El erotismo y su sombra
eBook - ePub

El erotismo y su sombra

El amor como potencia de ser

  1. 357 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

El erotismo y su sombra

El amor como potencia de ser

Descripción del libro

El título de este libro alude a Freud; el subtítulo toma como referencia el pensamiento de Spinoza. Desde ambas perspectivas, el autor viene trabajando hace años para responder al desafío del psicoanálisis para dar cuenta de nuestra época. Esto lo lleva a rescatar nociones que definen la particularidad de su práctica; pero también, modificar otras a partir de los nuevos paradigmas de nuestro tiempo.Es la clínica psicoanalítica lo que conduce a la necesidad de modificar algunas conceptualizaciones teóricas que son insostenibles en la actualidad. Desde allí revisa conceptos fundamentales como el Complejo de Edipo, las perversiones y el erotismo y propone nociones propias como la de corposubjetividad, la muerte-comopulsión y el espacio-soporte. Esto permite enfocar de forma original cuestiones fundamentales como las variaciones de la sexualidad humana, la sociedad de consumo, la práctica del psicoanálisis y su lugar en la cultura para desentrañar las relaciones del sujeto con el poder.Un texto imprescindible para poder enfrentar las situaciones de padecimiento que nos plantea la actualidad. Su trascendencia la señala Juan Carlos Volnovich en su prólogo: "La obra toda de Enrique Carpintero se inscribe en una venerable tradición que se inició con el Freud de Psicología de las Masas y El Malestar en la Cultura, con el interlocutor de Einstein ante el porqué de la guerra; reconoce sus antecedentes en Spinoza y en Marx, en la Escuela de Frankfurt, en la producción de Wilhelm Reich. Aquí, en la Argentina, la cadena pasa por la gesta de los pioneros contra la psiquiatría manicomial hegemónica en la década del 40, por la psicoterapia de grupo y por el psicodrama cuando el psicoanálisis individual se postulaba como el único legítimo, por el grupo Plataforma que partió en dos al psicoanálisis mundial, por los equipos asistenciales de los Organismos de Derechos Humanos y las intervenciones en la fábricas recuperadas, por las nuevas formas de legislar la enfermedad y la salud mental.En esta etapa gris de la historia, en medio de una comunidad científica donde frecuentemente las instituciones demandan la sacralización de las teorías y donde los maestros exigen una adhesión acrítica; aquí, donde tan a menudo el anatema reemplaza a la controversia y, en su lugar, las guerras de prestigio se desatan para ahogar la reflexión; aquí, entre nosotros, Enrique Carpintero ha sabido construir con arduo trabajo e inteligencia un espacio para la producción teórica original que es, también, un espacio colectivo; espacio que con El erotismo y su sombra. El amor como potencia de ser adquiere una dimensión insoslayable."

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a El erotismo y su sombra de Enrique Carpintero en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Psicología y Sexualidad humana en psicología. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Año
2015
ISBN del libro electrónico
9789871185719
Capitulo 1
La subjetividad del idiota plantea la pregunta
¿Cómo inventamos lo que nos mantenía unidos?
En la novela Cosmópolis de Don DeLillo un joven y arrogante millonario norteamericano viaja a través de New York, recorriendo la ciudad desde una punta a la otra para cortarse el pelo.
El sueño se abstenía de visitarlo ahora más a menudo que antes, no ya una o dos veces por semana, sino cuatro, cinco incluso. ¿Cómo lo remediaba cuando le sucedía? No salía a dar largos paseos mientras se desplegaba el amanecer. No había amigo o amiga a los que tanto quisiera como para angustiarlos con una llamada a tales horas. ¿Qué le quedaba en firme? Era cuestión de silencios, no de palabras.
Durante su viaje, que dura todo el día, queda atrapado en varios atascos de tránsito producto de diferentes situaciones: la visita del presidente a la ciudad, el funeral de un ídolo de la música, el rodaje de una película y una violenta manifestación política mientras especula desde su limusina blindada las fluctuaciones del Yen en Japón.
En el recorrido recibe en su auto toda una serie de asesores y varias veces a su mujer. De esta manera va haciendo una cínica reflexión sobre la actualidad de nuestra cultura sometida a las reglas del mercado.
-¿Cómo sabremos cuándo habrá llegado oficialmente el final de la era de la globalización?
Aguardó la respuesta.
-Cuando las limusinas extralargas comiencen a desaparecer de las calles de Manhattan.1
La comunidad entrópica
Para Freud el concepto de cultura es sinónimo de civilización. Ésta remite al momento en que el ser humano se organiza en “comunidad”, poniendo la naturaleza al servicio de satisfacer sus necesidades y regulando los vínculos recíprocos entre los sujetos. Es así como este espacio de la comunidad se convierte en soporte de la pulsión de muerte.
Las características de la cultura dependen en cada etapa histórica de los sectores sociales hegemónicos que establecen una organización económica, política y social. Para ello reglamentan normas que se formalizan jurídicamente y que regulan las relaciones entre los miembros de la comunidad cuyo objetivo es reproducir las condiciones de dominación.
Históricamente la comunidad (Gemeinschaft) fue reemplazada por la moderna sociedad (Gesellschaft). Podemos decir que en los ’60 se inició un proceso donde el espacio comunitario fue cediendo al desarrollo de la internacionalización capitalista.
Como dice F. Jamenson: “el capitalismo tardío en general (y los sesenta en particular) constituyen un proceso en el cual las últimas zonas internas y externas del precapitalismo sobrevivientes -los últimos vestigios del espacio tradicional y no reificado dentro y fuera del mundo avanzado- son finalmente penetrados y colonizados a su turno. El capitalismo tardío por lo tanto, puede ser descrito como el momento durante el cual los últimos vestigios de la Naturaleza, sobrevivientes del capitalismo clásico, son al fin eliminados: es decir, el Tercer Mundo y el inconsciente. Los sesenta, entonces habrán sido el trascendental período de transformación durante el cual tiene lugar esta reestructuración sistémica en escala global.”2 De esta manera el sentimiento de comunidad comienza a ser reemplazado por el de individuos unidos en sociedades anónimas. Esta perspectiva se afianza en los ’90 con la llamada mundialización capitalista. Por ello la relación social se construye en una unidad paradójica; es decir, una unidad en la desunión que lleva a la incertidumbre y la imprevisibilidad, en definitiva a una vorágine de permanente desintegración y renovación, de ambigüedad y angustia. Su resultado ha sido una cultura que dejó de constituirse en un espacio-soporte de la pulsión de muerte.3 En ella la fractura del soporte imaginario, libidinal y simbólico del espacio comunitario refiere a un mundo perdido. A un mundo que no existe más. Hoy las comunidades son homogéneas. Son comunidades de iguales donde los diferentes están afuera. Ellos son los otros de los cuales hay que protegerse. Es decir, allí no hay comunidad, sino mera cohabitación. Por ejemplo, encontramos barrios privados muy vigilados por policías y medios electrónicos, con viviendas muy caras donde se paga el precio de vivir una intimidad separada del otro. También hay comunidades de iguales que definen su pertenencia en relación a un otro del que es necesario diferenciarse. En este sentido la comunidad como espacio heterogéneo que permite los intercambios libidinales y simbólicos se ha transformado en un lugar homogéneo al servicio de un sujeto solo y aislado. Es decir, una comunidad entrópica que ha dejado de constituirse en un espacio-soporte cuya consecuencia es una subjetividad atravesada por los efectos de la pulsión de muerte: la sensación de “vacío”, de “no salida”, la violencia contra el otro y la violencia autodestructiva.
En este sentido el sueño de una sociedad “perfecta”, es decir transparente, predecible y carente de contingencias, tiene ahora como objetivo la “seguridad de la comunidad del vecindario”. Por lo tanto, lo que se vislumbra en el horizonte hacia “la comunidad segura” es la extraña mutación de un “gueto voluntario”. Estos “guetos voluntarios” se diferencian de los guetos reales en que de estos últimos no se podía salir. Por el contrario, en los “guetos voluntarios” no se puede entrar. Se hacen vallas y muros para que no entren los otros. Por ello el “gueto voluntario” supone la imposibilidad de comunidad, ya que su objetivo es lograr el aislamiento del mundo exterior donde viven esos nuevos bárbaros que están más allá de sus murallas.4
De esta manera en el actual proceso de mundialización capitalista el espacio deja de tener sentido para ganar un significado que trasciende las fronteras del estado-nación. La fragmentación mundial se afirma en territorios donde cada uno se atrinchera en sus diferencias. Cada zona, cada ciudad, cada barrio, cada región es un territorio que debe ser defendido de esos bárbaros, que siempre son los otros.
Esta situación nos lleva a la fragmentación de las relaciones sociales que se intenta solucionar invocando la palabra “solidaridad”. Pero esta tiene las características de una generalización y ambigüedad que la ha transformado en una palabra vacía. Es decir, refiere a un pragmatismo que oculta diferentes formas de asistencialismo. O, lo que es peor, se la invoca en beneficio propio, en tanto deber de los otros hacia sí mismo y el propio grupo de pertenencia como lo podemos observar en los llamados “grupos clientelares”. También se la puede concebir como un vínculo corporativo entre unos pocos que se unen en su propio interés frente a los otros (por ejemplo, grupos empresarios que desgravan impuestos). En este sentido, considerar la solidaridad fuera de los límites del pragmatismo implica dar cuenta de su fundamento trascendental donde mi socius esencial; es decir, yo mismo es otro. Ya que “yo no soy un simple yo, un yo indivisible, un yo individual. En mí hay una sociedad de individuos que se necesitan el uno al otro, que se dividen entre sí, que hacen la guerra y la paz entre sí. No puedo ignorar al otro porque yo <soy> el otro, porque yo me soy extranjero. Puedo reconocer al extranjero en cuanto tal porque yo lo conozco en mí; no podría predicarlo fuera de mí, reconocerlo fuera de mí.”5
De esta manera debemos admitir que nuestra condición de ser nosotros es tener al otro en nosotros. Por supuesto no es un otro cómodo a nuestra disposición, sino un otro extranjero con el cual podemos estar en paz o en conflicto.
…El dinero genera el tiempo. Antes era al revés. El tiempo cronológico aceleró el ascenso del capitalismo. Todo el mundo ha dejado de pensar en la eternidad. Se concentran en las horas, en cantidades de tiempo mensurable, en horas humanas, para emplear con más eficacia la mano de obra…
…Porque el tiempo es ahora un activo empresarial. Pertenece al sistema de libre mercado. El presente es cada vez más difícil de encontrar. Es algo que resulta succionado del mundo para dejar lugar al futuro de los mercados incontrolados y de un desmesurado potencial inversor. El futuro resulta insistente. Esa es la razón de que algo vaya a suceder pronto, hoy mismo tal vez -dijo, mirándose las manos a hurtadillas-. Se trata de corregir la aceleración del tiempo. Más o menos, de volver la naturaleza a su estado natural…6
Yo, Sociedad Anónima
Uno de los conceptos de Pierre Bordieu es el de “dominación simbólica”7. Desde el mismo podemos entender la reproducción de un orden social en el reconocimiento y desconocimiento de la arbitrariedad que lo funda. En este sentido la lucha política por la definición del mundo social es uno de los aspectos de la dominación simbólica. Junto a políticos encontramos a periodistas, expertos en “opinión pública” e intelectuales que pretenden representar la perspectiva desde lo que hay que reflexionar. Para ello se generan problemáticas con sus preguntas, sus respuestas y los límites de lo que está permitido pensar fabricando a la “opinión pública” como cualquier otra mercancía. Las cuestiones que plantean los políticos, las que expresan los periodistas en nombre de la “opinión pública” son las mismas preguntas que hacen las empresas encuestadoras para medir esa “opinión pública”. De esta forma se establece un círculo vicioso donde las preguntas legitiman un modo de interrogación que se impone sin que nadie pueda cuestionar su origen. Las encuestas y los debates en los medios de comunicación confirman el estado de las relaciones de fuerza simbólica al servicio de mantener la cultura dominante. Esta se basa en que no se puede cuestionar el sistema de distribución de los bie...

Índice

  1. Tapa
  2. Contratapa
  3. Legales
  4. Título
  5. Dedicatoria
  6. Agradecimientos
  7. Indice
  8. Prólogo
  9. Introducción
  10. PARTE I - La subjetividad del idiota. Normalidad y normalización
  11. Capítulo 1 - La subjetividad del idiota plantea la pregunta ¿Cómo inventamos lo que nos mantenía unidos?
  12. Capítulo 2 - La corporsubjetividad
  13. Capítulo 3 - Normalidad y normalización. La salud es soporte de la anormalidad que nos hace humanos
  14. Capítulo 4 - La locura del sujeto normal
  15. Capítulo 5 - La crisis de la novela familiar freudiana
  16. Capítulo 6 - La pareja: esa despareja
  17. PARTE II - La perversión es el negativo del erotismo
  18. Capítulo 7 - La sexualidad evanescente
  19. Capítulo 8 - El modelo pulsional:la sexualidad humana es desviada
  20. Capítulo 9 - La muerte-como-pulsión produce misos
  21. Capítulo 10 - Los factores estructurantes del proceso primario: el espacio-soporte
  22. Capítulo 11 - El yo-soporte
  23. Capítulo 12 - La crisis del mito de Edipo patriarcal
  24. Capítulo 13 - El síntoma-cosa de la perversión
  25. Capítulo 14 - La sexualidad plural
  26. Capítulo 15 - La homosexualidad: una variante de la sexualidad humana
  27. Capítulo 16 - El caso de “la joven homosexual” de Freud
  28. PARTE III - El costo de integrarnos
  29. Capítulo 17 - Los procesos actuales de subjetivación
  30. Capítulo 18 - El Grito del silencio
  31. PARTE IV - El mal y el bien son inmanentes a nuestra condición humana
  32. Capítulo 19 - La transgresión cuestiona lo natural del orden de la cultura
  33. Capítulo 20 - La exhibición obscena del secreto
  34. Capítulo 21 - El mal y el bien son inmanentes a nuestra condición humana
  35. Capítulo 22 - El cine en el corazón de las tinieblas
  36. PARTE V - Celebración Del Amor Fundado En La Alteridad
  37. Capítulo 23 - El amor como potencia de ser
  38. Epílogo
  39. Recordar a Freud para pensar la necesidad de “El giro del Psicoanálisis”
  40. Bibliografía
  41. Catálogo