Poder para cambiar: Siete pasos prácticos hacia el bienestar integral

César Augusto Gálvez, Germán Correa

• Editorial: Editorial ACES
• Año: 2019
• ISBN del libro electrónico: 9789877019759

Cada año, más de 21 millones de personas mueren por paros cardíacos, accidentes cerebrovasculares y cáncer, enfermedades que en realidad podrían prevenirse a través de un estilo de vida saludable. Y, a pesar de que hay muchos libros sobre salud que hablan de estas enfermedades, la mayoría se enfocan solamente en proveer información y "secretos" sobre lo que es bueno o malo para la salud. ¡Pero la información no es suficiente para cambiar! "Poder para cambiar" es laherramienta indicada para lograr esos cambios hacia un estilo de vida saludable personal y familiar. El propósito del autor es motivar y proveer las herramientas para cambiar cualquier hábito de salud a ravés de un modelo simple e innovador de siete pasos prácticos. Este libro se basa en la ciencia conductual más actualizada, y en cuarenta años de experiencia en promocionar y ensñar sobre la salud y los hábitos saludables. Además, en sus páginas encontrarás un componente espiritual que integra las perspectivas bíblicas sobre cambios hacia un estilo de vida saludable y la ciencia actual para ayudar a resolver las necesidades reales de salud de la sociedad de nuestros días. Si anhelas un estilo de vida saludable para ti y para tu familia, mejorando tu calidad de vida, esta es la guía práctica que necesitas para hcer ese sueño realidad.

Capítulo 1

¿Por qué cambiar?

“Un avión se estrelló con 150 personas a bordo: ¡Todos muertos!” La noticia acaparó los titulares en televisión, radio y prensa escrita por una semana; pero ¿qué periodista dijo aunque sea una palabra acerca de los 20.000 pasajeros de la vida, equivalentes a 40 Airbus A-380 cargados con 800 personas cada uno, que “estrellaron” el mismo día a causa de un ataque cardíaco? (los Boeing podrían ser 25 para que la multiplicación dé 20.000) Es más, hay una diferencia entre la cantidad de muertes a causa de accidentes aéreos y las muertes a causa de ataques cardíacos: mientras los accidentes aéreos son poco comunes, ¡20.000 personas mueren cada día del año a causa de un ataque al corazón!

“Veinte estudiantes y maestros murieron en un tiroteo escolar; hay 35 heridos” anunciaron los titulares que ocuparon docenas de horas en los medios de comunicación alrededor del mundo; ¡pero no hubo noticias anunciando que el mismo día 20.822 personas “recibieron el disparo de un arma más poderosa” llamada cáncer! Y esta arma estará disparando cada día del año, con el mismo número de víctimas.

“Un huracán mató a más de 500 personas; todavía hay más de 800 desaparecidos” leyeron periodistas alrededor del mundo. ¿Hubo alguno que le dijera al mundo que el mismo día 17.000 personas fueron barridas por el huracán llamado “accidente cerebrovascular (ACV)” y que el tifón “diabetes” se llevó la vida de 15.000, y que esto se repetirá día tras día! ¡Además, estos números aumentarán cada año!

Todas estas desafortunadas tragedias (un avión que se estrella, un tiroteo escolar, un huracán) pueden ocurrir una o dos veces al año, o más, pero los ataques cardíacos, el cáncer, los ACV y las complicaciones de la diabetes están matando la misma cantidad de personas CADA DÍA.

Demos una mirada a este grupo de enfermedades que cada año están matando a millones, no miles, mientras el número de fatalidades crece cada año, en cada país del mundo. Estas pandemias (pan: todo; demos: pueblo: algo que está sobre todas las personas) son denominadas enfermedades no transmisibles o crónicas, o enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Las que se transforman en las mayores asesinas son las complicaciones del corazón y los vasos sanguíneos, el cáncer, la diabetes y la obesidad. A modo de ejemplo, demos una mirada a los dos mayores asesinos: enfermedades cardiovasculares y cáncer.

El primer asesino

“Ella era muy joven para morir de un ACV”, dijo su hijo. En otro caso, Joe, devastado, comentó: “Mi papá falleció a causa de un ataque al corazón y nos dejó cuando mi hermana y yo más lo necesitábamos”. En otro incidente, un hermano menor explicaba con tristeza: “Mi hermano fue llevado a la Unidad de Terapia Intensiva cuando tuvo un ACV y murió después de más de cuarenta días; su vida se apagó en el momento en que estaba por alcanzar su sueño más preciado, y nos dejó con una cuenta que es casi imposible de pagar”. Estos y otros comentarios se han vuelto frecuentes en nuestras conversaciones diarias.

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que incluyen, entre otros, la cardiopatía coronaria y la enfermedad cerebrovascular:

Cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que llevan sangre al músculo cardíaco.

Enfermedad cerebrovascular: enfermedad de los vasos sanguíneos que llevan sangre al cerebro.

Una complicación coronaria es precursora de un ataque cardíaco; una complicación de una enfermedad cerebrovascular puede resultar en un accidente cerebrovascular (ACV). Los ataques al corazón y los ACV son causados, principalmente, por un bloqueo que impide que la sangre fluya al corazón o al cerebro. La causa más común de este escenario es la acumulación de grasa en las paredes internas de los vasos sanguíneos que llevan sangre al corazón o al cerebro; sin embargo, los ACV pueden también ser causados por el sangrado de un vaso sanguíneo o por coágulos sanguíneos en el cerebro.

Datos clave

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones de las ECV son la causa número uno de muertes globalmente; más personas mueren al año de ECV que de cualquier otra causa. Se estima que 17,3 millones de personas murieron de ECV en 2008, lo que equivale al 30 % de todas las muertes en el planeta. De estas muertes, unos 7,3 millones ocurrieron a causa de ataques cardíacos, 6,2 millones fueron ACV, y la diabetes contribuyó directamente en 1,3 millones de las muertes. Para el 2030, casi 25 millones de personas morirán de ECV, principalmente por enfermedades del corazón y ACV. Se prevé que estas enfermedades permanezcan como la principal causa de muerte.2

Síntomas

¿Qué siente una persona cuando tiene una enfermedad cardiovascular tal como un ataque cardíaco o un ACV? Muy a menudo no se presenta ningún síntoma previo cuando una persona tiene una enfermedad subyacente de los vasos sanguíneos; el ataque cardíaco o ACV en sí pueden ser el primer síntoma de la enfermedad. Entonces, cuando el ataque cardíaco ocurre, la persona siente malestar o dolor en el centro del pecho, espalda, mandíbula, hombro izquierdo, brazos o codos. La persona puede sentir también dificultad al respirar o falta de aliento, malestar generalizado, náuseas, vómitos, sudor frío, palidez o desmayo.

Cuando una persona está sufriendo un ACV, el síntoma más común es una debilidad repentina en la cara, los brazos o las piernas; otra cosa que puede sentir la persona es entumecimiento en la cara, los brazos o las piernas; confusión al hablar o en la comprensión de lo hablado, dificultad para ver o caminar, pérdida de la coordinación, severos dolores de cabeza o inconsciencia.

El segundo asesino

“Él no merecía morir; era un padre modelo y un esposo afectuoso, pero un cáncer veloz terminó ayer con su vida, cuando nos estábamos preparando para celebrar su cumpleaños número 45 en dos semanas”, compartió con dolor su esposa durante el velatorio, rodeada por sus cinco hijos de entre cinco y quince años de edad. “Se fue en el momento que más lo necesitaba”. Peter había fallecido a causa de un cáncer de páncreas.

¿Qué es el cáncer?

El cáncer es la reproducción veloz de células anormales que crecen más allá de sus límites usuales, con la capacidad de invadir los espacios contiguos al área afectada, y de expandirse a otros órganos. La transformación de una célula normal en un tumor sigue un proceso de múltiples etapas. Hay una etapa de iniciación, una de progresión/promoción, y una etapa de propagación.

Aunque aún no se conocen las causas exactas, los factores genéticos de cada persona, y una combinación de tres tipos de agentes cancerígenos externos: físicos, químicos y biológicos, facilitan estas etapas. Los cancerígenos físicos pueden ser las radiaciones ultravioletas e ionizantes de diferentes dispositivos; los cancerígenos químicos son el asbesto (del polvo, las paredes viejas pintadas o la minería), los componentes del tabaco, el humo, las aflatoxinas (presentes en los alimentos contaminados) y el arsénico (un contaminante del agua potable); y los cancerígenos biológicos pueden ser diferentes infecciones de ciertos virus, bacterias o parásitos.

Datos y cifras del cáncer

La OMS informa que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. En 2008 ocasionó 7,6 millones de muertes (aproximadamente el 13 % de todas las muertes). Los cánceres de pulmón, de estómago, de hígado, de colon y de mama son los que causan la mayor cantidad de muertes por cáncer cada año. Se prevé que las muertes por cáncer en todo el mundo sigan aumentando, y que lleguen a un estimado de 13,1 millones de muertes en 2030.3

Detección temprana

Aunque la solución final para el cáncer, desde un punto de vista médico convencional, aún está lejos, la mortalidad por cáncer puede reducirse si se detectan y se tratan los casos temprano. Los esfuerzos de detección temprana tienen dos componentes: el diagnóstico temprano y el cribado. El diagnóstico temprano ocurre cuando el paciente se da cuenta de los primeros signos y síntomas (para tipos de cáncer como cervical, mamario, colorrectal y oral), a fin de poder diagnosticarlos y tratarlos antes de que la enfermedad avance.

El cribado es la aplicación de un test en una población que no siente síntomas; por ejemplo, el cribado del cáncer de mama entre los habitantes de una provincia. A través del cribado, las enfermedades de estilo de vida pueden detectarse temprano, en cuyo caso el tratamiento tiene mejores probabilidades de desacelerar la enfermedad o incluso frenar su progresión.

Signos y síntomas del cáncer

Cambios inexplicables en el cuerpo, como la aparición repentina o el crecimiento de un bulto, sangre en la orina o un cambio en los hábitos intestinales habituales no necesariamente significan cáncer, pero estos signos requieren un examen más detallado por parte de un médico calificado para diagnosticar la enfermedad que causa el síntoma. El veloz incremento en tamaño de un bulto en cualquier parte del cuerpo; cambios en los hábitos intestinales durante unas pocas semanas, tales como sangre en las heces, diarrea o estreñimiento sin motivo, la sensación de no haber vaciado completamente los intestinos después de ir al baño, dolor en la barriga o en el recto, hinchazón persistente; tos durante más de tres semanas; sangrado entre períodos; lunares que cambian de color, tamaño o forma; pérdida de peso en el último par de meses que no pueda ser explicada por cambios en la dieta, en el ejercicio o por estrés; pueden ser otros signos y síntomas que hay que estudiar para descartar la presencia de cáncer o para identificarlo.

Enfermedades transmisibles y no transmisibles

Echemos un vistazo a las diferencias y las similitudes entre las enfermedades no transmisibles/crónicas/relacionadas con el estilo de vida y las enfermedades transmisibles/agudas/infecciosas como la varicela, el sarampión, la gripe, la malaria, la amigdalitis, la bronquitis, la neumonía, etc. Agentes externos tales como microbios o virus inician enfermedades transmisibles; se propagan de una persona a otra directamente o a través de otro agente externo, y causan una respuesta inmediata del cuerpo, como fiebre, dolor, debilidad, etc.

Por el contrario, las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, los ACV, el cáncer, la diabetes y la obesidad, no son necesariamente iniciadas por agentes externos. Las causas no se identifican con exactitud, pero se inician en algún momento de la vida; puede ser en la infancia, la adolescencia, la juventud o la edad adulta, sin mostrar signos o síntomas.

El tiempo de incubación (el tiempo que transcurre desde que comienza la enfermedad hasta la aparición de los primeros síntomas o signos) de enfermedades infecciosas es muy breve: 3 horas, 1, 8, 15 días o más; dependerá del tipo de agente externo. Sin embargo, el período de incubación para enfermedades relacionadas con el estilo de vida es muy largo: ¡10, 20, 30 o 40 años! La enfermedad puede comenzar en la infancia (incluso antes de los dos años), ¡pero los primeros signos y síntomas aparecerán cuando ese niño pequeño sea un adulto casado con 2 hijos!

Las enfermedades infecciosas generalmente duran poco tiempo, pero pueden ser muy virulentas: tienen el poder de complicarse y hasta de llegar a causar la muerte, como ocurre con el dengue, la malaria, el tétanos, etc. En contraste, las enfermedades crónicas pueden durar toda la vida y progresar a lo largo de esta, pueden complicarse fácilmente y también causar la muerte después de un largo período de sufrimiento.

Además, las enfermedades crónicas pueden causar crisis emocionales, familiares y financieras. Por ejemplo, en los EE. UU., debido a los altos costos, una enfermedad crónica puede causar quiebra financiera en las familias, especialmente cuando sus miembros no están cubiertos por un seguro de salud integral.

Los tratamientos para las enfermedades infecciosas están disponibles en casi todas partes, y el uso de antibióticos ha contribuido significativamente a su control y a la prevención de complicaciones. Por otro lado, desde el punto de vista de la medicina tradicional, son escasos los tratamientos para las enfermedades relacionadas con el estilo de vida; la medicina se limita al diagnóstico precoz, al control de la enfermedad, a paliar los efectos y a la prevención de complicaciones.

A causa de este fracaso, la medicina alternativa está creciendo en popularidad, ya que ofrece una perspectiva muy prometedora para resolver las enfermedades. Sin embargo, un tratamiento alternativo debe ir acompañado de un cambio drástico y estricto en los hábitos diarios de salud de los pacientes, y pocos están listos para comprometerse. Además, aunque la creciente investigación científica respalda a la medicina alternativa, esta necesita aún más tiempo y recursos para transitar la ruta de la evidencia sistemática.

Impacto de las enfermedades no transmisibles

Para comprender mejor a las pandemias de enfermedades no transmisibles, sugiero llamarlas “plagas”, debido a su presencia en todo el mundo y a que son responsables de matar a millones y millones sin parar. Obstinadamente, su número de víctimas aumenta año tras año y no existe una cura definitiva para ellas.

Como sociedad, debemos ser conscientes de nuestra vulnerabilidad. De lo contrario, no asumiremos nuestro rol fundamental, que será presentado en el próximo capítulo, para la prevención en nuestras vidas y hogares. Comparemos ahora lo que sucedió en el mundo entre 2005 y 2008. En 2005, las enfermedades cardíacas, los ACV, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes fueron, por lejos, las principales causas de mortalidad en el mundo, y representaron el 60 % de todas las muertes. De los 35 millones de personas que murieron a causa de enfermedades crónicas, la mitad tenía menos de 70 años, la mitad eran mujeres y el 80 % de las muertes se produjeron en países de ingresos medios y bajos.

En 2008, solo tres años después, las mismas enfermedades crónicas siguieron siendo, por lejos, las principales causas de mortalidad en el mundo, y representaron el 63 % (3 % más) de todas las muertes. De los 36 millones de muertes (1 millón más) por enfermedades crónicas, nueve millones tenían menos de 60 años y el noventa por ciento (10 % más) de estas muertes prematuras ocurrieron en países de ingresos bajos y medios.

Algunas personas, incluso algunos profesionales de la salud, siguen creyendo que las enfermedades relacionadas con el estilo de vida se limitan a los países desarrollados, mientras que en los países en desarrollo las principales causas de muerte siguen siendo las enfermedades transmisibles. Al contrario de la percepción común, esta pandemia es una causa poco apreciada de la pobreza y dificulta el desarrollo económico de muchos países. ¡Más del 80 % de las muertes por ECVs y el 70 % de las muertes por cáncer ocurren en países de ingresos bajos y medios!

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en un problema para el desarrollo de los países de ingresos bajos y medios debido a su alta exposición al tabaco, a su falta de programas de prevención y detección temprana, a la falta de acceso a un sistema de atención médica integral y a los costos inalcanzables de los tratamientos. En el nivel macroeconómico, las enfermedades no transmisibles y la diabetes reducen aproximadamente el 6,77 % del PBI de los países de ingresos bajos y medios que experimentan un rápido crecimiento económico, ya que muchas personas mueren de manera prematura.

¡Buenas noticias para los hogares!

¡Estas enfermedades no transmisibles son prevenibles! ¡Es posible prevenir hasta el 80 % de las enfermedades cardíacas, los derrames cerebrales y la diabetes tipo 2 (vinculada a nuestros hábitos alimenticios diarios)! ¡Más de un tercio de los cánceres se pueden prevenir! ¿Cómo? Eliminando los factores de riesgo compartidos, principalmente el consumo de tabaco, la dieta no saludable, la inactividad física y el uso nocivo del alcohol.

En otras palabras, hasta el 80 % de las personas que murieron a causa de enfermedades cardiovasculares podrían haber sobrevivido y podrían estar todavía disfrutando de la vida con sus familias y comunidades. De la misma manera, más del 30 % de las personas que murieron de cáncer podrían aún estar viviendo y luchando por sus planes y sueños. Los ataques cardíacos, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes dependen de nuestros simples hábitos cotidianos. Ese será el tema del próximo capítulo. Pero antes respondamos la pregunta más importante:

¿Por qué necesitamos cambiar?

¿Por qué necesitamos cambiar nuestro estilo de vida o nuestros hábitos de salud diarios? Propongo tres razones, desde la menos hasta la más importante: La primera, simplemente, debido a la rápida aparición de plagas contemporáneas y reales de enfermedades no transmisibles, tales como las enfermedades cardíacas, el cáncer, la diabetes y la obesidad, las cuales ya se han expandido y continúan haciéndolo, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo, entre mujeres y hombres, pobres y ricos, y a través de todas las edades, incluidos adultos, jóvenes y niños. La segunda razón es para posponer nuestros funerales por muchos años mediante la prevención de enfermedades crónicas, o la prevención de sus complicaciones, si ya las tenemos.

De mucha más importancia que las anteriores, la tercera razón es poder ver a nuestros hijos o nietos graduarse de la universidad o de la escuela primaria, respectivamente, o ver con quién se casarán nuestras hijas, o disfrutar de nuestra jubilación, o terminar de construir nuestra propia casa como patrimonio para nuestros hijos, o disfrutar de la vida con nuestro amado cónyuge. En resumen, vivir una alta cantidad de años con calidad de vida, a fin de cumplir nuestro compromiso vital para con nuestra familia, comunidad y sociedad; y para poder, con la salud como un t...

Índice

• Tapa
• Prefacio
• Capítulo 1: ¿Por qué cambiar?
• Capítulo 2: ¿Qué cambiar?
• Capítulo 3: ¿Por qué es difícil cambiar?
• Capítulo 4: El gran facilitador
• Capítulo 5: ¿Cómo cambiar?
• Capítulo 6: 1er paso hacia el cambio: Selecciona tu conducta-meta
• Capítulo 7: 2º paso: Antecedentes de la conducta que quieres cambiar
• Capítulo 8: 3er y 4º pasos: Consecuencias vs. beneficios
• Capítulo 9: 5º paso: Programar tu cambio
• Capítulo 10: 6º paso: Refuerzo para tu cambio
• Capítulo 11: 7º paso: Compromiso con el cambio
• Capítulo 12: Cómo mantener tu cambio
• Capítulo 13: Descanso de calidad y una sonrisa blanca
• Capítulo 14: Ejercicio, desayuno e Internet
• Capítulo 15: Un motivador poderoso para cambiar
• Capítulo 16: Secretos para vivir más tiempo y al máximo
• Bibliografía