Al sur de la cuarentena
Cualquier cuarentena es siempre discriminatoria, más difícil para algunos grupos sociales que para otros, e imposible para un vasto grupo de cuidadores, cuya misión es hacer posible la cuarentena para toda la población. En este capítulo, sin embargo, analizo otros grupos para los que la cuarentena es particularmente difícil. Son los grupos que tienen en común una vulnerabilidad especial que precede a la cuarentena y se agrava con ella. Tales grupos componen lo que denomino «el Sur». En mi opinión, el Sur no designa un espacio geográfico sino un espacio-tiempo político, social y cultural. Es una metáfora del sufrimiento humano injusto causado por la explotación capitalista, la discriminación racial y la discriminación sexual. Pretendo analizar la cuarentena desde la perspectiva de los y las que más han sufrido estas formas de dominación, e imaginar, también desde su perspectiva, los cambios sociales que se requerirán cuando finalice. Hay muchos colectivos sociales de este tipo. He seleccionado algunos.
Las mujeres. La cuarentena será particularmente difícil para las mujeres y, en algunos casos, puede ser peligrosa. Las mujeres son consideradas «las cuidadoras del mundo», predominan en la prestación de cuidados dentro y fuera de las familias. Sobresalen en profesiones como enfermería o asistencia social, que estarán en la primera línea de atención a los enfermos y ancianos dentro y fuera de las instituciones. No pueden defenderse con una cuarentena para garantizar la cuarentena de los demás. También son quienes tienen a su cargo el cuidado de las familias de manera exclusiva o mayoritaria. Podríamos suponer que, al haber más manos en casa durante la cuarentena, las tareas podrían estar mejor distribuidas. Sospecho que no será así debido al machismo que prevalece y quizá se refuerza en momentos de crisis y confinamiento familiar. Con los niños y otros miembros de la familia en el hogar durante todo el día, el estrés será mayor y ciertamente recaerá más en las mujeres. El aumento en el número de divorcios en algunas ciudades chinas durante la cuarentena puede ser un indicador de lo que acabo de decir. Por otro lado, se sabe que la violencia contra las mujeres tiende a incrementarse en tiempos de guerra y crisis, y ahora ha aumentado. Una buena parte de esta violencia ocurre en el espacio doméstico. El confinamiento de familias en espacios reducidos, sin salida, puede generar más oportunidades para el ejercicio de la violencia contra las mujeres. El periódico francés Le Figaro, basándose en información del Ministerio del Interior, recogía en sus páginas que la violencia conyugal había aumentado en un 36 por 100 en París la semana anterior.
Los trabajadores precarizados, informales, llamados autónomos. Después de cuarenta años de ataques a los derechos de los trabajadores en todo el mundo por parte de políticas neoliberales, este grupo de trabajadores es el que predomina a nivel mundial, aunque las diferencias de un país a otro resulten muy significativas. ¿Qué implicará la cuarentena para estos trabajadores, que tienden a ser los primeros en ser despedidos cada vez que hay una crisis económica? El sector de servicios, donde abundan, será una de las áreas más afectadas. El 23 de marzo, India declaró la cuarentena durante tres semanas para 1300 millones de personas. Teniendo en cuenta que en dicho país entre el 65 por 100 y el 70 por 100 de los trabajadores pertenecen a la economía informal, se estima que 300 millones de indios no tuvieron ingresos. En América Latina, alrededor del 50 por 100 de los trabajadores están empleados en el sector informal. Asimismo, en el caso de Kenia o Mozambique, debido a los programas de ajuste estructural de las décadas de los ochenta y noventa, la mayoría de los trabajadores son informales, es decir, dependen de un salario diario. Incluso aquellos con empleo formal poseen pocos beneficios contractuales. La recomendación que hizo la OMS acerca de trabajar en casa y autoaislarse es impracticable, ya que obliga a los trabajadores a elegir entre ganar el pan de cada día o quedarse en casa y pasar hambre. Las recomendaciones de la OMS parecen haber sido diseñadas con una clase media en mente, que es una pequeña fracción de la población mundial. ¿Qué significa la cuarentena para los trabajadores que ganan cada día lo que necesitan para vivir ese día? ¿Se arriesgarán a desobedecer la cuarentena para alimentar a su familia? ¿Cómo resolverán el conflicto entre el deber de alimentar a su familia y el de proteger sus vidas y las de sus familiares? Morir a causa del virus o morir de hambre, esa es la opción.
Vendedores ambulantes. Los trabajadores de la vía pública son un grupo específico de trabajadores precarios. Para ellos, el «negocio», es decir, la subsistencia, depende exclusivamente de la calle, de quien pase por ella y de su decisión de detenerse y comprar algo, lo que es siempre impredecible para el vendedor. Los vendedores han estado en cuarentena en la calle durante mucho tiempo, pero en una calle con gente. El impedimento de trabajar para quienes venden en los mercados informales de las grandes ciudades significa que potencialmente millones de personas ni siquiera tendrán el dinero para concurrir a los centros de salud si enferman o para comprar jabón o desinfectante para manos. Los que tienen hambre no pueden darse el lujo de comprar jabón y agua a precios que son fruto de la especulación. En otros contextos, existen las personas uberizadas de la economía informal que entregan alimentos y paquetes a domicilio. Ellos son los que garantizan la cuarentena de muchos, pero no pueden protegerse. Su «negocio» aumentará tanto como el riesgo al que se exponen.
Personas sin hogar o que viven en la calle. ¿Cómo ...