Borís Godunov

Aleksander Pushkin, Rocío Martínez Torres

• Editorial: Ediciones Akal
• Año: 2012
• ISBN:
  9788446037569
• Edición: 1
• Categoría: Literature
• Categoría: Ancient & Classical Literary Collections

Borís Godunov es, sin duda, la más perfecta y brillante de las obras dramáticas de Pushkin, cuya publicación supuso el fin del clasicismo vigente y transformó radicalmente el teatro en Rusia. Concebida durante uno de sus repetidos destierros, Pushkin fue consciente de que sería rechaza y la guardó consigo hasta que finalmente vio la luz, censurada, en 1831. Como su autor esperaba, fue criticada e incomprendida, pero pronto el realismo de Borís Godunov alcanzó el reconocimiento que merecía hasta el punto de ser definida por Máximo Gorki como "el mejor drama histórico ruso" o inspirar la gran ópera de Mussorgski.Borís Godunov retrata con una belleza y profundidad inusitadas la sociedad medieval de la Rusia de finales del siglo xv y principios del xvi a través de la figura del zar que le da nombre.

Borís Godunov

Dedicada, con devoción y agradecimiento, a la memoria de Nikolái Mijáilovich Karamzín[1], cuya genialidad, un tesoro para el pueblo ruso, ha inspirado esta obra.

Aleksánder Pushkin

APOSENTOS DEL PALACIO DEL KRÉMLIN

(20 de febrero del año 1598)

Kniazi[2] Shúiski y Vorotynski.

Vorotynski

Encomendados a vigilar el orden en la ciudad

ambos hemos sido, pero Moscú está vacío,

al parecer, no tenemos de quién ocuparnos;

hacia el monasterio, tras el Patriarca[3],

toda la población se ha encaminado.

¿Cómo crees que terminará esta incertidumbre?

Shúiski[4]

¿Cómo? No es de sabio adivinarlo:

el pueblo implorará todavía más,

Borís aún se hará de rogar, cual

borracho ante una copita de vino,

para finalmente, misericordioso y

humilde, resignarse a aceptar la corona.

Y después… después volverá a gobernar,

como antes.

Vorotynski

Mas ya ha pasado un mes desde

que en el monasterio, con su hermana,

se encerrara, al parecer rehusando lo mundano.

Hasta ahora ni el Patriarca ni los boyardos[5]

han podido persuadirle. Ignora sus ruegos,

y exhortaciones más lastimeras,

ni al clamor de todo Moscú atiende,

ni a la palabra de la Gran Asamblea[6].

En vano se le rogó a su hermana

bendecir el ascenso al poder de Borís.

La triste monja zarina[7] es firme como él

y, como él, implacable. Su propio hermano

le infundiría ese espíritu. ¿Y si ciertamente

el soberano regente se ha hastiado

de sus quehaceres de Estado y el vacío

trono no ocupa? ¿Qué dices a eso?

Shúiski

Te diría que en vano se derramó la sangre

del joven zarévich[8], que, de ser así, el pequeño

Dimitri podría estar vivo.

Vorotynski

¡Horrible crimen! ¿No hay duda de

que fue Borís el asesino del zarévich?

Shúiski

¿Y quién si no?

¿Quién trató en vano de sobornar a Chepchúgov?

¿Quién manipuló a los Bitiagovski y a Kachálov?[9].

Yo fui envia...