héroe de la Independencia. Era en ese entonces alcalde de la población, el señor Miguel Carvajal. En el edificio donde funcionaron más tarde las oficinas municipales, que se hallaba situado en la esquina de la plaza principal, donde hoy se encuentra el seminario mayor de la Diócesis, se le preparó alojamiento y allí fue atendido como correspondía a su rango de Padre de la Patria. En esa misma época estaba en la población M. Boussingault, célebre naturalista francés.
Extensión
Puede calcularse aproximadamente la extensión del Municipio en 1.300 kilómetros cuadrados, de los cuales las tres cuartas partes son montañas y bosques en terrenos quebrados.
Topografía
Esta se compone de dos partes: una montañosa, formada por las ramificaciones de la cordillera Central de los Andes y por los valles que las separan entre sí. Esta parte del Municipio es la que queda al norte, sur y occidente de la población. La otra parte es plana, se extiende hacia el oriente de la ciudad y está formada por rápidas sabanas cubiertas de pastos naturales.
Límites generales
El Municipio limita por el norte, con los de Briceño y Caldas; por el sur, con Miraflores y San Luis; por el occidente, con San Miguel y el departamento de Caldas; y por el oriente, con Coello, Piedras y San Luis.
Límites precisos
Desde la confluencia de la quebrada de Gualanday en el río Coello, esta arriba, hasta la loma de Santana; por la cumbre de esta loma, hasta encontrar el camino que conduce de esta ciudad a Coello en la hacienda de Colombia; camino arriba, dirección occidental, hasta El Zanjón; este abajo, hasta el río Opia; este río arriba, hasta la cerca de Miragatos; por esta cerca hacia el norte, hasta donde empieza la cerca de Los Moscosos en el río Chipalo; por este cerco, hasta su terminación en el río Alvarado; de este punto, en línea recta, a dar al Peñón Blanco en la quebrada de Chumba; de aquí, línea recta, al Alto de la Pitala en el paraje de Los Taburetes; de allí, línea recta, hasta el río La China; este arriba, hasta el paso del camino departamental que conduce a esta ciudad; de aquí, por la distancia más corta, a la cordillera que divide las aguas de San Romualdo y Riofrío; por esta cordillera arriba, hacia el norte, hasta enfrentar con los nacimientos del río Totare; de aquí a la cordillera Central; luego, siguiendo primero una dirección occidental y torciendo después en dirección sur por toda la cima de la cordillera Central, que en esta parte sirve de límite con el departamento de Caldas, hasta donde se desprende la cuchilla que divide las aguas de Bermellón y Tochecito; por esta cuchilla abajo, en dirección oriental, hasta la terminación de las lomas de San Lorenzo en la confluencia de los ríos Anaime y Toche; este río abajo, o sea Coello, hasta donde desemboca la quebrada de La Cerrajosa; de la desembocadura de esta quebrada, por la cuchilla de Alta-Clara arriba, hasta el alto del Helecho; de este alto, por el filo de la cuchilla y siguiendo el camino que conduce a Anaime, hasta el alto de Pelahuevos; de este alto, y siguiendo por la cima de la cuchilla de Felisaida y Costarrica en dirección sureste, hasta las serranías de Chilí, punto que sirve de límite a los municipios de Anaime y Miraflores; de estas serranías, tomando una dirección Oriental, por la cima de la cuchilla donde se encuentran los altos de San Eloy y Luisa, cuchilla que más adelante se denomina San Rafael, hasta su terminación en el río Coello, abajo de la desembocadura en este de la quebrada de La Osera; este río, aguas abajo, hasta donde recibe las aguas de la quebrada de Gualanday, primer lindero.
Clima
Este...
Índice
- Cubierta
- Portada
- Créditos
- Contenido
- Presentación
- Introducción
- Prólogo
- Departamento del Tolima
- Ibagué
- Alpujarra
- Ambalema
- Ataco
- Briceño
- Caldas
- Carmen
- Casabianca
- Coello
- Coyaima
- Cunday
- Chaparral
- Dolores
- Espinal
- Fresno
- Guamo
- Honda
- Icononzo
- Líbano
- Lérida
- Mariquita
- Melgar
- Miraflores
- Natagaima
- Ortega
- Piedras
- Prado
- Purificación
- San Antonio
- San Lorenzo
- San Luis
- San Miguel
- Santa Isabel
- Santa Rosa
- Santana
- Soledad
- Valle
- Venadillo
- Villahermosa
- Notas al pie
- Contracubierta