Los jóvenes en México

Rossana Reguillo

• Editorial: Fondo de Cultura Económica
• Año: 2017
• ISBN:
  9786071650818
• Categoría: Ciencias sociales
• Categoría: Sociología

En este libro se busca resituar el análisis para hacerse cargo de la complejidad de las transformaciones de la sociedad mexicana a través de sus jóvenes. En el esfuerzo por asumir las diversidades en los modos diferenciales y desiguales en que se expresa la condición juvenil hoy, se logra inscribir la importancia crucial para el México contemporáneo de pensar —y entender— a sus jóvenes.

Violencias y jóvenes.
Enclaves de la masculinidad

JUAN CARLOS RAMÍREZ RODRÍGUEZ

El propósito de este ensayo es mostrar la interrelación entre jóvenes, violencia y masculinidad. La primera parte está dedicada a identificar el encuadre conceptual que guía la discusión. Enseguida, de manera esquemática, se muestran formas de violencia en las que están involucrados los jóvenes y algunos elementos constitutivos de sus lógicas de operación. La tercera parte menciona ciertos elementos sobre la masculinidad y la violencia presentes en las pandillas. Enseguida se muestra el impacto que tiene la violencia a través de las estadísticas de mortalidad por lesiones. Concluyo con una nota a manera de cierre.

PARA ACERCARSE A LA VIOLENCIA, LA MASCULINIDAD Y LA JUVENTUD

“Violencia” es, hoy en día, un término de uso coloquial y cotidiano. Cuando se habla sobre ella, sobre su significado, se alude a acciones que luego son calificadas como violentas. En tal sentido, da lugar a la ambigüedad y la confusión, porque una misma acción puede ser o no calificada como violenta. Dada la relevancia de la violencia en este tiempo, resulta paradójico que no se cuente con una noción precisa. No es gratuito que el término tenga esta connotación; la Real Academia de la Lengua anota varias acepciones al mismo: “1. Cualidad de violento 2 Acción y efecto de violentar o violentarse 3 Acción violenta o contra el natural modo de proceder”. Es una calificación que se le atribuye a una acción o a la acción y su efecto. En cualquier sentido se refiere a lo “violento”, que es condición o estado, y a la acción “violentar” (Real Academia de la Lengua, RAE, 1992).

Siguiendo a la RAE (1992), violentar es “aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia”. Es una acción que somete, que domina. Lo violento se concibe como “que está fuera de su natural estado, situación o modo. 2. Que obra con ímpetu y fuerza. 3. Que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidad extraordinarias. […] 5. Dícese de lo que hace uno contra su gusto, por ciertos respetos y consideraciones”. La condición de “violento” es una transgresión de una condición natural. Otro elemento que aparece es la concepción de una acción condicionada por cuestiones valorativas (respeto/consideración), lo que nos remite al mundo simbólico en que están inmersos los sujetos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, define la violencia como: “El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otras personas o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” (OMS, 2003, p. 5). Este concepto está acotado y dirigido a pensar en el ámbito sanitario al incorporar la noción de intencionalidad y la identificación de efectos que conllevan incertidumbre, una probabilidad. La violencia, como un todo, se reduce al intento de establecer relaciones de causalidad, partiendo de la premisa del uso de fuerza en distintas variantes e identificándose posibles blancos de su ejercicio. El problema es que no siempre el daño es producto de la intención de causarlo.

Franco Agudelo, más que formular un concepto, explicita en qué consiste la violencia:

se trata de la imposición de la fuerza, al servicio de determinado interés o conjunto de intereses, ejercida en condiciones de asimetría y con una dirección específica, con la consiguiente negación o limitación de uno o más de los derechos de sus víctimas. No es, como suele creerse, el producto de una determinación genética, del azar o de la carencia de lógica. Es una actividad humana consciente e inteligente, con una clara finalidad, que se origina en el desarrollo de las formas de relación entre humanos. Es por lo tanto, cambiante e histórica. Se expresa en actos concretos pero requiere y supone determinados contextos, motivaciones, legalidades y escalas valorativas. Pero tampoco termina con los actos, ya que genera nuevos procesos y respuestas y produce alternaciones y consecuencias en los ámbitos individual y colectivo. Más que...