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Consideraciones sobre la punción
Precauciones previas a la punción
Tras evaluar cuidadosamente los antecedentes del paciente y su enfermedad actual, y una vez descartada cualquier posible contraindicación específica o general (véase el capítulo 9), se deberán tener en cuenta los factores siguientes:
Particularidades del lugar de punción, incluidas las variaciones inherentes y adquiridas.
Proximidad a los órganos vitales, vasos y otras áreas sensibles.
Características de las agujas, incluido tamaño y calibre.
Ángulo de inserción de la aguja.
Profundidad de inserción de la aguja.
Técnica(s) de manipulación utilizada(s).
Intensidad de la estimulación.
Además, se deben adoptar otras precauciones:
Antes de efectuar las punciones, el paciente deberá estar en una postura cómoda, apoyado cómodamente en cojines.
Asegúrese de que el paciente permanece inmóvil y no cambia de posición durante la retención de la aguja.
Aplique escrupulosamente una técnica de punción aséptica.
Tenga en cuenta los factores ambientales, sobre todo la temperatura y la humedad.
Profundidad de la punción
| Inserción superficial | Inserción profunda |
Tipo corporal | Delgado y débil | Robusto, obeso |
Edad | Personas mayores y niños | Adultos |
Las profundidades de punción recomendadas en este libro son para adultos con distinta constitución corporal, pero dentro de una norma. No se tienen en consideración los casos siguientes, en los cuales el terapeuta deberá modificar la profundidad de punción, de acuerdo con:
Obesidad (se requiere mayor profundidad de punción).
Delgadez extrema (se requiere menor profundidad de punción o sólo es aplicable una punción subcutánea o transcutánea).
Enanismo y otras variaciones genéticas.
Gran deformidad (adquirida o heredada).
Se recomiendan las profundidades mínimas para alcanzar el deqi. No obstante, en una amplia proporción de casos, el deqi se obtiene o puede obtenerse más superficialmente, subcutáneamente o, incluso, transcutáneamente. En general, las profundidades mínimas son demasiado superficiales para las personas de constitución física muy recia.
Se recomiendan las profundidades máximas para alcanzar el deqi en personas de complexión física fuerte. Esto significa que, en las personas de contextura corporal pequeña, no han de alcanzarse esas profundidades, sino que se deben utilizar las profundidades mínimas.
Es importante recordar que no se deben rebasar las profundidades máximas. Sobrepasar estas profundidades puede conllevar un riesgo considerable de lesión.
Figura 1.1. Diferentes profundidades de punción en las áreas de plenitud y vacío a lo largo del curso del canal.
Además, es importante calibrar la profundidad percibiendo la reacción qi en la aguja. Si no hay reacción a nivel superficial tras la manipulación, aumente progresivamente la profundidad para obtener el deqi. En ocasiones, el deqi puede conseguirse más superficialmente y, otras veces, a mayor profundidad (consulte la nota sobre la sensación de estimulación del deqi; página 26).
Las profundidades máximas se han establecido aplicando la parte más cautelosa de algunas recomendaciones de punción chinas tradicionales, que prescriben una punción más profunda. Por ejemplo, ciertos médicos chinos puncionan los puntos torácicos y de la parte superior de la espalda con (mucha) más profundidad y en ángulos más peligrosos de lo que se recomienda aquí. En la práctica, esto significa que, sin dejar de ser muy prudente y siempre contando con una experiencia adecuada, en casos específicos se puede efectuar la punción a mayor profundidad.
Ángulos de punción
El ángulo y la profundidad de punción deben determinarse cuidadosamente mediante el análisis de la anatomía fisiológica del área que se desea tratar, cualquier distorsión o cambio patológico observable en la zona de punción, el resultado deseado y la enfermedad subyacente del paciente. Además, también se deben tener en cuenta los factores emocionales o ambientales que pudieran estar relacionados con el tratamiento.
Figura 1.2. La inserción de la aguja puede efectuarse en tres ángulos principales, que deben modificarse en función de los requisitos del tratamiento.
1. Inserción perpendicular (90 grados)
Es el ángulo de inserción más habitual. Está especialmente indicada para zonas musculares y de piel gruesa. Es la más tonificante.
2. Inserción oblicua o inclinada (de 30 a 60 grados)
Indicada para los lugares en los que la capa muscular y la piel son finas o cuando hay órganos o vasos debajo del punto de punción. Es eficaz para desplazar el qi en un sentido concreto. Es la más dispersante.
3. Inserción transversal (de 5 a 20 grados)
Adecuada para áreas finas y poco carnosas y para una punción subcutánea o transcutánea. La mayoría de los puntos de la cabeza, la cara y el cuello se puncionan transversalmente. También se usa para unir puntos.
Es muy importante utilizar el ángulo de punción adecuado, ya que también indica al terapeuta que no debe superar la profundidad correcta. Por ejemplo, los puntos del cuero cabelludo pueden puncionarse a una profundidad máxima de 0,2
cun, aunque en un ángulo transversal la aguja puede llegar a insertarse a un máximo de 1,5
cun.
Tamaño de las agujas
El tamaño de las agujas varía según el fabricante. En la figura 1.3 se recogen los tamaños de aguja más habituales.
Figura 1.3. Tamaño de las agujas.
Calidad de las agujas
Las agujas de buena calidad son flexibles, tienen una punta muy afilada y se hunden en la piel sin provocar dolor. Se recomienda usar únicamente agujas con la certificación CE. Aunque hay agujas de diferentes metales, en la práctica moderna suelen utilizarse de acero inoxidable. En raras ocasiones, es posible que las agujas nuevas estén dobladas o romas, por lo que se deben inspeccionar cuidadosamente antes de utilizarlas.
Contraindicaciones de la punción
Contraindicaciones generales
No se debe puncionar en tejido cicatricial, heridas o hinchazones, como quistes, lipomas o bultos en la piel, lunares, erupciones, forúnculos, lesiones e infecciones cutáneas o edemas linfáticos. Como alternativa, se pueden usar otros puntos del mismo canal o adyacentes al área lesionada.
Áreas que no se deben puncionar
No se deben efectuar punciones en determinadas zonas corporales como, por ejemplo, la fontanela de los bebés, los genitales externos, los pezones, la lengua, las encías, el ombligo o los globos oculares. En ningún caso deben puncionarse los nervios, los vasos sanguíneos o los órganos internos.
En los pacientes con problemas de sangrado o trastornos de la coagulación, o que estén tomando una medicación con efecto anticoagulante, la punción deberá realizarse con sumo cuidado, o no realizarse en absoluto, en función de cada caso particular.
Puntos contraindicados para la punción
E 17 y VC 8.
Áreas peligrosas para la punción
Puntos faciales
Los puntos del rostro son muy sensibles y aparecen hematomas con relativa frecuencia. Los nervios, las glándulas y los vasos sanguíneos son muy superficiales, sobre todo en los pacientes delgados. ¡Tenga mucho cuidado de no lesionarlos!
Sistema circulatorio
La punción de un vaso sanguíneo tiene el riesgo de ocasionar un derr...