CAPÍTULO 4
FISIOLOGÍA, MÉTODO Y TÉCNICA DEL MASAJE
Existen muchas escuelas de masaje, y entre sus técnicas y prácticas de aplicación se presentan bastantes desacuerdos. Por una parte, en la literatura especializada se da la descripción de tal cantidad de técnicas y variaciones, que pueden llevar al principiante a un callejón sin salida. En el presente libro presentamos las más simples (pero muy eficaces) técnicas de masaje, cuya rápida asimilación es asequible no solamente para personas con la carrera de medicina, sino también para la gente que no tiene conocimientos específicos de la fisiología del organismo humano.
Para empezar, algunos consejos e importantes precauciones.
Al estudiar las técnicas de masaje, traten de aprender desde el principio a aplicarlas tanto con una mano como con la otra. La experiencia demuestra que si en las primeras sesiones del masaje el estudiante trabaja solamente con el brazo izquierdo (el zurdo, con el derecho), aprende considerablemente más rápido y mejor las técnicas de masaje.
No tengan prisa. Sólo después de asimilar firmemente una técnica aplicándola sobre todas las partes del cuerpo, pase al estudio de la siguiente. Luego haga todas las técnicas conjuntamente en todo el cuerpo.
Las direcciones de los movimientos de masaje no son libres. En primer lugar, deben seguir el flujo de sangre y linfa y en dirección a los ganglios linfáticos más cercanos. La espalda, por ejemplo, se masajea desde el sacro hacia arriba hasta el cuello; los costados, hasta la cavidad axilar, donde están situados los ganglios linfáticos. No es conveniente masajear los ganglios linfáticos. Éstos se sitúan también en la cavidad poplítea, en las ingles, etc. Las piernas se masajean primero desde la articulación de la rodilla hacia la ingle, desde los dedos de los pies hasta la rodilla hacia los ganglios poplíteos. La caja torácica se masajea desde el esternón hacia las axilas.
PRINCIPALES TÉCNICAS DEL MASAJE
Las más divulgadas técnicas del masaje se dividen en generales y adicionales. Hablaremos sobre todo de las técnicas generales.
La experiencia de muchos años nos ratifica que para la realización de una sesión de masaje (no solamente higiénico, sino también especial: deportivo, terapéutico) es suficiente asimilar las siguientes técnicas: 1. el roce superficial, 2. la presión deslizante, 3. el amasamiento, 4. la fricción. Las técnicas adicionales (vibración, percusión, etc.) se utilizan poco. Cada técnica tiene su acción fisiológica específica sobre el organismo y se usa sobre los tejidos correspondientes y en diferentes posiciones iniciales en relación con la parte masajeada (es decir, estando en dirección perpendicular o longitudinal al paciente), siguiendo fines determinados de la aplicación del masaje, etc. La dirección de las manos se muestra en la figura. 13.
El roce superficial es una de las técnicas de masaje más antiguas y divulgadas; es la técnica más suave y sirve sólo para el masaje superficial.
Ante todo, el roce superficial influye sobre la piel. Se eliminan mecánicamente las células muertas de la epidermis, mejora la respiración cutánea, se intensifica la función secretora de las glándulas sebáceas y sudoríparas, se incrementa la función de contracción de los músculos cutáneos, lo que por su parte contribuye a la eliminación por el organismo de los productos de intercambio; aumenta el tono cutáneo-muscular. La piel se hace suave, elástica y flexible. Pero el roce superficial es una gimnasia no sólo para la piel, sino también para los vasos: los ensancha y “pone a trabajar” los capilares de reserva (lo que confirma una ligera coloración o hiperemia de la piel). La velocidad de la circulación sanguínea en éstos aumenta considerablemente y, por consiguiente, crece el consumo del oxígeno por los tejidos. Se mejora el intercambio de tejidos, aumenta la actividad vital de los elementos de las células de las capas profundas de la piel y el número de eritrocitos.
Figura 13. Dirección de los movimientos de la mano durante la ejecución de las técnicas de masaje: a - lineal; b - en zigzag; c - en espiral; d - circular; e - trazada.
Esta técnica influye de forma importante sobre los sistemas nerviosos central y periférico, eliminando la excitación. El uso prolongado de este sistema actúa como anestésico, lo que permite eliminar o al menos disminuir el dolor en caso de lesiones y enfermedades neuromusculares y del aparato ligamentario-tendinoso. El roce superficial en las zonas reflejas (nuca, cuello, parte superior del tórax, epigástrica, zona del vientre, etc.) ejerce una influencia beneficiosa en los cambios patológicos de los distintos tejidos y órganos internos.
Bajo la acción del roce superficial la respiración se calma, lo que actúa como tranquilizante sobre el sistema nervioso central con la posterior disminución de la excitación del centro de la respiración.
De este modo, se recomienda el roce superficial sobre todo en caso de gran excitación, después de importantes cargas físicas, en caso de insomnio, traumatismos y enfermedades (en especial durante los primeros días) para eliminar sensaciones de dolor, etc.
El roce superficial se efectúa con la palma de mano muy relajada. Los cuatro dedos deben estar cerrados y el pulgar lo más separado posible de los demás. La mano debe intentar abarcar una zona muy amplia. Cuanto mayor sea la superficie afectada durante el roce, más eficaz será el resultado. Existen algunas variedades de la técnica del roce superficial que se aplican según los objetivos del masaje y de la parte masajeada.
Figura 14. Roce superficial lineal: a - sobre la pierna; b - sobre el muslo; c - sobre la espalda.
Figura 15. Roce superficial combinado sobre la espalda.
Las técnicas del roce superficial efectuadas en posición perpendicular respecto a la posición del paciente son las siguientes (durante la descripción de las técnicas se mantiene el orden adoptado en el sistema [escuela] ruso de masaje en base a las investigaciones realizadas durante muchos años por el profesor A. Biriukov). Si se dice que la mano del masajista se mueve hacia adelante, esto significa que ésta se desliza adelante con el pulgar y el índice; si se dice que la mano se mueve hacia atrás, significa que se desliza con el meñique. La pierna [el brazo] cercana se entiende como la extremidad situada más cerca del masajista, qué está de pie o sentado al lado del paciente; la extremidad lejana es la situada más lejos del masajista. Si los ejes transversales [ejes de los hombros] del cuerpo del masajista y el cuerpo del paciente son perpendiculares, se dice que el masajista está “perpendicular” respecto al paciente; si dichos ejes son paralelos, el masajista está “longitudinalmente”, o sea, lateral al paciente:
Figura 16. Roce superficial concéntrico sobre la articulación de la rodilla.
Roce superficial lineal (fig. 14; a: sobre el pie, b: sobre la cadera, c: sobr...