Hacia la periferia
eBook - ePub

Hacia la periferia

Las movilidades de las clases populares

  1. 208 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
eBook - ePub

Hacia la periferia

Las movilidades de las clases populares

Descripción del libro

Existe un fenómeno en las principales ciudades mexicanas cuya eclosión se extiende desde las últimas dos décadas y que impone cierta consternación sobre las formas para explicar la vida en las ciudades. Desde la década de 1990, se ha revelado una forma de producir y habitar la metrópoli que rompe con los moldes tradicionales de vida urbana e incluso suburbana. Fruto de ciertas políticas neoliberales de gestión del territorio, tendentes a privatizar tierras rurales que antes eran comunales, y a dejar en manos del mercado la ordenación territorial, las periferias urbanas se han consolidado como una realidad más. Con anterioridad, los espacios periurbanos se iban anexionando a las ciudades, en un proceso lento pero seguro que incorporaba los espacios rurales a los urbanos. Sin embargo, desde la década de 1990, no se hace evidente esta transformación; antes al contrario, parece ser que la periferia se desase de esta historicidad y se instala en la persistencia de un tiempo estancado. La periferia ya no es más un espacio en tránsito que camine de forma irreversible hacia algún tipo de consolidación; la periferia en las principales ciudades de México se ha convertido en una realidad por derecho propio e impone una aproximación que se aleje de ese modelo explicativo del proceso. Este libro tiene por objeto esta nueva realidad de estudio, tal y como se ha constituido como entidad urbana propia junto con otras modalidades de espacio y vida urbanas. La periferia debe ser aclarada por fuera del modelo explicativo al uso basado en los procesos, y en su sustitución se utilizará una semántica propia de las transferencias. Éstas indican un intercambio, una posición de intermediación que hacen posible los traslados, el tránsito desde el mundo rural al urbano. Sin embargo, lo que se desplaza a través de la periferia no permanece idéntico a su paso por esta nueva realidad. La semántica de la transferencia implica también una transubstanciación. Lo que es transferido, lo que es desplazado a través de la periferia, no llega inalterado respecto a su estado originario.

Preguntas frecuentes

Sí, puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento desde la pestaña Suscripción en los ajustes de tu cuenta en el sitio web de Perlego. La suscripción seguirá activa hasta que finalice el periodo de facturación actual. Descubre cómo cancelar tu suscripción.
Por el momento, todos los libros ePub adaptables a dispositivos móviles se pueden descargar a través de la aplicación. La mayor parte de nuestros PDF también se puede descargar y ya estamos trabajando para que el resto también sea descargable. Obtén más información aquí.
Perlego ofrece dos planes: Esencial y Avanzado
  • Esencial es ideal para estudiantes y profesionales que disfrutan explorando una amplia variedad de materias. Accede a la Biblioteca Esencial con más de 800.000 títulos de confianza y best-sellers en negocios, crecimiento personal y humanidades. Incluye lectura ilimitada y voz estándar de lectura en voz alta.
  • Avanzado: Perfecto para estudiantes avanzados e investigadores que necesitan acceso completo e ilimitado. Desbloquea más de 1,4 millones de libros en cientos de materias, incluidos títulos académicos y especializados. El plan Avanzado también incluye funciones avanzadas como Premium Read Aloud y Research Assistant.
Ambos planes están disponibles con ciclos de facturación mensual, cada cuatro meses o anual.
Somos un servicio de suscripción de libros de texto en línea que te permite acceder a toda una biblioteca en línea por menos de lo que cuesta un libro al mes. Con más de un millón de libros sobre más de 1000 categorías, ¡tenemos todo lo que necesitas! Obtén más información aquí.
Busca el símbolo de lectura en voz alta en tu próximo libro para ver si puedes escucharlo. La herramienta de lectura en voz alta lee el texto en voz alta por ti, resaltando el texto a medida que se lee. Puedes pausarla, acelerarla y ralentizarla. Obtén más información aquí.
¡Sí! Puedes usar la app de Perlego tanto en dispositivos iOS como Android para leer en cualquier momento, en cualquier lugar, incluso sin conexión. Perfecto para desplazamientos o cuando estás en movimiento.
Ten en cuenta que no podemos dar soporte a dispositivos con iOS 13 o Android 7 o versiones anteriores. Aprende más sobre el uso de la app.
Sí, puedes acceder a Hacia la periferia de Fernando Calonge Reillo en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Ciencias sociales y Clases sociales y disparidad económica. Tenemos más de un millón de libros disponibles en nuestro catálogo para que explores.

Información

Capítulo 3
Moviéndose entre los confines
Los procesos de inmovilización
En este libro no intento desechar, sino complejizar y matizar, las conclusiones que se derivan de la reciente literatura en ciencias sociales sobre las movilidades. No se puede negar, después de realizar investigación en un municipio como El Salto, que la mayor parte de su población vive alojada dentro de los circuitos de las movilidades parsimoniosas, por contraste con lo que sucede con otros grupos de la población del Área Metropolitana de Guadalajara que, aprovechando el reciente proceso de liberalización económica, han sabido articularse por los circuitos globales de las amplias movilidades. En El Salto asistimos a aquellas (in)movilizaciones forzadas con que se caracterizaba a las clases subalternas en el capitalismo presente. Esta situación es extensiva a gran parte de las poblaciones que viven en espacios periféricos de Tlajomulco, Tonalá y Zapopan. Las vivencias espaciales cotidianas que extraen contrastan sobremanera con aquellas que definen a las clases medias y altas del Área Metropolitana de Guadalajara.
En los últimos 30 años, las clases medias y altas de Guadalajara han labrado una forma altamente segregada de experimentar la ciudad y de construir y aprovechar sus entornos vitales. Sus lugares de trabajo y de negocios se han segmentado en nuevos centros de oficinas, como los que se establecieron alrededor de la glorieta Colón, o más recientemente los insertos en el complejo Andares. Asimismo, los lujosos caserones y palacetes de zonas residenciales tradicionalmente segregadas, como las colonias Americana y Lafayette, albergan en la actualidad las oficinas y negocios de estas clases altas. De este modo, las clases medias y altas pueden trabajar en entornos de oficinas y de negocios de clase mundial o que están siendo gentrificados, viviendo esa experiencia de pertenecer a unos espacios globalizados de la gestión y los servicios avanzados.
Por su parte, los hijos e hijas de las élites crecen y se desarrollan en entornos educativos igualmente segregados, a los que los muchachos de clases populares jamás accederán si no es como trabajadores de la limpieza, el mantenimiento, la jardinería o la seguridad. Las universidades Autónoma de Guadalajara, ITESO y Tecnológico de Monterrey, donde las colegiaturas pueden superar los 98,000 pesos (7,000 USD) al semestre, se componen de campus altamente fortificados, con controles de acceso y vigilancia privada. En ellos, y mientras obtienen su título, los hijos e hijas de las élites aprenden a administrar los negocios de los padres, inician los suyos propios con la financiación de sus progenitores, o exploran las relaciones con muchachos de su misma clase social, para aprovechar las oportunidades de negocio que se abren en el país.
En lo que hace a la recreación, varios clubes como los de Santa Anita, Valle Real o Puerta de Hierro, todos ellos privados, con amplias medidas de seguridad y con unas membrecías prohibitivas que los segregan del resto de clases sociales, son sede de las actividades de ocio de las élites tapatías en sus campos de golf, canchas de tenis, piscinas, auditorios o restaurantes. Los fraccionamientos de Providencia, Chapalita o Chapultepec, insertos en la trama de la ciudad, pero altamente gentrificados, componen entornos igualmente selectos de donde derivar experiencias de esparcimiento y culturales mucho más urbanas. Y cuando se necesita de un contexto que supere relaciones profesionales encalladas o que detone la consecución de acuerdos, existe toda una geografía de “tables dance” o “bules” para la clase alta, en donde los movimientos eróticos de las bailarinas y el alcohol ayudan a relajar las tensiones en los negocios.
Finalmente, en el Área Metropolitana de Guadalajara han proliferado los complejos residenciales cerrados que ofrecen el contexto ideal para que los hombres de negocios, ejecutivos y profesionales de alto nivel resguarden a sus familias. Toda una serie de fraccionamientos segregados, como Valle Real, El Palomar, Las Cañadas, Puerta de Hierro, Santa Anita o El Cielo, conforman una amplia gama de opciones que secundan estilos de vida diferenciados, entre los extremos de la ostentación y el exhibicionismo clasista, y el de modos de vida bucólicos y campiranos. En cualquiera de los casos, el acceso es igualmente difícil, y viene filtrado por un complejo de videovigilancia, puertas de acceso, seguridad privada y alarmas. Al interior, se vive un remanso de tranquilidad con sus amplias calles, el tráfico calmado, las áreas verdes o las facilidades deportivas.
Aunque todos estos emplazamientos se distribuyen en la zona poniente de la ciudad, en ocasiones se encuentran dispersos debido a la lógica especulativa y escasamente planificada del mercado inmobiliario que determinó su ubicación. Esto condiciona que a determinadas horas del día, las vialidades del poniente asistan a un constante fluir de lujosas camionetas y potentes coches, muchos de ellos de importación. Las familias de clase alta se movilizan cotidianamente en automóvil de los hogares a las escuelas, las oficinas, los centros comerciales, restaurantes o clubes privados. De este modo, es habitual que, en sus hogares, estas familias proyecten el mismo número de espacios de cochera que de dormitorios. El desplazamiento autónomo e independiente en automóvil se convierte en una necesidad básica más, que determina que incluso antes de cumplir la mayoría de edad, muchos de los hijos e hijas se independicen manejando sus propios medios de transporte. Y aunque el sentido democrático del tráfico y del embotellamiento pareciera nivelar las experiencias de movilidad entre todas las clases sociales, varias de las últimas intervenciones viales más destacadas se ubican en la referida zona poniente como una manera de aligerar los traslados a estos sectores poderosos de la población: repavimentaciones de avenida Vallarta y López Mateos, ensanchamiento y ampliación de la avenida Aviación.
Estos procesos de segregación socioespacial de las clases altas han sido acompañados por un descuido generalizado de las condiciones e infraestructuras disponibles para la población alojada en los restos urbanos, algo que se aprecia especialmente en el sistema de transporte colectivo. Desde mediados de la década de 1990 no ha habido una inversión importante en materia de infraestructuras de transporte colectivo, con la salvedad de una línea de “Macrobús” bajo la modalidad BRT (autobús de tránsito rápido), y que discurre por el eje Norte-Sur de la calzada Independencia. En la actualidad, se construye una tercera línea del tren ligero en la diagonal que une al municipio de Zapopan, en el noroeste, con la Central Camionera Nueva, en Tlaquepaque, y cuyo costo se estima rondará los 1,100 millones de dólares americanos. Los trazados de ambas actuaciones discurren, no obstante, por zonas urbanas consolidadas. Ante la ausencia de rutas alimentadoras convenientes, estas actuaciones no cubren las necesidades de las poblaciones de bajos recursos que se ubican en una periferia urbana, que desde los años 2000 asiste a un crecimiento desorganizado.
Esta ausencia de inversión en infraestructura y transporte colectivo hay que situarla contra el telón de fondo de una amplia desregularización de los procesos de ordenación del territorio. Ante la ausencia de una entidad con autoridad suficiente para orquestar el crecimiento metropolitano, los años 2000 se caracterizaron por una eclosión de los fraccionamientos populares en la periferia. En estos espacios, las desarrolladoras inmobiliarias consiguieron convertir antiguas tierras ejidales de uso rural, extraordinariamente baratas, en reservas territoriales y suelo urbano para la construcción de vivienda masiva de baja calidad destinada a las clases trabajadoras. El resultado ha sido la conformación de una mancha urbana ampliamente dispersa, y que respondía más a las necesidades de acumulación de los intereses inmobiliarios que a las habitacionales y de servicios de las poblaciones allí alojadas. Municipios periféricos como El Salto o Tlajomulco, donde las disponibilidades de tierra barata eran muy destacadas, crecieron desmesuradamente. En el primer caso, del año 2000 al año 2010 la población pasó de 83,453 habitantes a 138,226, con un crecimiento de cerca de 66%. En el segundo caso, la población aumentó todavía más notoriamente, pasando de 123,619 habitantes a 416,626, con un crecimiento de 237%.
Desde el punto de vista territorial, este crecimiento disperso se ha traducido en la expansión de la mancha urbana, que presenta densidades de población cada vez menores. En el Reino Unido se calculó (Ohnmacht et al., 2009: 20) que una densidad de población por debajo de los 50 habitantes por hectárea hacía inviable cualquier realidad urbana, ante los costos de dotar de transporte, tiendas, bancos o escuela a estos espacios tan dispersos. En un país mucho más pobre como México, las densidades de población de estos municipios periféricos se sitúan en los 75 habitantes por hectárea, en el caso del Tlajomulco, y 66 habitantes por hectárea, en el caso de El Salto.
El que la política territorial haya estado encabezada por las clases altas que buscan un patrón de consumo espacial suburbano, similar al de muchas ciudades estadounidenses, ha determinado que la mayor parte de las actividades se desconcentren, obligando a desplazamientos a través de largas distancias. Las principales universidades privadas para este estrato social se ubican fuera del anillo periférico, la principal vía de circunvalación. Una buena parte de los clubes privados y deportivos se localizan igualmente en estos espacios periféricos, como sucede con el club Atlas Country o el Club de Golf Santa Anita. Otro tanto va a ocurrir con los fraccionamientos residenciales de naturaleza campestre como El Palomar, Rancho Contento, Las Cañadas o El Cielo. En un entorno tan disperso el automóvil es una herramienta fundamental, pero que al mismo tiempo convierte en inviables otras alternativas de transporte que demandan una mayor proximidad y una ciudad más compacta (Redshaw, 2008: 9). En cambio, la dispersión y la ubicación periférica implican que las clases bajas, que no pueden contar con este medio de transporte, tengan serias dificultades para acceder a la infraestructura básica que garantice su reproducción e inclusión social (Cahil, 2010: 34).
En un contexto como el de El Salto, esta circunstancia ha sido reconocida por las propias autoridades. Desde el propio Programa Municipal de Desarrollo Urbano del año 2000, se convino en que uno de los principales retos era distribuir adecuadamente los servicios y actividades urbanos para garantizar el buen funcionamiento del municipio (Municipio de El Salto, 2000: 4). Por el contrario, quince años después se ha observado el crecimiento poblacional que ya se indicó, sin que le acompañara un crecimiento adecuado en la prestación de los servicios urbanos.
En esta tesitura es donde se evidencia el sentido de inmovilización que cobra el habitar en una periferia como la de El Salto. Alejados de las zonas más compactas y consolidadas de la ciudad, y en un entorno donde los servicios son muy escasos y dispersos, el día a día de las familias se caracteriza por la permanencia forzada en unos fraccionamientos igualmente precarios. Como señalaba una informante del fraccionamiento Jardines del Castillo, de El Salto:
La mayoría de la gente, te soy sincera, casi no sale aquí. O sea, los domingos, aquí están. Porque pues es caro. Irte a una plaza, pues ¿a dónde?, ¿a cuál? Ahora quieren abrir una en El Verde. Ojalá la abran, porque no hay distracciones, no hay donde distraerse, no hay nada. (Peluquera, El Castillo, 39 años.)
Hay que mencionar que una buena parte de estos vecinos, que se han cambiado a vivir al municipio de El Salto, provienen de un entorno eminentemente urbano como el de Guadalajara. Allí crecieron con sus familias de origen, en colonias populares, pero disfrutando de un entorno más o menos consolidado, con una gran cantidad de comercios, escuelas o rutas de transporte. Cuando llegó el momento de casarse o emparejarse y fundar sus propias familias, se les hizo muy difícil el permanecer viviendo en este entorno. En algunos casos, los primeros años transcurrieron alojados en las casas de los padres o de los suegros, pero la llegada de los primeros hijos exigía que la nueva pareja buscara un hogar propio. En el contexto de la liberalización y desregularización del mercado inmobiliario de los años 1990 y 2000, se hizo imposible encontrar vivienda económica o protegida en estas zonas consolidadas, y las nuevas familias tuvieron que migrar a zonas limítrofes como la de El Salto. El cambio implicó dejar de hacer una gran cantidad de actividades que, dentro de las colonias populares de Guadalajara, se habían hecho comunes y cotidianas. En el nuevo entorno, sin plazas, parques o cines, y ante la escasa e irregular presencia del servicio de autobuses urbanos, esta población restringió considerablemente sus salidas y tuvo que abandonar actividades y costumbres anteriormente muy valiosas y apreciadas.
Allí (en Guadalajara) salía más a menudo. Iba a las plazas, salía a hacerle el mandado a mi mamá los martes. Aquí ya no, aquí ya casi no. Porque no hay cines aquí, no hay plazas. Nada más de la casa, a misa y a la casa. Y cuando me casé sí, que v...

Índice

  1. Índice
  2. Introducción
  3. Las identidades, los arraigos y la movilidad
  4. Hacia la periferia.La conformación de un hábitat
  5. Moviéndose entre los confines
  6. Viviendo desde la movilidad
  7. Movilidades, identidades y afectos
  8. Bibliografía
  9. Autor