CAPÍTULO IV
LA INNOVACIÓN DE LAS «PEDAGOGÍAS INFORMÁTICAS» Y LA TRANSFORMACIÓN DE LOS APRENDIZAJES PRESENCIALES
Introducción
La virtualización de la educación constituye la mayor innovación actual de los procesos educativos () y conforma una las tendencias más fuertes de dichos procesos a escala global. En efecto, remite a cambios tecnológicos en los modelos societarios, con nuevas formas de gestionar y procesar la información y nuevas concepciones del aprendizaje centradas en la construcción de competencias. Los factores tecnológicos se han constituido en los componentes más dinámicos en la educación a distancia tradicional y de las transformaciones de los sistemas universitarios, con nuevos paradigmas educativos, institucionales, actores, formas de gestión y lógicas económicas. Entre esos cambios se concibe el nacimiento de una pedagogía informática, cuyo análisis es el centro de este capítulo.
Desde los estudios sobre las máquinas de enseñar y la instrucción programada (), o desde el uso de medios de comunicación en el aprendizaje, los especialistas reconocen el alto rol de las tecnologías en todas las modalidades educativas. Hay una larga discusión alrededor de los enfoques deterministas en materia tecnológica con distintas visiones sobre el grado de incidencia de los componentes tecnológicos en los procesos educativos (). Sin embargo, los debates actuales y la investigación asociada a la eficacia instruccional de las nuevas herramientas y equipamientos digitales tienden a mostrar las crecientes correlaciones entre las industrias culturales y las tecnologías de información y comunicación (TIC) y los resultados de los aprendizajes en las modalidades a distancia, e incluso las propias configuraciones organizacionales de las instituciones educativas ().
En el actual contexto de la revolución digital, los viejos intentos de construir una dinámica de enseñanza a través de máquinas, como se intentó en la década del cincuenta, han sido desestimados, y la programación informática se ha constituido en el instrumento para promover esos fines. En los años cincuenta se desarrollaron y se pusieron a la venta múltiples modelos de máquinas de enseñar que quedaron rápidamente obsoletas por su simpleza, por la complejidad de sus objetivos para las rudimentarias tecnologías, y por los altos costos de realizar la programación del funcionamiento de las propias máquinas (del hardware) para estructurar los aprendizajes (). Sin embargo, con la irrupción de la programación informática y los recursos de aprendizaje, y por ende del desarrollo de máquinas herramientas accionadas por la programación informática (), dichas reflexiones comenzaron a ser replanteadas.
La virtualización ha transformado las modalidades tradicionales de la educación a distancia, como han analizado algunos autores (). A la par, se están transformando las aulas y la dinámica de enseñanza y aprendizaje presencial, por ejemplo, gracias al uso de plataformas interactivas virtuales o ambientes virtuales de aprendizaje, más conocidas por sus siglas del inglés como LMS (Learning Management System), o de otras aplicaciones informáticas de aprendizaje mediante la realidad virtual simulada de la práctica profesional. También se destaca el uso de ambientes virtuales a través de una evaluación automatizada de los aprendizajes y sobre todo mediante la digitalización de los recursos de aprendizaje y el acceso en red a través de internet. Este es un proceso de innovaciones que modifica la educación presencial y que sienta las bases de una convergencia de las modalidades tradicionales de enseñanza presencial y a distancia. Como consecuencia, esto impulsará múltiples reformas y reingenierías en las que aumenta el componente de gasto tecnológico en las instituciones y se perfila un enfoque por competencias cambiando el rol de los docentes. Asimismo, se modificarán las características de las aulas al abrir un nuevo camino para aumentar la calidad de los aprendizajes asociada al incremento en la digitalización de la enseñanza. Esta es la innovación más importante en la educación, en lo que se ha considerado como «la reforma de la virtualización y el nacimiento de la educación digital», que atraviesan todos los sistemas educativos.
La innovación como base del cambio social
La innovación es el eje central de la dinámica económica, social, y de forma creciente, de la educación. Schumpeter conceptualizó una dinámica de la economía al centrar en la innovación tecnológica el principal elemento de la competencia a través de la «creación destructiva», que a la vez que concibe nuevos productos, procesos o servicios, torna obsoletos o deprecia los procesos, capacidades y productos anteriores. Esto está en el centro de la capacidad de crear ganancias extraordinarias al cambiar los niveles competitivos entre las distintas organizaciones (). Esta lógica de la dinámica económica ha sido la base de la explicación de la expansión del conocimiento, del aumento de la composición orgánica de los procesos productivos y de la expansión del empleo capacitado en las últimas décadas. Correlacionado con esto, dicha lógica también ha sido la base de cambios educativos al impulsar una mayor articulación entre conocimientos, educación y mercado para construir las capacidades en las personas (). En esta dirección, la innovación comenzó a constituirse también en uno de los ejes de la dinámica educativa, la cual se expresó en múltiples manifestaciones: en nuevas pedagogías, currículos, didácticas y ambientes educativos, así como en el desarrollo de los recursos de aprendizaje. Entre esas innovaciones, sobresale crecientemente la incorporación de componentes tecnológicos, fundamentalmente digitales, para apoyar y guiar la enseñanza y el aprendizaje ().
Los primeros enfoques de Schumpeter tuvieron un sesgo hacia un relativo determinismo tecnológico como base de la innovación y la competencia capitalista, pero enfoques más contemporáneos, formulados dentro de esta escuela de pensamiento, han tomado en consideración las estructuras sociales, las culturas, las infraestructuras, los procesos de creación de conocimientos y el capital humano o social, como componentes básicos y determinantes de la innovación (). Carlota Pérez refiere que una revolución tecnológica es un conjunto de tecnologías, productos e industrias nuevas, capaces de sacudir los cimientos de la economía y de impulsar una oleada de desarrollo a largo plazo, pero cuya introducción impone cambios en toda la estructura social. Asimismo, bajo este enfoque, cambia el rol exclusivo schumpetereano del empresario innovador y se conforman nuevas sintonías entre tecnologías, estructuras y culturas organizacionales, capacidades de gestión y sistemas de enseñanza. Derivado de este paradigma de base schumpetereana se ha construido el enfoque de la triple hélice (gobierno, empresa y universidad) como centro de la innovación en las últimas décadas ().
Además, este enfoque ha ido dirigiendo la innovación desde las áreas tecnoeconómicas hacia toda la sociedad y ha ido transformando un enfoque con alto determinismo tecnológico de la innovación hacia un multideterminismo integrado, donde la innovación se focaliza en áreas muy diversas (). Al partir de un enfoque que originalmente se centraba únicamente en la infraestructura tecnológica, se han develado múltiples niveles de cambios e innovaciones necesarias y complementarias en toda la estructura de las sociedades, entre las cuales crecientemente en la educación como ámbito centrado en la formación de recursos humanos y la creación de conocimientos. Muchos de los cambios e innovaciones, que se realizan en una amplia línea de ámbitos sociales, propenden a acompañar y viabilizar la propia transformación en la base tecnológica, en la modificación de los procesos de trabajo o en los determinantes para la creación de la riqueza, que requiere más capacidades humanas, nuevas modalidades de movilidad internacionales o políticas más articuladas.
El paradigma schumpetereano ha sido el cimiento para reconceptualizar el rol del conocimiento; tuvo uno de sus basamentos en el Informe Bush, que en los años 40 analizó cómo la ciencia es la fuente directa de la creación e innovación a través de investigaciones que traen como resultado la generación de nuevas tecnologías (). Así, la ciencia y la innovación se asociaron más estrechamente e impulsaron una estructuración particular de la dinámica educativa con la investigación, la cual configuró nuevas modalidades de articulación entre la academia y las empresas, entre la investigación y el mercado, entre los gobiernos y el financiamiento a la investigación ().
En este marco de innovación schumpetereano, se asignó un rol central al empresario innovador como impulsor competitivo. La búsqueda del lucro constituía el motor indirecto de la creación de conocimiento y la articulación entre creación de conocimiento como base de la «creación destructiva» y los mercados de trabajo (). Este carácter transformador no se restringe a productos o infraestructuras, sino que impacta en las competencias y capacidades de las personas que se tornan obsoletas en función de los cambios que se introducen. Esta nueva dinámica impacta en los procesos de formación del capital humano e introduce la renovación de conocimientos, la actualización curricular, y sienta las bases de la educación permanente ().
En esta línea, en las últimas décadas, las concepciones primigenias sobre la innovación han recibido nuevos aportes que incorporan el rol del capital intelectual y la dinámica de transformaciones en curso de la dinámica societaria con la digitalización como eje de una «creación destructiva», que se apoya en la continua incorporación del conocimiento en los procesos de trabajo a través de dinámicas en red o en estaciones digitales como refiere Tapscott. En esta línea, se ha visualizado que los procesos de innovación tienen un creciente determinante derivado del uso de la microelectrónica y de las computadoras () como mecanismo para incorporar el valor agregado expresado en materia gris, en conocimiento e información. Como sostiene Tapscott, el trabajo y también el capital pasan a ser el conocimiento aplicado a través de programas informáticos, trabajos en red y máquinas de control numérico ().
Igualmente, se desarrollan componentes no centrados exclusivamente en lo tecnológico, sino en multiplicidad de elementos societarios, como los laborales, sociales, culturales, educativos, organizacionales y políticos, de modo que se elimina el mero determinismo tecnológico y se revalorizan los determinantes de la infraestructura y de las estructuras socioculturales, entre las cuales las educativas están presentes.
Los cambios en las formas del trabajo
El mundo del trabajo está en transición hacia ambientes crecientemente digitales, donde la informática es la herramienta del trabajo; las economías se internacionalizan; el comercio se apoya en red; la competencia se basa en la propiedad intelectual al fundamentarse en la incorporación de conocimientos, como sostiene Abortes (); y el capital humano está constituido por competencias y trabajo especializado, al decir de Reich (). En el ámbito del ejercicio profesional, esto es más significativo al producirse una transformación del trabajo, el cual comienza a estar mediado por herramientas de tipo informáticas. Los especialistas universitarios, cuyo trabajo es diagnosticar y responder (diseñar, enseñar, prescribir, intervenir) en casi todos los campos laborales y disciplinarios, realizan sus actividades sobre la base de la información, por lo que el trabajo se asocia a las tecnologías como ámbito de gestión y de procesamiento informático.
Lo anterior facilita la incorporación de programas informáticos e internet en la educación, como mecanismo para adquirir esas competencias informáticas e informacionales y también las propiamente investigativas e innovadoras. Buscar y acceder a información pertinente, trabajar con periféricos informáticos más complejos, e instalar y configurar aplicaciones informáticas básicas y especializadas constituyen requerimientos genéricos del mundo del trabajo para los profesionales, que imponen una educación orientada a facilitar la adquisición de estas competencias básicas y especializadas ().
La incorporación de herramientas y aplicaciones informáticas en el proceso de enseñanza sigue múltiples líneas. Se destaca su aporte en el mejoramiento del proceso de enseñanza y su contribución a la apropiación de las dinámicas del trabajo de los distintos profesionales. Esta incorporación de las TIC en la dinámica de la enseñanza, en todas sus dimensiones dentro y fuera del aula, es vista como un cambio del paradigma educativo. En Europa, el Libro Blanco de la Universidad Digital 2010 visualiza como un cambio de paradigma la incorporación de estas tecnologías sobre la dinámica educativa por sus dimensiones diferenciadas (). El informe define como impactos del nuevo paradigma el abandono del calendario académico por uno todo el año; la superación del aprendizaje terminal por un aprendizaje continuo; la sustitución del libro como medio principal de información frente a internet; la sustitución de la entrega en clase de los contenidos instruccionales por una que se realiza en todos lados; o la superación de los ladrillos por bytes como infraestructura educativa y espacio de comunicación. Sin embargo, esta nueva dinámica no se reduce a la educación a distancia como modalidad que usa tecnologías con intensidad, sino que crecientemente impacta en la educación presencial que se transforma a través de su digitalización.
Las bases de la actual innovación educativa
La innovación educativa ha asumido una amplia variedad de formas en razón de su carácter sistémico. La mayoría de enfoques tienden a estar de acuerdo en su carácter diverso como fenómeno cultural, por lo que es difícil considerar una linealidad en su desarrollo dada la circularidad y simultaneidad de los procesos ().
Siguiendo el enfoque de Schumpeter de la «creación destructiva» como centro de la innovación en el sector de la educación, esta se produce a partir de la introducción de las tecnologías de información y comunicación, cuyas derivaciones impulsan múltiples transformaciones en las instituciones, en los accesos, en las formas de enseñanza o en los recursos de enseñanza (). Las tecnologías digitales facilitan la creación de nuevos productos, procesos y servicios, que tornan obsoletos los anteriores m...