1. La innovación en la historia y en el futuro de los servicios bancarios
Hoy en día se puede acceder a los servicios bancarios a través de un teléfono móvil. El uso de tarjetas de crédito y débito, así como las transferencias electrónicas han crecido en todo el mundo en los últimos años. Además de poder realizar operaciones en las sucursales, las opciones para usar servicios bancarios se han multiplicado, transformando los productos financieros y el modo en el que usamos nuestro dinero y, por lo tanto, la vida cotidiana de las personas.
No conocemos con precisión cómo será el futuro de los servicios financieros, pero podemos adelantar algunas tendencias. Las mejoras siempre han acompañado a los negocios bancarios. Ha sido un proceso continuo. Sabemos que habrá un futuro principalmente digital, resultado de un largo proceso de renovación que va más allá de los servicios financieros digitales. Desde los primeros bancos, la innovación es imaginar, diseñar e implementar soluciones a problemas, transformando permanentemente la vida cotidiana. Esto requiere de esfuerzo por parte de las empresas que buscan transformar y enriquecer sus servicios.
En este texto se explica cómo llegaron a México las principales innovaciones bancarias y el papel que ha tenido el Banco Nacional de México en esa historia. A lo largo de sus más de trece décadas de existencia, esta institución ha introducido al sistema bancario mexicano los principales productos que transformaron la vida de los mexicanos.
El establecimiento de los bancos en México durante la segunda mitad del siglo xix, con su provisión de servicios como cheques y créditos, fue una innovación en sí misma. También lo fue la incorporación de los billetes bancarios, que en ese entonces fueron emitidos por los bancos privados, como el Nacional de México.
Durante sus primeras décadas, el Banco había sido una empresa que atendía negocios, al gobierno y a clientes individuales, pero no todos los mexicanos tenían acceso. Después de la Revolución, a fines de los años veinte, el Banco incorporó servicios, como las cuentas de ahorro, buscando que la mayoría de los mexicanos pudiera contar con servicios bancarios. Esto requirió crear una red de distribución para esos servicios: las sucursales. Así, a lo largo del siglo xx, el Banco Nacional de México se convirtió en una institución que expandió su presencia a nivel nacional, en localidades en las que nunca habían tenido servicios bancarios, lo que representó una gran inversión. En otras palabras, una ola importante de innovaciones que cambiaron el mercado de los servicios financieros llegó cuando el Banco introdujo productos y servicios que estuvieran al alcance de más personas.
Sucursal del Banco Nacional de México en Reynosa, Tamaulipas.
Este principio de abarcar a cada vez más personas en más lugares se extendió con la banca por teléfono y, en mayor medida, cuando se introdujo la infraestructura computacional. Dentro de la historia más reciente, la innovación más representativa ha sido transformar la manera en la que pagamos y movemos nuestro dinero: desde la introducción de la tarjeta de crédito, los cajeros automáticos, las tarjetas de débito y la banca electrónica, usando los portales de Internet o a través de las aplicaciones de telefonía móvil.
En este camino hacia el futuro los bancos siguen teniendo una responsabilidad aún mayor con sus clientes: la de mantener la confianza en el servicio, así como procurar su seguridad. Los bancos tendrán que darle al cliente, cada vez más, la confianza y certeza de que los servicios funcionan adecuadamente y que protegen su dinero.
Banco Nacional de México y la innovación en los servicios bancarios está organizado por las innovaciones en orden cronológico. Al final se puede encontrar una bibliografía, no sólo porque de ella se obtuvo la información, sino para referir a aquellos que deseen conocer más sobre este tema.
El autor agradece ideas y comentarios que fueron indispensables para este texto de parte del equipo del Banco Nacional de México: Alberto Gómez Alcalá, Luz del Carmen Martínez Rivera, Víctor Ángel Flores y Aline Cajiga.
2. La entrada de los bancos como proveedores de una “tecnología” innovadora
Los primeros bancos se establecieron en México durante la segunda mitad del siglo xix, principalmente durante el Porfiriato. El primero fue el Banco de Londres, México y Sudamérica en 1864. Aquellas instituciones se llamaron bancos de emisión porque producían papel moneda, billetes, que estaban respaldados con monedas de oro y plata en sus bóvedas. Además, otorgaban préstamos y ofrecían cuentas de depósito para sus clientes, que llamaban cuentas corrientes, parecidas a una cuenta de cheques actual.
Antes de las leyes de Reforma, la Iglesia, las órdenes y algunas otras organizaciones de tipo religioso, como las cofradías y las capellanías, proveían crédito de largo plazo, por ejemplo, para empresas agropecuarias, y ofrecían servicios de ahorro para administrar el dinero de las personas. También, los empréstitos eran provistos por comerciantes-banqueros: prestamistas privados que originalmente se dedicaban al comercio.
El Banco de Londres, México y Sudamérica fue uno de los primeros bancos en emitir papel moneda en México.
La entrada al mercado de los bancos permitió incorporar una nueva forma de efectuar actividades de manera más eficiente para otorgar préstamos y atraer depósitos. Que una institución captara depósitos de varias personas y empresas para distribuirlos a través de préstamos a otras permitió usar los recursos de forma eficiente, además de diversificar mejor los riesgos en caso de que los acreditados no pagaran. Los bancos contaban con capital para respaldar los depósitos, llevar a cabo sus operaciones de crédito, proveer de cheques y, en el caso de estos bancos, de emitir billetes, es decir, ofrecían nuevos medios de pago.
3. Los primeros pasos en la innovación en pagos: emisión de billetes y cheques
Los billetes, hoy en día, son la principal forma de dinero junto con las monedas, objeto de uso cotidiano y universal en nuestra vida diaria. El también llamado papel moneda tiene una historia antiquísima, pero fue hasta la segunda mitad del siglo xix que su uso se generalizó en muchos países. En México, los primeros billetes de uso extendido fueron introducidos por los bancos privados desde 1864, ya que no había un banco central, como el Banco de México, que tuviera exclusividad en la emisión de papel moneda.
En el mundo, los primeros billetes surgieron en China, eran de piel de ciervo y se usaron desde el siglo I a.C. Posteriormente, desde el siglo IX hasta el siglo xv de nuestra era se utilizaron distintas formas de papel moneda. Durante este período, la producción de papel moneda creció tanto que su valor comenzó a depreciarse. Su uso desapareció a mediados del siglo xv y no volvió hasta siglos después. Aunque no tenía un valor intrínseco, estaba respaldado por un estándar: una unidad monetaria era canjeable por una cantidad específica de un metal precioso. Es interesante notar que, en primera instancia, los billetes ganaron aceptación como un sustituto del dinero metálico y sólo más tarde llegaron a ser considerados como dinero en sí mismo.
En Europa, el papel moneda se empezó a utilizar en la Edad Media. La forma más común fueron las letras de cambio, las cuales eran pagarés privados y son el antecedente de los cheques. Era práctico para transportar valor y daba seguridad porque, de otra manera, se hubieran tenido que utilizar las monedas. En el siglo xvii se inició la emisión regular de billetes, originalmente por bancos. A partir de 1695, el Banco de Inglaterra, fundado un año antes, fue el primero en hacer emisiones de forma consistente.
La introducción del billete en México, al igual que en otros países, es una de las innovaciones más importantes en el modo en el que se paga. Antes de ...