CAPÍTULO V
La importancia geopolítica de América Latina para Estados Unidos
Las crisis de la economía estadounidense se profundiza a través del tiempo y sus dificultades estructurales —atadas al complejo militar industrial— hacen aún más problemática la reorientación del conjunto de la economía para salir de esta situación. eu es el primer consumidor de petróleo y gas del mundo, y las condiciones se complican en el marco de competencia mundial interbloques, como vimos en la Primera parte del trabajo. La dependencia energética estadounidense afecta no sólo a su competitividad industrial y económica; también a su liderazgo militar, estrechamente relacionado con el sector industrial del país. La política expansionista e intervencionista de eu en el mundo tiene su correlato en América Latina, que es hoy un área de influencia vital, ya que concentra buena parte de los recursos estratégicos del planeta. Como señalaba cepal
la región dispone del 25% de los bosques mundiales, y un 40% de la biodiversidad total del planeta. El 38% de las tierras de la región está destinado a fines agrícolas. Sólo América del Sur dispone del 28% de los recursos hídricos mundiales. En cuanto a los recursos mineros, la región cuenta con el 34% de las reservas de cobre, el 30% de bauxita, 41% de níquel y el 29% de plata, entre las más representativas. El potencial energético aprovechable equivale al 35% del potencial mundial, dentro del cual las fuentes hidroenergéticas son el 36%, el carbón el 27%, el petróleo el 24%, el gas natural el 8% y el uranio el 5%.
El propio Comando Sur ha reconocido también el papel estratégico de América Latina para eu: “Las naciones de América Latina y el Caribe son estratégicamente importantes para la seguridad y futuro económico de Estados Unidos. Los intereses de largo plazo de Estados Unidos son mejor satisfechos por un hemisferio de naciones democráticas, estables y seguras” y, agrega, esto se logrará, por supuesto, si se comparten valores como “gobiernos eficientes, sociedades libres y economías de mercado”, en síntesis, la visión del hegemón del bloque.
En buena parte de los documentos oficiales, la región no aparecía como área de interés estratégico para eu ni a fines de los ochenta ni en los noventa. Sin embargo, el recuento de la importancia geopolítica de América Latina, la propia creación del proyecto hemisférico y la insistencia en impulsarlo, en formas y tiempos más prolongados, así como la injerencia palpable en la región, dan cuenta de una realidad muy distinta. El secretario de Agricultura, ya en 1993, Mike Espy, fue muy claro: “este acuerdo (refiriéndose al nafta) no se refiere simplemente a una mayor competencia dentro de América del Norte. El tlc abarca mucho más que eso. Se trata de la competencia de América del Norte con la Comunidad Europea, con Japón y con Asia del Este [...] No se trata de ver sólo hacia Oriente u Occidente, sino también hacia el Norte y el Sur, en especial hacia el sur a través de nuestra frontera de 2,000 millas con México”. Es decir, nafta no sólo era un acuerdo comercial con México y América Latina, no es sólo un espacio para obtener recursos; es el territorio para garantizar las condiciones de competencia con otras potencias; esta matriz básica que se replica a gran escala en los acuerdos referidos.
Otras voces también contradicen el silencio de los documentos oficiales. El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, en la xxiii Asamblea General de la oea declaró que en el continente se ha registrado “una revolución económica silenciosa [...] América Latina se perfila como el mercado exterior más importante para Estados Unidos”, pues se trata de un gran mercado en el que eu puede acceder a cualquier cantidad de recursos naturales y estratégicos, colocar sus productos en condiciones ventajosas, proveerse de mano de obra barata y monopolizar una de las mayores fuentes de exportación de capitales del mundo (deuda externa, préstamos, líneas crediticias, fondos de pensiones, etc.). Es una región en disputa, como lo había sido antes durante el siglo xx y de ello da cuenta la diversificación de sus intercambios comerciales e inversiones. No sólo China y la Unión Europea penetran ya en el comercio e invierten en la región; el hecho de que el comercio entre países de esta zona haya crecido en los últimos años es también un síntoma de esa diversificación que afecta los intereses de eu en su área de influencia.
Comercio e inversión con América Latina, un territorio en disputa
La trayectoria del intercambio de bienes con América Latina pone de manifiesto dos cuestiones que queremos resaltar en relación con el territorio como área de influencia y disputa: la primera, que América Latina continúa, para eu, como un mercado importante en el cual colocar sus mercancías, no obstante la desaceleración del comercio mundial en los últimos años; la segunda, América Latina es un terreno en disputa en el que China tiene cada vez mayor presencia frente a eu. En este contexto, el tpp es claramente parte de la estrategia de contención ante China.
eu envía a América Latina el 25.8% del total que exporta, cifra que ha crecido en relación con el año 2000, cuando era de 21.8%. De acuerdo con el sela: “la región es para Estados Unidos un mercado más importante que, por ejemplo, la Unión Europea, región que ha venido reduciendo progresivamente su importancia como destino de las exportaciones estadounidenses y es 3.5 más importante que China”. Esta tendencia se perfilaba desde inicios de los noventa, cuando el crecimiento de las exportaciones estadounidenses hacia América Latina fue de un 19.5%, en contraste con sus exportaciones al resto del mundo, que crecieron sólo un 4%. El valor del intercambio asciende a 849,000 mdd en 2012, mientras que en 2000 era de ...