I
Metodologías activas
Las metodologías para el aprendizaje activo conceden un papel muy relevante al alumno, quien construye el conocimiento a partir de unas pautas, actividades o escenarios diseñados por el profesor.
Los objetivos de las metodologías activas son, principalmente, lograr que el alumno:
• Se convierta en responsable de su propio aprendizaje, que desarrolle habilidades de búsqueda, selección, análisis y evaluación de la información, asumiendo un papel más activo en la construcción del conocimiento.
• Participe en actividades que le permitan intercambiar experiencias y opiniones con sus compañeros.
• Se comprometa en procesos de reflexión sobre lo que hace, cómo lo hace y qué resultados logra, proponiendo acciones concretas para su mejora.
• Interactúe con su entorno para intervenir social y profesionalmente en él, a través de actividades como trabajar en proyectos, estudiar casos y proponer solución a problemas.
• Desarrolle la autonomía, el pensamiento crítico, actitudes colaborativas, destrezas profesionales y capacidad de autoevaluación.
Los aspectos clave de estas metodologías son los siguientes:
• Establecimiento de objetivos. La aplicación de las técnicas didácticas que conlleva el aprendizaje activo implica el establecimiento claro de los objetivos de aprendizaje que se pretenden, tanto de competencias generales (transversales) como de las específicas (conocimientos de la disciplina, de sus métodos, etc.). Estas metodologías posibilitan el aprendizaje de habilidades, destrezas, actitudes, valores, etc.
• Papel del alumno. El rol del alumno es activo, participando en la construcción de su conocimiento y adquiriendo mayor responsabilidad en todos los elementos del proceso.
• Papel del profesor. Previo al desarrollo del curso, el profesor debe planificar y diseñar las experiencias y actividades necesarias para la adquisición de los aprendizajes previstos. Durante y con posterioridad al mismo, habrá de tutorizar, facilitar, guiar, motivar, ayudar, dar información de retorno al alumno.
• Evaluación. Habrán de alcanzarse tres objetivos:
– Claridad y concreción respecto a los criterios e indicadores de evaluación y consenso o comunicación previa con los alumnos.
– Incorporación y mayor responsabilidad del alumno en la evaluación.
– Evaluación formativa, con posibilidad de corregir los errores. Supone algún tipo de retroalimentación por parte del profesor a lo largo del proceso de aprendizaje.
El repertorio de métodos activos es amplio porque abarca tanto las dinámicas y actividades cuyo objetivo es «activar» la clase magistral, como otros métodos más complejos como son el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje basado en problemas y el método del caso. A continuación se desarrollan específicamente sin perjuicio de la existencia de otros que también potencien el aprendizaje autónomo del alumno.
A) APRENDIZAJE COOPERATIVO
En teoría, no existe diferencia entre teoría y práctica;
en la práctica sí la hay
L. A. VAN DE SNEPSCHEUT
El Aprendizaje Cooperativo es un método docente que utiliza el trabajo conjunto de los miembros de pequeños grupos de alumnos para maximizar el aprendizaje. El profesor planifica la tarea a realizar y los alumnos la desarrollan de forma colectiva, coordinada e interdependiente.
El núcleo del aprendizaje cooperativo consiste en que los alumnos trabajen juntos para completar una tarea donde se preocupan tanto de su aprendizaje como del de sus compañeros.
Este enfoque reúne todas las características de un enfoque de la enseñanza centrada en el alumno. Es éste el que tiene que actualizar sus recursos y sus conocimientos para resolver una tarea en la que va a tener que
contar con los recursos de otros compañeros. Este elemento garantiza el desarrollo de habilidades básicas de relación importantes para el desempeño laboral, y además exige del alumno que se comprometa con su propio proceso de aprendizaje; lejano, de este modo, del papel pasivo al que está más acostumbrado.
Principales ventajas
Hay una larga serie de estudios sobre el esfuerzo cooperativo, competitivo o individualista en el aprendizaje. Desde finales de los años ochenta se han realizado diversas investigaciones (Johnson y Johnson, 1989) que relacionan estos conceptos y los logros académicos, las relaciones interpersonales, los elementos de buen desempeño social y la autoestima, entre otros. El aprendizaje cooperativo ha demostrado tener efectos positivos sobre estos aspectos, lo que la convierte en una de las herramientas más valiosas para el profesor.
Más concretamente, algunas de las ventajas del aprendizaje cooperativo son:
• Desarrollo de habilidades interpersonales y de trabajo en equipo.
• Desarrollo de habilidades intelectuales de alto nivel.
• Responsabilidad, flexibilidad y autoestima.
• Trabajo de todos: cada alumno tiene una parte de responsabilidad de cara a otros compañeros, dentro y fuera del aula.
• Genera «redes» de apoyo para los alumnos «de riesgo»: alumnos de primeros cursos con dificultades para integrarse se benefician claramente de este modo de trabajar.
• Genera mayor entusiasmo y motivación (en el profesor y en los alumnos).
• Promueve el aprendizaje profundo frente al superficial o memorístico.
¿Qué es lo esencial del Aprendizaje Cooperativo?
Hacer trabajar a los alumnos de manera conjunta no es un elemento suficiente para que se desarrolle una situación de aprendizaje cooperativo entre los componentes del grupo. Putnam (1997) señala una serie de diferencias entre el aprendizaje cooperativo y los grupos de trabajo tradicionales que nos permiten matizar los elementos que caracterizan este método:
Tabla 1.1 Aprendizaje cooperativo vs. Aprendizaje tradicional
APRENDIZAJE COOPERATIVO | APRENDIZAJE TRADICIONAL |
Interdependencia positiva | No existe interdependencia positiva |
Todos los miembros rinden cuentas de su responsabilidad | No se rinden cuentas a nivel individual |
Instrucciones sobre habilidades para cooperar en el grupo | No se imparte instrucción sobre habilidades para cooperar en grupo |
Preocupación sobre el aprendizaje de los compañeros | No existe preocupación sobre el aprendizaje de los compañeros |
Grupos heterogéneos | Grupos homogéneos |
Existe reflexión sobre el grupo y la consecución de sus objetivos | No existe reflexión sobre el grupo y la consecución de sus objetivos |
Observación y feedback por parte del profesor | No existe esta observación y feedback por parte del profesor |
Teniendo en cuenta estos aspectos, es esencial que el profesor estructure las sesiones que hagan que el trabajo de los grupos de los alumnos sea cooperativo. Para ello, es imprescindible tener en cuenta e incorporar los siguientes elementos:
• Interdependencia positiva: todos los integrantes están obligados a confiar en los otros para conseguir el objetivo. Si uno falla en su parte, todos sufren las consecuencias. El éxito de cada cual depende del éxito de los demás. Es el elemento más importante del aprendizaje cooperativo. La tarea del profesor es estructurar la actividad de forma que cree una interdependencia entre los alumnos.
• Evaluación individualizada y responsabilidad personal: todos los miembros del grupo deben rendir cuentas de su parte de trabajo. En cada sesión deben establecerse dos niveles diferentes de responsabilidad: el grupo debe ser responsable de alcanzar sus objetivos y cada componente debe ser responsable de contribuir con su actitud y tarea, a la consecución del éxito del trabajo colectivo. El aprendizaje cooperativo incorpora siempre la evaluación individual, además de la grupal.
• Frecuente interacción cara a cara. Aunque una pa...