Las cartas del Beagle
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Las cartas del Beagle

Charles Darwin, Martí Soler, Martí Soler

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Las cartas del Beagle

Charles Darwin, Martí Soler, Martí Soler

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El libro reúne, en orden cronológico, la colección completa de las cartas que Darwin envió y recibió durante su viaje a bordo del Beagle entre 1831 y 1836, durante el cual realizó muchas de las observaciones que perfilaron su teoría de la evolución de las especies a través de la selección natural. El intercambio epistolar muestra cómo la familia y amigos presenciaban, desde Inglaterra, el acopio de experiencias y materiales que lo ayudarían a sustentar dicha teoría, así como el encuentro con otras culturas y formas de vida. Todo ello acompañado de las ilustraciones de Conrad Martens, el paisajista que se unió a la travesía en 1833, durante el paso del navío por Montevideo.

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LAS CARTAS

DEL BEAGLE
1831
pleca
A William Darwin Fox [23 de enero de 1831]
[Cambridge]
Domingo
Querido Fox:
Espero que me perdones por no haber escrito antes de tomar mi grado.1 Siento una inexplicable aversión a escribirle a quien sea. Pero ahora con todo corazón te congratulo por haber pasado tu examen, y espero que hayas encontrado tu curato2 agradable; aunque sea con mi último chelín (no tengo demasiados) iré a visitarte.
No entiendo por qué obtener un grado te hace sentir tan miserable, tanto antes como después; tomo conciencia de que antes te sentiste bastante infeliz y puedo asegurarte que lo soy ahora, y lo que lo convierte en más ridículo es que no sé el porqué. Creo que es una bella previsión de la naturaleza que uno sienta así menos tristeza por dejar Cambridge, pero entre todos sus placeres, ninguno tan grande como el de tu amistad, y lo digo de una vez y para siempre.
img37
2. Christ’s College, Cambridge, 1823. © Fitzwilliam Museum, Cambridge.
Te envié un periódico ayer, en el que verás qué buen lugar obtuve en las votaciones.3 En cuanto al Christ, ¿viste alguna vez un colegio que produzca tantos capitanes y apóstoles?4 No hay nadie, ya sea en el Christ o en el Emmanuel, desplumado. Cameron5 está hundido,6 ¡junto con otros tres alumnos del Trinity! No tengo armados mis planes todavía, pero creo que tomaré este término y después iré a Shrewsbury y economizaré, para regresar y adquirir mi grado. Puede ser motivo de excusa que uno escriba tanto de sí mismo cuando apenas ha pasado el examen. Así que perdóname.Y bajo un principio semejante espero que escribas una carta repleta de ti y de tus planes. Quiero saber algo acerca de tu examen: háblame de tu estado nervioso, qué libros has adquirido, y cuán perfectos son.Voy adquiriendo interés por estas cosas a medida que se me viene el tiempo encima y todo aquello por lo que habré de sufrir. Thompson, tu tutor, pide que te envíe sus saludos, y lo mismo hace Whitley. Si contestas a ésta, te mandaré tantas respuestas estúpidas como desees.
Soy tu, querido Fox,/ Charles Darwin

1 CD se refiere aquí a pasar el examen de bachiller. Debido a que entró de residente sólo a principios del segundo término (Cuaresma) de 1828, oficialmente está en la lista de los bachilleres de 1832. Véase Autobiography, p. 68, y LL 1: 163.
2 Fox obtuvo el curato de Epperstone, cerca de Nottingham.
3 En inglés the Polls: los estudiantes que leían para obtener o lograr un grado de “pase” (OED). El examen constaba de seis partes: Homero,Virgilio, Euclides, aritmética y álgebra, Paley: Evidences of Christianity y Principles of moral and political philosophy, y Locke: An Essay Concerning Human Understanding (Cambridge University Calendar, 1831). “Al contestar bien las preguntas sobre Paley, llevarla bien con Euclides y no fallar miserablemente en los clásicos, obtuve un buen lugar entre los οί πολλοί, o la multitud que no busca honores” (Autobiography, p. 59). CD fue décimo de una lista de 178 que pasaron (Cambridge Chronicle, 2ª ed., 22 de enero de 1831).
4 El “capitán” era el que encabezaba la lista de los Polls; los últimos 12 de la lista de examinados en matemáticas (Mathematical Tripos) eran llamados “los apóstoles”, que no deben confundirse con los famosos Apóstoles o Cambridge Conversazione Society fundada en 1820, de la que el hermano de CD, Erasmus, fue brevemente miembro en 1823 (Levy 1979, p. 301; Allen 1978, p. 27).
5 Jonathan Henry Lovett Cameron. En una carta a Francis Darwin, escrita después de la muerte de CD, se refiere al recuerdo “brillante y luminoso” que tenía de CD en la escuela y la universidad: “En Shrewsbury dormimos en la misma habitación por algunos años y a menudo engañábamos la noche con una conversación placentera. Siempre estaba de buen humor y era de buen temperamento y muy querido por sus compañeros de escuela. No era un estudiante que destacara mucho, pero siempre dedicado a colectar escarabajos, mariposas, etc. Muchas tardes empleaba su tiempo con un soplete en la luz de gas de nuestra habitación. En Cambridge me gustaba leerle a Shakespeare ya en sus habitaciones y estas lecturas le eran muy de su gusto. También era muy aficionado a la música, aunque no tocaba, y por lo general le conseguía un pase para las tardes del domingo en la capilla del Kings College” (DAR 112: A14).
6 Gulfed: “La posición de estos candidatos a lograr honores en matemáticas que no lograban obtener un lugar en la lista, pero a los que se otorgaba un grado ordinario” (OED).
pleca1
De George Simpson [26 de] enero [de 1831]
Feversham1
Enero
Querido Darwin:
Te escribo para agradecerte el ensayo y al mismo tiempo para felicitarte por tu muy muy buen grado, aunque debo decir que me hubiera sentido desengañado de que no fueras uno de los mejores, sabiendo tu predilección por las matemáticas.2 En este momento acabo de regresar de la cacería de la zorra, y encontramos un buen lugar para marcar y fue muy bien la cosa hasta después de la primera parada, cuando perdimos la línea del rastro y terminó la cacería. He sido testigo de muy buenas cosas en la cacería este año, pero empiezo a pensar en estudiar teología, que es más provechosa para el alma que los campos deportivos. Casi temo preguntar si Lumsley Hodgson3 ha pasado el examen, porque no puedo encontrar su nombre. Espero que no estés bebido y puedas hallar el tiempo necesario para hablarme de tus perspectivas para el futuro. Supongo que dentro de poco buscarás un compañero para tu futura vicaría, así como un buen diseño para las gorras de dormir. Creo que debes proseguir con un nuevo término y, puesto que irás y vendrás por Londres, déjame tener el placer de verte antes de que regreses para siempre a Shrewsbury, que está a una distancia terrible de Feversham.Ya desaparecieron los disturbios en nuestra vecindad,4 aunque mi hermano ha pensado en enlistarse en las tropas de yeoman, para poner algunos de ellos en huida en caso de necesidad. Espero que no hayas olvidado darle mi invitación en general a Fox. Siempre fui muy particularmente parcial con él y espero que pueda verlo de nuevo en un momento u otro. ¡Qué clase de director tenemos con Graham!5
No tengo más nuevas que contarte, pero espero oír de ti en algún momento y con mis mejores deseos para tu bienestar futuro, y una buena elección de esposa, soy / sinceramente tuyo / George Simpson

1 Ahora llamado Faversham, en Kent.
2 En la Autobiography, p. 58, CD comenta sobre su debilidad en matemáticas: “Intenté matemáticas e incluso durante el verano de 1828 tuve un tutor privado (un hombre muy obtuso) en Barmouth, pero avanzaba muy lentamente. El trabajo me repelía, sobre todo por no ser capaz de verle ningún sentido a los primeros pasos del álgebra. Esta impaciencia era necia, y con los años me he arrepentido profundamente de no haber ido más lejos para comprender algo de los grandes principios de matemáticas, ya que los hombres dotados para ellas parecen tener un sentido extra”.
3 Nathaniel Thomas Lumsley Hodgson.
4 Durante el invierno de 1830 trabajadores del campo de los condados al sur del Támesis se manifestaron y alborotaron por salarios más elevados.Véase Trevelyan 1942, p. 471.
5 John Graham fue elegido director del Christ’s College en 1830.
pleca1
De Henry Matthew [2 de febrero de 1831]
Londres
Querido Darwin:
Aunque tengo poco o nada que decir que pueda ser de interés, soy lo bastante vano para pensar que no lamentarás tener noticias mías…
Estoy en Londres, solo entre la multitud, sin un solo ser humano con quien intercambiar una palabra. Para mí esta situación es totalmente nueva y no puedo describirte los horrores y la depresión del espíritu a que esto me lleva. He alquilado un alojamiento por 15 chelines a la semana, que consta de un estudio, sala, recámara, cocina y vestidor. ¿No es un espléndido lugar para un hombre solo? Hay una circunstancia que sí disminuye la grandeza del caso y es el hecho penoso de que esta enumeración de habitaciones corresponde a una sola habitación con muchos nombres. Como, bebo, duermo, estudio y en parte aderezo mi comida en un desván como de la mitad de tamaño de mis habitaciones en Cambridge. Pero recuerda, se trata de un gran secreto y no quiero que se sepa en Cambridge que estoy en Londres y mucho menos en tal situación degradante.
En esta mañana he puesto en papel ciertas cancioncillas para obtener algún dinero de su publicación en algún periódico. Si los versos fallan, trataré la prosa, y si no tengo éxito en ninguno de los dos empeñaré mi capa y venderé mis libros.
Como si no tuviera penas suficientes que cargar en mi propia persona, estoy acosado por cartas suplicatorias de mi mujer lamentándose, y de otra de quien tú sabes, llena de súplicas de que se les permita reunirse conmigo y seguridades vehementes de que están deseosos de compartirlo todo conmigo, incluso vivir de papas y sal. Todo esto está muy bien, pero no tengo ni papas ni sal para compartir con ellos. Mi solicitud en Royston1 fue contestada por una carta casi insultante. La carta de Cookesley2 a Rivington3 no ha merecido respuesta. Se trata de un estado dichoso para este hombre sin un centavo. Pero créeme que no desespero. Mergas profundo, etc.4 Aprecias una cita que conozco plenamente cuando tú no la comprendes para nada. Espero que conserves tu libro por lo menos. Si no, la encontrarás en Aikins. Olvido agregar a mi lista de bendiciones que mañana me presento ante un magistrado acerca de mi bastardo, con un soberano en mi bolsillo para enfrentar los costos de la ley, atrasados y de adelanto por la clemencia. Supongo que con esto te darás una idea de dónde dormiré la próxima noche. No le pongo datos a mi carta porque no quiero que sepas dónde ando, pero si no regreso para el próximo término, te veré por aquí de paso, y antes de ello tendrás mi dirección.5 Dios te bendiga, querido amigo./ Soy tu sincero amigo H. Matthew
Pensándolo bien casi deseo no mandarte este horroroso recuento de mi persona, porque estoy seguro de que me quieres lo suficiente como para preocuparte con todo esto, pero, querido amigo, te aseguro que después de lo que he pasado por mi pobreza apenas si se trata de un pequeño infortunio. Estoy seguro de que, si prospero en mis esfuerzos literarios, esta vida de constantes apuros, impelido por la necesidad, será lo único que, sin vino, me salvará de la locura.
Por cierto, oí por Heaviside6 que mi matrimonio, como se le llama, ha sido conocido en Cambridge. No te permitas pensar nunca que sea cierto.

1 Una editorial fundada por Richard Royston.
2 Henry Parker Cookesley.
3 John Rivington era un editor de teología de primera línea; desde 1760 publicaba para la Society for Promoting Christian Knowledge (DNB).
4 Es posible que sea una referencia a Horacio, Odas IV.iv.65: “merses profundo pulchrior evenit”. La glosa de Delphin dice “si mari demergas”. El sentido es “puedes hundirlo en lo profundo, surgirá más bello”.
5 Para la dirección de Matthew véase la carta de Henry Matthew [14 de febrero de 1831].
6 En una carta a Francis Darwin (15 de septiembre de 1882), James William Lucas Heaviside recuerda que CD en el bachillerato estaba “casi fascinado” por Matthew, un hombre atractivo pero “muy intemperante” (DAR 112: 56).
pleca1
A William Darwin Fox [9 de febrero de 1831]
[Cambridge]
Miércoles...

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