Profesores, alumnos, familias
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Profesores, alumnos, familias

7 Pasos para un nuevo modelo de escuela

  1. 192 páginas
  2. Spanish
  3. ePUB (apto para móviles)
  4. Disponible en iOS y Android
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Profesores, alumnos, familias

7 Pasos para un nuevo modelo de escuela

Descripción del libro

Este libro aspira a convertirse en una mesa, un lugar en el que se encuentren tres modelos de escuela -la de los profesores, la de los padres y la de los alumnos- que siguen hablándose a espaldas. Habla de pasos, de estrategias que nos ayuden a convertir la educación en uno de los deberes y compromisos más interesantes y gratificantes que tenemos como adultos. La primera parte propone siete pasos, siete propuestas para mejorar y hacer más efectivo el modelo de relación y aprendizaje entre profesores y alumnos. En la segunda parte, los siete pasos buscan que padres y profesores encontremos las técnicas que nos permitan sentirnos comprometidos en un proyecto común.

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Información

Año
2017
ISBN del libro electrónico
9788427722835
Edición
4
Categoría
Pedagogía
I

PROFESORES Y ALUMNOS:
7 pasos para
hacer deseables los lunes
1

Buscamos “hacernos interesantes”
(1.er Paso)
“La gente suele gastar grandes sumas de dinero, muchísimo tiempo y considerables
esfuerzos a la hora de alcanzar y conservar la belleza, y sin embargo, a pesar de que lo merece
aún más, pocas personas dedican un empeño similar a ser interesantes. Incluso las personas
corrientes pueden resultar tremendamente interesantes y la clave no es tanto ser muy
inteligentes como tener una mente despierta y fértil, con ganas de hacerse muchas preguntas,
y sobre todo, jugar con las ideas.

Al volvernos más interesantes, somos capaces de hacer que los demás también lo sean.
Puede que cueste, pero se puede hacer.”
EDWARD DE BONO1
AQUÍ ESTAMOS. Los tres de la portada –los autores–, y usted; acabamos de encontrarnos. O tal vez ya nos hemos leído antes, o nos hemos conocido en un curso. A este lado estamos nosotros tres. Sentados en un banquito, al borde de cada página. No somos George Clooney, ni la Roberts ni la Pataky (no se puede tener todo). Pero aquí estamos con usted, juntos. Hablando y escuchando. ¿Por qué nos hemos elegido? ¿Ha sido el color de la portada? ¿El tacto del papel? ¿Echó un vistazo a la contraportada o al índice y sucumbió? ¿Dónde ha elegido que nos encontremos por primera vez? ¿Vamos juntos en el transporte público? ¿Estamos en un despacho? ¿Sentados en un cómodo sillón? ¿Por qué estás páginas son más interesantes e importantes en este momento que cualquier otra cosa?
Escribimos un libro con el deseo de que alguien quiera permanecer con nosotros. Con lo que contamos y compartimos. Conseguir durante el trayecto que el otro no sólo nos lea, sino que piense, que hable, que sienta. Que escuche. Que complete el libro desde el otro lado. Es nuestra meta. Y la primera impresión, en los seres humanos, es una impresión crucial pero injusta si uno se queda anclado en ella (todos necesitamos tiempo para abrir, para mostrar, para convencer, para dejarnos querer y para querer).
¿Por qué queremos que algunas personas, algunas palabras, permanezcan en nuestra vida? ¿Por qué nos resultan interesantes? Piense en personas y en temas que provoquen su curiosidad, que le llenen de deseo la imaginación y las neuronas, y procure explicar por qué:
¿QUIÉN / QUÉ? ¿POR QUÉ?
PERSONAS
TEMAS/IDEAS
LUGARES
ACTIVIDADES
Imagínese que alguien (animémonos, seguro que más de uno) hubiera puesto nuestro nombre en PERSONAS interesantes. ¿Por qué nos elegiría? ¿Qué nos hace singulares y apetecibles? ¿Y si uno de los muchos que nos cita fuera un alumno? ¿Por qué decidiría poner nuestro nombre en medio de todas las posibilidades que le da su realidad?
Si uno piensa en la vida en las aulas, seguro que llega a la conclusión de que es necesario introducir mayores dosis de seducción en la escuela. Alumnos y profesores tendríamos que considerar un deber el hacernos apetecibles, interesantes y valiosos. Provocarnos un interés y una curiosidad mutuas. Que mirar el reloj y ver en el horario nuestros nombres, nos pusiese una sonrisa en la cara, la certeza de a ver qué descubrimos hoy. Un profesor y un alumno deberían emplear mucho tiempo en hacerse interesantes, en convertirse en referencia de crecimiento, de aprendizaje, de posibilidades. Los alumnos interesantes nos hacen mejores como profesores. Y los profesores interesantes hacen descubrir a sus alumnos lo mejor de ellos mismos. Entonces, ¿por qué elegimos lo anodino tantas veces, lo repetitivo, lo preestablecido? Padecemos nuestro propio aburrimiento. Y el aprendizaje exige unas dosis iguales de esfuerzo y placer para convertirse en imprescindible.
Partimos muchas veces de que lo interesante lo es por sí mismo. Creemos que es algo que no puede aprenderse, construirse. Uno entra en una sala, sale a la calle, escucha una voz y ya sabe qué es interesante. A veces sucede así. Pero, en la mayoría de los casos, lo interesante necesita ser descubierto, creado. Cuántas veces nos sorprende alguien porque ha mirado de un modo distinto algo que nosotros también habíamos visto pero sin comprender o sin entender.
Hace unos años, la publicidad de un coche tenía bajo los ojos de Picasso, Einstein, Madame Curie, una frase que decía: “Sólo hay una forma de ver las cosas hasta que alguien nos enseña a verlas de otro modo”. El interés de las cosas lo descubre también la curiosidad con la que nos acercamos a ellas, si somos capaces de observarlas no desde lo previsible o ya conocido. Expuestos a dejarse sorprender. La vida no es aburrida. Es aburrida la forma en que la miramos. Quizá por eso, los más inquietos y felices son los que aprenden a descubrir posibilidades.
A veces conviene recordar que Einstein era un alumno anodino. Incluso problemático debido a sus carencias. Los profesores lo miraban desde una plantilla en la que quedaba prefijado cómo debía de ser, pero en la que no aparecía el deber de mirarlo como era y como podía llegar a ser. Miremos nuestra clase, si es que estamos ejerciendo como educadores, nuestra casa, nuestro entorno ¿cuántas cosas potencialmente interesantes hay? ¿Cuántas dan para una pregunta, para una pequeña historia? Adentrarse en el interés, en la seducción, es adentrarse en la forma en que interpretamos el mundo: como algo conocido o como algo por descubrir.
¿CUÁNTAS PERSONAS O COSAS PROVOCAN CURIOSIDAD EN EL LUGAR EN EL QUE ESTOY LEYENDO?
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7. ¿Son demasiadas ya?
¿En cuánto ponemos imaginación e interés? Cuando alguien pone curiosidad y afecto al mirarnos, los seres humanos, instintivamente, deseamos hacer real lo que el otro intuye en nosotros. El interés es una provocación al movimiento, a compartir, a la creatividad. Sin embargo, cuando llevamos mucho tiempo realizando una actividad, tendemos a compartir siempre determinados rasgos de nuestro carácter. Determinadas habilidades de nuestra personalidad. Determinadas actividades. Eso nos pasa a alumnos y profesores. Jugamos roles cerrados en los que damos por supuesto el interés y terminamos aburriéndonos.
Lo interesante que puede haber en un aula viene de la mano de las personas. De lo que hacemos. De lo que somos. Por eso quizá, la primera pregunta importante a la que tendríamos que ser capaces de responder antes de adentrarnos en temas, metodologías, evaluación y horarios es la de por qué merece la pena trabajar con nosotros. ¿Qué hay de interesante en mi persona, en mi modo de hacer y de ver las cosas? Y ésta es una pregunta que no es sólo para los profesores. Es un deber también para los alumnos. Muchos de ellos creen que el valor de una clase está en manos exclusivamente del profesor.
Esa idea de que la responsabilidad absoluta del éxito o del fracaso depende de nosotros los educadores, el haber situado a los alumnos como espectadores, les ha permitido convertirse en pequeños jueces que se sienten perfectos porque no juegan. El mejor jugador de fútbol es siempre el que ve el partido desde casa. Desde el asiento siempre se sabe muy bien qué hacer. Cuando hay que actuar, la situación es más compleja. Jugar nos hace humildes, flexibles, receptivos. Los alumnos, como el profesor, deben asumir desde el principio que somos los artífices de la construcción de un equipo. Su calidad, su valor, dependerá de que seamos capaces de conoce...

Índice

  1. Cubierta
  2. Portadilla
  3. Título
  4. Índice
  5. INTRODUCCIÓN: El reto de soñar el mundo que viene con otros ojos
  6. I. PROFESORES Y ALUMNOS 7 PASOS PARA HACER DESEABLES LOS LUNES
  7. II. PROFESORES Y FAMILIAS 7 PASOS PARA SALIR DE UNA CRISIS
  8. Página de créditos