Quince cartas sobre la educación en Singapur

Reflexiones de la visita de una delegación de educadores de Massachusetts a Singapur en Octubre de 2015

Fernando M. Reimers, E. B. O'Donnell, Fernando M. Reimers, E. B. O'Donnell, Sergio Cárdenas Denham, Roberto Arriaga Martínez, Iván Flores Martínez

• Editorial: Fondo de Cultura Económica
• Año: 2019
• ISBN del libro electrónico: 9786071642202
• Categoría: Pedagogía
• Categoría: Métodos de enseñanza de la educación

La línea educativa de Singapur tiene seis puntos clave: seleccionar y atraer a los educadores de mayor calidad; proporcionarles paquetes de compensaciones y salarios competitivos; profesionalización de la docencia; el desarrollo del liderazgo escolar; coherencia sistémica, y un énfasis en aprender siempre de otros sistemas. En quince ensayos se explica la concepción y el funcionamiento del sistema educativo en Singapur; un sistema que ha llevado al país a obtener excelentes calificaciones mundiales en ese rubro.

Carta 1
LECCIONES PARA MEJORAR LA CALIDAD
DE LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN DOCENTE
Y LA ENSEÑANZA EN LA MANCOMUNIDAD
DE MASSACHUSETTS

PAUL F. TONER*

Los orígenes de la visita a Singapur. El contexto de Singapur. Factores que contribuyen al éxito educativo. Centralizado contra descentralizado. Los maestros como constructores de la nación. La conexión entre políticas públicas, práctica e investigación. Programas de escalafón y liderazgo.

A finales de septiembre de 2014, tuve la oportunidad de asistir a una reunión en la Escuela de Posgrado en Educación de Harvard, organizada por el profesor Fernando Reimers. La razón de esa reunión era conocer y escuchar a una delegación de líderes educativos del Ministerio de Educación de Singapur y del Instituto Nacional de Educación (NIE). La investigación del profesor Reimers sobre políticas y sistemas de educación global permitió identificar a Singapur como uno de los países más destacados en la mejora de resultados educativos para todos sus estudiantes. El profesor Reimers había invitado a varios responsables de la política y profesionales de la educación de Massachusetts, entre ellos al comisionado de Educación, a numerosos superintendentes urbanos, a catedráticos de instituciones de educación superior públicas y privadas encargados de la formación docente y a otros actores interesados en aprender algunas lecciones para mejorar la calidad de nuestros propios programas de formación docente, y la de la enseñanza en nuestra comunidad. Como resultado de ese primer encuentro, el profesor Reimers y yo acordamos coordinar un viaje a Singapur para diseñadores de política, académicos y profesionales de Massachusetts, del 9 al 16 de octubre de 2015. El propósito del viaje era conocer más acerca de los programas de formación docente y liderazgo de los directores que en ese país se habían puesto en marcha, para determinar si había lecciones que pudiéramos aprender y aplicar en Massachusetts.

Singapur es una pequeña nación, con una población similar a la de Massachusetts, y con un área geográfica de tamaño aproximado al de la ciudad de Nueva York. Tanto Singapur como Massachusetts obtienen buenos puntajes en las evaluaciones internacionales sobre logro académico, y ambas son economías basadas en el conocimiento, en las que su recurso más valioso es el desarrollo del potencial de cada uno de sus ciudadanos. Aunque son muy diferentes en términos de historia, gobernanza y cultura, Singapur tiene algunas lecciones para Massachusetts en las áreas de liderazgo, formación y desarrollo docente.

Singapur celebró 50 años como nación en 2015. En su muy corta historia, ha tenido cuatro grandes transformaciones educativas y ha experimentado un cambio rápido tanto en su sistema educativo como en su economía. Ha transitado de un sistema educativo enfocado en lograr sólo la alfabetización y la escolarización primaria universal, a uno que tiene como objetivos el acceso universal a bachillerato y que los egresados tengan éxito en la educación superior. Ha transitado de ser una nación de tercer mundo en 1965, con pocas habilidades y bajos salarios, a ser en la actualidad una economía de primer mundo. Singapur es ahora el tercer país más rico, medido por su producto interno bruto (PIB) per cápita. Su éxito económico se debe a la prioridad que da a la educación. Aún más, la educación y la economía están entrelazadas en Singapur. El imperativo económico de este hincapié es claro: es esencial para su supervivencia como nación, y es un imperativo aceptado por todos. Como resultado, Singapur se está moviendo de nuevo para transitar a un sistema que destaca las habilidades requeridas para el siglo XXI y valora la educación centrada en el estudiante.

Singapur es muy explícito acerca de los objetivos de educar a cada niño para que alcance su potencial más amplio, lo que contribuye a desarrollar el sistema de capital humano de la nación. Con una tasa de natalidad de 0.08% y una tasa de desempleo de 1%, Singapur no puede darse el lujo de que uno solo de sus niños falle en la escuela. La población de Singapur incluye un grupo multirracial de residentes permanentes, de orígenes chinos, malayos e indios, pero también depende fuertemente de la inmigración de trabajadores extranjeros, y esta dependencia muestra una tendencia al alza para compensar la baja tasa de natalidad. Durante nuestra visita, fue evidente que hay una meritocracia real y un valor puesto en asegurar que todos los individuos desempeñen un papel importante en la sociedad. Se permiten elecciones individuales acerca del campo de estudio o el tipo de trabajo que se desea, pero el sistema confía en gran medida en pruebas y procesos de selección hacia el final de la educación primaria para guiar a los estudiantes hacia licenciaturas u opciones de trabajo. En Singapur, los estudiantes son responsables de su propio aprendizaje desde una edad temprana, y las familias invierten decididamente en el éxito de sus hijos. Hasta 90% de los niños participa en algún programa de preparación para pruebas, fuera del horario escolar, que les ayuda a prepararse para el Examen de Finalización de la Escuela Primaria (PSLE, por sus siglas en inglés). En nuestra visita, nos informaron que aproximadamente 3% del PIB es invertido en preparación para pruebas académicas. El currículo resalta las habilidades matemáticas y da prioridad al nivel de atención de los estudiantes, lo que difiere significativamente del alfabetismo basado en lenguaje, que se centra en el currículo de las escuelas americanas. Todos estos factores y componentes han puesto a los estudiantes de Singapur en la cima de las clasificaciones mundiales, como el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) y otras referencias internacionales.

El sistema está enfocado en desarrollar estudiantes que desempeñen un papel productivo en la sociedad —aceptado por la ciudadanía—, basado en el sistema confuciano de creencias, que hace hincapié en poner las necesidades de la sociedad por encima de las individuales. Hay, sin embargo, preocupaciones crecientes por las desigualdades en el ingreso, y la evidencia de que lo que alguna vez se creyó una meritocracia pura se esté convirtiendo en una “meritocracia heredada”, en la que los singapurenses mejor educados y de altos ingresos heredarán a sus hijos una ventaja sustancial.

Los grandes temas con los que está luchando Singapur son similares a los que enfrenta Massachusetts. Ambos ligan los objetivos de educar a todos los niños para que alcancen el máximo de sus habilidades y potencialidades, y de proporcionar a todos un lugar relevante en la economía venidera. Al mismo tiempo, ambos reconocen la necesidad de educar de manera integral a los niños, y la necesidad de desarrollar habilidades para el siglo XXI en los estudiantes. Por lo que observé en Singapur, las lecciones para Massachusetts son las siguientes.

CENTRALIZADO VERSUS DESCENTRALIZADO

El Ministerio de Educación singapurense y el NIE tienen una peculiar habilidad para anticipar dónde necesitan estar dentro de cinco o diez años, y son excepcionales para desarrollar e implementar sus planes para llegar a ese punto. Hay una estrecha relación entre su sistema educativo y el mercado de trabajo. El sistema es rápido y ágil para hacer esos cambios. Los líderes educativos son capaces de lograr lo anterior mediante una combinación de centralización y descentralización. Están centralizados en términos de economías de escala, eficiencias del sistema y empoderamiento táctico. No tienen una ley llamada Que ningún niño se quede atrás,** pero tienen tan pocos niños que no pueden permitirse error alguno. El sistema educativo singapurense tiene una fuerte alineación estratégica. Son descentralizados para proporcionar un empoderamiento táctico a los líderes escolares y a los educadores. Son claros acerca de los objetivos y estándares, pero el liderazgo en la escuela decide cómo alcanzarlos. Creen en ser altamente responsables y en rendir cuentas. Las escuelas y los educadores responden al sistema externo de rendición de cuentas, pero también son capaces de ejercer su juicio profesional en el ámbito local. Para los educadores de Singapur, rendir cuentas es ser responsable, y ser responsable es ser sujeto a la rendición de cuentas.

LOS MAESTROS COMO CONSTRUCTORES DE NACIÓN

Los maestros y directores son respetados y proclamados públicamente como constructores de la nación. El Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Educación son los promotores de la política que apoya esta visión. Estas instituciones identifican, reclutan, entrenan y preparan a los maestros para servir en las 350 escuelas que existen en el país. Las escuelas y los estudiantes deben alcanzar niveles de competencia muy altos. No importa a qué escuela vayas, tienes garantizada una excelente educación. Como dicen en Singapur, “Todas las escuelas son buenas escuelas”. Además, el NIE presta servicio como el único programa de preparación y acreditación para maestros y directores. La dependencia en una sola institución tiene pros y contras, pero es la diferencia estructural más significativa cuando se compara con el sistema de Massachusetts, que tiene aproximadamente 80 programas independientes de formación docente y un Departamento de Educación separado, que acredita los programas y proporciona licencias y certificados para maestros.

CONEXIÓN ENTRE POLÍTICAS, PRÁCTICA E INVESTIGACIÓN

El NIE hace mucho más que preparar y acreditar maestros y directores escolares. El NIE rinde cuentas y es responsable, ante el gobierno y la profesión docente, de dar respuesta al cuestionamiento: ¿qué valor añades a la profesión, a la práctica, al apoyo a las escuelas y, en última instancia, al crecimiento de la nación? Así, el NIE debe demostrar continuamente su relevancia para las escuelas. Debe responder a las necesidades de los practicantes, proporcionar apoyo y coordinar los recursos.

El NIE también es la fuente de conocimientos y desarrollo de habilidades, a través de la generación de contenidos y pedagogías. Es responsable de crear y promover asociaciones entre practicantes, diseñadores de política, gobierno y empresas. El personal del Ministerio de Educación y el NIE visitan escuelas con frecuencia y, por su parte, los maestros y directores escolares frecuentemente vuelven al NIE en el transcurso de su carrera profesional. El personal del NIE se integra con muchos practicantes que logran alinear políticas bien intencionadas con la práctica real en el salón de clase. El NIE también se involucra en la investigación educativa, junto con el gobierno. Sin embargo, la inversión del gobierno en investigación es limitada, por una restricción de recursos, y se enfoca en lo que es pragmático y útil para los educadores en el salón de clase. Por tanto, la investigación se enfoca en pedagogía y práctica, y no en temas más académicos, como justicia social.

PROGRAMAS DE ESCALAFÓN Y LIDERAZGO

El NIE tiene un mapa de carreras de desarrollo docente que se expande desde los maestros novatos hasta los maestros expertos. Recluta a los estudiantes más destacados del país y los entrena para convertirse en maestros, proporcionándoles la mejor y más rigurosa formación académica, que los prepara para desempeñarse en cualquier profesión, no sólo para fungir como maestros en el aula. Los candidatos al grado de maestría tienen un enfoque muy claro sobre lo que les gustaría estudiar y trabajar. La formación y la preparación no terminan con la entrada a la profesión; éstas continúan a lo largo de su carrera.

El NIE ha desarrollado programas de liderazgo claramente definidos para formar directores, maestros, líderes educativos, administrativos y especialistas curriculares. Estos programas no se basan en la autoselección; mediante una evaluación continua, una supervisión y la retroalimentación durante sus carreras en el salón de clase, los educadores, junto con los directores, identifican sus fortalezas e intereses a fin de construir una carrera profesional y obtener la formación que necesitan para las siguientes etapas de su vida como docentes. El Programa de Liderazgo ofrecido por el NIE involucra exposición a experiencias educativas internacionales, al visitar empresas e industrias, y análisis y debate con los líderes de mayor nivel en el Ministerio y el NIE. Todo esto contribuye a que los educadores expandan el pensamiento, vean conexiones y desarrollen una visión para el futuro de la educación y de la nación.

El Proyecto de Acción Profesional es la piedra angular del proceso de formación de directores escolares. Los directores en formación son asignados a un proyecto fuera de su zona de confort. Participan en un ejercicio en el que deben imaginar las necesidades sociales del país dentro de cinco, diez y quince años. Después, tienen que pensar qué necesitará la escuela para preparar a los estudiantes para esa realidad. En este periodo no tienen autoridad institucional para implementar sus ideas. Ellos son “nadie” en las escuelas a las que los asignaron. Entonces, tienen que desarrollar un plan para dirigir mediante la persuasión, por influencia personal. Este ejercicio los forja como líderes. Deben aprender a trabajar bien con otros, a colaborar e innovar con el objetivo de que las cosas sucedan. Y como control de calidad, los directores escolares, que pasaron por el mismo programa de formación, se convierten en quienes cuidan en las escuelas cualquier implementación futura de las propuestas.

MEJORA CONTINUA E INNOVACIÓN

Como sociedad y sistema educativo, Singapur se enfoca en la mejora continua. Aunque se ubica en la cima de las clasificaciones internaciones como PISA, los líderes del país reconocen que el sistema educativo que han construido no es suficiente para el éxito de sus estudiantes y el progreso de su sociedad. Han creado un sistema que depende fuertemente de los logros académicos y los resultados de las pruebas, lo que les ha funcionado bien, pero saben que, para avanzar, deben insertar habilidades que se requerirán en el siglo XXI e inculcar hábitos de aprendizaje en los maestros y estudiantes, con el fin de preparar a su sociedad para mantener relevancia en una economía global en constante cambio. Para hacer esto han invitado a universidades estadunidenses y a otras instituciones de los Estados Unidos y Europa para ayudarles a desarrollar un modelo educativo más centrado en el estudiante. También están avanzando hacia un sistema educativo basado en valores, y están preguntando a los líderes educativos lo siguiente: ¿Qué significa ser un ciudadano de Singapur? Están conscientes del hecho de que en la nueva economía global deben reflexionar y reimaginar constantemente el papel que desempeña...

Índice

• Presentación a la edición en español
• Introducción
• Sugerencias para la preparación y el apoyo de maestros en Massachusetts
• Carta 1. Lecciones para mejorar la calidad de los programas de formación docente y la enseñanza en la mancomunidad de Massachusetts, Paul F. Toner
• Carta 2. Compartiendo la historia de Singapur: Reflexiones sobre la visita de líderes de la educación de los Estados Unidos, Ong-Seng Tan
• Carta 3. Planeando la visita de líderes de la educación de los Estados Unidos: De la conceptualización a la realización, Ee-Ling Low
• Carta 4. Reflexiones sobre una nación, por un “maestro del Año” de New Hampshire, Joey Lee
• Carta 5. Maestros y formación docente en Singapur, Eleonora Villegas-Reimers
• Carta 6. Reflexiones sobre Singapur: Una ecología de coherencia, David Lussier
• Carta 7. Observaciones de la decana de una escuela de educación, Christine B. McCormick
• Carta 8. Un acercamiento sistémico y sistemático de la enseñanza y el aprendizaje: Apostando al largo plazo en la educación, Connie K. Chung
• Carta 9. Propósitos, profesionales y políticas en acción, Mitalene Fletcher
• Carta 10. La búsqueda por descubrir lo que es “normal” en Singapur, Lisa Battaglino
• Carta 11. Lecciones sobre coherencia, compromiso y equidad lejos de casa, E. B. O’Donnell
• Carta 12. Claridad, compromiso y coherencia, Vanessa Lipschitz
• Carta 13. Cinco reflexiones sobre un sugerente viaje, Meghan O’Keefe
• Carta 14. Diez lecciones de Singapur, David Harris
• Carta 15. Aprendiendo de Singapur: Reflexiones de una visita, Fernando M. Reimers
• Acerca de los autores
• Agradecimientos