ESCANDALOSAS
80 mujeres de armas tomar
SUSANA PEIRÓ
Escandalosas, 80 mujeres de armas tomar
© Susana Peiró, 2018
ISBN: 978-84-949354-9-7
Imagen de cubierta: Gloria Swanson, fotógrafo Daniel Blum
Maquetación: Diana Fernández Tascón
Reservados todos los derechos.
“…y que no temieran”
(And ne forhtedon na)
Parte de un antiguo poema que conmemora la batalla de Maldon en el 991, una arenga antes de entrar en batalla.
Palabras que figuran en la tumba de Jorge Luis Borges.
“Brynhild, caminas como si quisieras que entre los dos
hubiera una espada en el lecho”
Borges
Presentación
Son Escandalosas, 80 Mujeres de armas tomar que desafiaron los convencionalismos, se saltaron a la torera las normas, los impedimentos, escandalizaron, provocaron, entusiasmaron, enamoraron, sedujeron… mujeres unidas por un mismo denominador: la osadía.
Son 80 artículos, miradas, instantáneas de mujeres que no nacieron, se hicieron a sí mismas singulares y diversas. La meretriz poeta, la sultana, la sufí, la samurái, la cherokee, la escritora budista que creó su propio monje fantasma, la estafadora del siglo, la asesina serial, la profetisa, la hiena de la Gestapo, la impostora histrionisa, la descarriada, la vengadora que se convirtió en santa, la perra filósofa y primera feminista de la historia, la mesalina, la avara, la exploradora que vivió entre caníbales, la monja lesbiana, la diosa de la noche, la científica desnuda, la espía que se amó, la vikinga, la espiritista, la travesti, la detective, la reina barbuda, la guerrera…
Son 80 serendipias, encuentros casuales y por momentos coloridos con féminas que lograron ser “ellas mismas”, sin pensar en los juicios de la gente ni el alboroto a su alrededor, forzando los extremos, en muchos casos, hasta llegar a polémicas incendiarias que duran hasta la actualidad.
Son, también, 80 invitaciones a la investigación sobre estas mujeres con historia y esas muchas, muchas otras vidas femeninas que aún esperan ocupar el lugar que les corresponde, para bien y mal y siempre por derecho propio, en la memoria de la humanidad.
Susana Peiró, octubre 2018
Índice
1. Aimèe Crocker.
2. Alexandra David-Néel y su monje fantasma.
3. Alla Nazimova y el Círculo de Costura.
4. Anaïs Nin, una mujer sensual.
5. Anita Berber, Göttin der Nacht.
6. Anne Lister y sus diarios secretos.
7. Atotoztli II, la reina azteca.
8. Ayn Rand, la egoista.
9. Belle Gunness, asesina en serie.
10. Bertha Benz, Die heimliche Fahrt.
11. Betty Pack, Licence to Love.
12. Christine Keeler, Pretty Woman.
13. Clara Immerwahr y el Veneno de Dios.
14. Elena Ceauşescu.
15. Evelyn Nesbit, la primer Top Model.
16. Florence Leontine Lowe ó Florence Lowe Pancho Barnes.
17. Frances Farmer, el fuego.
18. George Sand.
19. Gerda Taro.
20. Gloria Swanson.
21. Gudrid, la Vikinga (Gudrid Þorbjarnardóttir).
22. Hannah Arendt, la discípula.
23. Haseki Hürrem, la Sultana.
24. Hatshepsut Jenemetamón, la reina barbuda.
25. Hedy Lamarr, la inteligencia desnuda.
26. Henriette Caillaux y el «Crimen Perfecto».
27. Hetty Green, la avara.
28. Hiparquía de Maronea.
29. Jacqueline Susann.
30. Jerrie Cobb y las «Mercury 13».
31. Kate Warne, el sabueso de los Pinkerton.
32. Katie Sandwina, the Iron Woman.
33. Kitty Schmidt, la Madama.
34. Krystyna Skarbek, al Servicio Secreto de su Majestad.
35. La “Agente 355”.
36. La encantadora de números- Ada Byron.
37. La Emperatriz Wu Zetian y el próximo Buda... una Mujer.
38. Lady Jennie Spencer-Churchill, la Pantera.
39. Lady Montagu.
40. Las “Radium Girls” y el asesino radioactivo.
41. Las Espiritistas: Maggie y Kate Fox.
42. Las Flappers.
43. Las Impostoras I: Mary Carleton.
44. Las Impostoras II: Mary Baker.
45. Las Piratas.
46. Margaret Moth.
47. María Bochkareva, los batallones femeninos de la muerte.
48. Maria Luisa de Austria, la percanta que amuró a Napoleón.
49. María Teresa de las Mercedes Wilms Montt.
50. Marie Bonaparte y el psicoanálisis.
51. Marina Tsvietáieva.
52. Mary Kingsley, la exploradora.
53. Maud Gonne y su Poeta.
54. Murasaki Shikibu y el Genji Monogatari.
55. Nachthexen, las Brujas de la Noche.
56. Nancy Astor, The Femme MP.
57. Nancy Cunard, la indignada.
58. Nancy Wake, Ratón Blanco.
59. Nancy Ward, la cherokee.
60. Olga de Kiev, la vengadora.
61. Peggy Guggenheim, la moderna.
62. Rabi’a al-Adawiyya, la sufí.
63. Reclutada por la KGB- África de las Heras Gavilán.
64. Sor Benedetta Carlini.
65. Stella Walsh, The Lost Identity.
66. Stephanie Julianne von Hohenlohe, la espía del Führer.
67. Suzanne Valadon.
68. Tamara.
69. Téano de Crotone y las Pitagóricas.
70. Thérèse Humbert, la estafadora del siglo.
71. Tomoe Gozen.
72. Triệu Thị Trinh, la guerrera y santa vietnamita.
73. Ursula Sontheil, la profetisa.
74. Valeria Mesalina.
75. Verónica Franco.
76. Victoria Claflin Woodhull.
77. Violette Morris, la campeona.
78. Virginia Oldoini, condesa de Castiglione.
79. Yang Huanyi, la última palabra.
80. Zofia Nalkowska, la “przyjaciółka” de Schulz y Gombrowicz.
Aimée Crocker
A fines del siglo XIX, en Estados Unidos, el escándalo tenía nombre de mujer. Tatuajes, pelo púrpura, una boa en el cuello, fiestas extravagantes, perlas, Budas, una abarrotada colección de maridos y amantes, aventuras en los confines del mundo y todo lo que el dinero podía comprar se mostraban en la vidriera de su vida y en los titulares de los diarios. Con el mundo a sus pies y una herencia de doscientos cincuenta millones de dólares en la cartera, Aimée Crocker celebró su buena fortuna saltándose a la torera todas las convenciones y escribiendo su Y lo haría de nuevo, por si alguien se atrevía a dudar.
***
Toda la infancia de Aimée parece detenida en ese 1875, cuando su padre, el magnate Crocker, uno de los cuatro grandes del Ferrocarril Pacífico Central partió de este mundo dejando a sus hijos una inmensa riqueza y convirtiendo a la niña de once años en millonaria. A partir de ese momento, el bello retoño de esa familia acaudalada, no se enteraría jamás del precio del pan y se alejaría para siempre de las preocupaciones de los simples mortales.
Los planes para la heredera incluían formación cultural en el extranjero y un buen marido con título nobiliario y sólida fortuna, que mantuviera a distancia a los aventureros y buscavidas. La primera parte del proyecto familiar anduvo sobre rieles y Aimée consiguió terminar sus estudios en Alemania; los problemas comenzaron cuando la madre le impuso el compromiso con un príncipe alemán bigotudo que ya pintaba canas. La joven despachó al noble rápidamente y se fue de parranda con un torero español, dejando claro quién controlaba su vida y la aventura.
Antes de los veinte años, Crocker ya había estrenado su primer marido y también sus primeros escándalos matrimoniales y para sacudirse el conflictivo divorcio y la mala onda, emprendió un relajante viaje por el lejano Oriente. Su primera escala fue en Hawai donde, recordaría ...